Con un planteo sumamente inteligente, Gimnasia llegó entero al cierre y en un desenlace ajustadísimo, Pablo Moldú, figura determinante, metió un doble en la última jugada para llevarse la victoria 94-92 y dejar igualada la serie, que ahora se trasladará a Comodoro. El actual campeón esta vez no abusó del tiro externo (10/18 triples, el 56% de eficacia) y tampoco cedió en la lucha por los rebotes (ganó: 29-27).

(Carlos Zeniquel (h) de la redacción de “época”) Gimnasia, de Comodoro, consiguió anoche una gran victoria sobre Regatas Corrientes por 94-92 e invirtió la ventaja de localía en la Reclasificación (octavos de final) de la Liga Nacional de basquetbol al dejar igualada la serie en un triunfo por bando. Un doble de Pablo Moldú, la figura excluyente del match (15 de sus 26 puntos los hizo en el período final), en la última acción, sirvió como broche de oro para un éxito que premió al campeón reinante por utilizar un planteo tan arriesgado como productivo. Así, Gimnasia podrá definir en su estadio Socios Fundadores esta llave, prevista al mejor de cinco partidos. Regatas, a su vez, está obligado a robar al menos un juego en el Sur del país si pretende acceder al eventual desempate que nuevamente se jugaría en el Estadio de los Sueños, que anoche lució como en sus mejores noches, con 3.800 personas. Ambos ofrecieron sus handicaps. Regatas no tuvo al panameño Dionisio Gómez, quien padecía un cuadro febril; en tanto que Gimnasia, a la conocida baja del pivote estadounidense Damon Thorhton, le sumó la ausencia del base Eloy Martín, con anginas. Pero sorprendió Fernando Duró, el DT visitante, en el arranque porque Gimnasia apenas mantuvo a Jones en su formación titular. Y dos lecturas se podían hacer de esta decisión: la más lógica, buscar preservar al máximo al plantel, dado que mañana ya deberá jugar la segunda semifinal (gana 1-0) de la Liga Sudamericana ante Libertad, en Sunchales; aunque también se podía suponer que Gimnasia iba a tratar de desgastar a Regatas con los suplentes y después entregarle la responsabilidad del cierre a los hombres de experiencia. Y con el resultado puesto ésta última parece la más valedera. Así sucedió, al cabo. Después de colocarse 5-4 al frente el visitante, Regatas coordinó mejor su ataque y obtuvo réditos: parcial de 10-0 propiciado por la dominante presencia de Román González (3/4 dobles y 4/5 libres en el primer cuarto) más las penetraciones de Diego García (seis). Pero Gimnasia mostró reacción tras un tiempo muerto y lastimó mediante el atrevimiento de Nicolás De los Santos (8 puntos) junto a las apariciones de Subiabre (seis), además de protegerse en una zona que mutaba a combinada –con persecución al tirador de turno– y frustraba a Regatas: 0/5 triples. Por eso cerró el segmento en ganancia (24-20). La rotación benefició a Gimnasia, que tomó oxígeno y consiguió un total de 17 de los 22 tantos en el segundo período con jugadores que llegaron desde la banca. Una mini racha de 7-2 le dio una máxima de nueve al conjunto patagónico (31-22). Recién allí Regatas fue más consistente en la marca y también consiguió sumar a través de sus relevos (11 entre Martínez e Ingratta), mientras que Román seguía dañando adentro y García con su agilidad. De todas maneras, el dueño de casa sólo pudo tomar una pequeña distancia (50-46) gracias a un triple del propio González sobre el filo del reloj. Pero Gimnasia lejos estaba de rendirse. Se mantuvo expectante en el tercer chico por su defensa en zona y por su vivacidad en ataque al capitalizar los espacios que ofrecía Regatas por los doblajes que quedaban inutilizados ante las descargas. Lo único positivo para el local radicó en que mejoró su puntería externa (3/5 triples), factor que le permitió llegar con ventaja al último cuarto. No obstante, tal cual sucedió en Comodoro el pasado 16 de febrero, por la etapa regular (triunfo de Gimnasia 83-78), en ese pasaje desparramó su categoría Pablo Moldú, el jugador más desequilibrante de la visita que en 15.50 minutos en cancha hizo 8/10 dobles, 1/1 triple y 8/10 libres, más 4 asistencias, dos recuperos, un rebote y apenas una pérdida. ¡Brillante! El desenlace fue para el infarto. Igualados en 89 a 45”7 y con la posesión de Regatas; Román, tras la falta, sólo metió 1/2 libre y en la réplica Masieri fue liberado en el perímetro y no perdonó: 92-90 Gimnasia. Roberto López tampoco pudo capitalizar su ida a la línea de faltas (1/2) y, como un guiño “celestial”, Cocha entregó el último avance a Regatas por demorar la reposición. Quedaban 16”6 en el reloj y Regatas perdía solamente 91-92. Pero enseguida García, que recibió infracción, apenas pudo empatar (también 1/2 libre). Entonces el cierre quedó para Gimnasia, mejor dicho para Moldú, quien con su indescifrable dribbling entró a zona 2 y no perdonó, enmudeciendo a todos los presentes y dejando comprometida la situación de Regatas.