Rural
Haciendo florecer el desierto
ISRAEL
La agricultura en Israel es el resultado de una larga lucha contra difíciles y adversas condiciones, y de haber aprovechado al máximo la escasez de recursos hídricos y tierra cultivable.
(http://unidosxisrael.org) Su éxito radica en la determinación y el ingenio de los agricultores y científicos que se han dedicado a desarrollar una agricultura floreciente en un país en el que más de la mitad de su superficie es un desierto, demostrando así que el valor real del suelo depende en gran medida de la manera en que es utilizado.
La agricultura cumple un papel importante en la economía de Israel, representando actualmente casi un 2,5 por ciento del PNB y el 3,6 por ciento de las exportaciones. La proporción de trabajadores agrícolas dentro de la fuerza laboral es de aproximadamente 3,7 por ciento.
Israel produce el 95% de sus necesidades alimenticias, suplidas por la importación de granos, semillas oleaginosas, carne, café cacao y azúcar, que son financiadas con creces por la exportación de una amplia gama de productos agrícolas.
APROVECHANDO AL MÁXIMO RECURSOS LIMITADOS
El desarrollo agrícola de Israel ha enfrentado siempre la escasez de tierra cultivable y agua. Más de la mitad de la superficie del país es semiárida y gran parte del resto se había convertido en baldío luego de siglos de deforestación, erosión y abandono. Cuando los judíos comenzaron a establecerse nuevamente en su patria histórica, a fines del siglo XIX, sus primeros esfuerzos fueron dirigidos a redimir la tierra.
Los terrenos rocosos fueron despejados y se construyeron terrazas en las regiones montañosas; se drenaron los pantanos y se inició un proceso de reforestación sistemática; la erosión del suelo de loess de la planicie costera y del sur fue contrarrestada y se lavó la tierra salobre para reducir la salinidad del suelo.
Desde que Israel obtuvo su independencia (1948), el área cultivada total aumentó de 165.000 hectáreas a alrededor de 435.000 hectáreas, y el número de comunidades agrícolas creció de 400 a 725. Durante el mismo período, la producción agrícola fue incrementada 16 veces, más que el triple del crecimiento de la población.
El agua escasea constantemente. La temporada de lluvias dura sólo de noviembre a abril, con una distribución desigual de la precipitación pluvial anual, que oscila entre 700 mm en el norte y menos de 50 mm en el sur.
Los recursos hídricos renovables llegan a 1.600 millones de metros cúbicos al año, de los cuales alrededor del 75 por ciento es usado en la agricultura.
Para superar los desequilibrios regionales de disponibilidad de agua, la mayoría de las fuentes de agua dulce del país han sido unidas en un Acueducto Nacional, una red integrada de estaciones de bombeo, cisternas, canales y tuberías que transportan el agua desde el norte, donde se encuentran la mayoría de las fuentes, a las áreas agrícolas del semiárido sur. Como resultado de esto, la cantidad de tierras regadas ha aumentado de 30.000 hectáreas en 1948 a cerca de 186.000 hectáreas hoy en día.
Para reducir el consumo de agua en la agricultura, se utilizan avanzadas técnicas que dirigen el flujo de agua directamente a la raíz de la planta, sistemas computarizados de riego e invernaderos. Además, se implementan programas para aumentar el potencial hídrico del país, especialmente en el campo de la siembra de nubes, la desalación del agua salobre y el reciclaje de las aguas servidas.
La búsqueda de fuentes adicionales de agua ha llevado recientemente a la explotación de la enorme reserva de aguas subterráneas salobres en el desierto del Néguev, que han demostrado ser aptas para cierto tipo de cultivos.
La supervisión del suministro de agua del país incluye la fijación de cuotas de consumo de agua y precios y la promoción de proyectos para optimar el abastecimiento. Recientemente fue introducido un programa de diez años que propone la reducción de la utilización de agua mejorada para la agricultura; la ampliación del uso de agua salobre purificada en ramos agrícolas específicos; la reducción de cultivos de gran consumo de agua que no obtienen altos rendimientos; el almacenamiento de agua de inundaciones; el desarrollo de técnicas de invernadero; y la desalación de agua de mar en gran escala.
EL ENFOQUE COOPERATIVO
La mayor parte de la agricultura de Israel está organizada en principios cooperativos que surgieron en el país durante las primeras décadas del siglo XX. Motivados tanto por la ideología como por las circunstancias, los pioneros establecieron dos formas singulares de asentamiento agrícola: el kibutz, una comunidad colectiva en la que los medios de producción son propiedad común y el trabajo de cada miembro beneficia a todos y el moshav, un poblado agrícola en que cada familia mantiene su economía doméstica propia y trabaja su propia parcela, mientras que las adquisiciones y el mercadeo se llevan a cabo en forma cooperativa.
Ambas formas fueron el medio para cumplir el sueño de los pioneros de las comunidades rurales que se basaban en la igualdad social, la cooperación y la ayuda mutua. Su producción representa hoy en día cerca del 76 por ciento de la producción agrícola del país, así como muchos alimentos procesados, tanto para el mercado interno como para la exportación.
DE ABOCADOS (PALTAS) A ZANAHORIAS
Las variadas condiciones climáticas, topográficas y de terreno de Israel le han permitido cultivar una amplia gama de productos agrícolas. Las cosechas de campo incluyen trigo, sorgo y maíz, mientras que el sector de frutas y verduras ofrece, entre otros, jugosos cítricos, cremosos aguacates (paltas), sabrosos kiwis, aromáticas guayabas y suculentos mangos de los huertos de la planicie costera; firmes y sabrosos tomates, pepinos, pimentones y calabacines, así como deliciosos melones, cultivados durante los moderados inviernos de los valles; dulces bananas y dátiles, cosechados en las áreas subtropicales; y crujientes manzanas, exquisitas peras y ciruelas, que maduran bajo el fresco aire de las montañas del norte.
El cultivo de viñedos, que comenzara como una empresa comercial a comienzos del siglo, se ha expandido para incluir variedades especiales para la producción de una amplia gama de vinos tintos y blancos que han ganado muchos premios.
DE ANÉMONAS A ZINNIAS
El sector floricultor produce una gran variedad de flores de alta calidad, así como un surtido de plantas aclimatadas al interior del hogar. Aunque las anémonas azules, rojas y violáceas florecen en invierno, y la primavera se anuncia con los narcisos, los iris y los guisantes de olor, las flores son cultivadas comercialmente a lo largo del año, muchas de ellas en invernaderos equipados con tecnologías computadorizadas.
Nuevas variedades de vívidos colores y mayor resistencia, desarrolladas por medio de intensivas investigaciones, aumentan constantemente el ramo floral del país.
Aunque el cultivo de flores está destinado principalmente a la exportación, innumerables vendedores y tiendas en todo el país ofrecen flores, desde rosas, claveles y crisantemos hasta especies exóticas, desde las delicadas violetas africanas hasta las fragantes gardenias, para el público amante de las flores en Israel.
Rural
Pobreza intelectual en la sanción de la modificación de la ley de Manejo del Fuego
COMUNICADO DE CARBAP
La reciente sanción en el Senado Nacional de las modificaciones a la Ley de Manejo del Fuego 26.816, las cuales prohíben por el término de treinta (30) años desde la extinción del fuego cualquier actividad agropecuaria que sea distinta al uso y destino que la superficie tuviera previo al momento del incendio, independientemente si el incendio fuera provocado o accidental, claramente atenta contra el productor agropecuario y su seguridad jurídica.
Esta nueva prohibición, además, se aplica a las superficies con bosques implantados o nativos, sumando nuevas restricciones a las ya existentes en la ley de bosques por hasta sesenta (60) años.
Es de destacar que estas restricciones afectan profundamente el derecho de propiedad, además de ser aplicadas incluso a aquellos individuos que no son culpables de estos incendios en el caso de situaciones naturales, provocados por terceros o accidentales, tan comunes en el sur de nuestras provincias de Bs As y La Pampa en campos lindantes a vías del ferrocarril en tiempos de seca. Se trata de una situación insólita e inconstitucional, porque se impide disponer del inmueble alterando el derecho a la propiedad.
Del mismo modo los propietarios deben soportar las consecuencias de la ineficiencia de un Estado que no es capaz ni de prevenir incendios tanto accidentales o como consecuencia de actos de vandalismo como así tampoco de aprehender y someter a la justicia a quienes lo hubieran originado.
Estas modificaciones a la ley, que limitan el uso privado y comercial de tierras incendiadas, plantean una mirada prejuiciosa y muy injusta sobre el productor agropecuario, en quien recae la culpabilidad del hecho aun no siendo responsable, afectando la garantía constitucional de presunción de inocencia, quien además de haber perdido su capital de trabajo o sus inmuebles por estos hechos debe enfrentar una condena por un evento sobre el cual no tiene responsabilidad alguna y restricciones por décadas.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), entendemos que esta nueva ley es el resultado de la incapacidad intelectual de los legisladores en la búsqueda de herramientas lógicas, inteligentes y realistas para atender una problemática seria y compleja, ante la fácil y sencilla receta de aplicar políticas partidarias en temas legislativos nacionales, actitudes revanchistas y castigos en lugar de reales soluciones autosaboteando al país al condenar previamente al productor impulsando normas que promueven incertidumbre sectorial .
Rural
Elaboran mapa de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes
Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.