Opinión
Escriben Glenn Postolski, Ana Santucho y Daniel Rodríguez
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN EL CENTRO DE LA CRISIS
Desde los años 90 hasta la actualidad, el sector local de las comunicaciones está siendo transformado en forma inusitada en el marco de los procesos de concentración y transnacionalización. Luego del recorrido desde la conformación de los primeros multimedios hasta los actuales grupos económicos se presenta un análisis de distintas estrategias de desarrollo en el escenario actual.
En el marco de un modo de acumulación caracterizado por el predominio de la valorización financiera y por las reformas estructurales neoliberales de la década de los 90 -con sus regresivas consecuencias sociales -, la etapa reciente de la concentración se da dentro de una prolongada y persistente recesión de la actividad económica, a la que se suma luego una fuerte devaluación de la moneda. La privatización de los canales de aire, que permitió la constitución de los grupos multimedia en argentina, estuvo encabezada por capital nacional proveniente principalmente del sector gráfico. Este cruce entre el sector periodístico gráfico y el audiovisual fue el puntapié inicial para la formación de grandes conglomerados de medios. Durante la primera etapa se produjo el posicionamiento del capital nacional, destacándose dos grupos principales: Clarín y Telefe, y otros grupos menores, como los pertenecientes a Eduardo Eurnekián (América), Alejandro Romay (Libertad) y Héctor Ricardo García (Crónica). A mediados de los 90 se radicalizó el proceso de concentración e internacionalización del capital en el área de la comunicación con la entrada de grandes operados internacionales. La irrupción del Citicorp Equito Investment (CEI) en la arena mediática y la constitución como grupo económico de las empresas controladas por Clarín, deparó, a fines de la década, un duopolio privado de medios con gran capacidad de emisión. El CEI fue uno de los casos paradigmáticos, ya que durante un lapso de dos años adquirió una cantidad de firmas que le permitieron constituirse en el principal operador de medios, amparado en las relaciones con el poder local y la capacidad para acceder a importantes fuentes de financiamiento. La llamada sinergia positiva, producto de la conformación de los multimedios, le permitió a los holdings abordar economías de escala, lo que ubicó al sector de las comunicaciones como uno de los más dinámicos de la década. Luego del inédito proceso de acumulación, la tendencia hacia el achicamiento y el ajuste empezó en el sector comenzó a darse a fines del año 1998, si bien los efectos empezaron a sentirse con mayor profundidad durante el transcurso del 2000. Las diferentes crisis que llevaron a la disolución del grupo CEI, la necesidad de Clarín por encontrar un socio financiero para comenzar a reducir su deuda, fueron los indicios del resquebrajamiento del duopolio. EL AVANCE DEL CAPITAL EXTRANJERO Durante el periodo 1999/2002, la presencia de empresas y conglomerados de capital extranjero continuó incrementándose, tanto por el avance de aquellos que ya se encontraban radicados en el país (telefónica, HMT&F, Cisneros), como para el ingreso de nuevos capitales (AT&T, Liberty Mediam UGC, CIE, Recoletos, Prisa, Pearson´s). En los dos grupos económicos de comunicación con mayor presencia en el mercado local (Clarín y telefónica) se observa la presencia de capital extranjero, la cual adquiere distintas modalidades. Por otra parte, ambos holdings mantienen relaciones comerciales con otros grupos del sector, con quienes comparten la propiedad de distintas empresas, produciendo un complejo entramado de relaciones. Dentro de otros grupos económicos de menor peso relativo en el ámbito local, también se verifica una importante presencia de capital extranjero. Considerando los sectores de actividad en los que se encuentra la presencia de capital extranjero, se puede observar una mayor presencia de capitales de origen norteamericano en la rama televisiva (abierta, por cable o satelital) y de producción de contenidos. Por su parte, los capitales de origen europeo tienen mayoritariamente una presencia relativa en los sectores más tradicionales (TV Abierta, gráfica). TIPOLOGÍA DE LOS GRUPOS DE LA COMUNICACIÓN Los grupos dominantes del sector, Clarín y Telefónica, se destacan tanto por la cantidad de medios que poseen como por la diversidad de sectores que abarcan. Por otra parte, a su fuerte presencia en medios de alcance nacional, se suma un avance sobre los medios regionales. En una segunda instancia, se encuentran dos “grupos medianos”, los cuales reúnen características que los destacan del resto, aunque sin llegar a las dimensiones de los grandes grupos, éstos son: TyC-Avila y Uno-Vila. Una tercera categoría la constituyen grupos con menor peso en cuanto a propiedad de medios, en su mayor parte del capital de origen extranjero, de ingreso relativamente reciente al país. Entre estos grupos encontramos a HMT&F, Liberty Media, Cisneros. Es importante señalar que además existe un grupo de empresas con un desarrollo limitado en relación a la cantidad y diversificación de medios que poseen, cuya presencia es considerable en el ámbito de las comunicaciones, como por ejemplo: La Nación o Editorial Perfil. También se puede mencionar la presencia del sistema de medios públicos. En este escenario se destacan los “cambios de mano” producidos en el sector televisión: Azul Tv (Canal 9) fue adquirida por Daniel Hadad y América Tv por la asociación entre Ávila y Vila. Esta dinámica se acentúa con el regreso de Raúl Moneta, su sociedad con Hadad en Canal 9 e Infobae y la conformación de nuevas alianzas en constante redefinición. La depresión económica que se evidenció en 1998 y se profundizó a partir de la ruptura del modelo de la convertibilidad, parece encontrar a la empresas del sector frente a la imposibilidad de asumir sus deudas financieras. Esta situación proyecta la posibilidad de una desnacionalización masiva del sector. Ante esto, los agentes locales demandan la intervención del Estado para impedir su ocaso. Esta posición se opone diametralmente a la sostenida durante los 90, cuando dicha intervención era criticada y cuestionada. Un ejemplo paradigmático de esta situación es el Grupo Clarín. UN DEUDOR DOMINANTE Clarín pasó a ser una empresa monomedia en la década de los 80 a constituirse en el grupo de capital nacional de mayor influencia en la agenda pública, dominante en el mapa de los medios de Argentina En los 90 asumió una estrategia de diversificación multimedia que le permitió expandirse a diferentes segmentos de la industria cultural, ingresando también en áreas conexas como las telecomunicaciones. Así, se convirtió en uno de los jugadores mejor posicionados en el negocio de la convergencia. Esta expansión tuvo una debilidad de origen: la lógica de la inversión especulativa lo llevó a un profundo endeudamiento. Su estrecha vinculación al devenir económico del mercado interno, lo terminó exponiendo a los vaivenes de la economía local, al sustentar su expansión en un pasivo tan importante como sus activos. La constitución de Clarín como grupo se inició en 1995, cuando tomó la decisión estratégica de competir con los grandes operadores internacionales que entraban al sector. Para entrar en la liza debió conseguir financiamiento que le permitiera el desarrollo de la empresa y acercarse a los costos de capital con los que contaban sus competidores en sus países de origen (los grupos internacionales como Telefónica, Liberty, Hicks, tienen llegada a fondos de financiación a costos inferiores vinculados a sus mercados de origen). Así, se gestionaron préstamos sindicados para colocar Obligaciones Negociables (ONs) en los mercados financieros internacionales. En marzo de 1999, cuando el mercado comenzó a dar los primeros síntomas de la crisis, se sumó el banco de inversión Goldman Sachs, al adquirir una parte minoritaria del Grupo Clarín. La estrategia del grupo se centró en la dominación tanto del sector contenidos como también, en todos los segmentos de distribución. Las expectativas de crecimiento ininterrumpido del grupo fueron revirtiéndose a partir del estancamiento de la economía argentina, la crisis financiera internacional, la explosión de la burbuja de las empresas de Internet y el desdibujamiento de los negocios a futuro de la convergencia. Apareció así la fragilidad económica del grupo, que se radicalizó a partir de la devaluación del peso. Durante los últimos años, el diario Clarín vio reducida su venta y sus ingresos por publicidad. Parte del retroceso se financió a través de una mejora en los márgenes de circulación. También se buscó la captación de nuevos segmentos del público con la edición de suplementos zonales que asestó un duro golpe para los medios locales, que no pueden competir con un gigante mediático como Clarín, con el condicionamiento político y la pérdida de pluralidad informativa que esto genera. Mientras la pérdida de credibilidad y la acusación a Clarín de favorecer la pesificación para licuar sus deudas son parte del lastre de la nueva etapa, el holding debió tomar algunas decisiones urgentes para no ahondar la situación deficitaria. La estrategia del Grupo se basa en las negociaciones que debe emprender en dos planos. Por un lado, presionar a los políticos que gestionan el Estado, para acordar su condición de supervivencia, y por otro, los acuerdos que puede lograr con los tenedores de deuda. La fórmula devaluación, pesificación y seguro de cambio, hubiese sido la que le permitiría a Clarín sanear su endeble situación económica. Mientras esto no se plasme, presiona para que el estado genere alguna medida de mecanismo de repago blando de la deuda emitida en moneda extranjera. LA CONQUISTA El poderoso CEI, que llegó a dominar la escena mediática a fines de los 90, desapareció y modificó su propiedad producto de distintas circunstancias que lo hundieron en una crisis política, judicial y de negocios. El CEI, a fines de 1998, se constituyó como el principal grupo radiotelevisivo y la contraparte dominante del sistema de medios, junto con Clarín. Imposibilitado de reformar la Constitución a tiempo, el proyecto del ex presidente Carlos Menem se desarmó en el 99 y con él varios negocios comenzaron a hacerse jirones. De forma paralela, dentro del fondo de inversión comenzaron a darse una serie de modificaciones accionarias, que implicaron la entrada y salida de distintos actores. Producto de la causa judicial iniciada en su contra, Moneta fue resignando su protagonismo. El extraño fondo de inversiones texano Hicks, Muse, Tate & Furst, terminó controlando la presidencia del holding. El cambio en la titularidad llevó al deterioro de las relaciones de los antiguos socios estratégicos. Luego de una serie de negociaciones en noviembre de 1999, CEI y TISA llegaron a un acuerdo para dividir los activos. En sólo seis meses, Telefónica Media se convirtió en propietaria del mayor grupo de canales de Argentina, con llegada al 85% del público de televisión abierta. Luego de intervenir como socio de CEI, Telefónica Media centró sus actividades de medios en cuatro unidades de negocio: televisión, radio, producción (contenidos), y sistemas y servicios. Los objetivos de telefónica no se agotan en el mercado local sino que busca expandirse a nivel internacional. Junto con Endemol, la productora que centra su mercado en Europa, Telefónica Media planea constituir a Telefe como una marca registrada de la región en lo relacionado a la distribución y los contenidos. La nueva coyuntura económica generada por la depreciación de la moneda, le permite invertir en un mercado con muy bajo costo, mano de obra calificada y barata. Lo paradojal de la situación es el estado de crisis en el que se encuentra su principal empresa local, Telefónica de Argentina, que luego de generar rentabilidades extraordinarias durante mas de diez años –remitidas en más de un 80% a su casa matriz, para ser distribuidas entre accionistas, mientras la inversión local se financiaba mediante endeudamiento- con la devaluación y la prohibición de las subas en los servicios públicos, entro en una situación económica de emergencia con peligro de default. NUEVOS DISCURSOS, VIEJAS MAÑAS En términos normativos, la década menemista dejó condicionada la estructura de funcionamiento del sistema de medios, con alteraciones sustanciales, a favor de los grupos multimedia. Esta situación no se alteró con el recambio gubernamental de diciembre del 99. Por ejemplo, el proyecto de ley de radiodifusión que impulsó el gobierno, pretendió consolidar una estructura de propiedad cristalizada, donde los holdings no verían afectados sus intereses sino, más bien, serían favorecidos. Tanto la anulación, vía decreto, de la ley de creación de Radio Televisión Argentina (RTA), pasando por los conflictos gremiales, la creación del multimedios del Estado, como el proyecto de ley elaborado por el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER), consolidaron las características vigentes del sistema, y sólo reflejaron un cambio en lo discursivo. LAS DENOMINADAS INDUSTRIAS CULTURALES Entre finales de 2001 y el primer semestre de 2002, se creó un espacio integrado por diferentes sectores interesados en el fomento y regularización de la producción de bienes culturales, quienes anuncian la ratificación de los principios de excepción y diversidad cultural. De aplicarse las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) quedaría impedida la protección territorial, y el destino de la cultura librado por entero a los avatares de la economía de mercado, dejando a estas industrias expuestas a criterios de pérdidas-ganacias, compra-venta y fusiones entre grandes capitales. En la producción de contenidos el 80% de la producción es importada y se origina en la industria audiovisual norteamericana. Por esto, la protección del espacio audiovisual es uno de los puntos esenciales en debate para la defensa de las Industrias Culturales. En Argentina, el proceso de devaluación posterior a la convertibilidad acrecentó la posibilidad de desnacionalización de las empresas culturales, incluyendo en esta incertidumbre a grandes empresas como Clarín, que vive la amenaza de poder ser comprada por capital extranjero por un bajo precio. EL FUTURO LLEGÓ A lo largo del proceso de concentración y extranjerización, la lógica de maximización de la renta prima por sobre los derechos comunicacionales de los ciudadanos. En este contexto, el Estado no controla esta dinámica mercadocéntrica ni puede iniciar un proceso de discusión en torno a la definición de un sistema de medios acorde a las necesidades de la sociedad y no a los vaivenes empresariales. Definir las funciones del sistema público, garantizar la pluralidad y diversidad de opiniones que garantice la variedad democrática, son parte de los desafíos pendientes. La recesión de la actividad económica impactó de forma particular en el sector de las comunicaciones. Los grupos sumaron al achicamiento del consumo, la merma de la pauta publicitaria, la depreciación de los activos, la dificultad de acceder al crédito, la imposibilidad de sostener sus inversiones y afrontar sus deudas en dólares. Esta situación puede derivar en un escenario donde la preeminencia de los capitales extranjeros domine todos los segmentos del sector. De ser así, cabría preguntarse hasta donde se vería afectada la calidad de la democracia, que inclusive como democracia deja bastante que desear. Por: Glenn Postolski, Ana Santucho y Daniel Rodríguez. Integrantes del Observatorio de Medios de la UTPBA Fuente: Este trabajo fue publicado originariamente en “Observatorio de Medios de UTPBA” (diciembre de 2003). Gacemail TEA Imagen lo toma de “Observatorio”, Industrias Culturales de la Ciudad de Buenos Aires, Nº 1, Secretaría de Cultura, Subsecretaría de Gestión e Industrias Culturales y Corrientes al Día lo recibe de la anterior. Noviembre de 2004. Más información: observatoriocultural@buenosaires.gov.ar o www.buenosaires.gov.ar/observatorio
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.