Seguinos

Nacionales

Gracias por permitirnos recuperar la Democracia

HASTA SIEMPRE

Publicado

el

Había nacido el 12 de marzo de 1926 en Chascomús, provincia de Buenos Aires, hijo de Ana María Foulkes y de Serafín Raúl, un comerciante minorista; su educación secundaria la hizo en el Liceo Militar General San Martín, y sus estudios superiores los cursó en la Universidad Nacional de la Plata, donde se recibió de abogado en 1950.


SU BIOGRAFÍA Y TRAYECTORIA POLÍTICA Agencia Nova reprodujo la última nota que publicó sobre el líder radical el 24 de marzo y que tiene que ver con los derechos humanos y el enorme aporte que realizó el gobierno del “83-”89 en la materia. Al cumplirse el último 24 de marzo el 33º aniversario del golpe de Estado de 1976 y con la perspectiva que permitió evaluar todas las caras de las monedas durante esta etapa, una evaluación de su gestión nos permite concluir que Raúl Alfonsín fue sin duda el político más destacado en 25 años de una democracia que aún está en pañales, lejos de terminar de confirmar su estado de madurez. El líder radical fue protagonista central, el que puso la piedra basal de la recuperación de la democracia tras haber padecido, los argentinos, la etapa de la dictadura militar a la que nunca dudamos en calificar y considerar como “la noche más larga y trágica de nuestra historia”. Con Alfonsín el país despertó de la pesadilla en la que estuvimos inmersos entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983, fecha en la que asumió la presidencia tras haber ganado los comicios del 30 de octubre de aquel año en que quienes votamos por primera vez corrimos a las urnas para hacer posible que aflorara la primavera democrática del “83. Las secuelas de aquella dictadura fueron 30 mil desaparecidos y 500 bebés que fueron quitados a sus padres para cederlos en adopciones ilegales a secuestradores y amigos de represores. Las Abuelas de Plaza de Mayo lograron recuperar la identidad de 97 nietos, cuyo caso más reciente fue el de Bárbara Ricchutti, de 32 años, hermana de Juliana Pérez Requia, secretaria privada de Estela de Carlotto. El caso fue dado a conocer a los medios el 13 de febrero último. Le cupo al ex mandatario por el radicalismo la difícil tarea de hacerse cargo de un país económicamente derrumbado, con sus arcas vacías y una deuda externa que en 1976 era de 5500 millones de dólares y trepó en 1983 a 43.000 millones de dólares; además, el país arrastraba como saldo, que entre 1975 y 1983 la participación de los trabajadores en el PBI había descendido del 50 al 30 por ciento; la brecha entre pobres y ricos aumentó de 1 a 12 hasta 1 a 25; y, en este período, se exacerbaron las violaciones de los derechos de propiedad de las grandes mayorías, que se habían vuelto masivas a partir del “rodrigazo” de 1975. Desde esta perspectiva, resulta por demás obvia la conclusión de que las políticas del “Proceso” fueron una continuación de las implantadas bajo el gobierno democrático anterior. Cuando Raúl Alfonsín asume la presidencia aquel 10 de diciembre, al durísimo panorama económico que implicaba la deuda externa superior a los citados 43.000 millones de dólares había que anclarlo en un país que había sido arrasado y atravesado por la ambición, el odio y la violencia elevada a la máxima expresión cuando la población quedó presa del terrorismo de Estado. Cuando el año pasado se efectuó en todos los medios una profusa revisión de los 25 años de Democracia que se cumplieron el 30 de octubre cuando con Raúl Alfonsín se recuperó la posibilidad de elegir a nuestros gobernantes por la vía de las urnas se pudo concluir en que con el ex mandatario radical se cometió el grave error de haberlo juzgado débil e incapaz de llegar a fondo con sus políticas de derechos humanos y con el juzgamiento de la totalidad de los militares que cometieron delitos de lesa humanidad y genocidio. El error fue que no se haya querido comprender que de Alfonsín hacia atrás en la historia argentina los procesos democráticos no duraban más de tres años más allá de que existió la etapa que transcurrió entre Arturo Frondizi (1958/1963) y Arturo Illia (1963-1966) que bien podría soslayarse por haber estado salpicada de proscripciones y acechada por la sombra de la presión de los cuarteles que minaron cualquier pretensión de búsqueda de aires de libertad e igualdad hasta el “83. Pero nunca podrá borrarse de la memoria colectiva esa sensación de mandatario honesto y eficaz que siempre se tuvo de Illia. Pero retomando el tema que proponemos, no hay dudas de que los argentinos somos incorregibles. Concebimos las derrotas y las victorias políticas bajo el concepto de lo lúdico. A partir de la entrega anticipada de la presidencia de Alfonsín a Carlos Saúl Menem, aquel 9 de julio de 1989, todos comenzamos a opinar como lo hacemos cuando se produce un fracaso deportivo. Si hasta el voto de Julio Cobos en la madrugada del 17 de julio del año pasado contra la resolución 125 de retenciones al campo fue festejada en el Monumento a los Españoles como un triunfo de la final de un mundial de fútbol, con escarapelas y entonación del Himno y todo. Entonces, en tiempos de aquel traspaso del mando presidencial Alfonsín era mala palabra, sinónimo de fracaso, y para que se habilitara esa letal descalificación del ex mandatario contribuyeron 13 paros generales asestados por Saúl Ubaldini; los partidos de izquierda, la mayoría de las entidades de derechos humanos y una clase media que siempre flota como un corcho o las aguas vivas a la deriva para subirse a cualquier oleada que tranquilice sus bolsillos e ingresos: Es que nunca le perdonaron al ex mandatario haber impulsado las leyes del perdón (Punto Final y Obediencia Debida). Las entidades de derechos humanos, sin proponérselo, con sus presiones contra las decisiones del gobierno al respecto, contribuyeron –y mucho- a fogonear el clima de caos de fines del “88 y comienzos del “89 que aceleraron la caída del gobierno. Fueron funcionales, también, a las presiones de los fogoneros de las políticas neoliberales que sacudían los mercados desde los Estados Unidos de Ronald Reagan y a lo que sucedería con las distintas estrategias desestabilizadoras. Porque hubo en la parte final de la gestión de Raúl Alfonsín un golpe de Estado económico que provocó una furibunda hiperinflación y que fue generado fronteras adentro de la Argentina por los factores de poder que tuvieron anclaje en un peronismo que en rol de opositor es factor desestabilizador por antonomasia En aquella impresionante rechifla de la Exposición Rural del “88 en tiempos en los que se aplicaron retenciones al campo (cualquier parecido con la realidad actual ¿será pura coincidencia?); y en la presión de los medios (Clarín, por ejemplo) a los que el ex jefe de Estado no les cedió leyes monopólicas que el gobierno menemista iba a ceder más adelante por la vía del secretario de medios Raúl Burzaco. Así, se habilitó la modificación del artículo 45 que permitió a los dueños de diarios adquirir medios audiovisuales. Fue en 1993 y la moneda de cambio fue la reelección de Menem en 1995. Los dueños del diario Clarín pedían más con esa modificación que les permitió transformarse en un multimedio: También lograron la transnacionalización de los medios, que constituía y constituye una situación grave porque las dos cosas no están permitidas en ningún lugar del mundo. Las tapas de ese diario a fines del “88 y principios del “89 eran una “virtual” incitación al saqueo, faltaba que escribieran que con la hiperinflación “a la gente no le queda otra alternativa que saquear almacenes y supermercados”. LOS DERECHOS HUMANOS Raúl Alfonsín eligió asumir el 10 de diciembre de 1983 porque ese día, pero de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. En campaña recitó el Preámbulo de la Constitución Nacional cuyos objetivos salientes fueron emitidos en distintos spots publicitarios para remarcar “el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”. La elección de la fecha de asunción y el recitado del Preámbulo fueron la señal de lo que haría Alfonsín como Presidente: Impulsar una profunda revisión de todo lo actuado por los militares durante el Proceso de Reorganización Nacional. Para ello, a sólo cinco días de asumir la primera magistratura decidió crear la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) cuyo titular, el escritor Ernesto Sábato, luego de 280 días de sacrificada labor junto a las personalidades notables que la integraron, entregó el jueves 20 de Septiembre de 1984, lo que está considerado como el monumento jurídico de las 50 mil páginas más importantes de la historia de los Derechos Humanos. Y terminó por consagrar el “Nunca Más”. Pero antes de anunciar la creación de la CONADEP el flamante gobierno democrático del “83 tuvo que derogar la ley 22.924 “de Pacificación Nacional” o “de Autoamnistía” que habían sancionado los militares y que tenía como objetivo evitar que se juzgara y castigara su accionar durante los años que las juntas gobernaron el país. Esa norma otorgaba inmunidad a todos los miembros de las Fuerzas Armadas por crímenes cometidos entre el 25 de mayo de 1973 y el 17 de junio de 1982. Al mismo tiempo, un decreto (N° 2726/83) establecía la destrucción de los documentos referidos a la represión militar. Además, se sancionó la Ley de Reforma del Código Militar, que hasta ese momento establecía que los delitos cometidos por el personal militar entre 1976 y 1983 debían ser juzgados por la justicia militar; y que tenía como objetivo que las Fuerzas Armadas condenaran a sus propios miembros y se incorporaran, de esta forma, al proceso democrático. Por este motivo, como los militares se enjuiciaban por sus propias leyes, nunca se llegaba a sentencia o se los declaraban inocentes; y como los militares no tenían apelación fuera del contexto militar, tenían inmunidad absoluta. E inmediatamente, Raúl Alfonsín firmó los Decretos 158/83 y 159/83 por los que se ordenó el arresto y la investigación judicial de los miembros de las tres primeras Juntas Militares que gobernaron el país entre 1976 y 1983 (entre ellos, Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Roberto Eduardo Viola y Leopoldo Fortunato Galtieri), y de los líderes de los grupos armados que actuaron en la década del 70. Cuando el gobierno de la primavera democrática resolvió juzgar a los integrantes de las juntas militares, los oficiales de la amplia cadena de mandos que se habían desempeñado en los tiempos de la dictadura permanecían al mando de distintas unidades distribuidas en todo el país. Es decir que estaban en ejercicio pleno de sus funciones. Por ello Alfonsín recibió tantas presiones que desembocaron, entre tantas consecuencias que dinamitaron su gestión “por haber tenido la osadía de enjuiciar a las juntas” (…), en la rebelión de los “carapintadas” de Semana Santa de 1987. Con toda la valoración que debe otorgársele a la actual gestión Kirchner en materia de derechos humanos no se puede soslayar que, a diferencia de los años “80, hoy los militares que son convocados a los distintos banquillos de acusados en el marco de los Juicios por la Verdad que se sustancian en todo el territorio nacional tienen un promedio de 80 años, están alejados del poder y hasta se los suele ver en hospitales. Pero para hacer posible aquel juzgamiento que comenzó el 22 de abril de 1985, a los oficiales que acompañaron las gestiones de Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Roberto Eduardo Viola y Leopoldo Fortunato Galtieri había que ir a buscarlos a los cuarteles. Fue un juicio único en el mundo. No existieron antecedentes. Hay quienes lo compararon con el de Nüremberg, pero el juicio a las juntas fue más justo porque en Nüremberg los jueces eran de las potencias que habían ganado la guerra. Además, en la región sudamericana los líderes democráticos, para que se habilitaran caminos a las urnas, virtualmente debieron cogobernar con los cuarteles o sellar un pacto de no agresión. Si al dictador chileno Augusto Pinochet el juez español Baltasar Garzón lo pudo detener por acción de Scotland Yard en Londres en 1998 para promover un intento finalmente fallido de juzgarlo acusado de los delitos de genocidio, terrorismo y torturas. Durante su dictadura en Chile, entre 1973 y 1990, fueron asesinadas 3.000 personas y 28.000 fueron torturadas pero falleció a los 91 años edad en el Hospital Militar de Santiago de Chile en diciembre de 2006 sin haber sido juzgado. Y tal vez la sentencia más ajustada a la realidad la remarcó el ex fiscal a cargo del Juicio contra la Junta Militar, Julio César Strassera al asegurar que “sin ese juicio, no hubiera sido posible la democracia en el país”; que “fue una decisión política única en el mundo y en la historia del país”. Y que “fue una decisión política única y moral, es lo que aseguró que la democracia haya quedado para siempre; porque desde los años `30 nos prestaban el gobierno por un tiempo, ahora, gracias a ese juicio, la democracia llegó para quedarse”. Es que aún resuenan en los oídos del ex presidente Alfonsín y de Strassera aquel torpe pedido de perdón que efectuó Néstor Kirchner “de parte del Estado nacional por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia tantas atrocidades” cuando siendo Presidente el hoy titular del PJ formalizó la creación del Museo de la Memoria en la ex sede de la ESMA, el 24 de marzo del 2004. Torpe e innecesario agravio de un mandatario que en tiempos de una valiosa búsqueda de la reconciliación pero solo por medio de la justicia, la memoria y la verdad, sufrió, paradójicamente, fallas en su memoria. El desmemoriado Néstor Kirchner tenía, tal vez, el deber de haber considerado que las únicas que tendrían derecho a cuestionar la labor del ex presidente radical son las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que desde aquella primera ronda de 1977 alrededor de la Pirámide que encabezó Azucena Villaflor fueron construyendo las bases para la memoria que quedó definitivamente instaurada con el “Nunca Más”, fruto de sus testimonios recopilados por la CONADEP del “83 y “84. Además, el ex presidente santacruceño debió reparar en que también carga con la pesada herencia que significó para el Partido Justicialista el indulto (Decreto 1002/89) que firmó Carlos Saúl Menem el 7 de octubre de 1989 y que benefició a 220 militares y 70 civiles. Raúl Alfonsín descansaba para las fiestas de fin de año en 2007 en su casa natal de Chascomús en una cama de una plaza. El 27 de diciembre, acostumbrado a dormir en una cama mucho más grande en su departamento de la porteña avenida Santa Fe se dio vuelta y cayó al piso de espaldas y de forma abrupta. Como producto de la caída comenzó a sentir un dolor que se fue agudizando con el correr de los días. Las secuelas de ese golpe originaron un chequeo médico que de forma imprevista permitió descubrir un tumor que obligó a su traslado a los Estados Unidos a comienzos del año pasado. La salud del ex presidente se fue agravando día a día. Pero resiste por su fortaleza gallega y hasta cada tanto sale al ruedo político con pronunciamientos como el de la semana pasada cuando, a través de sus voceros, hizo conocer su desacuerdo con el proyecto de adelantamiento de los comicios. La última actividad a la que con singular esfuerzo pudo asistir fue el homenaje que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner le efectuó en nombre de todos los argentinos en el Salón de los Bustos cuando se cumplieron 25 años del triunfo de 1983. En ese Salón se inauguró su busto al lado de los de la totalidad de mandatarios que presidieron los destinos del país en toda su historia. Fue cuando el caudillo radical afirmó que “de todos los honores y privilegios que me dio la vida jamás hubiera imaginado acceder a presenciar un monumento de mi persona”. No alcanzó, ese valioso gesto de la mandataria para borrar aquella torpeza y omisión con aquella agresión verbal que le profirió su esposo aquel 24 de marzo del 2004. LA ILUSTRACIÓN DE QUINO El 17 de abril de 1987, después del fallido golpe de estado contra el gobierno de Alfonsín, Quino (Joaquín Salvador Lavado) dibujó a Mafalda diciendo: “¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!”. Luego, el 31 de octubre de 1988, Quino rubricó una dedicatoria en un ejemplar de “Mafalda inédita” que obsequió al Presidente Alfonsín. Se trataba del famoso dibujo publicado al día siguiente del golpe de junio de 1966 (cuando los militares derrocaron a Arturo Illia) que incluía en ese libro. “A Raúl Alfonsín, con gratitud y afecto”, firmó Quino debajo de esa ilustración cuya frase de presentación rezaba: ¡¡Al único Presidente capaz de demostrarnos que todo eso que nos enseñan en la escuela puede ser verdad!! Nosotros agregamos hoy que nunca fue citado por la Justicia por casos de corrupción. Y que junto a Hipólito Yrigoyen y Arturo Illia transcurre sus últimos años de vida con el mismo patrimonio que cuando asumió como Presidente. Esa Mafalda es la ilustración de esta nota en la que sólo nos detuvimos a abordar una parte del rico historial que dejó la etapa democrática que transcurrió entre 1983 y 1989. Vino a cuento reflejar un punto de vista respecto de aquella etapa, sobre todo hoy cuando tantos funcionarios creen que los Juicios por la Verdad nacieron de un repollo. (www.agencianova.com)

Seguir leyendo
Publicidad
Clic para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Nacionales

Cristina firmó acuerdos con China por US$ 18.000 millones

MÁS ENDEUDAMIENTO

Publicado

el

El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.


(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.

 

De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.

 

Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.

 

En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

 

A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.

 

Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.

 

Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.

 

La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app
Seguir leyendo

Nacionales

Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal

CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON

Publicado

el

La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.


(www.perfil.comSegún reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.

 

La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.

 

Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.

 

Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app
Seguir leyendo

Nacionales

A 20 años del atentado a la AMIA. Duros discursos contra Timerman y D´Elía

AÚN IMPUNE

Publicado

el

Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.


(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.

 

También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.

 

“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.

 

“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

 

Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre.  Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.

 

“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.

 

Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.

 

Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

 

Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.

 

El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.

 

Publicidad
Invitanos un café en cafecito.app

Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.

 

Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.

Seguir leyendo
Publicidad

Más vistos