Como si se tratara de una típica postal, Londres amaneció con su cielo cubierto por espesas nubes y el tránsito convertido en un caos en el Puente de Westminster.

(Caras.com.ar) Son las 10.30 del jueves 17 en la capital inglesa y en poco más de una hora, la Guardia del Palacio de Buckingham, acompañada por la banda de músicos, deleitará a alrededor de 800 turistas que se acercarán hasta la residencia oficial de la monarquía británica, para ver el tradicional “Relevo de la Guardia Real”, que se realiza los días impares.

Como sugieren en Inglaterra, la gente comienza a llegar con media hora de anticipación al gran evento. Y por supuesto, él no se lo quiere perder y hasta eligió su mejor traje Dolce & Gabbana para la ocasión. No es un día más en su vida y la emoción recorre sus venas. Entre el público está Mari Carmen, una joven valenciana de unos 22 años que lo mira una y otra vez de reojo, como preguntándose si realmente es o no el hombre en cuestión.

Hasta que sin más vueltas toma la decisión y se le acerca: “Hey tú, mira que estás guapo, tío. Puedes tomarte una fotografía conmigo. Yo sé quién eres, te conozco, estás en las portadas de todas las revistas”, le dice con una mezcla de timidez y coraje. Sin incomodarse, Leandro Penna (27) le sonríe amablemente y posa con ella, quien luego de chequear si su cámara había captado el momento, se va sin disimular su alegría.

Cordobés hasta la médula, Leandro es uno de los hombres más buscados por la prensa luego de conquistar a la celebridad británica, Katie Price (32), a quien conoció en la fiesta que Elton John (63) realizó en su mansión de Los Angeles, tras la gala de los Oscar. Humilde y carismático, él dice que nunca supo quién era la ex modelo inglesa cuando la fue a “encarar” y que su fama es lo que menos le interesa. Mientras se prepara para trabajar junto a Julián Weich (44) en un nuevo programa de Telefe, “Lean”, como le dicen sus amigos, sostiene que aunque su corazon esté eclipsado por Katie, su futuro está en la Argentina porque quiere seguir creciendo de la mano del canal que año a año apuestas por él.

Instalado en la casa que Price comparte con sus tres hijos y su madre, en las afueras de Londres, Leandro eligió a CARAS para realizar una produccion en Londres y hablar por primera vez del sorprendente romance. “Katie es un amor de persona y nos complementamos muy bien. Ella es una súper figura de aquí, pero a mí sólo me importa cómo es por dentro. Así me manejo yo en la vida. Mi importa el ser humano, no su fama”, dice Leandro convencido.

Ahora le propongo que vayamos al comienzo de esta historia, porque como hasta este momento ninguno de los dos se pronunció acerca de su relación, se han dicho muchas cosas y hay diferentes versiones de su romance.

Sí, he leído infinidad de disparates. Pero la verdad esta acá. Todo empieza el 23 de diciembre de 2010, cuando me fui de la Argentina a Miami para nutrirme de nuevas experiencias. Desde ese momento me pasaron un montón de cosas que se fueron dando solas. Estuve 15 días y allí conocí a la gente de Univisión y de Chopard. Univisión me llevó a los Oscar y Chopard, a la fiesta de Elton John, donde conocí a Katie.

¿La fue a buscar usted o fue ella quien se acercó?

Yo no sabía ni quién era. La vi, me encantó y la fui a encarar. Yo me acerqué a ella, no ella a mí, como todos dicen. Nos pusimos a hablar, tomamos algo y pegamos buena onda. Así de simple se dieron las cosas. Luego yo tenía que venir a Londres por unas reuniones que tenía y claro, conocerla a ella hizo que acelere todo para venir.

Ahora se conocieron hace un par de semanas y usted ya está en la casa de Katie viviendo con ella, sus tres hijos y su madre.

Sí, estoy viviendo con ellos. Katie tiene una familia hermosa. Su madre es un amor y sus hijos, ni hablar. Yo soy una persona que se fija mucho en el entorno familiar y eso, para mí, termina siendo muy importante. Ellos son todos geniales y no quieren que me vaya. Por suerte pegué muy buena onda con los chicos. Pero bueno, calma, recién nos estamos conociendo. Igual te digo que por cómo estamos, y el tiempo que llevamos, está todo más que bien.

¿Y en qué idioma hablan, qué hacen juntos?