Opinión
La piedra que tiramos todos
FRANCISCO TOMÁS GONZÁLEZ CABAÑAS (*)
En caso de que las sospechas se confirmen, la sociedad, mediante sus preceptos feudales, sería la responsable de la desventura vivida, por afamados jóvenes, con el mote de hijos de, a cuestas.
La imperiosa y omnipotente ley del todo vale, para los vástagos del patriciado vernáculo, con una única preocupación ciudadana (la de hacer girar con éxito la pelota ovalada) ha transformado a los victimarios en víctimas, mediante un aciago golpe del destino. Ocurre que sí el muerto, hubiera caído de otra manera, nunca hubiese sido un cadáver. La rueda de la fortuna, también viró de forma tal, que indico a la parca, que se llevase a alguien con partida de nacimiento en la Ciudad de Buenos Aires, otra hubiera sido la historia si el muerto era de una villa del conurbano o del carenciado barrio del pirayuí. Tal como lo describen las inmortales plumas de Dostoyesky y de Tolstoi, cuando volcaron la tinta, para construir protagonistas, que han cometido crímenes, las razones que impulsan a los mismos al homicidio, tienen su fundamento en argumentos sociales. La pobreza, la falta de oportunidades, la injusticia de los altos miembros de la comunidad, son caldo de cultivo, para que infelices sociales, con angustia existencial, lleven a cabo actos barbáricos. A diferencia de los mandatos, que imprimía la gélida y desigual sociedad Rusa, la feudal y calurosa sociedad Correntina, transmite mensajes, subliminalmente peligrosos, como los que canta el chamamé “…En la República de Corrientes, gente macha, añamenbuy…”. Sí a esto le sumamos la inamovible estructura de la pirámide social, que indica que el sector que está en la cima, puede requerir, de los zócalos inferiores, lo que fuese, y que la ley y las normas, conformadas por ellos mismos, sólo son para cumplimiento de los súbditos, el cuadro se completa en su totalidad. Este sistema feudal, posee símbolos manifiestos, evidentes y contundentes. No son castillos, pero se vislumbran a través del día a día: Ningún Gómez del parque cadenas, jugará en aranduroga. Ningún González a secas, podrá hacer el circuito de diversión nocturna, que hace uno con doble apellido. Ninguna García, se casará en la iglesia de la Merced, y mucho menos hará su fiesta en el salón del club de básquet de primera. Dado que el grueso de la sociedad, le debe rendir pleitesía al puñado de familias, canonizadas en el pedestal, entregan sus hijos, su dignidad y hasta su sangre por sus protectores. Ningún cabo de policía, detendrá a alguien de apellido feudal, por más violación de la ley que cometa, ningún profesor aplazará a un alumno patricio, por más ignorante que este fuese, y esta lista de ejemplos se multiplicaría con anécdotas de todos y cada uno de los lectores. Los muchachos que veraneaban en Brasil, tenían que golpear para reafirmar su hombría. Estaban obligados a demostrar que llevaban con gallardía sus distintivos apellidos. Ellos no fundaron las reglas de una sociedad, que les pide a gritos que transgredan las reglas, que sus padres crearon, para demostrar poder, pero sí usufructuaron y le sacaron provecho al sistema social que los vio nacer, y que los educo, bajo sus fétidos principios. Claro, no estaban en Corrientes, donde en el caso de que embarazaran a una morochita, la habrían echo abortar, o en el caso de que atropellaran a un cabecita, con unos pesos habrían arreglado el asunto. Estuvieron en Brasil y por sus actos, parece, que murió un porteño. He aquí la mala suerte, el desgraciado giro del destino. Ni siquiera inconciencia, mucho menos instintos asesinos. Para tener conciencia, hay que poseer noción de realidad, estos jóvenes, ya lo dijimos, sólo tenían que hacer girar la ovalada y cumplir preceptos sociales. Ni siquiera los encumbrados padres, de los implicados, son responsables, por la educación que impartieron o dejaron de impartir a sus vástagos. Tan condicionados, como su prole, por las reglas de la sociedad, que los depositaron en lo más alto y que ahora los conducen al desagradable sitial don de se encuentran. Eso sí, flaco favor le hacen a sus hijos, publicando solicitadas o hablando en los medios, en nombre de ellos, acerca de la no culpabilidad y de la bondad de los mancebos. A lo mismos que dicen dirigir sus palabras, según ellos, amigos y pares de la sociedad, son los que saludan a los afectados, hipócritamente y por lo bajo, o cuando dan la espalda, estos, murmuran “Los padres de los asesinos”. Esta constituye otras de las nefastas e impertérritas reglas de oro de la sociedad feudal, ocluir lo que uno piensa o siente “La falsedad es buena educación, la franqueza, guaranguearía”. Lo más terrible, es que sí, algún provecho le pudieron haber sacado a esta desgracia, la engalanada casta, ya esta desaprovechando la oportunidad. Los muchachos deberían hablar per se, sin la protectora voz de sus padres, se tienen que hacer cargo, de lo que vivieron (ya lo expresamos que son como inimputables, dado que carecen de noción de realidad, por tanto no se utiliza el vocablo responsabilidad), intentar dar la cara, y forzarse a la sinceridad, para explicar de que manera fueron impulsados por la sociedad, para cometer esos actos bravucones, que tanta admiración de las niñas bien producía y tanto consentimiento de sus mayores generaba. Los padres, podrán estar tranquilos y orgullosos de sus hijos, cuando estos demuestren que no necesitan de sus prerrogativas o de paraguas heráldicos para enfrentar una situación dramática. Pero claro, para llegar a esta instancia, no se precisa ni de abolengo ni de dinero, se necesita de algo que los barones de la sociedad carecen, hidalguía cívica o libertad de espíritu. Nadie duda que los implicados, valientes para veranear en el extranjero, para pararse en un scrum, también podrían mostrar las gónadas, y no dejarse eclipsar, por las defensas de papa y mama. En la naturaleza misma, se encuentran progenitores, que creyendo defender a su descendencia, los terminando matando. Algo muy similar está ocurriendo con los desdichados involucrados, en su gran mayoría más cerca de los 30 que de los 15, que seguramente, si no hubieran sido tan consentidos y apañados, en sus vidas , no se hubieran visto envueltos en problemas, que o casualidad, siempre requieren del auxilio de la patria potestad, que quizá los pueda volver a rescatar, pero que los imposibilitará de terminar de conformarse en hombres, con todas las letras. El poder político, tan preocupado en asuntos inmediatos, podría prestar su colaboración, mediante un exitoso recién llegado. Trátese del Viceintendente de la ciudad de Corrientes, heredero de un admirable combatiente del sistema feudal en su versión “Patronazgo de estancia” y forjador de una militancia férrea y astronómica. Agustín, quizá más cuervo que peronista, sabe muy bien de los excesos a los que acostumbran los nenes ricos, sin ser partícipe necesario de actos barbáricos, al menos ha sido en su pasado reciente, testigo privilegiado. Es su oportunidad también de escuchar, algo más que lecciones de peronismo impartidas por Mary o por Botón, y empezar a utilizar el poder, para cambiar culturalmente a sus congéneres, sí es que realmente quiere honrar la memoria de su occiso progenitor. Tienen mucha leña del árbol caído, los medios locales, tan necesariamente colaboracionistas, para mantener esta sociedad con semejantes preceptos anquilosados, en lo más negro del feudalismo. Lamentablemente tampoco, tienen la posibilidad, de ver del presente modo las cosas, simplemente se limitan a hacer caja y disputarse equivocadas declaraciones de los padres de los actuantes. Por unas semanas, se llenarán la boca, de especulaciones, de análisis, de falsas premisas, los comunicadores, a los fines de alimentar a la chusma del barrio, que mate en mano y cola en la silleta, expresa en un pésimo castellano “Viste ta´, le despacharon no má, los hijo de los ricos”. Tan repulsivo como indispensable, para una sociedad de la condición narrada, es la calidad del papel con la que se desempeñan los medios, ante hechos como el presente. Más allá de la desgracia que han vivido los muchachos de la ovalada, y de lo que la justicia dictamine, sí las sospechas se confirman, hay que pedir perdón a la familia Malvino. Como parte de esta sociedad, y pese a combatir sus pautas culturales, sus lógicas terribles y ha enfrentarme a todo un estado de cosas, desde mi pluma, quizá pude haber hecho más para al menos, combatir con mayor vehemencia, el desenfreno de la locura colectiva. Las manos golpeadoras, pudieron haber sido de cualquier correntino, además del expreso pedido de perdón a la familia afectada, habrá que redoblar la voluntad, para que menos cadáveres de inocentes rieguen las aguas de nuestra Taragüi, que se esparcen por el país y por el extranjero. Para aquellos, que radican en la cresta social y no han sido afectados, por una mera cuestión de azar, que piensen seriamente en hacer algo para modificar, culturalmente el estado de cosas, porque cuando pidan “un caballo, por mi reino”, ya será demasiado tarde, y sí no lo creen, ya tienen a varios pares a quiénes preguntar. (*) Recibido por Corrientes al Día; www.franciscotgc.com.ar
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.