Desde la legislatura convocan a padres, tutores, representantes de la comuna, de la policía y del gobierno a tomar medidas mas severas para paliar la crisis de la depresión que sufren especialmente la juventud. La reunión será mañana viernes a la hora en el recinto parlamentario.

La Presidente de la Cámara de Diputados Josefina Meabe de Mathó analizó la escalofriante cifra de suicidios consumados e intentos que se registraron durante el año 2004 y consideró pertinente solicitar a quien corresponda la implementación de un plan tendiente a realizar un seguimiento de las personas en crisis y su familia. Según las cifras oficiales sobre muertes autoinducidas enviadas desde la Policía de Corrientes a la Presidencia de la Cámara Baja, hasta el 30 de noviembre de este año, 59 personas optaron por quitarse la vida. En tanto, otras 38 lo intentaron. Sobre este tema, Meabe de Mathó mantuvo sendas reuniones en las últimas horas con profesionales idóneos en la materia al fin de interiorizarse acerca de los probables motivos que llevaron a estos correntinos a tomar tan drástica determinación, y con el objetivo de aportar un “granito de arena” en la búsqueda de una salida a la problemática. En este sentido, un reconocido especialista del medio le informó que desafortunadamente hace varios años está instalada en nuestra provincia la cruda realidad de que personas de distintos estratos sociales y edades deciden poner fin a sus vidas, resolución que adoptan inmersos en un estado grave de depresión. “Ello se produce por la incapacidad del enfermo en pensar en las distintas alternativas posibles para solucionar su acuciante problema que seguramente comenzó con síntomas de ansiedad y finalizó con lo que comúnmente se conoce como profunda tristeza y desasosiego”, señaló el especialista Meabe escuchó atentamente las explicaciones técnicas del médico psiquiatra y no tardó en tener claras conclusiones que expondrá ante la Comisión de Padres de Corrientes, representantes de la comuna local, y miembros de la Policía de Corrientes en reunión cuya fecha y horario se dará a conocer. “El doctor consultado confirmó lo que pensaba. El suicida hace un llamado de atención a su entorno. Es un pedido de auxilio. Pide contención, cariño, apoyo. Por lo general, la persona que no logra sus objetivos, cuando no realiza sus sueños cae en el desánimo. Algunas personas lo superan fácilmente. Otras, lamentablemente, caen en profundos pozos depresivos. Para confirmar, basta con entablar diálogo con una persona que sufre de alcoholismo, o aquella que está inmersa en la droga. Particularmente pienso que la persona que opta por quitarse la vida es porque no tiene a Dios incorporado a su ser como ser divino. Y tampoco se considera amado por su familia y la gente que lo rodea. En eso todos podemos colaborar”, afirmó la “dama de hierro” quien tomó la posta de instalar este tema en los medios de comunicación social y los representantes del gobierno provincial, comunal y las fuerzas vivas “No puede ser que mientras en Europa se estudian y mejoran los tratamientos para combatir la depresión aquí ni se hable de este tema con el falso concepto que si se habla más gente se mata. Acá hay que ser claros. Un suicida es un enfermo. Y necesita atención. En Europa acuden por estas horas a la implementación de electroshock para los pacientes, debido a sus altos resultados. Obviamente, que si sucede un caso de éstos, el enfermo es automáticamente internado y toda su familia recibe atención sicológica. Aquí está comprobado que después de la muerte, se cierra la carátula del expediente judicial respectivo y terminó la cuestión. Y ni hablar de los intentos. Los que salen del hospital tras haberse descerrajado un balazo o ingerido pastillas vuelven a sus casas, y al poco tiempo vuelven a intentar su cometido”, agregó Mathó Para Mathó lo ideal sería hacer una campaña preventiva en escuelas y medios de comunicación, hablando de la depresión y la manera de combatir ese mal. Pero también es fundamental que la familia y la sociedad esté concientizada de la gravedad de la cuestión. “No basta con regañar al potencial suicida, sino que debemos capacitarnos para acompañarlo en la cura a su afección psíquica. Eso es una tarea conjunta de la sociedad entera, más allá que corresponde a nosotros, sus representantes, motorizar las soluciones y a la familia ser centro de contención”, sentenció Meabe. Desafortunadamente, al cierre de este informe, se conocía la trágica muerte de un jovencito que decidió poner fin a su vida, imitando “en un todo” a su hermano. En dicho caso, no hubo gabinete psicopedagógico que pudiera prever o intuir lo que esta ocurriendo en la mente del muchacho. Desafortunadamente, el suicidio constituye una de las 10 causas más frecuentes de muerte, según estadísticas oficiales. La OMS habla de un crecimiento alarmante en los últimos 10 años. Estudiosos de trayectoria mundial lo ubican como la segunda o tercera causa de muerte entre los 15 y 34 años con tendencia a aumentar en los próximos años. Especialmente, en EEUU, donde los casos se dan en niños de entre 5 y 19 años En 1987 en la Argentina se suicidaba 1 adolescente cada 3 días, en 1990 murieron 3000 adolescentes durante el año por suicidio o en accidentes. Ese mismo año, en Corrientes se registraron una centena de casos de suicidios en jovencitos de entre 13 y 17 años. Históricamente, se sabe que de todos los casos, el de los individuos que culminaron en suicidio, ya lo habían anunciado; el 50% de los suicidas había consultado al médico el mes anterior y el 25% de los suicidas había hecho la consulta una semana antes. Otros, simplemente mencionaron la palabra muerte semanas antes del echo. Es por ello, que la titular de Diputados, pretende inducir a las autoridades correspondientes al seguimiento de la persona con pensamientos suicidas y su familia. LAS TERAPIAS ADECUADAS Según el especialista consultado existen distintas patologías del suicida y por ende, distintos tratamientos. Depende de cada caso. “En algunos, es necesario una adecuada dosis de por ejemplo un inhibidor de la recaptación de serotonina que aumente la serotonina en el espacio intersináptico. Esto mejorará la afectividad y la actividad y probablemente desaparezcan estos pensamientos tristes. Tal vez, en el mismo caso, se necesite un tratamiento de ataque con algún antidepresivo por vía endovenosa lo que mejorará al paciente primero motrizmente. Allí, hay que controlar que no haga toxicidad conductual (es decir vuelva a intentar suicidarse ni bien pueda levantarse). Cuando mejore y disminuyan o desaparezcan las ideas de suicidio podremos darle el alta si encontramos un familiar responsable”. Para otros pacientes, en cambio, “se aconseja psicoterapia de tipo de algún tipo como la analítica tratando de llegar a la raíz de su problema inconsciente del cual mejorará cuando pueda expresarlo y lograr mecanismos de defensa eficaces para afrontarlos. O también, podríamos usar psicoterapia cognitiva explicándole porque siente lo que siente, mostrándole un libro o folleto, tratando de desintegrar esta superestructura cognitiva que ha armado respecto a su vida y los miedos que tiene referentes al futuro y a lo que pueda pasarle. O Psicoterapia Conductual imponiéndole una serie de normas que organizarán su vida de una manera más positiva. O tal vez una combinación de todos estos tratamientos antedichos. O tal vez diremos: Se trata de una distimia, una personalidad naturalmente triste, siempre fue así y esto se agrava en ciertas ocasiones pudiendo hacer una depresión mayor, este tipo de trastornos tiene más intentos de suicidio que la depresión en sí debido a la cronicidad del problema, a que no sienten placer por las cosas que hacen, a que tienden a ver solo el lado negativo de las cosas, el tratamiento debe ser prolongado, para algunos de por vida y debe estar acompañado de psicoterapia LA HISTORIA La tradición judeocristiana ha mantenido que la vida es un don proporcionado por Dios y que está estrictamente prohibido poner fin a la misma. Estas influencias todavía son patentes por lo que se evidencia una tasa menor de suicidios en los países tradicionalmente católicos como Italia, España e Irlanda. La reprobación social ha estigmatizado siempre la muerte voluntaria. En la edad media se castigaba el cuerpo de los suicidas e interpretando el gesto autolítico como un insulto a Dios, el cristianismo le negaba sepultura en campo Santo. Desde mucho antes en la filosofía griega y romana se abre el debate sobre el derecho y la oportunidad de salir de la vida por mano propia. En el renacimiento y a través de la literatura el público tomó contacto con suicidios heroicos de la antigüedad. Desde fines del siglo XlV reaparece un conflicto de valores cuyos argumentos llegan hasta hoy Un pensamiento típico de la época lo describe Petrarca: DE REMEDIS: “No tenemos derecho a desertar, debemos enfrentar las dificultades. La vida nos es otorgada por Dios, matarse es olvidar nuestra naturaleza propia, el rechazo de la existencia es indigno, quién se mata es un cobarde Emil Durkheim es el primero que señala la contagiosidad y la estacionalidad del suicidio en su tesis de 1897 Luego surgen los intentos de explicación por parte del psicoanálisis y de la psiquiatría que se extienden hasta nuestros días en una literatura que intenta dar cuenta del fenómeno clínico sin llegar a una respuesta definitiva. Aparece así una categorización del acto suicida como voluntad determinada de darse Muerte, de la tentativa de suicidio, entendida esta como dramática llamada de auxilio dirigida al entorno. LAS CAUSAS AFECTIVAS (PSICOLÓGICAS) Pasionales, amores contrariados, celos, pérdida o alejamiento de la persona Familiares, muerte o enfermedad de personas de la familia, desavenencias conyugales, conflictos con otros familiares, reprimendas y castigos por parte de los padres, temor al castigo, fracasos escolares CAUSAS ECONÓMICAS a) Miseria, desalojo B) Quebranto financiero, pérdida de Status, miedo a la miseria, pérdida en el juego o en la bolsa, pérdida de pleitos, perjuicios económicos C) Disgustos por el servicio militar, causas laborales no económicas. OTRAS CAUSAS Malos tratos, violencia, vejaciones. Sentimientos de culpa, razones de orgullo o de honra. Temor a denuncias y condenas. CAUSAS ESPIRITUALES La pérdida del objeto divino UN TESTIMONIO María E. tenía 14 años a comienzos del año 1998. Su abuelito había muerto en abril de un año anterior, causándole un terrible dolor. Todo parecía que andaba bien. Incluso, pensaba en su fiesta de quince años. Pero en varias oportunidades, comentó a sus hermanas que iba a matarse porque el chico del barrio que le gustaba no le prestaba atención y porque además, su abuelito ya no estaba. Sus hermanas –casi de la misma edad- rieron tomando como un chiste lo escuchado Pocos días después María E. se descerrajó un tiro en la cien tras bañarse y ponerse la ropa mas linda que tenía. Su hermana M.Elizabet, por ese entonces, de 15 años la encontró tirada en su dormitorio. Todavía vivía. Y hasta se animó a sonreírle. Es que nadie le creía que iba a matarse. Lo que parecía un juego se convirtió en realidad. M.Elizabet no tuvo desde aquella tragedia ganas de emular a M.Ester, tal vez, porque debió padecer la crisis posterior de sus padres (uno se echaba la culpa al otro). M. Elizabet tiene hoy 3 hijos y severos problemas neurológicos desde Mayo de 1998 Tras la muerte de su hermana, en la policía le dijeron que debía seguir un tratamiento junto a sus padres para tratar de mitigar las secuelas psicológicas del traumático hecho. Pero, ese servicio no existía en el hospital público, por lo que en una clínica privada costaba cada sesión casi 40 pesos por persona. El padre, era por entonces y lo sigue siendo, remisero. Por lo tanto, nunca hubo atención. Tampoco contención familiar porque el problema superó a todos sus integrantes causando la desunión y discordia. María E. se mató. Pero cuántas vidas también se apagaron desde aquel hecho”, comentó el familiar directo de M. Ester. PARA UN PARRAFO DESTACADO: Los suicidios, mayormente, se dan en los últimos años en adolescentes y ancianos. En algunos casos es necesaria la internación para su tratamiento eficaz. En ese lapso de tiempo, además de medicación, el paciente recibe terapia psicológica, haciéndole entender que puede tener un porvenir aceptable si se lo propone. “Porque en el fondo, se trata de un ser que necesita ser consolado, necesita esperanza”. “También se le explica los motivos por los cuales sufre de depresión y cuales son las formas para curarlo. Luego se incrementa la actividad social, impidiendo que sufra soledad” (doctor Emilio Hidalgo, médico psiquiatra. Director del Instituto AN.DE –Ansiedad y Depresión)