Opinión
El Poder Legislativo despolitizará la educación correntina?
BANALIDAD EN CLAVE LEGAL (*)
A Neo en Matrix: “bienvenido al desierto de lo real”. Matrix. Morfeo: “Eres un esclavo, Neo. Igual que los demás, naciste en cautiverio. Naciste en una prisión que no puedes ni oler ni saborear ni tocar. Una prisión para tu mente. Son las mentes de los mismos que intentamos salvar. Pero hasta que no lo hagamos, siguen formando parte de ese sistema y eso hace que sean nuestros enemigos.
Tienes que entender que la mayoría de ellos no están preparados para ser desenchufados. Y muchos están tan habituados, dependen tan absolutamente del sistema, que lucharían para protegerlo” 1. Este fragmento de la película Mátrix, refleja cabalmente la incapacidad que tenemos de sobreponernos a lo real porque está continuamente mediada por lo imaginario y lo simbólico y como tal, esta realidad es siempre parcial e incluso engañosa 2. Concretamente, la realidad que nos presenta la gestión política provincial en el ámbito educativo y que, se refiere al anteproyecto de Ley para el llamado a Concurso de Docentes Interinos; presentan una “propuesta innovadora” al intentar promover y concretar un concurso cerrado y por establecimiento, de modo transitorio hasta que se sancione la Ley Educativa Provincial. Obviando el laberinto normativo al que alude el anteproyecto de ley, que todavía sigue siendo discutido en ambas Cámaras Legislativas, es interesante analizar por qué aún no se ha validado e institucionalizado o sea convertido en ley, este “inédito proyecto emanado del seno mismo de la cartera educativa” (aunque lo hizo público la senadora Wetzel, en un reportaje explicitó que fue la Ministra quien le presentó el proyecto). Tal vez, sea porque, no tiene nada de nuevo; es la réplica exacta del Estatuto del Docente- Ley educativa creada durante el gobierno de facto-, además de ajustarse al artículo 213 de la Constitución Provincial (2007) que REPITE ( ¡que innovación legal!) lo mismo que decía aquella Ley Educativa Provincial de hace veintiséis años atrás. No cabe dudas que involucionamos en materia legal y educativa. Copiar en la Nueva Constitución Provincial lo que ya se tenía por perimido y obsoleto, y, adoptar el mismo criterio que erróneamente postula la Ley Nº 26.206/06 (¿fue una corporación encriptada en sus propios intereses e ideologías pedagógicas que hicieron pase de factura al ministerio de educación de la gestión presidencial menemista? Piénsese en la no remisión ni recuperación de la Ley Federal en el Anteproyecto de Ley de Educación Nacional, y sin embargo si se hizo expreso reconocimiento a la Ley 1.420/1884) es decir, VOLVER A VALIDAR el acceso a los cargos docentes por concurso; no significa otra cosa que subestimar a la sociedad toda, importándoles nada sobre lo que piensan respecto de dichas normativas. Los tecnócratas de la gestión del gobierno actual, plantean una propuesta más bien perversa; tal vez porque ellos no están incluidos en aquella?; y, despliegan una vasta propaganda mediática (que comienza con el autoconvencimiento de que es lo correcto) para exhibir una triste expresión de conocimientos técnicos que no están a la altura de los saberes pedagógicos que se manejan y reconstruyen diariamente en el mundo entero. Apegados (porque en esta oportunidad conviene a sus fines políticos) a las recomendaciones y normativas emanadas desde el Ministerio de Educación de la Nación, que también ha hecho un salto retroversivo, para garantizarse seguramente lo que Foucault lo describió muy brillantemente: el control, la vigilancia y EL EXAMEN de sus subordinados (todos los docentes). De manera que a través de otros medios (los concursos por oposición) el Estado Educador (sigue siendo como en los comienzos fundacionales del Sistema Educativo Argentino) se asegure de transmitir los ideales que él postula, o sea, garantizarse la hegemonía ideológica de un arbitrario cultural representado por una corporación (de personas internas y externas a nuestro país) a través de una sofisticada red de teorías pedagógicas y legales que se van instrumentando a esos fines. Para ello, el OJO manifestado por el sociólogo francés Michel Foucault, que todo lo ve desde su lugar especial y central; desde arriba hacia abajo, es fundamental para lograr una sociedad que responda a los objetivos de las corporaciones que se benefician con el statu quo y la apatía política que manifiesta un pueblo como el nuestro. A ello podemos brindarle una pincelada psicoanalítica sobre las instituciones y, veremos que, para todo ciudadano es mejor padecer dentro de las instituciones que no existir para ellas. De ahí que se hable de que las instituciones ofrecen protección y sufrimiento. Porque, dan algo al sujeto que se incorpora a ellas, como trabajo, estudio, etc., pero también le producen a veces los más grandes tormentos como, injusticias por no ser atendidos como se espera de ellas, malos tratos, etc. Como nos formamos dentro de instituciones desde muy temprana edad, pensamos que, ellas fueron elaboradas de manera perfecta y que no necesitan ser re-construidas o re-visadas en sus contratos fundacionales. Comenzar a ver a las instituciones como el producto de la mente de un colectivo social y de un tiempo y espacio determinado que respondió a determinados requerimientos; es el primer paso para entender que hoy todos los integrantes de la sociedad correntina podemos re-construir las instituciones para que dé respuestas más acordes a nuestras necesidades presentes. En efecto, se alude al miedo (si no aceptamos lo que nos proponen, entonces quedaremos sin trabajo, etc), y en realidad, es el grupo hegemónico el que tiene miedo. Miedo a que, de pronto el colectivo social comprenda que, para este gobierno subyace la concepción de que formamos parte de una organización que opera como una gran máquina que se burocratiza, precisamente porque sólo admite un pensamiento mecanicista. Y entonces, se cree firmemente que, como expresa un párrafo del anteproyecto de ley referenciada, respecto del concurso docente en el nivel medio; “del juego armónico de la legislación citada surge con meridiana claridad, que el espíritu de la normativa, tanto nacional como provincial, es garantizar la calidad de la educación, y con ese objetivo se otorga prioridad a la formación docente para el ingreso con carácter de titular, como así también, para el progreso en la carrera”. Es decir que, en el nivel medio y en el superior todo aquel que concursa con examen (cuando se trata de este último nivel), tal como lo expresa la ley 3723/82 aún vigente y en el supuesto caso de que aprobara, constituyéndose docente titular; ya podríamos estar TRANQUILOS PORQUE ES COMPETENTE PARA EL CARGO QUE CONCURSÓ. Pensar de esta forma es sólo entendible para todos aquellos que NUNCA FUERON O EJERCIERON LA DOCENCIA. Porque los que si lo vivimos de MIL MANERAS (al menos la que suscribe esta nota), sabemos que ESOS EXÁMENES NO SON GARANTÍAS DE NADA Y MENOS DE SER UN BUEN DOCENTE. Puede significar muchas otras cosas, pero no exactamente que pueda ejercer de manera brillante la docencia. La idoneidad y competencia no puede MEDIRSE ni EXAMINARSE (posición conductista y panóptica) sino que se puede observar en su desenvolvimiento, en el día a día en la institución donde se trabaja. Existen muchas formas de probar y probarnos sobre nuestros saberes pero no son ninguna de estas propuestas tecnicistas vaciadas de calidad y compromiso profesional. Por lo tanto, es impostergable atender al nivel Superior no Universitario de la Provincia y titularizarlos sin que medie ningún EXÁMEN, no es una debilidad política sino todo lo contrario, es mostrar capacidad de AUTODETERMINACIÓN Y SENTIDO DE UN ALTO MANEJO DE LA POLÍTICA PÚBLICA EDUCACIONAL. El Documento Episcopal de Aparecida (votado por la 5ª Conferencia General del Episcopado de América Latina y del Caribe, CELAM y cuyo secretario general fue el hoy obispo de nuestra provincia Andrés Stanovnik) menciona, de entre sus 316 páginas, estas reflexiones para todos los ciudadanos de Latinoamérica y el Caribe: “Constatamos un cierto progreso democrático que se demuestra en diversos procesos electorales. Sin embargo, vemos con preocupación el acelerado avance de diversas formas de regresión autoritaria por vía democrática que, en ciertas ocasiones, derivan en regímenes de corte neopopulista. Esto indica que no basta una democracia puramente formal, fundada en la limpieza de los procedimientos electorales, sino que es necesaria una democracia participativa y basada en la promoción y respeto de los derechos humanos. Una democracia sin valores, como los mencionados, se vuelve fácilmente una dictadura y termina traicionando al pueblo. (…Cabe señalar, como un gran factor negativo en buena parte de la región, el recrudecimiento de la corrupción en la sociedad y en el Estado, que involucra a los poderes legislativos y ejecutivos en todos sus niveles, y alcanza también al sistema judicial que, a menudo, inclina su juicio a favor de los poderosos y genera impunidad, lo que pone en serio riesgo la credibilidad de las instituciones públicas y aumenta la desconfianza del pueblo, fenómeno que se une a un profundo desprecio de la legalidad. (…)Algunos parlamentos o congresos legislativos aprueban leyes injustas por encima de los derechos humanos y de la voluntad popular, precisamente por no estar cerca de sus representados ni saber escuchar y dialogar con los ciudadanos, pero también por ignorancia, por falta de acompañamiento y porque muchos ciudadanos abdican de su deber de participar en la vida pública”. El Gobernador de Corrientes debería saber que los asesores de su gobierno, además de ser especialistas en la cartera que gestionan, deben ser, pensar y sentir como políticos y tener una amplia noción de la política específica sobre la cual trabajarán y lo desarrollarán en función del proyecto político elaborado y validado en las urnas por un gran porcentaje de ciudadanos de esta provincia. Si dichos asesores no están en concordancia con las concepciones e ideas que amalgaman el proyecto social de nuestra provincia, pues, deberán dejar su espacio público para otras personas que estén COMPROMETIDAS CON EL CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE LA CALIDAD HUMANA DE NUESTROS CONCIUDADANOS. Quiero finalizar esta nota con una frase expresada por la prestigiosa periodista y abogada de nuestro medio, Mónica Colunga quien dice en su libro Logos; “somos lo que hacemos, pero hacemos lo que aprendimos a ser y somos como aprendimos a comunicarnos”. 1.-Colunga, Mónica. Logos. Apuntes de lo actual Ctes. Moglia (2008). pág. 42 2.- Colunga, Mónica. Logos. Apuntes de lo actual Ctes. Moglia (2008). pág. 42 (*) Recibido por Corrientes al Día de Rita Encina, Profesora en Filosofía, Psicología y Ciencias de la Educación. Corrientes (Argentina)
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.