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El Estado Provincial. Cada vez sirve menos?

MANUEL SUSSINI (*)

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El Estado existe para satisfacer necesidades de una sociedad, regula conductas por medio de normas para proteger los intereses primigenios. NECESARIAMENTE estamos inmersos en el Estado desde que nacemos, hasta que morimos.


El Estado necesita contar con un TERRITORIO donde una sociedad humana tiene su sede no va de un lugar a otro, es reglamentada por un ORDEN JURÍDICO, para regular la conductas. Este orden jurídico, esta definido o sancionado por un poder soberano, es decir que a nivel temporal no hay en ese estado un nivel mas alto, no hay otro poder mas alto, poder supremo pero no absoluto, que pretende alcanzar su fin es en bien común publico temporal temporalidad humana. Si le quitamos uno de esos elementos no hay Estado: Sociedad, Territorio, Orden Jurídico, Poder, Fin. El hombre se junta en sociedad para satisfacer necesidades y se establecen relaciones con los demás y es más fácil satisfacer las necesidades a través de los demás. La política es la actividad social que tiene por objeto investigar los medios de que se vale el estado para alcanzar sus fines. La política se relaciona con el ordenamiento de la sociedad de esta se deriva el gobierno de los hombres de esa comunidad y las acciones que se ejecutan con intención de obtener crear, conservar, extinguir o modificar el poder. (La política es inherente al estado, se quieren organizar, alcanzar un fin por medio del poder con los gobernantes) ¿En una Sociedad hay mas hechos políticos o el Estado es el único hecho político? Si, están los Partidos Políticos por que buscan el poder para mandar, los Sindicatos (que persiguen tener mas poder para defender sus derechos y lograr el mejoramiento de sus condiciones económico – sociales), Iglesias, Comités Cívicos, son hechos políticos que se dan dentro de la sociedad organizada por tanto dentro del Estado, en general el Estado engloba todos los hechos políticos por ello se dice que el Estado es el hecho político por excelencia. La principal Función del Estado consiste en satisfacer los fines fundamentales y complementarios de la población de las distintas comunidades que habitan el territorio en lo que respecta a la libertad, igualdad y demás derechos fundamentales del hombre. Para no caer en el absolutismo, es necesario dividir las funciones esenciales del gobierno estatal, ya que de otra manera, el ejercicio desorganizado o monopolizado del poder público, seguramente conllevaría al abuso del mismo. Los poderes de la Nación se dividen en tres para que exista una igualdad y facilitar el ejercicio de la soberanía popular. A cada poder corresponde una función específica, es decir, al Poder Legislativo le corresponde la función legislativa, al Poder Ejecutivo la función Administrativa, y al Poder Judicial la función jurisdiccional. Coexisten entre los tres, son independientes, están en perfecto equilibrio y en una relación recíproca de control (un poder controla a otro). Cada uno tiene una tarea específica: el Poder Legislativo se encarga de legislar, sancionar o derogar leyes. El Poder Ejecutivo se encarga de administrar el Estado y se ocupa de la seguridad interior y de las relaciones exteriores. El Poder Judicial Ejercer la jurisdicción. Resuelve los pleitos entre particulares. Castiga los delitos. A pesar de ser poderes independientes, cada uno ejerce un poco de los otros El Poder Legislativo cumple funciones judiciales cuando diputados y senadores participan en el juicio político. Tiene funciones administrativas, por ejemplo, cuando presta su acuerdo para el nombramiento de embajadores, ministros plenipotenciarios y encargados de negocios. El Poder Ejecutivo cumple algunas funciones legislativas, por ejemplo, cuando participa en el proceso de sanción de leyes, dicta reglamentos, decretos de necesidad y urgencia, y promulga leyes. Cumple funciones judiciales cuando indulta o conmuta penas; participa en el nombramiento u ordena el arresto de personas. El Poder Judicial funciona como control legislativo cuando declara la inconstitucionalidad de las leyes del Congreso y decretos del Poder Ejecutivo. Ejerce funciones ejecutivas cuando nombra y remueve a los funcionarios que se desempeñan en los tribunales. A pesar de que son poderes independientes, hay entre ellos una relación de autocontrol, donde ninguno de ellos queda totalmente aislado del otro. Pero en la actualidad, pareciera que el sentido de Control no es entendido de forma correcta. Los diferentes poderes, se toman atribuciones que no le corresponden, desequilibrando así la estructura del Estado. El ESTADO argentino y especialmente el Correntino, en las últimas décadas, transita una suerte de confusiones entre la ideología escrita y la realmente sustentada por sus actores sociales, en cuanto al rol y las funciones que a aquél le corresponde cumplir. Confusión que se observa directamente en los habitantes comunes, quienes asumen un abandono sistemático de sus obligaciones y derechos como ciudadanos, limitándose a pagar impuestos, como se pueda y a sufragar votos erráticos, pensando que, ESTADO y GOBIERNO, refieren a una entidad idéntica y por tanto, se trata de elegir, dentro de sus creencias, al “Menos Peor” de los candidatos a ocupar cargos oficiales, obedeciendo generalmente, a la benignidad de las promesas de su discurso. La fracción política de donde proviene el candidato, de la cual se supondría cuenta con un estamento institucional ideológico y consecuentes lineamientos de acción que le son inherentes, pasan a un plano insignificante o indefinido. Así es, como, a simple vista, advertimos que nuestro sistema político democrático, se ha convertido en una suerte de “CARNAVAL” de enjambres discursivos, emitidos y patrocinados por elites que disfrutan de capital económico, principalmente y una tradición de procedencia política, no importa la bandería, pero con resonancias de antigua logia cerrada en conjuntos de familias limitados. Tales personajes supuestamente típicos, no representan a ciudadanos libres sino a “necesitados”, tanto de trabajo, incluyendo la satisfacción de necesidades familiares básicas y a otros “hambrientos”; sí, pero, principalmente, de escalar en la ocupación de espacios de poder. El Estado se ha retraído en cuanto funciones de Estado de Bienestar, pero no sólo en las compensatorias, sino en las que le competen por noción básica de este concepto, que son las de reorganización de relaciones de la sociedad civil. A modo de gobierno de facto, pero con distintas metodología, destruyó organizaciones representativas del ámbito civil, como los Sindicatos y Obras Sociales; así como empresas estatales que prestaban servicios con participación activa de sus estamentos de empleados, que se sentían responsables por los servicios que han brindado con eficiencia (recordemos las luchas por privatizar la Empresa Provincial de Energía de Corrientes, que aún permanece en el ámbito estatal merced a la oposición de sus agentes). Pareciera, que como instrumento de dominación legitimado, tiene actualmente una meta: Favorecer a los “incluidos” en el sistema económico y subrepticiamente destruir de a poco a los “excluidos” (esto es, mantener desigualdades) y a la vez, sólo servir, sin iniciativa, tanto “hacia adentro” para mantener calmados los ánimos con micro -asistencia (bolsones con alimentos, entre otros planes de menor envergadura), como a intereses macro, hacia fuera. Si la gente no importa: ¿Para qué sirve el Estado? ¿No antecede la Sociedad al Estado? Quizás estamos transitando hacia un nuevo Estado. Otra noción de territorio. Tal vez, queden reductos en zonas “no interesantes” a modo de reservas indígenas, que vuelvan al trueque, recreen identidades comunes, lejos de los nudos urbanos politizados o no, que quedarán como ejes de un civilización global centralizadas. Estas “reservas”, dejarían (quizás) la noción de Estado, volviendo a otras tribales más racionales y humanizadas. El Estado ya no sirve para brindar Seguridad a sus habitantes, aquel que pueda tiene que contratar servicios de vigilancia Privada; El Estado no presta mas Servicios de Salud y Asistencia Social, los que puedan tienen que contratar servicios privados, De la Educación Publica, mejor ni hablar, proliferan los colegios privados y ahora lo ultimo con la crisis energética hay que pensar también en la Usina Propia, cuanto tardaran en aparecer empresas de servicios privados de esta rama? Mientras tanto, a donde van a parar nuestro Impuestos, Tasas y Precios que pagamos al Estado? Pues, lo que no va a Sueldos, va a parar al bolsillo de los Funcionarios, total Control no existe. Basta solamente analizar que para que se produzca un ahorro de energía ante la crisis, no tuvieron mejor idea de prolongar la Feria, es decir que el valor agregado que produce cada peso gastado en Sueldos es altamente negativo y por eso es mejor que se les pague el sueldo pero que queden en sus casas, hasta donde hemos llegado? Los Sueldos abonados por el Estado, en su gran mayoría lo perciben Administrativos y Asesores que no prestan ningún servicio a la población, al menos de los esenciales, de allí a que quizás se tenga que realizar una gran Reforma Administrativa y Modernización del Estado que incluya no solo Estructuras Administrativas sino además manuales de Misiones y Funciones, definición de Planta Optima y redefinición de roles que debieran fortalecerse para jerarquizar y revalorizar el Sector Privado tan alicaído y dependiente del Sector Publico Provincial. (*) Recibido por Corrientes al Día MANUEL ANTONIO SUSSINI. SENADOR PROVINCIAL (M.C.). VICE 1° DEL SENADO PROVINCIAL – DIPUTADO PROVINCIAL (M.C)

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Cuando el mérito no importa

OPINIÓN (*)

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Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.


Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo.  Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico.  Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!

 

Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles.  Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan.  Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.

 

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Pobres Alberdi y Sarmiento.  Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria.  Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.

 

Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.

 

¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar.  El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.

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Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.

 

El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias.  Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.

 

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Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.

 

¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país.  ¿En serio?  ¿Se puede ser tan caradura?  Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?

 

También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio?  “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.

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Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos?  Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.

 

Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.

 

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Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.   

 

El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.

(*)  Rogelio López Guillemain

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Opinión

Reconvertir proyectos e innovar

POR MARIA EUGENIA MANCINI

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La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.


Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.

 

Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.

 

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También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.

Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.

 

Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables  y caminos nuevos para salir adelante.

 

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Pienso que un camino de desarrollo  es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.

 

Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo  foco en nuestros recursos y liderar.

 

Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos  el compromiso de crear un cambio duradero.

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Opinión

La “borocotización” de Alberto

(*) OPINIÓN

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Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner.  Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.


El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".

 

En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.

 

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La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo  a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.

 

Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.

 

Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.

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En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.

 

La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.

 

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(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.

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