Opinión
Kirchner paga con el hambre del pueblo
UNA DECISIÓN ANTIPOPULAR (*)
Una decisión antinacional pues paga una deuda ilegítima, “armada” para saquear al país. Una decisión antipopular, pues carga la cuenta sobre los trabajadores y el pueblo, con más inflación y salarios, jubilaciones y planes congelados.
Con el comienzo del nuevo año, el gobierno de Kirchner concretó el pago de 9.530 millones de dólares (casi 30 mil millones de pesos) al Fondo Monetario Internacional, gastando para ello un 34% de las reservas del Banco Central. Reservas que se han venido haciendo sobre la base de la superexplotación y el hambre de millones de argentinos. El pago redujo dichas reservas de 28.075 millones de dólares a 18.575 millones. El presidente del Banco Central, Martín Redrado, expresó que este monto “es similar al que teníamos hacia el final de 2004”, sin decir que los pesos en circulación hoy son 3.500 millones más que entonces y que una parte de la actual tenencia responde a un préstamo de corto plazo que tomó del Banco de Basilea, por 700 millones de dólares. De esta manera las reservas del Banco Central alcanzarían para cubrir los pesos en circulación, a tres pesos por dólar. Pero como la parte de las reservas que se entrega se ha hecho con deuda de corto plazo del Banco Central (Lebac, Novac y pases pasivos a los bancos), ahora esos pasivos se quedan sin respaldo y el grueso de los vencimientos caen en el primer semestre de 2006: el “papel” que le entregó el gobierno al Banco Central es no negociable y a 10 años por el total. En lo inmediato, parte de esas reservas podrían “recomponerse” tomando más deuda con Venezuela y España y con pesos del mayor superávit fiscal que se pudiera lograr (el llamado fondo anticíclico), aumentado con la inflación y ahorrando a costa de los salarios, jubilaciones, planes, etc. congelados. Una deuda ilegítima El pago de toda la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no produce una reducción en el nivel total de obligaciones que tiene el Estado argentino, aunque disminuye la exposición internacional de los pasivos. Esa deuda con el Fondo representaba un 8,8% de la deuda total que sumaba, al 30 de junio pasado, 126.400 millones, cifra que prácticamente no se modifica ya que el gobierno entrega bonos en dólares al Banco Central a cambio de las reservas que le saca. Así el gobierno de Kirchner “transforma” en deuda interna otra parte de la deuda externa ilegítima y fraudulenta, como hizo hace un año con los tenedores de bonos en default. Aunque ahora sin descuentos, es decir pagando el 100% con creces, de una deuda cuyo origen también es ilegítimo, ya que fue parte del “blindaje” aprobado por el FMI para sostener al gobierno de Fernando de la Rúa en 2001. Esa enorme deuda sólo sirvió para “financiar” el proceso de fuga masiva de dólares que terminó por desmoronar el sistema bancario argentino, dejando a miles y miles de pequeños y medianos ahorristas en una situación de despojo institucionalizada. Al decir del economista Alfredo Eric Calcagno, hoy embajador de Kirchner en París, “ese préstamo fue otorgado en violación de la Carta Constitutiva del FMI, que prohíbe los préstamos que financien la evasión de capitales (Art. VI, sec. 1); y precisamente esa fuga fue la única aplicación que tuvo ese préstamo.” Además de la ilegitimidad del pago y de su magnitud (con todo lo que se hubiera podido hacer con esa plata a favor del bienestar del pueblo y la producción nacional), en lo inmediato queda un problema de caja muy ajustado a la espera de los futuros ingresos de dólares e impuestos, por las exportaciones. De ahí que el gobierno haya vuelto a echar mano a los fondos “excedentes” del Anses, a costa de mantener congelados los haberes de los jubilados y pensionados y las asignaciones familiares. La mayoría de los partidos burgueses, en lugar de criticar la legitimidad del pago, hace el centro en cuestionar que se lo haya hecho por adelantado. Incluso algunos analistas de la City que avalan esta decisión del gobierno, plantean que tendría que haber esperado seis meses para realizar el pago. Claro que esa “moderación” no tiene en cuenta los tiempos políticos de Kirchner (seis meses hubiera sido mucho desgaste para presentar el pago como un “logro”), ni su ubicación con relación a la disputa interimperialista en el tablero latinoamericano e internacional. El apresuramiento de K Objetivamente la decisión del gobierno de Kirchner afecta al Fondo y a sus mandantes principales del G7, porque les quita un instrumento de presión inmediata multilateral; ahora tendrán que manejarse bilateralmente en las cuestiones sobre las que venían presionando a través del FMI, como las referidas al tipo de cambio, contratos con las privatizadas, bonos que falta arreglar, coparticipación federal y reformas impositivas. El Fondo había planteado utilizar las reservas para reducir “su exposición” con Argentina, pero quería que eso se hiciera de manera escalonada, con una ley que modificara la Carta Orgánica del Banco Central y un acuerdo a tres años que tuviera en cuenta sus condicionamientos. Aunque el gobierno de Kirchner no se va del Fondo y queda sometido a sus monitoreos anuales, en lo inmediato se saca de encima el tener que someterse a desgastantes negociaciones. Esto no significa que el gobierno de Kirchner vaya a abandonar su política de superávit fiscal y contención salarial, porque sobre eso se basa el mantenimiento del dólar alto, con el robo inflacionario a los trabajadores y el pueblo operando principalmente a favor de los grandes terratenientes y monopolios imperialistas vinculados a la exportación. Lo que implica además de la superexplotación y el hambre, mantener a ración a otros monopolios imperialistas que son los que se ven debilitados en su puja al quedarse sin el instrumento del Fondo (privatizadas de servicios, tenedores de bonos que no entraron en el canje -holdouts-, y todos los que piden un “dólar libre”). Esto siempre dentro de la estructura latifundista y dependiente que el gobierno no pretende modificar. Con la mirada fuera del país El gobierno de Kirchner presentó su intempestiva decisión de pagar anticipadamente la totalidad de la deuda con el Fondo, como motivada por la decisión del mismo tenor tomada por el gobierno de Lula, en Brasil. De manera semejante a lo que hizo hace dos años con el reconocimiento de China como economía de mercado. Pero más allá de que no haya habido un acuerdo inmediato entre el gobierno de Kirchner y el de Lula, por no ser idénticos los intereses de terratenientes y monopolios imperialistas tras cada uno de ellos, la “sincronización” del desendeudamiento con el Fondo se da en el marco de la disputa de los imperialismos rivales de los Estados Unidos que buscan erosionar su hegemonía también en el campo financiero, planteando “una profunda reestructuración al FMI”, como dijo el propio Kirchner en su discurso de anuncio del pago total adelantado. Además de los imperialistas europeos que disputan dentro del G7, ese planteo viene siendo impulsado principalmente por los imperialistas que están afuera del G7 y aspiran a un G10: Rusia, España y China (después de Japón es la principal tenedora de Bonos del Tesoro yanqui). Más que nunca tenemos que recordar que somos un país en disputa (en un continente en disputa), que la lucha por la hegemonía agudiza la disputa, teniendo en cuenta que el gobierno de Kirchner no es proyanqui y que los yanquis no van a resignar sus posiciones ni en la Argentina, ni en América Latina. Por lo tanto, la perspectiva es de una agudización de la disputa, lo que también da más aire a las burguesías nacionales y a las luchas de la clase obrera y los pueblos de nuestros países. Ganar tiempo, ¿para qué? Con el pago adelantado, el gobierno de Kirchner gana tiempo en su forcejeo con los principales mandantes del FMI. El problema para la clase obrera y el pueblo, y para los intereses nacionales, es ¿para qué política lo hace Kirchner? ¿Para una de apoyo a la industria nacional con crédito interno, mayor ocupación y salarios en alza? ¿O para continuar haciendo pagar al pueblo con el robo inflacionario su política de dólar alto a favor de un sector de grandes terratenientes y monopolios imperialistas, y de superávit fiscal y acumulación de reservas para pagar la usura de la vieja y nueva deuda? En lo inmediato, la decisión de pagar implica que haya menos fondos para la producción nacional y el bienestar popular, con un manejo aún más restrictivo de la política monetaria, fiscal y salarial. Está claro que el gobierno de Kirchner venía acumulando reservas para pagar y así poder continuar con su política de dólar alto y salarios bajos, aunque este pago de un solo golpe incremente la vulnerabilidad del sistema y aumente las presiones inflacionarias. Por eso en lo inmediato pone el centro en mantener el superávit fiscal y apela a los jerarcas sindicales para “contener” los reclamos salariales, para que el robo inflacionario opere a favor de los sectores de las clases dominantes que esa política beneficia principalmente.- (*) Recibido por Corrientes al Día por Ricardo Fierro columnista político del semanario Hoy del PCR
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.