Opinión
“El Río Paraná en Peligro”
FRANCISCO ANTONIO VAZQUEZ (*)
Toda la magnificencia del río Paraná está hoy más que nunca en peligro debido a las desinteligencias en la gestión de preservación por parte de los organismos del estado encargados de la preservación y a pronósticos desacertados de algunos investigadores o centros de investigación con el agravante de que los que aparentemente saben y son referentes cotidianos expresan juicios equivocados.
Lo que pasa con el Riachuelo en Buenos Aires, todas las torpezas que por años se vienen cometiendo parece que se extrapolan a los ríos de nuestra región. Es harto conocido por quienes le prestan atención al ambiente y su preservación, el cúmulo de desinteligencias que llevaron a la destrucción del riachuelo y más aun hoy a la imposibilidad de su recuperación a pesar de los millones de dólares dilapidados en gestiones fracasadas que solo han pintado falacias en cuanto a las acciones que se necesitan ejecutar y no se han llevado a cabo por claudicación del poder político ante el poder económico. En aras de justificar lo injustificable se han escrito informes técnicos extremadamente costosos en páginas doradas y a la vez totalmente falaces tratando de justificar lo injustificable aceptado por los gobernantes con poder de decisión. La solución para este caso es muy simple, consiste en eliminar las causas de contaminación permanentes que son los innumerables volcamientos de desechos industriales sin tratamiento o con tratamientos deficientes o ineficaces. Entonces, si esto es muy simple y además conocido y recomendado por todos los estamentos técnicos idóneos del mundo; ¿por qué no se lleva a cabo? La respuesta también es simple, es lisa y llanamente porque el poder económico, a quien importa poco o nada la preservación de los recursos naturales, se impone al poder político que es incapaz de defender los derechos de los ciudadanos actuales y sobre todo futuros. Todo lo que se expone con grandes pompas sobre las posibles acciones para recuperar al Riachuelo son meros maquillajes que estafan a la opinión pública. Las ciencias del ambiente, tratan las modificaciones químicas, físicas y biológicas del medio ocasionadas por la contaminación, la naturaleza física y comportamiento biológico del aire, agua, suelo, alimentos y residuos en cuanto están influenciadas por actividades humanas; y la aplicación de la ciencia y la tecnolo¬gía para el control y mejora de la calidad ambiental es necesaria. Si se quiere preservar para futuras generaciones cierto parecido del orden biológico del mundo pasado o actual y esperar que mejoren los patrones sobre el deterioro de la salud pública, es necesario que la ciencia ambiental y su tecnología se incorporen al diseño de la estructura social e industrial futura. Debe desarrollarse científicamente un criterio riguroso y valiente sobre la calidad ambiental. Deben establecerse patrones reales y el pro¬greso tecnológico ha de adecuarse a los mismos. ¡Esto debe hacerse ahora!. El río Paraná por su estructura y sobretodo por su tamaño casi ha disimulado hasta ahora algunos cambios en su naturaleza, pero en los últimos tiempos nos ha dado muestras de que ya no es tan inmune ni tan capaz de disimular los efectos nocivos causados por el hombre que se ha establecido a su vera y se nutre de él sin prestar atención a las modificaciones a las que lo somete sobre todo por las descargas de sus residuos y efluentes, además de las modificaciones físicas a su cause y estructura como lo son las represas. Las represas modifican de modo irreversible las características y naturaleza del cuerpo de agua, Yaciretá ha modificado al Paraná y aunque traten de afirmar de modo superficial que esta represa no modifica la naturaleza del río lo cierto es todo lo contrario. Es así, que surgen problemas ambientales por falta de visión integrada en el manejo de los recursos naturales, que compatibi¬lice la participación de factores: políticos, sociales, cultura¬les, económicos y ecológicos, en la toma de decisiones y elabora¬ción de estrategias de desarrollo. Ej. normas de control de especies (vedas); radicación industrial, usos y preservación del recurso, volcamientos de efluentes, etc. La eliminación de líquidos residuales que se originan en los procesos de elabora¬ción industrial, así como la evacuación de aguas servidas de las comunidades que se asientan a su vera, crean problemas de orden técnico, higiénico, estético y social, cuya solución, está condicionada a las características del líquido, al sistema que se utiliza para su alejamiento y al destino final de evacuación. Esto atañe simultáneamente al estado y a los indus¬triales. Cuando estos líquidos se reciben en colectoras cloaca¬les o pluviales, hay que impedir el deterioro y su destrucción y contemplar los inconvenientes que la descarga puede ocasionar en los sitios donde desembocan. Si existe planta de tratamientos de líquidos cloacales, como etapa previa a la disposición final de los efluentes líquidos, debe impedirse además que lleguen a ella, sustancias que puedan entorpecer su normal funcionamiento. Lo que se precisa urgentemente es, considerar los sistemas com¬pletos de la civilización moderna, por medio de científicos e ingenieros en colaboración con ambientalistas que se aboquen de modo honesto y sincero a restablecer el orden y equilibrio de los sectores desequilibra¬dos actualmente. Aparentemente, hoy no notamos cambios apreciables en nuestro medio (habitat) por las transformaciones a las que los sometemos, (la naturaleza todavía los amortigua y disimula en algunos casos), pero existe una larga experiencia en el orden mundial, que nos enseña que: las prevenciones deben ser tomadas desde el inicio en el des¬arrollo industrial y urbano de una zona (ej. parques industriales), ya que en algunos casos, después de producida la alteración, resulta difícil o imposible regenerarla. Si queremos para las generaciones futuras, un medio (habitat) similar al que poseemos, debemos empezar a protegerlo. ¿Por que se hace referencia a lo que le pasa al Riachuelo en este caso?, simplemente porque es un espejo en el que debemos mirarnos para actuar de modo de no caer en ese ejemplo. El Paraná está en peligro, como lo están otros cuerpos de aguas de la región como el río Uruguay que ya ha dado muestras de alteraciones antrópicas. Los problemas del río Uruguay han mantenido en vilo a las poblaciones ribereñas en estos años debido en ocasiones al crecimiento explosivo de algas con posibilidades de generar compuestos tóxicos. Precisamente están en peligro estos cuerpos de aguas porque en nuestro medio se manifiestan síntomas de incoherencia alarmante en los organismos del estado con competencia en el tema. La incoherencia reside en que estos organismos se muestran muy interesados en sobrellevar los efectos adversos motivados por la presencia masiva de algas, se publicita la preocupación pero no se toman medidas para mitigar estos efectos que por otro lado no impiden, es más, se permite abiertamente con falsos argumentos técnicos, que se arrojen a los cuerpos de agua afectados, efluentes industriales y cloacales que tienen elevados contenidos de nutrientes (nitrógeno y fósforo) que favorecen el crecimiento explosivo de algas, más cualquier tipo de contaminantes. No existen controles ni organismo técnico con posibilidades de infraestructura capaz de detectar contaminaciones. El Paraná está en peligro, porque centros de investigación del medio emiten documentos científicos con argumentos y conclusiones erróneas que pueden ser asumidas por representantes del estado que tienen responsabilidad sobre la gestión de los recursos y escudarse en esos informes o reportes para tomar decisiones equivocadas. Un ejemplo de ello es un reporte aparecido en la revista de difusión de Ciencia y Técnica de la UNNE que más tarde es tomada y reproducida por los medios gráficos escritos locales que afirma que la represa de Yacireta no afecta la naturaleza del río Paraná particularmente los sedimentos. Esto no es correcto y es fácilmente demostrable mediante análisis físico-químicos como por ejemplo “la turbiedad”. Numerosos registros y sobre todo a lo largo de muchos años avalan la afirmación que aguas abajo de la represa los valores de turbiedad han disminuido después de la instalación de la represa. Pero, puede demostrarse más simplemente aún con argumentos físicos elementales que la represa modifica la sedimentación. Estos argumentos son los que definen a un sedimentador como sistema de tratamiento primario que se utiliza precisamente para eliminar sólidos en suspensión mediante el principio de aplicación de la fuerza de gravedad que hace que las partículas en suspensión sedimenten cuando se disminuye la velocidad del fluido que las arrastra. El concepto se utiliza también en la clasificación hidráulica. La represa representa de hecho un gran sedimentador. En este sedimentador artificial se acumula agua del rio Paraná constituyéndose el lago donde gran parte del agua se detiene por algún tiempo (tiempo de retención), tiempo en el cual la velocidad disminuye en gran parte del lago, abruptamente, y solo la vena líquida que coincide con la dirección de los vertederos mantiene o puede inclusive aumentar transitoriamente su velocidad en proximidades del vertedero. Otro argumento que avala el hecho de que la represa ha afectado la naturaleza del río Paraná es la aparición en los últimos tiempos de las floraciones algales que tanto preocupan. La presencia de algas en el rio no es novedad y desde antes de la represa han estado pero en mucho menos cantidad no llegándose a producir crecimientos explosivos. Una de las condiciones favorables al crecimiento explosivo de algas es la iluminación (luz solar) que es mayor cuanto menor es la turbiedad. Por supuesto también influyen los volcamientos de líquidos sobre todo cloacales sin tratamiento a lo largo de todo el curso de agua. Un error muy frecuente que cometemos los investigadores es no gobernar la tendencia a extrapolar resultados sobretodo excediendo las fronteras de nuestra idoneidad, perdiendo de vista el contexto en el que fueron realizados. CONCLUSIÓN El Objetivo es Inducir a pensar para actuar, con enfoque TOTALIZADOR y PRÁCTICO, en el Gerenciamiento Ambiental Inteligente responsable, honesto y valiente. El tema es muy rico en contenido, polémico, apasio¬nante y vigente para todos los niveles: público en general, técnico, industrial, político y gubernamental. (*) Recibido por Corrientes al Día desde el Laboratorio de Química Ambiental de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). E-mail: fvazquez@exa.unne.edu.ar
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.