Empezó a trabajar de chiquitita, pasó por Chiquititas y es chiquitita. Pero la nena fue: ahora es una mujer sensual y decidida. Así hizo las escenas más calientes de “Pensionados” y así conquistó a Nico Cabré. ¿Qué motivos llevaron al galán a elegirla? Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y ella está buenísima.

Espero a Agustina mientras graba una escena de Pensionados con Sebastián Estevanez (su novio/ex novio en la ficción). A él le duele el hombro, y ella lo frota con una pomada analgésica. La idea de la escena es que la morocha (Agustina) le diga al torito (Sebastián) que todo se terminó. Pero el chivo de la pomada está primero. “No tapes la marca con los dedos”, le gritan a Agustina desde el control. En esto no hay arte. Pero a Agustina no le importa. “Me gusta hacer la comedia de las nueve de la noche”, dice concreta y sin falsas pretensiones estéticas. -Hay muchos actores que hacen tele para comer, dicen, pero en cada entrevista que dan remarcan que lo de ellos es el cine, o el teatro. ¿A vos eso no te pasa? -No. Me gusta el cine, y me gusta el teatro. Pero más que nada hice tele y me gusta. Por ahí porque ya sé los códigos, y me siento cómoda. -¿Cuántos años tenés? -Veintiuno. -¿Y a qué edad empezaste? -A los seis. -Quince años de carrera. Es un montón. ¿No pensás que a tu edad hay muchos que empiezan? -Siempre hay alguien que sabe más. Yo si tuviera que hacer teatro hoy me tendría que preparar un montón. Porque lo único que hice fue Chiquititas, que era un musical. -A mí el género musical me encanta… es mi costado gay. -A mí también me gusta, pero estás mucho más protegido. Están los bailarines, las luces, la música, todo el show. En cambio aparecer en un escenario pelado donde sos sólo vos, me daría un poco de miedo. -¿Qué tan seguido te preguntás si sos buena o no? -De vez en cuando te replanteás ciertas cosas. Pero la verdad es que soy bastante segura de mí misma. Al principio sin duda pesa mucho la suerte. Cuando empecé con Flavia (Palmiero) salí de un casting de tres mil chicos. Tenés que tener suerte de que se fijen en vos. Después pesa también la permanencia. La tele es muy comercial. Si uno se hace un nombre te llaman, porque les servís. Pero algo más tenés que demostrar seguro. Seguimos charlando en la puerta de la casona en Devoto donde los Pensionados tienen la pensión. Un grupito de chicas en jumper esperan la salida de los galancitos. Guido Kaczka sale a mirar. Pero las teen quieren a Estevanez. “¿Para dónde es la nota?”, pregunta Guido. “Para Hombre”, le digo. “¿Es una revista para gays?”. “NO”. “Porque a mí me hicieron una nota para una revista gay, cuando hacía Inconquistable corazón. ”. Agustina lo mira como diciendo “Guido, callate” y la nota sigue. -¿Tenés amigos actores? -Una sola, Marcela Kloosterboer. Con otros tengo buena onda como con Guido, que lo conozco casi desde que empecé (Kaczka sigue sentado a un metro, escuchando), pero no los llamaría ni en pedo para hablar un domingo a la tarde, por ejemplo. Con Marcela sí somos super amigas, de juntarnos y hablar de cosas de mujeres. -Cuando se pelearon las dos casi simultáneamente en el verano con sus respectivas parejas, ¿también se llamaban para darse apoyo? -Mucho de eso no tengo ganas de hablar. -Ok. Pero no me vayas a decir que no te importó. Cuando ves a tu ex a los besos con otra, algo te debe joder. -A cualquier mujer. Pero no soy insegura en ese aspecto. -Yo quiero saber quién llamó… -(Me mira y se ríe) Ni en pedo te digo. -Entiendo. Fuiste vos. -No soy muy complicada. La gente que me conoce sabe que cuando quiero a alguien pongo todo para que la relación vaya para adelante. -Y de la reconciliación a la convivencia. Te mudaste. Se mudaron, bah… -Sí, nos mudamos juntos a Pilar. -¿Querías paz y te fuiste a vivir a un country? -Yo siempre viví en Pilar. Mis viejos y mis amigas están allá . Me mudé a Las Cañitas dos años y ahora vuelvo para allá. Me gusta tener mi casa. Soy muy de hogar. No soy de salir a bailar todos los fines de semana. -¿Cuál es tu salida ideal? -Me gusta mucho ir a comer afuera. -¿Y cocinás? -Cocino. No sé si bien o mal, pero cocino. Me gusta ir al supermercado y después llegar a casa y hacer tartas y comida para toda la semana. -Otros hobbies… -Pinto. Pinto como el culo, pero me encanta. Después los cuadros se los cuadros se los regalo a mi mamá o a mis amigas. Ellos me dicen que les encantan. Pero yo tengo mis dudas. -¿Y tu novio te elogia? -A mí no me hace falta que me maten a piropos, o que vengan con el ramito de flores bajo el brazo. -¿Y qué regalos te gustan? -Nada, Soy re simple. Si me ves en casa siempre estoy en jean, zapatillas y remera. Pero sí me gusta que el hombre que está al lado mío esté presente, que se preocupe por dónde estoy y cómo estoy aunque no esté todo el tiempo al lado mío. Para mí vale más un llamado que un regalo. -¿Cómo es la convivencia? ¿Quién cede más? -Los dos. Si no, no es posible. -¿Vivir con un actor es difícil? -Sí, pero él también convive con una actriz. -¿Sos una chica caprichosa, sensible? -Soy sensible. Hiper llorona. No puedo ver a otro llorar porque me pongo a llorar también. Lloro por todo. Y me encanta. Soy re maricona. Me gustan las películas de amor para llorar. Las de suspenso, acción, terror, las odio. -Pero las ves para darle el gusto a él. -Y, te decía que así es la convivencia. -¿Cómo es tu hombre ideal? -Lo físico influye mucho al principio. Pero después no tanto. Tiene que hacer otras cosas. -¿Rubios o morochos? -Los dos. Los rubios también me gustan. -¿Altos o bajos? -No me gustan los hombres que me sacan siete cabezas. Y eso en mi caso es bastante fácil. Así que es me jor que sean bajitos. -¿Y la preferencia por los bajitos tiene que ver con la regla de la L también? -(se ríe) Demasiado privado. -O sea que sí. ¿Y a él qué cosas le gustan de vos? -No sé, hay que preguntárselo a él. -¿Pero no te elogia nada? -Me da vergüenza hablar de esas cosas. Yo no te estoy preguntado a vos qué te gusta de tu novia. -Los ojos y la cola. -(Se ríe y baja la mirada al pecho). -¿Qué cosas te deprimen? -La lluvia. Si llueve se me complica el día. Me dan ganas de quedarme en cama y no hacer nada. -Coincido en que si llueve está bueno quedarse en cama. Pero no sin hacer nada… -Bueno. Nada, nada, no. POR MAXIMILIANO SARDI | FOTOS: CRISTIAN WELCOMME | PRODUCCION: NATALIA KLEIMAN