Opinión
La Antártida y sus recursos naturales
LEONARDO MONTERO
El continente blanco se proyecta como escenario futuro de disputas por la apropiación de recursos. Gran Bretaña ya dio el primer paso en búsqueda de soberanía. ¿Qué esconde el gigante de hielo?
(eco21.com.ar) A esta altura de los acontecimientos no es ninguna novedad decir que el mundo se encuentra en medio de una carrera despiadada en pos de apropiarse de los recursos naturales no renovables. Tampoco es novedad decir que el “mundo se seca” y que sus actores enfrentan al dilema de encontrar nuevas reservas para asegurar el abastecimiento a corto y mediano plazo. Es ni más ni menos que “la era de los hidrocarburos”. Una lucha geopolítica entre las potencias donde el globo terráqueo parece dividirse ya no por estados-nación o por imperios como a otrora, sino por los recursos que cada territorio posee. Pero claro que la cuestión no es tan sencilla. Nada se resuelve desde escritorios ni oficinas burocráticas esta “era de los hidrocarburos” requiere acción y el actual escenario internacional demuestra que esas acciones están plenamente en marcha. Aunque el centro de esta carrera (y por ende del mundo) hoy se suscita en el Medio Oriente y sus alrededores, nada en el planisferio queda desechado, todo está en la mira. De este modo, cuando en agosto pasado Rusia plantó bandera a 4 mil 200 metros de profundidad en el Océano Glacial Ártico, las reacciones no se hicieron esperar y el Polo Norte también se hizo parte de la carrera por los hidrocarburos. A raíz de esto, surgió una nueva disputa que tiene como objetivo a la Antártida. Es que el viejo imperio británico ha regresado a sus hábitos colonialistas y pretende ejercer soberanía sobre la porción antártica que reclama, porción que disputan también Argentina y Chile. ARGENTINA Y CHILE COMPARTEN FRONTERAS EN AL ZONA ANTÁRTICA Entonces, ¿será el continente blanco escenario de futuras disputas en pos de asegurarse los recursos que esconde debajo del enorme bloque gélido?, ¿la actual “era de los hidrocarburos” tendrá su correlato sureño en “la era del hielo”? Sintéticamente, la información dice que Gran Bretaña reclamará derechos soberanos sobre más de un millón de kilómetros cuadrados en el lecho marítimo de la Antártida. Esto afectaría los territorios reclamados por Argentina y Chile en la zona polar. Además, Londres pretende ampliar los derechos de explotación de minerales e hidrocarburos sobre la zona. Esto constituye una muy clara violación del Protocolo sobre Protección Ambiental, firmado el 4 de octubre de 1991 en Madrid y en vigencia desde el 14 de enero de 1998. Aunque claro que no sorprenderá demasiado que Gran Bretaña vulnere pactos internacionales. Como era de esperar esta pretensión del gobierno de “Su Majestad” provocó reacciones de parte de las administraciones sudamericanas implicadas. Más allá de las respuestas vertidas por los funcionarios chilenos y argentinos, desde el Palacio de la Moneda y desde la Casa Rosada preparan idénticas presentaciones a las británicas. Estas deberán ser formuladas ante la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Unclos). Más allá de los aspectos formales e institucionales, la actitud de Londres desnuda su postura imperial en un territorio que hasta aquí se reservaba a tareas científicas pero que se estima que esconde grandes reservas naturales. A la luz de los hechos, puede decirse que Chile ha reaccionado activamente ante esta situación y ha desplegado una táctica de acercamiento al continente blanco, que tiene reafirmar su soberanía en los territorios amenazados por Gran Bretaña. Apenas conocida la noticia, desde Santiago se pusieron en marcha una serie de expediciones que comenzaron con la visita a suelo antártico de siete parlamentarios de distintos signos políticos. En un gesto claramente político los diputados manifestaron la necesidad de “asentar soberanía” y demostrar que el territorio es chileno. Además, la Cancillería auspicia una expedición científica que estará conformada por integrantes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El hecho significativo es que excursión tiene el ambicioso objetivo de llegar al “Polo de la Inaccesibilidad”, un sitio muy remoto de la Antártida. Allí se pretende realizar una investigación simultánea con radares de alta definición para establecer las condiciones de los glaciares. A estas expediciones se suma la invitación que hizo el gobierno chileno para que el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, viaje al continente helado. Hecho que se consumó este 10 de noviembre. Ki-Moon estuvo acompañado por la ministra de Medio Ambiente Ana Lya Uriarte y recorrió las instalaciones chilenas. Por último, cabe mencionar otro hecho que se planea desde Chile. Se trata de la reapertura de la base antártica Arturo Prat, cerrada hace cinco años por falta de presupuesto. Esta enumeración de hechos sirve para entender la preocupación que provocó en Chile la propuesta británica. Más allá de las respuestas verbales e institucionales, se desarrolló una rápida estrategia de ampliación de la presencia en el suelo antártico. Por el lado argentino, las respuestas no trascendieron el ámbito verbal e institucional. Aunque es justo aclarar que la presencia argentina en el continente blanco es mayor a la chilena. Sin embargo, es necesaria una política defensora de la soberanía en la Antártida Argentina frente a este nuevo embate de Londres. TERRITORIO ANTÁRTICO DONDE ARGENTINA RECLAMA SOBERANÍA. Esta controversia generó reacciones también en el resto de los países que reclaman soberanía sobre territorio antártico. Tal es el caso de Rusia que se manifestó terminantemente en contra del reparto de la superficie de la Antártida basado en reclamaciones territoriales unilaterales. Aunque cualquiera puede pensar esto como una contradicción teniendo en cuenta la actitud rusa en el Ártico, hay que entenderlo como parte de la disputa geopolítica por los recursos que se menciona en la primera parte de esta nota. PERO ¿POR QUÉ EL SEXTO CONTINENTE DESPIERTA SEMEJANTES AMBICIONES? A pesar de que el Protocolo sobre Protección Ambiental prohíbe toda actividad -a excepción de la investigación científica- relacionada con los recursos minerales de la Antártida hasta el 2048, se estima que en la profundidad de los mares aguardan reservas de petróleo, oro, uranio y otros minerales. En un informe publicado en el diario chileno La Segunda el pasado 27 de octubre, se afirma que el continente se ha convertido en una “mina de oro” que despierta el apetito a nivel internacional no sólo por sus reservas de agua dulce, petróleo y minerales, “sino por representar para el turismo y la empresa farmacéutica un punto estratégico del cual se extraen millonarias ganancias”. Según se explica “las empresas farmacéuticas han puesto sus ojos en este continente por lo diminutos microorganismos (extremófilos) como la glicoproteína, que impide a los peces congelarse en la Antártica y que ha ayudado a que el pescado dure más tiempo congelado. Estos microorganismos están siendo explotados para investigar nuevos anticongelantes, productos de cirugía y hasta cremas para tratar la piel y las uñas”. Volviendo al tema de los yacimientos minerales, la certeza acerca de la existencia de estos se corresponde con las similitudes geológicas que se observan en áreas de Antártida y las zonas ricas en minerales de América del Sur, el sur de África y Australia. Además, de los estudios acerca de la formación geológica de los territorios. En el continente blanco se han hallado diferentes minerales pero debido a las restricciones legales y a los costos de exploración, estos no han despertado gran interés hasta la actualidad. Sin embargo, el antecedente de 1973 cuando durante expropiaciones de carácter científico se hallaron hidrocarburos en el Mar de Ross, representa un icono respecto al interés internacional sobre el continente blanco. Según los expertos, existirían acumulaciones de petróleo en zonas del margen continental de los mares de Ross, Amundsen, Bellingshausen y Weddell. También podrían hallarse cerca de la barrera de hielo de Amery. Otras versiones indican que existirían acumulaciones en cuencas interiores bajo el hielo continental, aunque no contendrían volúmenes suficientes para la explotación comercial. Más allá de que en la actualidad resulte extremadamente alto el valor de nuevas exploraciones, teniendo en cuenta los precios actuales del petróleo y la escasez que tanto preocupa, se torna, para las potencias, primordial asegurarse el territorio para en el futuro tener la posibilidad de buscar el “oro negro”. Se sabe que en los papeles, la Antártida es un continente dedicado a la actividad científica. Quizás repasando los países con mayor presencia científica y con mayores inversiones en esa área y comparándolos con los principales actores de la “era de los hidrocarburos”, se pueden entender porqué se plantea al sexto continente como futuro escenario de disputas. El país que más dinero invierte en actividades científicas cada año es Estados Unidos con aproximadamente doscientos sesenta millones de dólares. Esto significa tres veces más que cualquier otro país, según datos vertidos en el informe del diario La Segunda mencionado anteriormente. Gran Bretaña, uno de los líderes en investigaciones, sumará un total de 18 programas de investigaciones en los próximos cinco años. Estos proyectos son llevados a cabo por la British Antarctic Survey, operador oficial de Londres en la Antártida. A esto debemos sumarles a Japón y China que pretenden realizar grandes perforaciones en el océano para estudiar los movimientos de las capas de hielo. En cuanto a Rusia, durante la semana pasada se anunció que el buque “Académico Fiódory” partió rumbo a la Antártida con el propósito de construir un nuevo puesto de avanzada, remozar las bases Progress y Novolazarévskaya y efectuar estudios climatológicos, hidrográficos, biológicos, sismológicos y de prospección geológica en el sector antártico bañado por el Pacífico. Según fuentes oficiales de la expedición, se continuaran las perforaciones de la capa de hielo que cubre el lago Vostok. El agua dulce del Vostok es considerada la más pura y antigua del mundo. Aquí llegamos a otro de los grandes temas relacionado a las riquezas de la Antártida: el agua. Cuando en un futuro que nadie sabe cuán lejos está, el agua también sea un bien escaso y se dispute su apropiación, el continente gélido también se ubicará en el ojo de la tormenta. Aunque claro está que el planeta todavía tiene varias reservas mucho más accesibles las antárticas, muchas son las voces que pronostican que la contienda por el agua tarde o temprano terminará allí. Aproximadamente el 70 por ciento del agua dulce del planeta se concentra allí. Lo que significa que inevitablemente se necesitará del agua allí depositada para saciar la sed de la humanidad. Según datos de la Organización Meteorológica Mundial, la escasez de agua potable es uno de los principales obstáculos para un desarrollo sostenible. Hoy por hoy, casi un tercio de la población mundial vive en zonas con permanente déficit de agua. Actualmente, el objetivo de varios estudios científicos son los icebergs, por dos razones fundamentales. Por un lado, los icebergs del Ártico son analizados en relación al problema del tráfico marítimo. Por otro lado, los antárticos son estudiados para la posibilidad de utilizarlos como agua potable. Es por ello que existen ideas de obtener agua dulce de los icebergs a través del remolque de pequeños bloques (hasta 0,1 km3) hasta las costas más cercanas o de transportar hielo en buques tanques desde el lugar donde se hallen los icebergs. Más allá de que estos proyectos sean pensados para casos de emergencia, la realidad es que su uso es una alternativa real para cuando el planeta empiece a “secarse”. Para terminar, luego de enumerar alguna de las riquezas que esconde el continente blanco, es importante remarcar la necesidad que enfrentan países como Chile y Argentina ante el embate de las grandes potencias para asegurarse los recursos antárticos. Pese a que los territorios en disputa por estos países se superponen, resulta imprescindible la actuación en conjunto para enfrentar el poder económico-político-militar con que cuenta el gran enemigo de esta ocasión, Gran Bretaña. Para ello lo que se requiere una política binacional conjunta (lo esencial sería una estrategia sudamericana), basada en la simple fórmula de los débiles frente a los poderosos. Finalmente, queda por pensar cuáles serán las excusas de las potencias colonialistas para ir en búsqueda de los recursos naturales. En Medio Oriente, la razón (o excusas) son las células terroristas que allí operan. En la Antártida, difícilmente se esconda el fantasmal Osama Bin Laden o alguno de los suyos, quizás pueda ponerse el foco en alguna de las especies animales que habitan el suelo gélido aunque probablemente nadie se crea que estas especies también participen en ataques terroristas.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.