Seguinos

Opinión

El plebiscito de octubre y la interna justicialista

CARLOS GERMANO-CONSULTOR POLÍTICO

Publicado

el

El presidente Kirchner ratificó su intención de plantear los comicios legislativos de octubre como un plebiscito sobre su gestión. La ocasión fueron sendos reportajes que concedió por el cumplimiento de los dos primeros años de su gestión.


El balance de ese tiempo transcurrido no puede sino ser favorable: desde el escaso 22% con que lo dejó la defección de Menem, Kirchner logró restablecer la autoridad presidencial y recomponer el vínculo con la ciudadanía; avanzó en la pacificación del conflicto social; y, apoyado en la pericia técnica y la inteligencia política de Roberto Lavagna, pudo sostener el proceso de estabilización y recuperación de la economía, y pilotear exitosamente la negociación de la deuda en default. i es cierto que en la Argentina actual los desafíos pendientes son innumerables, no menos cierto es que el balance de hoy es más auspicioso de lo que el más optimista de los observadores podía prever dos años atrás. Así las cosas, el oficialismo parece dirigirse sin obstáculos hacia un triunfo en las elecciones de octubre. La pregunta que se plantea entonces es por qué Kirchner decide imponerse una meta más alta -la de ser plebiscitado, lo que sugiere un triunfo superior al 50% de los votos-; y si esta estrategia no impacta desfavorablemente en otros frentes que tiene abierto el gobierno, en particular en la interna del P.J.. La estrategia de Kirchner supone, primero, un estricto realismo político: es cierto, como afirma el Presidente, que desde el ´83 ningún gobierno toleró sin un serio deterioro político una derrota en elecciones legislativas. Así ocurrió con Alfonsín en el 1987, en alguna medida con Menem en el ´97, y dramáticamente con De la Rúa en 2001. Pero dado que en el escenario actual nada hace prever una derrota, es probable que la intención de Kirchner sea desalentar el efecto centrífugo del voto de preferencia –aquel que aprovecha la elección legislativa, en la cual no está en juego la gestión, para expresar la adhesión personal o programática a un candidato-, polarizando la elección en términos de un pronunciamiento a favor o en contra del gobierno. En segundo lugar, y más importante, al poner a su administración y a sí mismo en el centro de la escena, Kirchner está buscando aquello que, por las circunstancias de su llegada al poder, hasta ahora le viene siendo negado: el reconocimiento sin reservas de su liderazgo por parte de las estructuras del P.J.. Un triunfo contundente en octubre, que pueda presentar como indiscutiblemente propio, terminaría de definir en su favor las relaciones de fuerza internas. Esto, en un contexto en el que, dado que la oposición no termina de hacer pie, es desde las propias filas del justicialismo de donde pueden provenir las amenazas más serias para un eventual proyecto reeleccionista para el 2007. Si imponer su liderazgo al interior del PJ es importante en los planes de Kirchner, la declarada voluntad de plebiscitar la gestión tiene hoy consecuencias paradójicas respecto a ese objetivo. Principalmente, porque coloca nuevamente a Eduardo Duhalde en una posición de fuerza de la que parecía haber sido desplazado por los embates del felipismo y la instalación de la candidatura de Cristina de Kirchner en la provincia. Ocurre que, aunque accesible para el gobierno, la conformación del escenario electoral de octubre va mostrando algunos distritos en los que la disputa podría ser reñida: en la Capital Federal, con el ibarrismo borrado de la escena política por la tragedia de Cromañon, un candidato aún no definido deberá enfrentar a dos de las figuras más fuertes de la oposición, Elisa Carrió y Mauricio Macri; en Santa Fe, ya sin ley de lemas, el P.J. enfrenta una alianza entre la U.C.R. y el Partido Socialista encabezada por el ex intendente de Rosario, Hermes Binner; mientras que en Mendoza todos los sondeos previos arrojan ventajas para el oficialismo radical del gobernador Cobos. En este escenario de elecciones reñidas, el gobierno depende de la ventaja que pueda obtener en Córdoba y la provincia de Buenos para coronar exitosamente la voluntad plebiscitaria anunciada por el Presidente. Ahora bien: hasta ahora el avance de kirchenismo y su avanzada felipista en la provincia de Buenos Aires se verificó contra la amenaza de concurrir por afuera del P.J. y con la candidatura imbatible de Cristina Kirchner. Pero de concretarse este escenario, con una lista del Partido Justicialista encabezada por Hilda de Duhalde y otra del Frente para la Victoria con Cristina de Kirchner al tope de la boleta, el voto justicialista se fragmentaría. La figura de Chiche Duhalde y la movilización del aparato estarían en condiciones de traccionar alrededor de un 20% del electorado, lo que recortaría significativamente los márgenes de un probable triunfo de Cristina de Kirchner, muy lejos de la avalancha de votos que los estrategas del oficialismo y el propio presidente imaginan cuando prometen plebiscitar la gestión. Lo cierto es entonces que, para el distrito clave de la provincia de Buenos Aires, la voluntad plebiscitaria de Kirchner y la decisión quizás prematura de ocupar el centro de la escena, ha tenido el resultado paradójico de fortalecer la posición de su principal aliado-adversario interno, Eduardo Duhalde, devenido ahora en factor clave para garantizar los planes electorales del gobierno. Aunque no parece estar en el ánimo de Duhalde apostar a una ruptura, puede ahora jugar con los tiempos en la provincia de Buenos Aires, esperando que las necesidades del gobierno nacional hagan lo suyo en flexibilizar las demandas del kirchenismo. Tanto la voluntad a veces desmesurado de Kirchner por ocupar el centro de la escena, cuanto la relevancia política que cobra la interna del partido gobernante, no es responsabilidad exclusiva del justicialismo, sino una consecuencia del estado de fragmentación y desorientación en el que se encuentra la oposición –que sigue pagando, por otra parte, los costos diferidos de la experiencia de la Alianza. Hay que decir también que las oposiciones no se constituyen ni establecen su agenda por un mero acto de voluntad, sino como resultado del proceso político y de los déficit del gobierno que les toca enfrentar. El justicialismo que derrotó a la U.C.R, en 1989 y la Alianza en 1999, habían ido definiendo su agenda contra el desempeño de los gobiernos de Alfonsín y Menem. Si esta apreciación es correcta, y si el gobierno de Kirchner, como todo permite prever, termina de afianzarse en octubre, habrá que ver cuáles son los temas y los hombres en torno a los cuales habrá de aglutinarse la oposición. Lo cierto es que hoy, con la alianza entre López Murphy y Mauricio Macri para competir juntos en la provincia de Buenos Aires y la Capital, se están sentando las bases para la constitución de una fuerza de centroderecha comprometida con los valores democráticos, en lo que constituye sin duda una novedad positiva para la estabilidad y el equilibrio del sistema político, que requiere una oposición consolidada y en condiciones de ser una alternativa de poder. Más allá de la voluntad plebiscitaria de Kirchner, que responde al objetivo atendible de acumular recursos de poder para los dos años que restan hasta el 2007, también la existencia de una oposición tal es un paso necesario para construir un país en serio.

Seguir leyendo
Publicidad
Clic para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Opinión

Cuando el mérito no importa

OPINIÓN (*)

Publicado

el

Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.


Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo.  Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico.  Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!

 

Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles.  Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan.  Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Pobres Alberdi y Sarmiento.  Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria.  Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.

 

Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.

 

¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar.  El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

 

Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.

 

El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias.  Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.

 

¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país.  ¿En serio?  ¿Se puede ser tan caradura?  Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?

 

También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio?  “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

 

Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos?  Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.

 

Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.   

 

El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.

(*)  Rogelio López Guillemain

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app
Seguir leyendo

Opinión

Reconvertir proyectos e innovar

POR MARIA EUGENIA MANCINI

Publicado

el

La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.


Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.

 

Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.

Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.

 

Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables  y caminos nuevos para salir adelante.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Pienso que un camino de desarrollo  es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.

 

Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo  foco en nuestros recursos y liderar.

 

Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos  el compromiso de crear un cambio duradero.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app
Seguir leyendo

Opinión

La “borocotización” de Alberto

(*) OPINIÓN

Publicado

el

Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner.  Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.


El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".

 

En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo  a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.

 

Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.

 

Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

 

En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.

 

La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.

Seguir leyendo
Publicidad

Más vistos