Opinión
En Brasil advierten que la apertura de archivos de la represión exhibirá las delaciones en la izquierda
POR ELIANE CANTANHÊDE y IURI DANTAS (*)
Luego de lo ocurrido en la Argentina con las FF.AA., en Chile y Brasil hay un debate acerca de la difusión de documentación y el juicio a los responsables de lo ocurrido en los ´60, ´70 y ´80. En breve esto ocurrirá también en Uruguay. Ayer el presidente chileno Ricardo Lagos se dijo conmocionado por los relatos que leyó sobre casos de tortura y desaparición en su país cuando Augusto Pinochet Ugarte era dictador.
En Brasil, la situación es complicada porque hubo un documento del Ejército que trascendió con objeciones y críticas, que provocaron que el vicepresidente de la República, José Alencar, se haga cargo del Ministerio de Defensa (es un líder vinculado al Consejo Nacional de Iglesias Cristianas del Brasil). En el PT en el poder hay quienes desean abrir los archivos de inteligencia para enjuiciar a los responsables de torturas y desapariciones pero el entrevistado, funcionario de Luiz Inácio Lula da Silva, advierte que puede ser peligroso porque en los archivos también aparecen delaciones, traiciones, intrigas que protagonizaron los líderes de la izquierda, muchos de ellos hoy vivos. Con seguridad, en Brasil no se aplicará una solución “a la Argentina”. Lula no necesita probar nada como sí creyó necesario Néstor Kirchner y Brasil es probable que se encuentre más interesado en mirar hacia adelante que hacia atrás. En esto hay coincidencias entre Lula y su mayor opositor, Fernando Henrique Cardoso, su antecesor. Sin duda una historia para seguir con atención. El ministro-jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, general Jorge Armando Félix, es totalmente contrario a la apertura de los documentos de la dictadura militar 1964-1985): “No hay nada bonito allí”, dice él. Curiosamente, él justifica que su preocupación no es ayudar a los torturadores sino a los perseguidos y torturados. La versión de Félix, de 65 años, es, en los hechos, una alerta a las víctimas del régimen que exigen la apertura de los documentos: los registros, según él, muestran una izquierda corrupta, que mantenía relaciones extraconyugales y delataba a sus compañeros. “Hay gente que en aquella época estaba en la clandestinidad, condición en la que tenía otra mujer y hoy está con la primera mujer. Si eso se publica, Ud. destruirá a una familia. Quien entregó a sus compañeros, también está escrito ahí”, explica Félix a Folha, en su gabinete, a pocos metros de la oficina del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. De acuerdo al general, no siempre las delaciones eran forzadas. “A veces, no forzaban, no. A veces (el detenido) llegaba y contaba todo. Por miedo, ¿no?” ¿En cuanto a la tortura y a las desapariciones? “No encontré nada en la Abin (Agência Brasileira de Inteligência), hasta ahora”, respondió. Cercado en el Planalto por antiguos opositores a la dictadura, como el propio Lula y los ministros José Dirceu (Casa Civil) y Aldo Rebelo (Articulação Política), él explicó: “El peor enemigo que Ud. puede tener es el Estado. Nunca tenga al Estado como enemigo”. Folha: ¿ La Abin es el nuevo SNI (Serviço Nacional de Informações)? Jorge Armando Félix: -El SNI fue cerrado. Folha: -¿Es un hijastro? Félix: -Es otra descendencia. Folha: -¿En qué casos Lula recibe un informe de la Abin? Félix: -No recibe todos los informes, no tendría tiempo suficiente. Recibe aquello que la Abin cree que debe llegar al Presidente o a algún otra repartición. Algunas cosas se las llevo yo al Presidente. Otras apenas se las comento. Folha: -El actual director de la Abin, Mauro Marcelo de Lima e Silva, es partidario de la autorización para realizar escuchas telefónicas. ¿Ud. también? Félix: -En algunos casos, sería interesante. Ejemplo: llega alguien a Brasil que es sospechoso de terrorismo. Acompañarlo visualmente es posible, eventualmente veo que él está llamando por teléfono. ¿A quién? ¿Hablando de qué? No lo sé. Folha: -¿Ud. puso a disposición del Presidente su cargo y él le pidió que espere a la reforma ministerial? Félix: -No. Aún no me pasó por la cabeza presentar mi renuncia. Nunca tuve alguna razón para ello, tengo la mayor de las consideraciones hacia el Presidente y todos sus ministros. No tengo problema alguno de salud ni lo tiene mi familia, como algunos diarios andan afirmando. Tampoco tengo problema alguno con el director de la Abin. Antes de que él asumiera, conversamos en varias ocasiones. Él sabe exactamente qué rol tiene, no tenemos ninguna diferencia. Él no despacha directamente al Presidente. No despachó al Presidente ninguna vez desde que asumió. Folha: ¿Y en los encuentros del director de la Abin y el Presidente durante los fines de semana? Félix: -Ellos son amigos. Folha: -¿No es una forma de despacho al Presidente, general? Félix: -No. El Presidente respeta el espacio de todas las personas. Tengo absoluta seguridad de que ellos no hablan de temas de inteligencia cuando se encuentran los fines de semana. Si por ventura se encontraron no fue más que en dos o tres ocasiones… eventos sociales. Folha: -¿Por qué funcionarios del propio gobierno afirman que Ud. renunció? Félix: -No lo sé. Es posible que haya personas o grupos que quieren que yo presente mi renuncia. Folha: -¿Por qué? Félix: -No lo sé. Puedo ser un obstáculo a determinados intereses y, a veces, por cierto que lo soy. Folha: -¿Por ejemplo? Félix: -Intereses políticos. A veces debo tomar posiciones. Recibo la información, se la llevo al Presidente para que él la trabaje. Lo que él decida hacer con esa información es un problema político. Folha: -¿Cuál fue su reacción cuando Ud. vio la primera nota del Ejército defendiendo a la dictadura y a los organismos de represión? ¿Cómo se enteró? Félix: -Lo leí en los diarios. Al comienzo no hubo mucha reacción, pero después fue creciendo. Folha: -¿La primera impresión? Félix: -Por supuesto que la gente tuvo la sensación de una luz amarilla. Luego, la luz amarilla aumentó ¿no? Folha: -¿Inclusive en el gabinete de crisis del gabinete de seguridad interministerial? Félix: -Allí no hubo luz amarilla. Folha: -Ud. dijo que fue una luz amarilla que creció. Félix: -Sí, creció para mi, por la repercusión. En el gabinete interministerial intentamos hacer un seguimiento del tema pero no hubo una articulación al respecto porque es otro tipo de problema, no es algo que exigiese coordinación entre los ministerios. Folha: -¿El ministro de Defensa sí renunció? Félix: -Eso fue un asunto tratado por el ministro de Defensa y los comandantes militares. Sólo entramos, con el responsable de Derechos Humanos, porque [en el caso de las fotos que parecían ser del periodista Vladimir Herzog] éramos quienes teníamos cierta información que los otros no tenían. Folha: -Quedan preguntas. ¿Quién escribió la nota? ¿Por qué? ¿Es un indicio de que hay sectores descontentos en las Fuerzas Armadas? Félix: -Esas preguntas debe responderlas el Ejército, y creo que ya las respondió, en cierta manera. Como militar, me preocupo porque encontré una repercusión muy negativa, pero, institucionalmente, funcionalmente, no podría meterme en el tema y no me involucré. Folha: -Inteligencia trabaja con escenarios. ¿Uno de los escenarios a partir de la nota es que existe un foco de insatisfacción en el Ejército, sea por los salarios o por falta de equipamiento, que puede crear una situación de confrontación o de diferencias con el poder civil? Félix: -Creo difícil ese tipo de diferencias. Las Fuerzas Armadas se encuentran hoy perfectamente encuadradas en el funcionamiento normal de la sociedad. Ellas tienen un rol que desempeñar. Ahora… hay manifestaciones de grupos de personas que no son manifestaciones de la institución. Folha: -Pero la nota fue una manifestación de la institución… Félix: -El texto fue corregido ¿no? Folha: -O sea que estaba errado. Alguien, algún grupo, hizo una cosa equivocada y no sucedió nada con los responsables. Félix: -Ese es un problema respecto de las FF.AA. Folha: -¿Y si no hubiese reacción a la nota? ¿Sería preocupante? Félix: -No necesariamente. Es un problema básicamente político y no un problema de crisis del tipo que nosotros tratamos aquí. Nosotros no participamos de las crisis políticas. Folha: -Si hubiera un foco de insatisfacción y la inteligencia no lo detectara, ¿la responsabilidad es suya? Félix: -Por no tenerlo previsto. Por eso es que debe haber alguien entre el Presidente y la estructura… Folha: -El vicepresidente de la República es despedible como ministro de Defensa? Félix: -El vicepresidente de la República tiene la habilidad suficiente para superar cualquier crisis. Él es muy hábil y muy competente. Ciertamente podrá llevar muy bien el Ministerio de Defensa. Folha: -¿Qué archivos de la dictadura están guardados en la Abin? Félix: -Tenemos archivos de la “Comissão Geral de Investigações”, después vamos a reunir los del “Conselho de Segurança Nacional”, que hacía las casaciones. Eso irá todo al Archivo Nacional, en Rio. Tenemos los archivos del SNI, microfilmados. Y es aquella historia… nada bonito hay ahí. Folha: -¿No tiene nada bonito para ambos lados? Félix: -No, sólo tiene para un lado. Se trata de corrupción. Tomamos todas las precauciones porque se trata de personas, y es preciso que se preserve el derecho a la privacidad. Esas personas están vivas. Folha: -¿Y los documentos sobre tortura y desapariciones? Félix: -No encontré nada en la Abin, hasta ahora. Hay documentos que nos preocupan porque tratan de personas en situaciones muy comprometidas. Me gustaría destruir ese tipo de documentación. Eso no es historia, no le hará bien a nadie. Si aparece, sólo hará mal a la reputación de las personas, y ahí tiene gente hoy con 75, 80 años de edad. ¿Para qué sirve eso? Folha: -¿Es el material de los Doi-Codi? Félix: Son microfichas. Las personas hacen pedidos, ya respondimos 7.000 u 8.000 pedidos de información. Folha: -El gobierno dice que los documentos de Araguaia fueron incinerados, pero eso exigía instrucciones de destrucción, ¿dónde están? Félix: -No encontramos nada dentro de la Abin. Continuamos buscando. Folha: ¿Y en los organismos de inteligencia de las FF.AA.? Félix: -Es un problema de las FF.AA. Folha: -¿Ud. ve algún problema en divulgar los archivos? Félix: -Sí, porque Ud. allí habla de personas, de individuos. Hay gente que en aquella época vivía en la clandestinidad, y tenía otra mujer y hoy no está en la clandestinidad y regresó con su mujer anterior. Si eso se divulga, Ud. destruirá familias. Aparecen compañeros que entregaron a sus compañeros, todo está escrito ahí. Nadie debe escrutar ahí a no ser que tenga una autorización de la persona o de la familia, si ella hubiese muerto. Folha: -Si hubo delación es porque alguien forzó a delatar… Félix: A veces sí, a veces no. A veces, la persona llegaba y contaba todo. Folha: -Había buenos motivos para tener miedo, ¿no es verdad, general? Félix: -El peor enemigo que Ud. puede tener es el Estado. El Estado es muy poderoso. No quisiera tener como enemigo al Estado. No quiero. (*) Recibido por Corrientes al Día desde la revista brasileña Folha
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.