Araceli Ferreira habló respecto de la causa del RI 9, tras la salida al aire del hijo de Demarchi, uno de los acusados por crímenes de lesa humanidad ocurridos en los setenta. Los dichos del hijo del imputado levantaron duras declaraciones por parte de la ex diputada y por Charito Ayala. Clamaron por la difusión de los testimonios para que la comunidad tome conciencia de los hechos ocurridos hace treinta años.

Araceli Ferreira, por Radio Sudamericana, habló a la audiencia tras las declaraciones vertidas por Juan Demarchi (h) en el mismo programa. Al respecto dijo que “acá no es que los Derechos Humanos están tuertos, sino que por el proceso que vivió la Argentina, hay recomendaciones de organismos internacionales, formados por estados, es decir, organismos gubernamentales, que han exigido a la Argentina el juzgamiento de los militares que participaron durante el proceso de reorganización nacional de lo que fue el terrorismo de estado, incluso el apartamiento de los que hayan tenido tareas de decisión en ese momento”. Ha sido la justicia Francia, la justicia de España, países con una tradición democrática mucho más fuerte que la nuestra, las que han empezado a juzgar a estos represores y han exigido que la justicia argentina también lo empiece a hacer”. “Lo que pasa es que acá hubo un manto de impunidad muy fuerte, por eso han pasado treinta años. El otro día escuchaba la indagatoria al oficial Lozito, que decía que el ejército había destruido todas las pruebas, entonces, reconstruir todo eso que pasó, todo eso tan traumático que se vivió se hace no solo acá en la Argentina, sino también en lugares donde han pasado cosas como estas. Y se hace a partir de los testimonios de las víctimas, eso es así acá y en todo el mundo. El reconocimiento de la destrucción de pruebas la hizo Lozito, no lo dije yo Araceli Ferreira, que me pueden acusar de zurdita, subversiva o lo que quieran ellos”. “Con relación a los testigos, una de las cosas que nosotros pedimos, los familiares de las víctimas, que nos sentamos a la derecha del tribunal, los familiares de los imputados se sientan a la izquierda del tribunal. Pedimos que se televise, que se grabe y se pueda llegar a la gente y que la gente vea y crea lo que quiera creer. No se pudo hacer, entonces para que entre la prensa, desde nuestros lugares que están a la derecha del tribunal, hemos resuelto dar lugar para que la prensa escrita pueda estar presente y sea el testimonio fiel, mas allá de las posiciones que tenga la ciudadanía”. “Y lo que se va escuchando todos estos días, no solo de los testimonios que vienen por el lado de la querella, de los organismos Derechos Humanos, y de las víctimas de la represión, sino también los testigos que llevó el capitán Demarchi, dicen lo mismo que decíamos nosotros”. “Que el capitán Demarchi, en las fechas que fue el secuestro de mi padre, en las fechas que fueron muchas de las vejaciones que se cometieron, estaba en funciones a cargo del área de inteligencia del ejército y actuaba siempre vestido de civil. Eso no lo dijo solamente un testigo víctima, eso lo dijeron el día martes los testigos que ellos llevaron, incluso algunos que siguen cobrando sueldos del propio Demarchi. Yo no se cómo el tribunal les permitió dar testimonio, pero aún en esas condiciones los testigos de ellos reconocen que era como nosotros decíamos”. “Otros testigos militares decían que si, que sabían que había un centro de detención allí, pero que nadie podía acercarse adonde estaban los detenidos porque era un área restringida y que por orden de Nicolaides solamente podían ingresar las personas autorizadas. Quiénes eran las personas autorizadas? Esta banda de represores. Por eso decía, es cierto que uno puede mirar las cosas desde la subjetividad y yo entiendo el dolor de los familiares y que les debe ser muy difícil creer todas las barbaridades y las terribles cosas que se dicen de su padre, pero también hay hechos objetivos y concretos y a esta verdad nos debemos todos, más allá de las posiciones que tengamos”. Sobre las voces en contra del juzgamiento y la postulación de que el juicio ya “está arreglado” Ferreira opinó que “no, aparte, personalmente creo que un juicio que, si bien es histórico, que está avanzando, ha llegado con muchas dificultades. Yo hubiera preferido, obviamente, que vaya mucho más rápido, que tengamos más posibilidades de ofrecer pruebas nosotros. Se ha restringido mucho lo de las víctimas a participar en el juicio, solamente a unos familiares han podido tener representación y querellantes. Creo que al contrario, no hay prejuzgamiento, la preocupación que tenemos de todo lo que pasó realmente con la lista escueta de testigos que se pudo presentar, espero que se pueda avanzar y llegar a definir las responsabilidades. También coincido con los imputados, tendría que haber estado Nicolaides y otros, que han sido mencionados por parte de las víctimas y el propio Lozito, a un personaje tenebroso que no está sentado en este juicio, que es Armando Hornos, que era el nexo entre Nicolaides y ese grupo de inteligencia que comandaba Demarchi, es decir que a pesar de que se termine este proceso, todavía nos va a quedar por delante mucha tarea”. “Y después, con otra cuestión, el testimonio de las víctimas, que recién lo sentía decir al hijo de Demarchi jocosamente, referirse al testigo que habló de que le habían puesto 220 voltios de electricidad, yo estuve ese día en la sala, y cuando el actual titular del Instituto contra la Discriminación daba su testimonio, tan concreto, tan contundente era que no solo estábamos los familiares de las víctimas, sino que también estaban las esposas de los imputados, lagrimeaba el personal del servicio de penitenciaría del tribunal, la propia gente de gendarmería. Es decir que si conmovió tanto no puede ser mentira. Yo lo que creo, vuelvo a decir, que es un déficit del tribunal que no se haya podido grabar, no solo para que vea hoy la ciudadanía lo que pasa ahí adentro, no es casualidad ni está armado, nadie va a venir a inventar treinta años de historia ni el valor que tuvo el testigo de ayer, que se animó a decir en público que lo habían violado, no es para que tan livianamente se desmerezca su situación. Hasta para una mujer es difícil asumir cuando tiene que ir a hacer una declaración por una violación imagínese para un hombre después de todos los agravios que le tocó vivir. Cada uno de los que va a dar su testimonio tiene que volver a vivir el infierno que había pasado hace treinta años”. “El que viola los derechos humanos de la sociedad civil es el estado, de izquierda o de derecha, es el estado. Entre particulares, si yo lo lastimé a usted, si usted asesinó a mi hermano, eso se dirime en el ámbito del derecho penal, en el ámbito del derecho civil, en la justicia en general. Hay una segunda cuestión, y lo pongo en términos personales porque a veces es más difícil hablar. Demarchi cuando entró a mi casa a llevárselo a mi padre, lo sacó a punta de pistola y a cara descubierta, así que está perfectamente identificado. De mi casa lo llevan a un patota que está en un auto, lo re cagan a patadas a mi padre en presencia de Demarchi, lo llevan a la jefatura de policía, lo vuelven a torturar. Si Demarchi creía que mi padre era un subversivo, si mi padre hubiera sido alguien que atentó contra la democracia, si mi padre hubiera empuñado armas contra alguien, correspondía que lo juzguen, que lo lleven a tribunales, que es lo mismo que estamos haciendo nosotros”. “Me parece que ellos en lugar de juzgarlos, eligieron el camino de la indignidad. Es muy hipócrita, a esta altura de los acontecimientos, venir a decir, cuando los que renunciaron a todo lo institutos de la democracia, los que abdicaron de la constitución, fueron ellos. No pueden esgrimir esa defensa, como tampoco pueden venir a decir que estos treinta años que no se los juzgó es culpa del estado y de las víctimas. No se los juzgó por culpa de la impunidad”. “Del lado de las fuerzas armadas, podemos hablar de un hecho puntual, podemos hablar de aquél almirante a quién le pusieron una bomba en la casa, fueron hechos puntuales. Acá no hubo una guerra porque si hubiera sido una guerra interna, una guerra civil, tenían que regirse, por ejemplo, para tratar al ERP, a Montoneros, si se le hubiera dado el estatus de fuerzas beligerantes como las FARC en Colombia, tendrían que haberlos tratado conforme las convenciones internacionales y tratar a los prisioneros conforme esas leyes. En Colombia a las FARC no le andan haciendo las barbaridades que hicieron los militares en la Argentina, se los lleva y se los somete a proceso. Eso, si realmente era la intención. Lo que pasa es que ellos, lo que quieren ahora, es buscar alguna excusa para justificar la barbaridad de los hechos ocurridos”. “Y si hubiera habido una guerra, dónde están las víctimas del otro lado, porque acá realmente los muertos, los torturados, los perseguidos son de distintas fuerzas políticas que representaban a la sociedad”. CHARITO AYALA También se comunicó con Sudamericana Charito Ayala, hermana de Roberto Ayala, desaparecido en el último gobierno de facto. Ayala opinó respecto de los dichos del hijo de Demarchi y del enjuciamiento en general. “Estoy escuchando muy interesada, imagínese que en estos días estamos todos muy sensibles con esta situación, mucho más que ustedes porque estamos involucrados muy directamente con esto. Cuando lo escuché al hijo de Demarchi el corazón se me salía por la boca, por la injusticia de escuchar a una persona joven. Yo entiendo, porque uno no quisiera llegar a pensar tal monstruosidad del propio padre, que a cualquier ciudadano del mundo le pasaría. Pero yo le diría a ese joven que piense nomás y que se vaya convenciendo, porque realmente yo se, por testimonios, la causa de mi hermano va a ser la que sigue, y es difícil probarlo y el dice que pasaron treinta años, y qué pasó antes?. Obviamente, usted sabe que con los militares no se podía hacer nada, estábamos en manos de ellos. No había nada legal ahí. No se si sabe de las características de los procedimientos, como han allanado dos veces la casa de mis padres”. “A mi hermano lo secuestraron en la calle, a la luz del día y le recuerdo a usted que los que eran testigos y el juez, que doy el nombre, que fue un valiente ciudadano, el doctor Pizarello, quiso ir a hacer un allanamiento, una expedición en la jefatura, siguiendo los procesos legales, el creía que todavía podía estar en momento en que la justicia en algo podía ser escuchada, se presentó en la jefatura. Esa noche le cayó una patota militar y lo torturaron, le pegaron, repisaron las manos. Con esto le doy una pequeña pauta de lo que eran los procedimientos militares ordenados por Nicolaides, Demarchi, etc. Eso ocurrió y eso yo se lo puedo demostrar, hay testigos de que eso pasó y eso es lo que vamos a probar en la causa que sigue. Mi hermano no tuvo la suerte siquiera de estos pobres testigos, que de solo recordar sus testimonios me emociona porque son tremendos. Uno no puede creer que existan seres humanos que puedan hacer esto. Mi hermano no pudo sobrevivir, ni siquiera puede estar ahora para contarlo. Y ese fue Demarchi y esos fueron todos sus hombres, entonces, jamás podría aceptar lo que en forma burlona dice el hijo de Demarchi, porque, claro, el no puede creer que semejante monstruosidad haya hecho su padre y toda esa patota”. “No lo puede creer, los psicólogos lo llaman “la caída del padre”, no puede creerlo, pero yo le voy diciendo, y que se vaya preparando, que estas no son mentiras y que cada testigo que está ahí sufriendo para poder contar todos esos vejámenes y esos dolores, le cuesta una barbaridad. Es un sacrificio enorme recordarlo, y si lo recuerdan tanto, porque el se asombra por el lujo de detalles. Porque ayer fue una maravilla escuchar al doctor Trainer, fueron tres horas y nadie se aburrió allí, todos compartimos sus dolores y sus angustias, porque el contó cada detalle que se acordó. Porqué lo contó así? Porque nadie se puede olvidar jamás lo que son semejantes momentos en la vida de una persona”. “Le recuerdo a este joven que mis padres, pobrecitos, a los tres días supimos, porque era tal el miedo de toda la población, que ni siquiera alguna persona que lo haya conocido nos pudo dejar un papelito anónimo bajo la puerta de mis padres, siendo que éramos una familia conocida, una familia honesta de Corrientes. Era un abogado defensor de presos y que estaba con los humildes de Corrientes, y eso es lo que les molestó. Trabajando con los ladrilleros, haciendo con los pobres, por eso lo mataron, porque estaban en contra de la gente que quería la justicia. No lo mataron por ser un tontito, no, era un hombre inteligente y un hombre comprometido con sus ciudadanos y con la patria. Mucho más que estos que se encajan una escarapela en la puerta del juzgado y creen que por eso hacen patria y son argentinos. No señor, no son argentinos porque están defendiendo a estos asesinos de sus compatriotas. Mi hermano fue un gran argentino que luchó por Corrientes y por su patria y por la igualdad de todos. Fue una gran persona de la cuál nunca supimos más nada, absolutamente. Mis padres han recorrido la Argentina, han ido mil veces al regimiento, mi madre lo conoció en persona a ese Nicolaides, pobrecita que se murió sin saber donde estaban los huesos de su hijo. Lo visitó un montón de veces después de que le allanó la casa y le tiró la puerta abajo, y el todo el tiempo “no acá no está”, todos los juzgados de Corrientes se recorrieron, las comisarías”. “Los hábeas corpus negativos, porque yo le recuerdo que la justicia y todos trabajaron para ellos, porque cómo un juez va a denegar un hábeas corpus, cómo no va a averiguar donde está un detenido. Ellos han hecho lo imposible, como tantos padres. Como usted, señor Aides que es padre, qué no haría por una hija, que pensaría usted si supiera que a su hija la están violando, la están picaneando en los genitales. Además, un duelo eterno, porque jamás lo vieron muerto. Otra cosa, si aunque sea le hubieran devuelto su cadáver, todavía estamos buscándolo por todas partes, no sabemos donde, lo pudieron haber tirado al río como un trapo, y era una gran persona que les podía haber dado clases de cómo ser una buena persona. Y no solo el, me refiero a todas las víctimas y a estos que sobrevivieron apenas. Para mi fue un agravio escucharlo a este joven realmente, pobre, a lo mejor no sabe nada realmente, tendrá la campana de su familia”. “Pero yo quiero que sepa que ningún testigo que va a mostrar sus llagas en ese tribunal está haciendo ningún teatro, es la pura verdad, yo comparto todo con ellos porque se que es un sufrimiento que no se detiene jamás. Esto nos marcó a todas las familias de por vida totalmente, hasta el día que muramos, pero vamos a seguir los familiares, la comisión, todos hasta saber la verdad. Yo ya no se si voy a recuperar los huesos de mi hermano, ni su esposa ni su hijo sabemos eso, pero a esta altura no me importa tanto, quiero la verdad y la justicia y que los que hayan sido la paguen como en cualquier estado democrático, como ellos si hubieran pensado que eran culpables y que mi hermano era un delincuente, tenían derecho al juicio. Como fue con las brigadas rojas en Italia. Cómo terminaron las guerrillas en Italia? Con la ley. Pero es que estas personas ya llegaron fuera de la ley, ellos atropellaron un gobierno democrático. Usted sabe que por más desquiciado que esté un gobierno democrático, los ciudadanos tenemos derecho a otro gobierno democrático que siga, que vaya mejorando”. “Pues no, tuvieron que dar el golpe antes, y matar a treinta mil argentinos, eso no es solución para nadie. Y yo creo, no tengo mucho más que agregar a lo que dijo Araceli, que estoy totalmente de acuerdo, y lo que quiero si, recuerdo a cada periodista con el que hablo en estos días, y como dijo ella, lamentablemente no pueden estar grabando todo esto, pero ustedes tienen una responsabilidad muy grande, y transmitir lo que es el derecho de los ciudadanos. La ciudadanía se construye entre todos, no se puede decir también los del otro lado tienen derecho. No tienen más derecho, al contrario, se les está dando un juicio justo, que ellos no dieron. Eso no lo pueden negar, los subversivos y sediciosos primero fueron ellos, está en la constitución”.