El 8 de mayo de 2004 el Club de Regatas Corrientes logró el ascenso a la Liga Nacional de básquetbol. Eduardo Pfleger, un hijo de la casa, fue asistente de Silvio Santander en la gran gesta que deposito al equipo “Fantasma” en la máxima categoría del baloncesto nacional. A dos años del ascenso contó su vivencia, la historia grande del básquetbol correntino.

“Frente a Olimpia de Venado Tuerto nos dimos cuenta que podíamos ascender. Me acuerdo que veníamos de una serie muy contundente ante Mitre de Tucumán, al que lo barrimos 3 a 0, pero los medios no hablaron de nosotros sino de las dificultades de los tucumanos. La verdad que nos molestó, pero nunca dijimos nada. Es más, el grupo se hizo más fuerte y nos propusimos ir a Venado Tuerto a “robar” el primer juego, ese era nuestro gran objetivo”, comentó el entrenador Eduardo Pfleger, asistente de Silvio Santander en la temporada 2003-004 del Torneo Nacional de Ascenso (TNA), en donde se logró el pasaporte a la Liga Nacional de Básquetbol, según informó la Institución del Parque a Corrientes al Día. “Cuando viajamos a Venado Tuero –prosiguió-, fue un viaje complicado porque tuvimos problemas con el micro, llegamos tarde y no pudimos entrenar. Fue otro clic en donde el grupo se siguió fortaleciendo y nos volvimos a proponer ganarle a Olimpia de entrada para dar el gran golpe. Y le ganamos (69 a 61), en un partido muy duro, muy disputado y friccionado, de bajo goleo, en donde la experiencia y disciplina táctica del equipo fueron las claves del triunfo”. “Me acuerdo como si fuera hoy. Solberg (Claudio) totalmente desgarrado, en el tercer cuarto, se paro en mitad de cancha y arengo a sus compañeros diciéndoles vamos a defender que ganamos, vamos a morir en cada pelota… dijo, y esa frase nunca me la olvido porque representó un ejemplo de alguien que no podía correr pero no se entregaba, y el equipo, que era muy inteligente, lo capitalizó al máximo y logramos lo que fuimos a buscar. Ahí comenzamos a escribir otra historia”, señaló el técnico. CLAVES DEL ASCENSO “Yo creo que las claves del ascenso fueron dos. Primero el cambio mental de los jugadores. Creyeron y capitalizaron los conceptos nuevos que se le dio cuando llegó Silvio (Santander)”. Y segundo el compromiso del grupo para lograr el ascenso”, comentó Pfleger, quién también fue asistente de Horacio Seguí en el TNA 2000-2001 (subcampeón) y de Daniel Rodríguez en el TNA 2001-2002. “Santander –prosiguió- supo llevar muy bien el grupo. Ojo era un grupo difícil, de mucha experiencia, con jugadores de trayectoria, de categoría, como Romay, Corbalán, Maglia, Solberg. Se dosificaron los entrenamientos, se bajo la intensidad de las prácticas. Al equipo le costaba jugar los domingos, por eso había que llegar muy bien dosificados para no quemar las naves ya el viernes. Esa también fue otra clave del triunfo”. CAMBIO DE RUMBO “Nosotros sabíamos que llegábamos a Regatas (en la séptima fecha del TNA-1) porque los resultados no eran lo que esperaban los dirigentes, pero sabíamos también que el equipo fue muy bien conformado, con jugadores que sabían jugar al básquetbol y fundamentalmente muy inteligentes. Como se dice normalmente fue un golpe de timón de la dirigencia y nuestra función fue trabajar en el aspecto psicológico del grupo fundamentalmente. Silvio (Santander) me dio un trabajo de investigación a fondo del equipo, en todos los rubros y funciones, y de allí sacamos conclusiones que nos ayudaron a planificar nuestro trabajo”, comentó Pflegar a cerca de su llegada a Regatas Corrientes, en donde también fue asistente de Santander en la Liga Nacional 2004-2005 y de Carlos Bualó en la LNB 2005-2006. “El equipo se caracterizo por ser muy obediente en la faz táctica y estratégica en las ofensivas. Eran jugadores que leían muy bien el juego, jugaban al básquet. En defensa, en tanto, le dimos algunas reglas básicas de cómo queríamos jugar y así salimos a buscar nuestro gran objetivo”. LA GRAN ALEGRIA “La llegada del norteamericano Micah Brand, los aciertos en los recambios con Diego Checenelli y José González terminaron por darle la identidad al equipo. Ya estaba armado el grupo, con grandes jugadores, y el equipo ya sabía lo que tenía que hacer dentro de la cancha. Así llegaron los play offs y la gran serie que hicimos con Conarpesa de Puerto Madryn”, dijo Pfleger, actualmente presidente de la Asociación de Técnicos de básquetbol de Corrientes (ATEBACO). “El ascenso fue una gran alegría. Con Conarpesa jugamos nuestros mejores partidos y logramos el gran objetivo. El grupo, más allá del equipo, se lo merecía. Me acuerdo de Alejandro Coronel que, pese a su enfermedad, siempre estuvo con nosotros. El también logró el ascenso, espero que lo sienta así, porque su apoyo, su contención -fijate lo que digo, parece una contradicción, pero no lo es- y su confianza contagio a todos”, recordó Eduardo Pfleger (h) a dos años de la gran hazaña de Regatas Corrientes, para despedirse diciendo “me acuerdo de mi viejo –Eduardo Pfleger-, un santafesino que lucho tanto por el básquetbol de Corrientes y de Regatas. Se que él ese día estaba conmigo, celebrando el gran triunfo en su cancha, en su casa, que ojala siga siendo la mía”.