Espectáculos
El nivel de resolución de las cámaras empieza a pasar factura a las viejas glorias
ALTA DEFINICIÓN
Hace unos días realicé unas fotos de una actriz en un evento cinematográfico y le propuse “vendérselas” a cambio de un posado exclusivo. No eran tomas especialmente espectaculares, pero sí es cierto que tenían su gracia. Estaban tomadas con una buena cámara y un muy buen objetivo, en un lugar perfectamente iluminado: había que ser muy torpe para no hacerlo bien.
(Eduardo Parra) La actriz se había encaprichado de esas imágenes para su disfrute personal y uso profesional, así que se las regalé y no quise saber más de la historia. Hace un par de días me llamó para darme las gracias. Y ya de paso, me preguntó por el retoque de esas imágenes. ¿Retoque? Mas allá de haberlas convertido de RAW a JPEG y de ajustar el balance de blancos, nada de nada. “Pues se me nota demasiado el maquillaje”, me dijo. Las fotos, desde su punto de vista, estaban bien, pero se veían los defectillos. Es lo que tiene la alta definición. En efecto, al analizar esas imágenes con un poco más de tiempo, uno puede detectar ciertas imperfecciones: que el trazo de la línea de los ojos es poco canónico, que la barra de labios no está correctamente aplicada, que hay por ahí alguna espinilla mal disimulada… incluso se ve en la frente el límite a partir del cual nace la base de maquillaje. Otro daño colateral más a sumar en el mundo digital. Las cámaras de hoy día funcionan tan bien -cuando funcionan-, que hasta los mínimos defectos quedan al descubierto. Un desafortunado maquillaje, una incómoda arruga, una ceja mal depilada. ¿Y es natural ese iris o usas lentillas? Queríamos calidad, ¿cierto? Pues ahí la tenemos. El nivel de resolución y definición de las cámaras digitales -no sólo de fotografía, también de vídeo-, empieza a pasar factura a las viejas glorias. Y en menor medida, también a las glorias menos viejas pero adictas a la benevolencia de Photoshop. A NADIE SORPRENDE YA EL SALVAJE RETOQUE AL QUE ESTÁN SOMETIDOS LOS FAMOSOS EN LAS REVISTAS A nadie sorprende ya el salvaje retoque al que están sometidos los posados de los famosos -y sobre todo las famosas- en las revistas. Michelines fuera. Adiós arrugas. Súbeme el pecho. Rebájame las caderas. La ventaja para ellos -y ellas- es que, aunque sabemos que no son del todo reales, las fotos sin retocar que podemos encontrar en las revistas no sacan a la luz sus defectos y los ensalzan en el pedestal del cuerpo diez. Hasta ahora. Una publicación semanal de la prensa rosa se ceba en esos detalles con una sección propia. Hace cinco años esa sección era casi imposible, no porque las estrellas fueran perfectas, sino porque si se ampliaba una arruga se reventaba la imagen hasta hacerla impublicable. Hoy es posible hacer un plano entero y casi sacar a página completa una espinilla de la nariz. Ya a principios del pasado año, Jesse Jane, actriz de cine X, dijo que la alta definición la empujaba a pasar de nuevo por el quirófano. Por idénticas razones, Joone, director del mismo gremio, pedía a sus actrices una dieta más sana antes de ponerse frente a la cámara. Vivir para ver. UNA ACTRIZ DE CINE X DIJO QUE LA ALTA DEFINICIÓN LA EMPUJABA A PASAR DE NUEVO POR EL QUIRÓFANO La alta resolución vista como tamaño de imagen puro y duro, sumada a la gran nitidez que las últimas máquinas digitales están logrando, saca de quicio a más de uno. Hay fotógrafos que se quejan de que los defectos ahora se perciben con mayor facilidad y que los objetivos de toda la vida no rinden bien con las cámaras más recientes. Ya dijimos hace tiempo que el eslabón más débil había cambiado: de ser el sensor pasó a ser el objetivo. Y la cosa parece que va a peor, llegando incluso a un punto en el que los objetivos de gama profesional -e intachable calidad-, como el 28-70 mm f2.8 de Nikon o el 16-35 mm f2.8 de Canon, tuvieron que ser sustituidos por nuevas versiones para evitar una evolución desproporcionada entre cuerpo y sistema óptico. Se impone la alta definición, y con ella nuestras buenas fotos son aún más buenas (y nuestros defectos, aún más grandes).
Geraldine Bello nació en CABA, un 18 de abril bajo el signo de aries. Es una modelo muy apasionada y perseverante. Comenzó su carrera como modelo realizando su primer desfile a los 5 años de edad, para el prestigioso diseñador Ricardo "Hermenegildo" Zampar.
Al margen de que su mamá es modista, desde muy chica le encantaba probarse ropa, zapatos, accesorios, peinados y también jugar con las muñecas cambiandoles los looks. La modelo nos cuenta también que siempre tuvo una conexión especial con los niños, ya que le gustaba ayudar y transmitir conocimientos. Así nace su amor por la moda y la docencia.
La bella modelo, considera que la verdadera belleza se encuentra en el alma, focalizando también el esfuerzo por lograr sus sueños. Geraldine nos afirma que la humildad y el profesionalismo son pilares para ella.
Se destacó en su carrera como modelo recibiendose en las agencias "Plusdolls" y "Visage Models". Siguió sus estudios perfeccionándose en la prestigiosa escuela de "Roberto Piazza", también realizó dos Master class intensivas en modelaje dictadas por Claudio Cossano, Fabián Medina Flores, Mariano Caprarola, Virginia Elizalde y Bruno Salas. También realizó otra master class de pasarela con Matilda Blanco y un curso de Automaquillaje brindado por Mary Kay.
Geraldine tiene amplia experiencia en producciones fotográficas realizadas en estudios y exteriores con diferentes marcas de indumentaria y maquillajes. También en desfiles y proyectos fotográficos independientes. Participó en "duelos de looks" y desfiles en el programa televisivo "La Jaula de la Moda" conducido por Horacio Cabak.
La modelo Geraldine Bello nos cuenta que su frase inspiradora es "No es por lo que eres, es por lo que transmites, ahí está tu magia"
Actualmente se convirtió en una de las modelos favoritas, de la prestigiosa diseñadora de moda, Johanna Pass que la convocó para finalizar su pasada en el próximo desfile de Innovation Marketing, donde será dirigida por la contadora y modelo Daniela Sivikofsky Franco.
Cada vez falta menos para una nueva edición del Taragüí Rock, organizado por el Gobierno de Corrientes, a través del Instituto de Cultura, con el apoyo del CFI. Esta será fiesta especial porque se cumplen 10 años ininterrumpidos, apoyando y haciendo crecer al género en la región.
Una de las bandas nacionales que estará el sábado 14 de septiembre en el corsódromo Nolo Alías será Malón. En esta oportunidad saldrán a escena con un tributo a una icónica formación del metal argentino como Hermética.
Malón se formó en 1995, después de la separación de Hermética. Claudio O'Connor, Antonio Romano y Claudio Strunz continuaron como grupo bajo el nombre de Malón, y como bajista llamaron a Karlos Cuadrado, que ya había acompañado a Antonio Romano en el grupo Cerbero.
El primer disco, Espíritu Combativo, incluyó un video clip de la canción "Síntoma de la Infección" y otro de "Castigador por Herencia", algo que nunca habían hecho en Hermética. Esto permitió a la banda alcanzar proyección internacional para ser difundida por el programa HeadbangersBall de MTV, que también los incluyó en un CD compilado.
También participaron en la segunda fecha del festival Monsters Of Rock en Argentina en 1995, con OzzyOsbourne, Faith No More, Paradise Lost y White Rat.
El grupo se separó a principios de 1998. Claudio O'Connor comenzó un proyecto en solitario (aunque inicialmente tenía la intención de mantener un proyecto paralelo a Malon), y Claudio Strunz formó el grupo Simbiosis, mientras que Antonio Romano y Carlos Kuadrado reunieron a Cerbero junto a Willy Caballero, aunque bajo el nombre de Visceral. Malón se reunió en 1999, con todos sus miembros, para un recital de beneficio.
En 2011, Malón se encuentra con su formación original y vuelve a ofrecer conciertos en Argentina, América del Sur, América Central y América del Norte. La banda es una de las más importantes de Latinoamérica, con miles de fanáticos en los países de Centroamérica y el Caribe, siendo una de las bandas que cantan Metal en español más importante del mundo.
Las entradas siguen a la venta en el Teatro Vera (de martes a sábado de 17 a 21) y a través de fulltickets.com, y las mismas tienen un costo de 250 pesos por día y 400 para las dos jornadas, además de un ticket de estacionamiento a 100 pesos. Y se suman como puntos de comercialización el Instituto de Cultura (San Juan 546), y el local Que Sea Rock, de lunes a viernes, de 8 a 12, y en la ciudad de Resistencia, en Opui, de lunes a viernes de 9 a 12, y de 17 a 21. Vale recordar que habrán colectivos gratuitos tanto sábado como domingo desde las 16 hs, partiendo desde la plaza Cabral.
La cantante argentina, Martina Stoessel, se presenta en Corrientes el próximo martes 25 de mayo en el Playón HANGAR. La alta demanda de entradas por internet del primer día a la venta demuestra que la actuación de la artista será un éxito sin precedentes en la ciudad.
Tini, llega con su Quiero Volver Tour. Luego de hacer un Luna Park explotado a fines del 2018, presentó durante el verano su nuevo show en Pinamar, Mar del Plata y el Festival de Villa María. Con este espectáculo, en el que se destaca su puesta en escena, luces, pantallas, bailarinas, Tini hará bailar y emocionar al público del Nordeste.
La cantante adelantó que también interpretará todos los hits de su primer álbum solista “TINI” y de su reciente disco “Quiero Volver”. Este álbum fue lanzado en octubre del año pasado e incluye colaboraciones con artistas latinos de primer nivel como Nacho, Karol G, Morat, Sebastian Yatra y Cali y el Dandee.
Los ticketts tienen el costo para el sector PREMIUM $2200 (+ $100 service charge); VIP: $1700 (+ $100 service charge), el sector de platea $1200 (+ $100 service charge y el campo de pie $700 (+ $100 service charge).
Las entradas se pueden adquirir en las oficinas Hangar, en Costanera Sur y La Madrid, donde solo se podrá comprar en efectivo de 8 a 21 horas, en el Bar PIETON, ubicado en las calles San Lorenzo y Junín solo con pagos en efectivo de 10 a 13 y 18 a 22:00. Para compras con tarjeta de crédito, se podrán adquirir las entradas a través de www.fullticket.com. Las entradas también se venden en Que Sea Rock (Carlos Pellegrini 1427) y en OPUI Resistencia (Mitre 225) donde solo acepta efectivo. Los menores a partir de 2 años abonan ingreso.