Opinión
España delante de una encrucijada histórica
ISIDOROS KARDERINIS (*)
Durante más de 40 años en el ámbito político de España dos partidos habían sido dominante, el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, que alternó en el poder. Las últimas elecciones catalíticas de 20 de diciembre 2015 dio lugar a una significativa debilitamiento de estas fuerzas políticas tradicionales y el surgimiento de nuevos partidos antiregime.
Por lo tanto, el Partido Popular de Mariano Rajoy tiene los porcentajes más bajos desde 1993 (28.72% de los votos y 123 escaños de los 350 del Parlamento, frente a 44.6% de la votos y 186 escaños en 2011), mientras que el Partido PSOE de Pedro Sánchez registró el peor resultado de su historia (22% de los votos y 90 escaños, frente al 28.73% de los votos y 110 escaños en las elecciones anteriores de 2011).
La aparición del Partido Podemos de Izquierda de Pablo Iglesias – producto del llamado movimiento de los “Indignados” – y del partido de centro-derecha Ciudadanos de Albert Rivera (que fue apoyado por algunos medios de comunicación), en el tercer y cuarto puesto, respectivamente, con altos porcentajes (20.6% de los votos y 69 escaños y el 14% de los votos y 40 escaños), muestra el final del cuadragésimo años sistema de dos partidos y marca un nuevo plazo de España.
Este resultado, por supuesto, es en gran parte debido a la crisis económica en Europa. La política de austeridad antipopular que se implementó fielmente por el gobierno de Mariano Rajoy en los últimos cuatro años, combinado con un escándalo de corrupción en relación con su partido, transformó el mapa de partidos de España y dio lugar a la aparición de un nuevo escenario político de cuatro partidos.
La nueva realidad parlamentaria, donde ningún partido tiene mayoría absoluta, conduce inevitablemente ya sea a un gobierno de coalición que la mayoría de los españoles parece preferir o a nuevas elecciones. Después de cuatro años de gobierno con fuerte mayoría, España se enfrenta ahora a la perspectiva de algunos tipos de inestabilidad política que atormenta a los otros países europeos, así, ya que las coaliciones de gobierno frágiles y los partidos tradicionales que dominaron la escena política durante décadas, se sienten fuertemente los efectos apremiantes de los años de penuria económica y la creciente ola de inmigración.
El nuevo gobierno español, siempre que se puede producir, con o sin nuevas elecciones, inmediatamente se enfrenta a graves problemas y desafíos. Aunque esta economía europea salió de la recesión y entró en el camino de la recuperación, que tomará varios años, sin regresiones, para recuperar el terreno perdido. De lo contrario, si la economía española entre en inversión de nuevo, esta precaria recuperación se parecerá commo el paso suspendido de la cigüeña.
El país se ve acosado por la tasa de desempleo segundo más alto (21.18%) en la zona euro después de Grecia, y los españoles desempleados son más de cinco millones. La pobreza aumenta a diario y amenaza con descomposición la web social del país. “La pobreza es la peor forma de violencia”, una vez Mahatma Gandhi declaró. Con las vastas políticas neoliberales aplicadas la brecha entre los ricos y los pobres está en constante crecimiento.
En 2013, el 22.2% de los hogares, en base a los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística de España, vivía por debajo del umbral de pobreza, es decir, sus ingresos eran menos del 60% de la renta media nacional disponible. Muchas personas están hoy viviendo sin calefacción y sin energía eléctrica, innumerables familias enfrentar el desalojo y no tienen otra residencia (34.680 primeras casas, es decir 95 por día, fueron confiscados en 2014 por los bancos a la venta, según el INE), muchos pensionistas no pueden pagar por sus medicamentos.
Además, más de uno de cada tres niños – o 2.6 millones – se enfrentan ahora con el riesgo de pobreza y exclusión social, de acuerdo con los datos más recientes de la Comisión Europea. Los altos porcentajes de desempleados de larga duración combinado con los recortes drásticos en los gastos en salud y educación han dado lugar a más familias y niños a la pobreza a pesar de la recuperación financiera.
La deuda pública está mostrando continuamente una tendencia al alza y en base a las últimas cifras oficiales, está al 98.8% del PIB, acercándose al nivel de 100% del PIB que alcanzó o superó en los años 1900 y 1909. La “economía informal” se estima en 25% del PIB, es decir, 235 millones de euros que no han sido declaradas, por lo tanto privando al Estado español de algunos recursos financieros muy importantes.
Mientras tanto, el nuevo gobierno español tendrá que abordar el tema urgente de Cataluña. La elección del separatista Carles Puigdemont, quien será responsable de iniciar el proceso de la independencia, a la presidencia de Cataluña, es un rotundo despertador. “Nosotros necesitamos comenzar el proceso de creación de un Estado independiente en Cataluña, por lo que las decisiones del Parlamento catalán sonos soberanos”, declaró el domingo 10 de enero de 2016, bajo los aplausos de los diputados, sólo unas horas antes de que el Parlamento catalán lo eligieron cabeza del gobierno local y sucesor de Artur Mas.
Las consecuencias directas de la declaración unilateral de independencia de Cataluña, que es la región más rica de España con un producto de cerca de 200 millones de euros, serán, sin duda, extremadamente dolorosas: sin Cataluña, España perderá 16% de su población, el 25% de sus exportaciones y el 19% de su PIB, según la OCDE.
Más de 586.000 empresas tienen su sede en Cataluña. De los, 2.150 grandes empresas que emplean a más de 200 trabajadores cada una, como Gas Natura y el gigante de ropa Mango. En Cataluña existe la fábrica del grupo Volkswagen, así la producción de automóviles de la marca SEAT.
Además, Barcelona es, con diferencia, el primer destino turístico en todo el país y una de las más importantes a nivel mundial, con ingresos netos de la llegada y estancia de los turistas que llegan a grandes alturas. Por su parte, tanto en el sector comercial y en el industrial, Barcelona es quizás la pilar más fundamental de la economía española.
La tendencia de Cataluña por la independencia, esto debe hacerse hincapié en este punto, nació y adquirió dimensiones gigantescas debido a las políticas de austeridad impuestas por Bruselas y principalmente por Berlín sobre España y por supuesto en toda la zona euro.
Esta es la razón principal por la que catalanes quieren ser al menos autónomos. Ellos quieren tener sus propias leyes y sus impuestos no ir a Madrid para pagar los programas de austeridad. Las razones de la aparente ruptura son, por tanto, sobre todo financieras, pero y culturales.
En conclusión, las políticas de austeridad extremas han perjudicado, obviamente, y en gran medida España, como otros países de la zona euro. Por lo tanto, es necesaria por el nuevo gobierno español, que se enfrenta a una encrucijada histórica, para formular una política progresista muy claro que será construida sobre la revisión de la Constitución, la dirección de las reformas sociales populares específicos, la in
hibición de privatización incontrolada, entre otras cosas, de las cuestiones de la transparencia y la protección de la primera vivienda a los grupos de bajos ingresos.
El combate efectivo se necesita también estar contra la evasión fiscal y la delincuencia financiera, así como la reestructuración apropiada del modelo de producción y el alivio significativo de los principales desequilibrios estructurales, como el desempleo, el déficit presupuestario y la deuda pública.
SOBRE EL AUTOR
Isidoros Karderinis nació en Atenas, Grecia, en 1967. Es novelista, poeta y economista con estudios de postgrado en economía turística. Sus artículos han sido republicados en periódicos, revistas y sitios en todo el mundo. Sus poemas han sido traducidos en francés y han sido publicados en revistas literarias. Ha publicado siete libros de poesía y dos novelas. Cinco de estos han sido publicados en Estados Unidos y en Gran Bretaña.
(*) Especial para www.corrientesaldia.com.ar. E-mail, skarderinis@hotmail.gr; Facebook. Karderinis Isidoros
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.