A principios de la década del ´70 Corrientes tuvo la suerte de tenerlo en su tierra donde enseñó la práctica del básquetbol (fue el técnico que dirigió a los juveniles correntinos campeones en Jujuy) y además, se encargó de difundir una idea. En realidad tuvo la sabiduría de mirar otras competencias y adaptarla a la realidad nacional, tan sencillo pero difícil a la vez.

Fue, sin dudas, un avanzado de su época por lo cual, como sucede habitualmente, tuvo que combatir contra las obsoletas estructuras formadas. Cada vez que tenía la oportunidad, en la cancha, en el vestuario, en el café o en la propia calle, machacaba con su intención de cambiar la forma de juego. Hablaba de una competencia federal, de Liga Nacional, y los dirigentes de entonces se lo querían comer vivo. “Los dirigentes parecen que no aprenden más, deben ir todos al jardín de infantes” decía sin cansancio. Pero ojo, siempre fue realista y directo, sin vueltas. Quiso un básquet pero no para todos. “La Liga es para los que pueden y no para los que quieren jugarla”, no tenía empacho en afirmarlo. SUEÑOS DE VISIONARIO Cuando se implementó su gran desafío: la Liga Nacional, hace 22 años, seguramente también soñó con ver a Corrientes en la máxima categoría. Su sueño, en la temporada 2004-2005, se hizo realidad. Para ser más precisos un 8 de mayo de 2004. Pero lo que León David Najnudel, de él se trata, nunca habrá imaginado es que, en sólo dos temporadas de competencia, la plaza se consolido y creció al punto hoy se está peleando, palmo a palmo, un lugar en las semifinales en la Liga de los campeones olímpicos. Aunque lo deportivo, a la luz de los hechos, pasa a un segundo plano, más si hablamos que la dirigencia del Parque Mitre, en una encuesta realizada por de Olé entre periodistas especializados de todo el país – fue elegida como la mejor de la competencia, y Corrientes, por segundo año consecutivo, fue la plaza más taquillera de la Liga, confirmando y reafirmando que el mejor “sexto hombre del país” se encuentra en la provincia. EL DUENDE DE LEON Por eso, el viernes por la noche después del triunfo ante Libertad de Sunchales, el duende de León seguramente bajó al Parque Mitre, con una inmensa sonrisa, para aplaudir como un correntino más junto a 4.400 espectadores que hicieron vibrar y estremecer al equipo que una vez en el vestuario volvió a salir al rectángulo de juego para sumarse a la fiesta y experimentar una comunión que difícilmente pueda ser narrada por un mortal. Por eso, sin dudas, el viernes21 de abril en Corrientes León David Najnudel se hizo presente ¿Y cómo iba a faltar?, si después de la concreción de su bendita Liga, otro de sus sueños, el de un visionario, se hizo realidad. Por eso estuvo toda la noche en el Parque Mitre y festejo, porque se dio cuenta que en Corrientes ya no está solo en la luchar por un básquetbol mejor. Dirigentes,gobernantes, auspiciantes, periodistas, el mejor “sexto hombre” de la competencia y un equipo con un temperamento tremendo hicieron, hacen y seguramente harán que este momento sublime no sea desaprovechado, como lo hubiese soñado él a principios de la década de los ’70, en el estadio del Club de Regatas Corrientes, para dar el salto inicial de una competencia local. SU ENSEÑANZA TOMA VIDA El 22 de abril, hizo 8 años, que León David Najnudel pasó a la inmortalidad. Durante toda su vida luchó sin claudicaciones, como contra su enfermedad (leucemia), por el crecimiento del básquet en la Argentina, hasta llegar a la concreción de la Liga Nacional. Hoy lo recordamos porque estamos empapados de básquetbol, el deporte que tanto amo. Hoy lo recordamos porque estamos transpirando Liga Nacional, su creación. Hoy lo recordamos porque sus charlas, sus ideas y principios perduraran en el tiempo y porque en Corrientes sus enseñanzas dieron sus frutos con un Regatas Corrientes que quiere y va por más, más allá de los resultados deportivos… ¡Gracias León por tu aplauso!… Gracias Maestro…