Opinión
La traición enquistada en la Argentina
ALBERTO F. ROBREDO (*)
Dos datos: 1º) Desde 1980, en solo 26 años, hay 42 nuevos Estados en la ONU. 2º) El 20.12.2001 se reunieron en Montevideo los presidentes: Jorge Quiroga, de Bolivia; Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; Ricardo Lagos, de Chile; Luis González Macchi, de Paraguay; y Jorge Batlle, de Uruguay. Fernando de la Rúa cayó ese día y faltó. Y los presidentes analizaron la posibilidad y los efectos de un desmembramiento territorial de Argentina. Esto es verdad histórica.
No hay convivencia sin Estado que la regule, y no hay Estado que subsista sin medios que lo defiendan: leyes, jueces, cuerpo diplomático, fuerzas armadas, sistemas de inteligencia, fuerzas de seguridad. La extralimitación de algunas personas no deslegitima a los medios, sino a los autores de las iniquidades, a quienes hay que penar. Los medios son benéficos e imprescindibles. No se suprime el hospital por venta de órganos. Las organizaciones terroristas como las aquí actuantes, intrínsecamente perversas, nacen para destruir y sembrar horror. A veces, en luchas por la independencia, la guerrilla se organiza para hostigar al invasor extranjero. No así en Argentina en que al horror sumaron la traición, ya que los terroristas argentinos persiguieron sustituir el orden jurídico argentino por un orden jurídico extranjero (Cuba) y para ello atacaron y diezmaron a la propia población argentina. La sola pertenencia al terrorismo vernáculo llena las manos de sangre, pues la tiene quien apretó gatillos, puso bombas, adoctrinó, proveyó de armas o alimentos, o manejó fondos. Agotada su fuerza bélica por la derrota que habían sufrido, los guerrilleros aprovecharon el descrédito de las FFAA por el zafarrancho de Malvinas y reiniciaron frentes de hostilidad. Dialécticamente se hizo disquisición entre violación a los derechos humanos buena y prescriptible, la hecha por el terrorismo; y mala e imprescriptible, la de los excesos de defensores del Estado. A la agresión dialéctica siguió destruir los cimientos del Estado. Durante el gobierno Menem, con gravísima restricción presupuestaria se arremetió contra ciencia, cultura, educación y fuerzas armadas. Se descapitalizó espiritualmente el país y casi se aniquiló el desenvolvimiento de las FF.AA. Subrepticiamente, con listas sábana y elecciones simultáneas en que la candidatura mayor arrastra a las sufragáneas, los guerrilleros aparecieron como legisladores y gobernadores, y luego, con menos disimulo, en ministerios, secretarías de Estado, etc. Con Néstor Kirchner, el aparato estatal es manejado por los terroristas, reales o “pegados”, con la grave afectación argentina por meta. Porque Argentina desmembrada o quebrada, para sus corazones secos, será fácil pasto para subordinarla a a la sucesión del viejo “comandante” cubano, reforzada con Hugo Chávez. Esta es la nueva traición, que hay que ver para comprender lo que sucede. a) Al asumir Kirchner ya supo oficialmente de las papeleras uruguayas. No tuvo eficaz reacción diplomática, pero en 2005 se alentó el alzamiento popular en Gualeguaychú y el bloqueo de la frontera con Uruguay. El gobernador de Entre Ríos fue guerrillero, así como quien manejaba la Cancillería y hoy es su titular. El bloqueo dificulta el paso desde y hacia Brasil y desde y hacia Chile con meta ambos océanos y el comercio bilateral entre estos países entre sí y Chile con Uruguay. Perú y Bolivia reclaman a Chile rever tratados, o sea que éstos pueden no ser definitorios. Es de reflexionar. Si Argentina viola tratados, reemplaza puentes diplomáticos por vías de hecho: ¿No abre puertas al desconocimiento de los tratados que fijaron nuestros límites territoriales? ¿Qué de la Patagonia si ello sucede? ¿Qué de Misiones? Ya Paraguay se sumó con lenguaje incendiario contra Argentina por la contaminación del río Paraná. ¿Qué del aliento a secesiones de provincias trabadas en su desarrollo por pertenecer a un Estado en falencia? Si continúa la destrucción del Estado, corre riesgo, nada menos, que la hegemonía argentina en el Atlántico Sur, que quedaría aniquilada y subordinada si en la Patagonia hubiera quita territorial. b) En la cumbre de las Américas de Mar del Plata, Kirchner ofendió, entre otros, al presidente de EEUU y al de México, en tanto la cancillería argentina, ocupada por la guerrilla, organizó la contracumbre para despotricar y denigrar a los presidentes americanos. Argentina se excluyó de los ámbitos de decisión de los Estados Americanos, con lo que no es ni será destinataria de simpatías continentales cuando necesite de ellas, como sería el caso de una desintegración territorial. Claro, Argentina se une a Fidel, hoy su sucesión, y a Chávez. Kirchner cosecha pésimas relaciones en el resto del mundo, incluidos amigos tradicionales de Europa, mientras sume al cuerpo diplomático profesional en la inocuidad, reemplazado por piqueteros, terroristas o políticos sin preparación. c) Brasil, entre otros buques, tiene dos portaaviones: el Sao Paulo y el Minas Gerais, a mas de fuerzas terrestres y aéreas altamente provistas. Chile, con 300 tanques Leopard 1 y AMX-30, suma ahora sistemas de artillería y 100 nuevos tanques Leopard 2, adquiridos a Alemania, del nivel de los usados por la OTAN; adicionó 8 fragatas y dos submarinos con cohetería de excelencia, y una Fuerza Aérea modernizada en EE.UU., Israel y Holanda. La aviación naval argentina, que inició profesionalmente a la brasileña, no puede mantener en vuelo de combate 5 aviones. Nuestros pocos buques modernos carecen de repuestos y abastecimiento, con limitaciones de adiestramiento de personal. La Fuerza Aérea Argentina no puede decolar una escuadrilla de combate de 12 aviones. El Ejército no puede alinear 15 tanques. Esta desproporción en América del Sur es obra de la guerrilla, hoy al frente del Ministerio de Defensa, ya copado antes en cargos menos visibles. ¿Se arman los otros Estados, o solo mantienen las condiciones para ser Estado? ¿Cual puede ser el efecto en caso de integridad territorial en riesgo? d) La Corte Suprema, relevante en sus fallos, no es la real distribuidora de Justicia. Pocos juicios reúnen condiciones de acceso a la Corte. La Justicia para casi todos se resuelve en los tribunales inferiores, muchos ocupados por quienes no son jueces o no lo son para los cargos que ocupan. Es que las designaciones son lerdísimas ante la velocidad de las vacantes. La Justicia fue atacada exitosamente. e) No hay Estado que se precie, que carezca de un buen servicio de inteligencia. Disimulado como ataque a la Armada, desde la guerrilla se desató el vendaval destructivo del servicio de inteligencia nacional. En la semana finalizada el 17.3.2006 el CELS denunció que en la Base Aeronaval de Trelew se hacía espionaje. La Armada reaccionó en prevención de efectos que pudieran limarla aún mas, alentada por el temor, el peor de los consejeros. La Ley de Inteligencia Nacional 25.520 rige la materia, y por ella la información procedente de los supuestos hechos de Trelew aterrizan en la Secretaría de Inteligencia (SI), cuyo titular, con jerarquía de ministro, dependiente directo del Presidente de la Nación, es el organismo superior del Sistema de Inteligencia Nacional y lo dirige. El personal de inteligencia de las fuerzas responde a la Secretaría de Inteligencia. La información y las directivas para obtenerla, hay que buscarlas en los escritorios de la SI, y no en el Comando de Operaciones Navales. Además: ¿Para quien puede ser útil esa información? ¿Para la Armada o para aquél de quien depende la SI? La Ley de Inteligencia prohibe a asociaciones o instituciones realizar o ejecutar actividades de inteligencia, que reserva al Estado, lo que no obsta a que el CELS las realice, a punto que es parte en toda designación de jueces, diplomáticos y oficiales superiores de las FFAA. Con Trelew se neutralizó la labor de inteligencia de las FFAA, con la desarticulación del sistema nacional de inteligencia como objetivo. Como cruel paradoja, su reemplazo en los hechos es el CELS, cuyo referente es el Jefe de Inteligencia de Montoneros. La guerrilla controla el Ministerio de Defensa, y a su través se desarticula la inteligencia argentina. ¿Imaginamos a Francia, España, Brasil, Chile, Bélgica, o cualquier otro Estado cometer desatino semejante? Luego seguirá poner civiles al frente de cada fuerza, civiles subordinados a la guerrilla. f) En otro frente abierto para la destrucción argentina, se quiere quebrar el espinazo al agro, seguro pasaporte para el ulterior quiebre de la industria. No hay reequipamiento industrial sin divisas y no las hay sin exportación agropecuaria. Las carnes fueron inicio. El camino será corto, salvo reacción de las instituciones. g) Otro cimiento, la Iglesia, es atacada frontalmente desde Kirchner y quien dirige el CELS para abajo. Es coherente porque la Iglesia es patria desde los albores y sostén espiritual del pueblo en su infortunio. De los 30 diputados al Congreso de Tucumán 12 eran sacerdotes. La declaración de la independencia del 9 de julio de 1816 lleva la impronta literaria de Fray Cayetano Rodríguez. La lista de los ataques al país sería interminable, pero lo claro es que son obra de los mismos que cometieron traición antes. Con Argentina se hace difícil eludir el Evangelio, a citar una y otra vez: “Por sus frutos los reconocereis” (Mat. 7 – 20, Luc. 6 – 44). Puesta al desnudo la sistemática destrucción de Argentina, cabe preguntarse: ¿El Congreso permanecerá ausente? ¿Los diputados y senadores, como parece, son cómplices de la destrucción de la República? ¿Los diputados y senadores se sienten autorizados por los pueblos de sus provincias, para que toleren la desintegración nacional? ¿Como van a explicar los diputados y senadores nacionales a los pueblos de sus provincias, si Argentina ve cercenada parte de su territorio? ¿Como van a enfrentar su complicidad en la pérdida de la hegemonía en el Atlántico Sur, si ello llega a producirse? (*) Recibido por Corrientes al Día. Alberto F. Robredo: Escritor, catedrático y político porteño: Ex Secretario general de la Alianza Popular Federalista.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.