Se efectuó en el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (ICAA) una importante reunión entre los dueños de los “lodges” de pesca y funcionarios del gobierno provincial, a fin de analizar la situación creada por la denuncia mediática de una pista de aviación y varios canales de navegación, y entre todos -estado y privados- encontrar una solución al respecto.

Corrientes al Día fue informado por fuentes oficiales que, estuvieron presentes el titular del ICAA, ingeniero Mario Rubén Rujana, -con personal profesional del organismo-, quien invitó especialmente al Subsecretario de Turismo de la provincia, licenciado Horacio Pozzo, como así también a la Fundación Ecos, encargada de la dirección del Proyecto del PNUD Ecos Iberá, quien estuvo representado por el Director del Proyecto, licenciado Miguel Reynal, el Coordinador licenciado Aníbal Parera y el apoderado de la Fundación Ecos, Osiris Jantus. Por parte de la actividad privada estuvieron los señores Mario Battiston (por El Dorado), Julio Semino, acompañado del ingeniero Raúl Fontan, Luis Cemborain (por Rincón del Diablo), junto al asesor el “técnico ambientalista” (sic) Carlos V. Cruz, Sebastián Casado Sastre (por Pira Lodge – Estancias del Iberá) y Carlos Dario Sánchez (por Estancia El Dorado). Además fue especialmente invitado por el titular del ICAA, a fin de escuchar sus experiencias y opiniones sobre el Iberá, el Director del CECOAL, profesor Juan José Neiff. TEMARIO Dicha reunión -realizada por primera vez desde que están instalados los emprendimientos turísticos-, tuvo momentos ríspidos y tensos ante ciertas comentarios y situaciones que se plantearon ante la lectura de una nota del Sr. Battiston donde expresaba, entre otros conceptos, que “…los canales en la Reserva Iberá fueron construidos desde la época de los jesuitas en la zona, hasta nuestros días con diferentes usos”. Agrega más adelante “Nosotros no sólo somos operadores turísticos, sino también pioneros exploradores del Iberá, hemos venido por el “embrujo del medio” a poblar los Esteros, a compartir y ayudar a los habitantes de la zona dándole afecto y trabajo digno”. Continúa la nota del Sr. Battiston con dureza, “… no vinimos a ocupar los espacios verdes ni adueñarnos del área y expulsar a la gente del lugar, no vinimos a blanquear dinero, vinimos a quedarnos, vivir y morir en los Esteros, ya que nos hemos ganado “Carta de Ciudadanía de la Naturaleza”, otorgado por la generosidad de los pobladores de este santuario, quienes nunca nos han pedido pasaporte, visa o tarjeta de crédito; nosotros tampoco le hemos llegado con espejitos de colores”. Finalmente concluyó expresando que “… no necesitamos Fundaciones Ecológicas Foráneas, exponsoreadas por extranjeros que nos espían desde sus aviones, nos sacan fotos y nos denuncian como si fuéramos delincuentes,…”. Los propietarios de las cabañas manifestaron que van a comprobar -mediante los estudios a presentar al ICAA- “que los vuelos trasladando turistas a sus cabañas de pesca producen menos contaminación sonora” -por su frecuencia de vuelos y tipo de avión-, que el que realiza el propietario del avión que tomó las fotos remitidas a los medios para la denuncia, como así también la filmación que se emitió por un canal de noticias en la Capital Federal, en un programa de ecología que se emite los días sábados, por cuanto -afirman aquellos- “dicho avión está casi todos los días sobrevolando la zona”. El intercambios de opiniones fue positivo (pese a que uno de los quince asistentes a la reunión tenía inconvenientes para regirse por las elementales normas de educación y respeto), acordándose -según el Acta firmado por los representantes de los organismos y emprendimientos asistentes-, “…el compromiso de cuidar entre todos el ambiente cumplimentando lo establecido en la Ley Nº 5067 referido al Estudio de Impacto Ambiental y en el Código de Aguas (Decreto Ley 191/01), todo dentro del marco del Decreto Ley Nº 212/01 de creación del ICAA”. Asumieron además “…el compromiso de continuar reuniéndose ampliando la invitación a todos los actores involucrados en el tema, tanto público como privados, hoy ausentes, como así también colaborar con el organismo informando las novedades que pudiesen tener sobre estos temas…”. Por último y lo más importante, asumieron el compromiso “…de presentar la documentación técnica pertinente dentro del plazo de cuarenta y cinco días a partir de la fecha de la presente, a efectos de regularizar su situación ante el Instituto”. Ante la afirmación por parte de uno de los propietarios de las cabañas de poseer autorización para la construcción de las obras en el Estero, otorgada por gobiernos anteriores, el Ing. Rujana le manifestó “…que deberá presentar al ICAA la documentación que avale la autorización para la construcción del canal, como así también la correspondiente Declaración de Impacto Ambiental. Caso contrario deberá presentar el estudio hidráulico con un informe ambiental, firmado por profesionales debidamente registrados en el Instituto DENUNCIA DE ECOS Rujana, luego de la lectura de la nota del Sr. Battiston, consideró oportuno aclarar a todos los presentes “…que en el organismo nunca se recibió una denuncia de la Fundación ECOS por la construcción de los canales en el Iberá”, tal como manifiestan los medios. “En el ICAA -continuó- sólo se recibió una nota de dicha Fundación el pasado 20 de abril, con una fotografía en tamaño A4 de un canal -no de cinco como está en los informes periodísticos-, sin indicar en qué parte del Iberá se había construido, de allí que no se haya respondido oportunamente a dicha Fundación, por cuanto todo el Sistema Iberá tiene una superficie de 14.000 km2, y no se especificaba su ubicación y menos aún, quien era o es su propietario”. EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL La Ley 5067, establece en su artículo 2º que los proyectos públicos o privados, consistentes en la realización de obras, instalaciones o cualquier otra actividad deben someterse a una Evaluación de Impacto Ambiental en la forma prevista en la misma ley. Se entiende por Evaluación de Impacto Ambiental, el conjunto de estudios y sistemas técnicos que permitan estimar los efectos que la ejecución de un determinado proyecto y/o la utilización de determinada tecnología cause sobre el medio ambiente y la calidad de vida. La ley establece que dicho estudio debe comprender, al menos, la estimación de los efectos sobre la población humana, la fauna, la flora, el suelo, el agua, el aire, el clima, el paisaje y la estructura y función de los ecosistemas presentes en el área previsiblemente afectada. REQUISITO PARA INSCRIBIRSE COMO EVALUADOR AMBIENTAL El organismo ambiental de la provincia, – dentro de las facultades conferidas por el Decreto Ley 212/01 de creación del ICAA- creó un Registro de Consultores Ambientales tanto individuales como consultoras, a fin de un mejor contralor de quienes están habilitados para elaborar Estudios de Impacto Ambiental, en virtud de que no existe un Colegio o Consejo que los aglutine por la transversalidad de los temas a tratar y por ende la diversidad de profesiones. Para ser Evaluador Ambiental deben ser profesional de grado, con el pertinente currículum que avale los cursos de capacitación o trabajos de evaluación de impacto ambiental efectuados en la actividad privada. El objetivo es evaluar sus antecedentes para su habilitación, y ofrecer así sus servicios profesionales a los interesados en contratarlos. En el ICAA algunos currículums fueron rechazados por cuanto tenían el perfil de técnicos remediadores más que el de evaluadores, pues estaban capacitados para la post contingencia ambiental., mas que para la evaluación previa. Los requisitos podrán consultarse en la página web del organismo (www.icaa.gov.ar), a los teléfonos (03783) 431273/460960, o personalmente en Perú casi San Martín de la ciudad de Corrientes.