Opinión
La verdadera historia de la subversión en Argentina
“SILENCIO DE MUDOS” (*)
En la tarde del último martes se presentó en el café literario “La Dama de Bollini” del barrio de Palermo, la tercera edición de “Silencio de Mudos”, una obra que enfoca la verdadera historia de la subversión en Argentina durante los años ´70, y demuestra su accionar criminal. Su autor, el joven Leandro Viotto Romano, detalla, con sobradas pruebas, el historial de la guerrilla, desde las tácticas de infiltración aplicadas en los movimientos estudiantiles hasta la lucha armada, incluyendo sus asesinatos más aberrantes.
“Silencio de Mudos” destroza el mito de los 30.000 desaparecidos, desenmascara a los verdaderos violadores de los Derechos Humanos y pone en evidencia a los actuales funcionarios kirchneristas que, en su momento, no dudaron en alzarse contra gobiernos constitucionales. Personajes de la ultraizquierda local como Hebe de Bonafini y Estela Carlotto no quedan afuera del análisis de este libro. Las instalaciones de “La Dama de Bollini” quedaron chicas ante la gran cantidad de concurrentes que se acercó para escuchar al autor y a sus compañeros de panel, que fueron los periodistas Malú Kikuchi y Bernardo Neustadt, el analista internacional Horacio Calderón, la diputada del Pro Nora Ginzburg y Martín Simonetta, miembro de la Fundación Atlas. La RED KALKI estuvo ahí para cubrir el evento, que no se trató de una clásica conferencia de prensa, sino que cada panelista expuso su visión acerca del tema en cuestión durante un período de alrededor de quince minutos. La primera en tomar la palabra fue la periodista Malú Kikuchi (conductora de “La Caja de Pandora” en Radio Colonia), quien dijo: “A partir del 11 de marzo de 1973, todo acto en contra de un gobierno democráticamente electo pasa a ser acto de terrorismo. Esto no tiene ninguna clase de discusión. A partir de ese día son terroristas acá y en la China. Eso de que hay terrorismo de un lado sí y del otro lado no, que se lo vayan a contar a Magoya (…). De golpe y porrazo nos encontramos con que las Fuerzas Armadas son una mala palabra, siendo que sin ellas no hubiéramos tenido Nación. Como ha habido militares que en su momento hicieron las cosas mal, se decidió que las FF.AA no sirven. Que los que cometieron delitos los paguen, de uno y otro lado, pero conste que los que empezaron fueron los terroristas, porque la represión es consecuencia y no causa (…). Somos el único país del mundo que emplea la expresión terrorismo de Estado y después tenemos a los muchachos idealistas, que eran fantásticos poniendo bombas a Paula Lambruschini (NDR: una joven de 15 años que fue asesinada por Montoneros el día 1 de agosto de 1978). Mi casa tembló ese día porque yo estaba a dos cuadras. Se rajó toda la pared y tuvo que venir la municipalidad (…). Nos aturden con maniobras de distracción como el caso Von Wernich, cuestión de no pensar en la inflación”. Luego le tocó el turno a Horacio Calderón (especialista en terrorismo): “En un momento en el que las heridas comenzaban a cicatrizarse se inició el periodo de esta nefasta presidencia de Néstor Kirchner, que nosotros estamos sufriendo desde hace cuatro años atrás y que tal vez tengamos que sufrir cuatro años más. Este libro tiene la virtud de recopilar hechos que se nos vienen a la memoria a quienes participamos de manera activa en esta guerra civil. No fue una guerra de dos demonios, acá demonio hay uno solo. Este “Silencio de Mudos” es un canto a la verdad histórica, un pedido de justicia para todos”. El climax del discurso de Calderón llegó cuando se refirió al líder sindical peronista José Ignacio Rucci, asesinado por Montoneros: “No era un sindicalista tránfuga como los de ahora. Rucci no dejó un peso a su familia y fue el ejemplo del sindicalista cristiano y nacionalista, gracias a los cuales la guerrilla marxista no pudo tomar el poder en este momento. Lo mataron impunemente, esta juventud maravillosa sacó un comunicado en el que llamó a ese asesinato, socarronamente, “operación traviata”, porque decían que le habían hecho al cuerpo veintitrés agujeritos. Esos sicarios que forman parte de este gobierno actual, o son aliados desde algún partido político, piquete, o desde una organización financiada desde el exterior, fueron los responsables del crimen”. También aprovechó para contar una reciente experiencia en España: “En Madrid tuve que soportar a este clon de Néstor Kirchner, llamado José Luis Rodríguez de Zapatero, quien elevaba a los altares de la socialdemocracia europea a un chacal llamado Santiago Carrillo (NDR: ex líder del Partido Comunista de España y autor intelectual de la masacre de Paracuellos, donde murieron más de seis mil personas). Al lado de figuras del infierno como ésta que acabo de nombrar, Hebe de Bonafini parece hasta Teresa de Calcuta. Es decir, no estamos solos en este drama”. Inmediatamente después de citar al asesino Carrillo, recordó que “el Santo Padre beatificó a 500 mártires españoles” y propuso que se haga lo mismo con Argentino Del Valle Larrabure. La diputada del Pro Nora Guinzburg agregó por su parte que “existe un plan sistemático para destruir a las Fuerzas Armadas” y que no soporta que el presidente les diga en el Congreso que Hebe de Bonafini es “su madre”. Bernardo Neustadt fue el más convocante de los panelistas. Su exposición mezcló anécdotas con algunos toques de humor: “Ayer (por el lunes) le pregunté al psiquiatra sobre la identidad del señor presidente, y me dijo que es psicópata-perverso. A lo que le consulté cuál qué diferencia había. Me respondió que psicópata-perverso es el que sabe que hace daño y lo sigue haciendo.” “A los 82 años quiero saber qué es el bien y que funcione, quiero estar dentro de la ley y aplicarla sin piedad. Nos han convencido de que ellos eran la verdad y nosotros la mentira. Estos imaginarios del odio nos llevaron a mirar para atrás como ellos. Si esta señora es elegida presidenta, recuerden que Cristina Fernández es Kirchner. Ojalá pague las consecuencias y que no nos ponga a parir, porque ya nos parieron hace tiempo. En un país tan patriota y tan católico, casi todos los héroes fueron enterrados en el exterior”. Martín Simonetta señaló: “Nos quieren vender una versión infantil. Se da el caso paradójico de quienes han perdido la guerra son los que escriben la historia. Hay un contraste entre los 30 mil desaparecidos de los que habla la prensa y los 6 mil técnicamente comprobados, lo cual le da un volumen real a la cuestión”. Cerró el evento el joven Leandro Viotto Romano, quien rompió el hielo con un chiste: “Podemos decir que hoy es un día kirchnerista (en relación al clima lluvioso y oscuro que hubo ese martes)”. Debido a las mentiras del sistema de corrupción, es corriente que parte de la juventud tome a Ernesto Guevara Lynch como ícono; sin embargo, el autor de “Silencio de Mudos” no se dejó engañar: “el ´che´ Guevara fue un asesino y un fracasado, que aún hoy sigue fracasando porque perdió hasta en El Gen Argentino (NDR: show televisivo en el que los espectadores decidieron por votación vía SMS que el terrorista no representa al pueblo argentino). (…) Tenemos por un lado a jóvenes que se autoproclaman defensores de los derechos humanos, pero por el otro aplauden al mayor dictador de la historia mundial, Fidel Castro, ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Es como el mercado de las ideas rápidas, se viste con ellas porque lucen bien. Manipulan la Historia Argentina de tal forma que la convirtieron en historieta. Buceamos por una recreación constante de la historia. Pareciera que a las personas de izquierda -no a todas- hay que explicarles las cosas como si tuvieran tres años. Para discutir con ellos hay que remontarse a lo más básico.” El discurso de Viotto Romano, tal como destacaron sus compañeros de panel, transmitió grandes esperanzas de que jóvenes como él pueden hacer un aporte importante para construir una Nueva Argentina. Actualmente el autor es un avanzado alumno de la carrera de Derecho, y es un habitual colaborador del diario La Nueva Provincia, de Bahía Blanca. Asimismo, fue uno de los conductores del programa radial “Fundadores – La otra campana de la Argentina”, y se desempeña como analista político en otras emisiones. Al final de la exposición, los panelistas fueron aplaudidos de pie por el auditorio, que agradeció la claridad y contundencia de los discursos. La tercera edición de “Silencio de Mudos” es una versión actualizada respecto a las dos anteriores, y puede ser adquirida en las principales librerías de Buenos Aires. En estos momentos, Viotto Romano prepara un nuevo libro, ya que como él mismo le dijo a la RED KALKI, “somos muchos los que creemos que las cosas pueden y deben ser cambiadas”. (*) Emiliano Brescia / Informe especial para la RED KALKI. Agencia internacional de noticias Red Kalki
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.