Rural
Energía, alimentación y cambio climático: los nuevos desafíos
BIOCOMBUSTIBLES (*)
El mundo cambia su lógica. La humanidad se enfrenta a una nueva etapa en su evolución. Negarse a entenderla implica la pérdida de oportunidades. Maizar analiza el rol de los biocombustibles en el nuevo esquema mundial. El tema será abordado también en el Seminario a llevarse a cabo el martes 8 de mayo en el Hotel Four Seasons de Buenos Aires.
La humanidad enfrenta hoy tres desafíos de complejísima superación. En primer lugar, incluir a los miles de millones de seres humanos que carecen de acceso a alimentos y energía para su adecuado desarrollo. En segundo, producir los alimentos y la energía necesarios. Y, por último, hacerlo evitando el apocalíptico daño al ambiente que se pronostica a partir de la quema de combustibles fósiles -según el informe de las Naciones Unidas difundido hace pocos días y la conocida película de Al Gore-. Sabemos que la energía es esencial para el desarrollo económico y social. La demanda de energía viene aumentando considerablemente a medida que los países en desarrollo expanden sus economías y superan la pobreza. En estos días, menos de un 20% de la población mundial tiene acceso a la energía requerida para alcanzar los altos estándares de vida que gozan los países desarrollados. El acceso a fuentes de energía moderna es decisivo para resolver la pobreza y los problemas de educación, salud y empleo de las comunidades. Para que los ciudadanos de los países en desarrollo logremos niveles de vida similares a los desarrollados debemos trabajar para mejorar la eficiencia en el uso, la diversidad y el desarrollo tecnológico de las fuentes de energía necesarias para el hogar, la industria, el transporte y la generación de electricidad. COMBATIR LA POBREZA Más de 100 mil millones de dólares gastan anualmente los gobiernos para subsidiar agricultores en los países desarrollados. Hace unos años este monto alcanzaba los 300 mil millones de dólares. Estas políticas de subsidios masivos, que llevan más de 50 años de vigencia en el mundo, han tenido un efecto destructivo sobre la capacidad de los otros países para desarrollar sus cadenas agroindustriales y hacerse económica y socialmente autosuficientes. En principio han generado enormes excedentes de alimentos y materias primas como maíz, que son volcados al mercado mundial o transformados en otros productos como carne vacuna, leche en polvo, manteca o pollo, para llegar a los países en desarrollo en distintas formas. El impacto del ingreso de estos productos en casi todos los países en desarrollo y su competencia desigual, ha significado la caída de áreas sembradas y, en muchos casos, la disminución de las capacidades productivas y transformadoras de esas materias primas en productos de mayor valor. Una realidad que acarrea el desempleo de millones de personas en muchos sectores de la sociedad, no solo en el agropecuario. EL PAPEL DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES La necesidad de buscar alternativas a los combustibles fósiles está permitiendo que estos enormes excesos agrícolas sean canalizados y que los países que no podían aumentar sus producciones de materias primas agrícolas como el maíz, el sorgo o la caña de azúcar hoy estén invirtiendo en la construcción de una nueva base alimenticia y de energía renovable. Este extraordinario fenómeno de desarrollo agroindustrial se ve en todos los países en desarrollo del mundo. En cada uno de estos casos, se están desarrollando las tecnologías, las inversiones industriales, de ingeniería, de cultivo, y todos los aspectos necesarios para poder crear cadenas de valor donde antes solo había desempleo y desesperanza. ¿QUÉ IMPLICA EL ETANOL? La producción de etanol es un proceso biológico que genera un combustible líquido que sirve para los motores de combustión interna. También permite obtener un alimento de alta calidad para la producción de carne o leche en un alto porcentaje del maíz procesado, y propicia electricidad a partir de la quema del bagazo, rastrojo o biogás. En la visión actual del recambio de las fuentes de energía se ve claramente que no existe una energía mágica que vaya a reemplazar a los combustibles fósiles. Por el contrario, observamos que el uso de éstos se debe racionalizar de todas las maneras viables mientras se desarrollan todas las fuentes de energía alternativa posibles. Existe consenso acerca de que la fuente natural de energía de la tierra es el sol y que la forma más eficiente de captura de la energía del sol la realizan las plantas mediante la fotosíntesis. El sol también nos transmite su energía a través del agua que circula por los ríos que nos dan la energía hidroeléctrica y el viento que puede generar electricidad en las “granjas eólicas”, además de la energía directa del sol que calienta paneles de agua o activa celdas fotovoltaicas. LA VISIÓN La solución para erradicar el hambre y la pobreza en los países subdesarrollados no está en la distribución de los excedentes de los países ricos sino en desarrollar estrategias locales, provinciales y nacionales para que los ciudadanos, desde los más alejados hasta los más céntricos, puedan tener acceso a las oportunidades de educación, salud y empleo. ¿Cómo se logra? Aprovechando los propios recursos, cultivando los suelos y creando las industrias y los servicios necesarios para crecer en forma sustentable, como podemos ver hoy en muchos países de América, Asia y África. En este nuevo esquema mundial la Argentina tiene una oportunidad increíble. Tenemos las fortalezas que hacen falta para desarrollar una nueva cadena agroindustrial enfocada en la energía renovable, liderada por la innovación tecnológica en ingeniería, agronomía, metalmecánica, comercio internacional. Estas herramientas son las que nos van a permitir aumentar el área sembrada en las zonas más alejadas y menos competitivas y desarrollar nuevos cultivos energéticos, su biotecnología y su genética. El mundo nos da la oportunidad de asumir un nuevo rol de proveedores de energías renovables para los usuarios de otras partes del mundo que no disponen de los recursos naturales y de oferentes de las tecnologías que esos países demandan. Tras esta visión trabaja MAIZAR como cadena. Apoyados en el optimismo que nos da visualizar este nuevo camino que nos abre el mundo, para el cual Argentina tiene las herramientas y solo debe desarrollar estrategias público-privadas que involucren a todos los niveles desde Gobiernos hasta los actores en apariencia más pequeños de nuestra sociedad detrás de una visión de país y un objetivo en común. MAIZAR trabaja desde su fundación en este sentido, por lo que convocamos a quienes crean que el cambio es posible a acercarse y participar en la construcción de esta nueva realidad. (*) MAIZAR, Asociación Maíz Argentino.
Rural
Pobreza intelectual en la sanción de la modificación de la ley de Manejo del Fuego
COMUNICADO DE CARBAP
La reciente sanción en el Senado Nacional de las modificaciones a la Ley de Manejo del Fuego 26.816, las cuales prohíben por el término de treinta (30) años desde la extinción del fuego cualquier actividad agropecuaria que sea distinta al uso y destino que la superficie tuviera previo al momento del incendio, independientemente si el incendio fuera provocado o accidental, claramente atenta contra el productor agropecuario y su seguridad jurídica.
Esta nueva prohibición, además, se aplica a las superficies con bosques implantados o nativos, sumando nuevas restricciones a las ya existentes en la ley de bosques por hasta sesenta (60) años.
Es de destacar que estas restricciones afectan profundamente el derecho de propiedad, además de ser aplicadas incluso a aquellos individuos que no son culpables de estos incendios en el caso de situaciones naturales, provocados por terceros o accidentales, tan comunes en el sur de nuestras provincias de Bs As y La Pampa en campos lindantes a vías del ferrocarril en tiempos de seca. Se trata de una situación insólita e inconstitucional, porque se impide disponer del inmueble alterando el derecho a la propiedad.
Del mismo modo los propietarios deben soportar las consecuencias de la ineficiencia de un Estado que no es capaz ni de prevenir incendios tanto accidentales o como consecuencia de actos de vandalismo como así tampoco de aprehender y someter a la justicia a quienes lo hubieran originado.
Estas modificaciones a la ley, que limitan el uso privado y comercial de tierras incendiadas, plantean una mirada prejuiciosa y muy injusta sobre el productor agropecuario, en quien recae la culpabilidad del hecho aun no siendo responsable, afectando la garantía constitucional de presunción de inocencia, quien además de haber perdido su capital de trabajo o sus inmuebles por estos hechos debe enfrentar una condena por un evento sobre el cual no tiene responsabilidad alguna y restricciones por décadas.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), entendemos que esta nueva ley es el resultado de la incapacidad intelectual de los legisladores en la búsqueda de herramientas lógicas, inteligentes y realistas para atender una problemática seria y compleja, ante la fácil y sencilla receta de aplicar políticas partidarias en temas legislativos nacionales, actitudes revanchistas y castigos en lugar de reales soluciones autosaboteando al país al condenar previamente al productor impulsando normas que promueven incertidumbre sectorial .
Rural
Elaboran mapa de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes
Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.