Opinión
“Entre reclamos y desinformación”
NADY RIVAS (*)
En esta ocasión el turno de protestar llegó al personal de la salud pública, quines mediante la retención del servicio solicitan el aumento salarial en cambio, me llama la atención la falta de información respecto a la recaudación mediante el “bono contributivo” del Hospital Escuela.
Desde hace un tiempo es noticia la retención de servicio de los trabajadores de la salud en Chaco como en Corrientes. Quienes no encuadramos en la categoría de empleados públicos, por variadas razones: trabajadores autónomos, empleados informales, “en negro”, subocupados, desocupados, según los matices de la situación laboral de cada uno; vemos, pensamos y opinamos respecto a los empleados de las distintas reparticiones públicos. El comentario general en la calle es “al menos tienen un trabajo, una obra social y algún día tendrán jubilación” mientras que otros simplemente no encajamos en la franja de trabajadores en relación de dependencia privado o público, por decisión o por negación al derecho a un trabajo digno, frase que parece reír a carcajadas en nuestra Constitución. En esta ocasión el turno de protestar llegó al personal de la salud pública, quines mediante la retención del servicio solicitan el aumento salarial al gobierno provincial, no estoy en desacuerdo en la demanda del aumento salarial ¿Pero quién defiende o qué herramientas poseen quienes no tienen un trabajo formal? No se ustedes pero yo me remonto a las escenas del Chapulín Colorado ¿se acuerdan, no? Cuando en un momento declamaba algún actor “¿y ahora quién podrá salvarnos?” (pido disculpas pero no recuerdo si la palabra exacta es salvarnos o ayudarnos, como sólo la utilizo a modo comparativo, creo que poco importa el último término), y aparecía el mencionado héroe que complicando un poco más el problema al transcurrir las escenas el asunto llegaba a un buen final. No se si estamos viviendo las escenas de un guionista pésimo o si la realidad es un reality show, no se si el vaso está medio vacío o medio lleno, todo depende desde el ángulo en que se mire. Digo esto, porque los principales espacios en los medios de estas últimas semanas están dedicadas a si habrá alianzas entre tal o cual partido, a si el gobernador se reunirá con el jefe político del partido X o si se apostará a una nueva alianza entre radicales, peronistas o liberales para la nueva elección a gobernador que ya se aproxima. Este es por supuesto, el escenario propicio para reclamar, demandar, pedir, fundamentar el aumento salarial de cualquier sector de la administración pública y que la coalición del gobierno provincial tratará de dar alguna respuesta a los gremialistas. Reitero que comparto con los trabajadores el aumento del sueldo básico, que dicho sea de paso, a consecuencias de un Síncope sufrido una semana atrás, estoy recorriendo pasillos y sorteando obstáculos burocráticos en el Hospital Escuela para lograr la atención en distintas especialidades y obtener turnos para los exámenes solicitados por un cardiólogo y un clínico respectivamente. Me llama mucho la atención que en cada pasillo, en cada espacio que pueda captar la atención de los pacientes hayan colocados carteles informando (tal vez a modo de disculpa por los problemas que ocasionan a los pacientes) la situación salarial actual y a la que aspiran con la retención de servicios. Nadie o mejor dicho, todos los ciudadanos como yo, que no cuentan con cobertura médica, debemos pasar el proceso de cotización de precios de los distintos estudios cuyo costo del “bono contribución” varía (la verdad que no se si por la cara del cliente o el estado de ánimo del administrativo), porque no hay carteles informativos respectos a los valores de cada estudio médico (me refiero a por ejemplo: rayos x, ecografía, mamografía, análisis de orina y sangre, etc.) ¿será por que es un hospital público? ¿Será para no despertar la sospecha de que lentamente se está privatizando el servicio de salud? Si señores, pri-va-ti-zan-do, así como se deletrea, así como está ocurriendo con la cooperadora de las escuelas públicas donde concurren sus hijos y que año tras año, tutores reclaman ante los medios el abono de la cooperadora para la inscripción al ciclo lectivo. Me parece que cuando despertemos de la aletargada siesta tan tradicional en el noroeste argentino, nos daremos cuenta que al fin y al cabo que “de público” los servicios que supuestamente deberían estar garantizada por las políticas sociales, sólo quedará el nombre y una historia para relatar a los nietos diciendo “hace mucho tiempo, la escuela y el hospital era público en el más amplio de la palabra ….”. ¿Alguien experimentó todo lo que aquí expreso o es sólo fantasía mía? Ayer mientras veía a distintos periodistas de diario como televisión en los pasillos del hospital me preguntaba si a ellos se les ocurrió o se les ocurrirá preguntar, insinuar, pedir información respecto a: cuánto dinero se destina a la salud pública (y no estoy hablando de un número redondo, sino desglosado en ítem en por ejemplo: tanto pesos en sueldos a médicos, tanto a administrativos, tanto a la empresa de limpieza, tanto a materiales y remedios) y la segunda gran pregunta que yo sí quizá como otros pacientes ya he cuestionado es ¿a dónde diablos va a parar el ingreso por el “bono contribución”? que sólo de elegante tiene el nombre, pues si no se cuenta con el valor cotizado, se debe pasar a la oficina de asistencia social a explicar porqué no se puede pagar el costo total o directamente no abonar, así mediante sello (yo diría estigmatizador) de por medio se avanza en la cadena de oficina tras oficina. ¿Dónde están las hermosas letras discursivas de política de inclusión social para todos? que cada gobierno de turno, palabras menos palabras más adornan sus discursos, antes y durante su mandato. Los irresponsables que nos representan (a quienes elegimos libremente) echan la culpa a los anteriores ellos a su vez, a quienes les precedieron y así sucesivamente, mientras tanto en la Legislatura correntina se debate si habrá alianza si se alcanzarán los votos necesarios para la reelección, si fulano o mengano cedió una parte de su poder. Mientras tantos, nosotros, ustedes y yo cuando nos toca jugar de pacientes en el escenario de la vida y nos asignan el rol de enfermos y representamos escenas requiriendo la atención pública gratuita nos sentimos maltratados por la indignidad de no tener dinero para contribuir solidariamente ¿Porqué no se informa del ingreso mensual de la contribución de los pacientes y cómo y de qué manera se invierte? ¿Por qué no hay un maldito cartel que brinde información del ingreso contributivo de los pacientes? tal como los trabajadores prolijamente detallan respecto a sus reclamos ¿A quién le corresponde informar? ¿A los Directores del Hospital, a Contaduría o algún periodista un poco curioso que pueda sonsacar datos más o menos exactos del ingreso? ¿No estaré exigiendo demasiado? ¿Deberemos los pacientes organizarnos también para reclamar? ¿A ustedes y a mí “quién podrá ayudarnos”?. (*) Artículo de opinión recibido por Corrientes al Día, de Nady Rivas – prensa de organizaciones no gubernamentales.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.