Opinión
“Hacer Patria hoy es defender los Recursos Naturales”
ECOLOGISTAS (*)
Integrantes de la Campaña Salvemos al Iberá dieron su punto de vista con respecto a la conflictividad ambiental existente en la provincia y reflexionaron sobre las asignaturas pendientes en este Bicentenario.
Corrientes vive una época de cambios importantes en materia ambiental. Como todo cambio, estos generan opiniones encontradas, posiciones divergentes, a favor y en contra, así como pasiones irracionales que sólo conducen a la violencia. En ese sentido apostamos a que, más allá de las posturas, antagónicas o no, se hable desde la argumentación lógica y bien intencionada y nunca desde la difamación simplista. Nos preocupa seguir aguardando esta madurez discursiva por parte de algunos funcionarios. Al debatir el futuro de sus recursos naturales, Corrientes debate en buena medida, su futuro. Pero esta situación se da fragmentada entre proyectos que parecen disímiles y que, en realidad, son parte de un todo resumido en tres palabras: Política de Gobierno. Hay una política de gobierno, que se auto denomina “productivista”, incorporando por extensión toda una serie de valores positivos que se vinculan a la producción, tales como trabajo, desarrollo, bienestar, crecimiento. Pero cuando se revisan las medidas y actitudes del gobierno para aplicar esta política “productivista”, surgen puntos dudosos que, al ser mencionados por técnicos, legisladores provinciales y nacionales, ambientalistas y ciudadanos en general, reciben como respuesta el descrédito de sus opiniones por motivos variados y siempre útiles a los fines de soslayar una discusión seria y de base. No es novedad que del Gobernador hacia abajo, muchos han sido los funcionarios que declararon sus intenciones de instalar pasteras en Corrientes. Las 450 mil hectáreas de plantaciones forestales no fueron pensadas para no ser procesadas. En todo momento se insiste en que se realizarán los Estudios de Impacto Ambiental pertinentes. Hacer lo dicta la Ley debería ser una obviedad, tanto como lamentablemente también lo es su constante incumplimiento. Estos estudios se obviaron en la gran mayoría de las arroceras que existen en el Iberá y allí están consumiendo millones de litros de agua de las lagunas del Iberá en cada temporada. Tampoco fueron realizados en el Terraplén en Yahaveré que, más allá de la sentencia de demolición firme dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Corrientes, sigue impoluto en sus 24 kilómetros destruyendo el Iberá y la vida de los pobladores del Paraje. Siendo el Iberá la máxima joya natural de la provincia y una de las más importantes de la Argentina, que ocurran este tipo de situaciones es un golpe duro a la credibilidad de futuros y mejores controles ambientales para una industria altamente contaminante como son las pasteras. La Ley de Bosques es otro ejemplo de lo que implica esta política pseudo productivista. Recientemente, el Ministro de Producción Jorge Vara declaró que, “pareciera que se quiere frenar la Ley de Bosques para frenar un solo proyecto arrocero”, en clara alusión a la mega represa Ayuí impulsada por la empresa multinacional ADECO y la nacional COPRA. La Ley de Bosques es una ley muy avanzada en materia ambiental, que exige a las provincias la realización de un Ordenamiento Territorial, presentado por ley provincial, que preserve de los desmontes a los Bosques Nativos y fundamentales para garantizar la continuidad del ecosistema en el que se encuentran, protegiendo cuencas y permitiendo realizar un aprovechamiento sustentable de los recursos. Contrariamente a su espíritu y tras el desestimado decreto presentado por el gobierno anterior, la provincia presentó por Ley un Ordenamiento Territorial en el cual la gran mayoría de los bosques remanentes podían ser desmontados. Ante la velocidad con la que el proyecto fue aprobado en el Senado, los diputados se propusieron estudiar a fondo los alcances de la ley y dar voz a las distintas posturas más allá de las constantes presiones empresariales y del Poder Ejecutivo por sancionar la ley con urgencia. Por lo tanto, en sintonía con el pensamiento del Ministro Vara pero con los hechos como fundamento nos preguntamos, ¿acaso no se quiere aprobar una Ley pro desmontes con el fin de que un solo proyecto, el que más importa, sea aprobado? ¿Será el sacrificio de todos los bosques del espinal correntino el costo a pagar por la satisfacción del deseo de dos empresas de represar todo un río para su propio beneficio? El progreso, el desarrollo, el trabajo pleno y el bienestar común son derechos innegables del pueblo Correntino; lo que no parece correcto es que, para alcanzar este fin, sea necesaria la implementación de las políticas de desregulación ambiental propuestas por el gobierno de la provincia. ¿Acaso se puede prometer y esperar que se controle a futuro lo que hoy no se controla? Todo indicio de credibilidad queda perdido ante la falta de cumplimiento de las leyes ambientales y sentencias judiciales impuestas que demuestran claramente a todos los correntinos, cuál es la política del gobierno. Desde la Campaña Salvemos al Iberá, asumimos el compromiso mínimo de dar un primer paso en la defensa de un territorio que, legalmente, ya está protegido, dado que el Iberá no sólo es un área protegida para la biodiversidad, sino que es también la tierra natal de pobladores originarios que sufren el avasallamiento de sus derechos por las supuestas empresas del desarrollo. Es también una oportunidad única de un desarrollo alternativo, el ecoturismo, que genera ingreso de capitales externos y una gran diversidad de empleos para brindar servicios al visitante. Un ejemplo incontrastable de los beneficios repartidos de este verdadero desarrollo es Colonia Pellegrini, una de las pocas localidades que vive en un 80% de la oferta de servicios y la única en la cual están retornando pobladores nativos que habían emigrado buscando alternativas económicas. A 200 años de la fundación de nuestro país, celebramos estar emancipados de toda potencia extranjera y vivir en un sistema democrático en el cual podemos, entre otros derechos, elegir a nuestros gobernantes. Pero en un contexto global muy diferente al de hace 200 años, la capacidad de decidir sobre la utilización de nuestros recursos naturales cobra la misma importancia que la independencia política que lograron nuestros libertadores. Esto, por la sencilla razón de que sin recursos saludables, no podremos lograr los anhelos mínimos de bienestar conjunto para el futuro inmediato ni para las generaciones venideras. El planeta se encuentra frente a la mayor crisis ambiental de su historia. El cambio climático es un hecho innegable. Una gran crisis económica golpea principalmente a los países industrializados, íntimamente ligada al tipo de industralización y al sobredesarrollo que han alcanzado. En este contexto, Argentina cuenta con una oportunidad histórica por los valiosos recursos naturales con los que cuenta. Pero por otro lado, se encuentra amenazada por la codicia de las empresas multinacionales que pretenden esos recursos para su explotación y la urgente generación de divisas a bajo costo de inversión, que ponen en riesgo nuestro suelo para aportar dinero a las economías de los países centrales en emergencia. En conclusión, Corrientes está hoy en el centro de la escena de las discusiones globales. Empresas que mucho prometen, pero también mucho ambicionan sin importar las consecuencias. Ante ello dos gestos simples podrían llevar tranquilidad a la población; respetar el marco legal vigente y abrir la discusión profunda sobre el tipo de desarrollo que Corrientes y los correntinos quieren y necesitan. Hoy, como hace 200 años, el pueblo quiere saber de qué se trata. (*) Recibido por Corrientes al Día de Emilio Spataro, Coordinador de la Campaña Salvemos al Iberá. Email: salvemosalibera@gmail.com; www.salvemosalibera.org.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.