Opinión
La violencia familiar en las fuerzas de seguridad
¿HASTA CUÁNDO? (*)
Quizás sea uno de los temas que menos se analice en los medios, pero sin dudas el final del 2005 y comienzos del 2006 en la Argentina se han producido varias noticias policiales sobre violencia familiar en miembros de fuerzas de seguridad, desde asesinatos de sus esposas, novias o amantes, hasta asesinatos seguidos de suicidios.
Pero existe una problemática anterior y hasta habitual que no se menciona y de la que por una cuestión de imagen de la Institución no se aborda con la seriedad que esta merece. Toda fuerza de seguridad en “Teoría”, realiza a sus aspirantes a ingresar a las filas exámenes psicológicos tendientes a poder determinar si la persona es apta para el trabajo que se le va a encomendar, de por sí, son trabajos con una alta presión por sus reglamentos y estructura verticalista militarizada, siendo aún mayor el stress en las policías, esto según estudios internacionales que determinaron el trabajo policial como una de las actividades más estresantes que puede realizar una persona. Ahora bien, conociendo este aspecto, tal vez sería una buena opción un seguimiento más elaborado de los miembros en lo que a su psiquis se refiere y no como en la actualidad que recién vuelven a ser evaluados en las promociones a ascensos, en los cuales como al ingreso, son citados en cantidad y evaluados superficialmente. De más esta decir, que en mi investigación pude comprobar que muchos efectivos que no están aptos para el servicio efectivo son pasados a un retiro obligatorio, y así este hombre va a una sociedad con un arma y una credencial, que le abrirá las puertas a cualquier empresa de seguridad, sin importar si este esta apto para portar un arma. Muchos profesionales, psicólogos y psiquiatras incluso en sus citas con efectivos policiales toman conocimiento de que algunas angustias derivan de efectivos que presenciaron algún delito dentro de la fuerza y no saben como actuar, confundidos por el deber y el miedo a perder lo único que tienen la Institución misma. Esto es así, porque muchos sienten que solo tienen un lugar dentro de respeto dentro de la fuerza, allí, con un trabajo mediocre se puede sobrevivir y ascender, con lo cual siempre habrá debajo alguien que lo respete, respeto que muchos sienten no tienen en la sociedad y que algunos incluso trasladan esa falta de respeto a sus hogares. ¿Qué hacen los profesionales de la salud mental con sus pacientes?, dependiendo de la patología y de la voluntad o posibilidades de hacer valer su dictamen, siempre estará por encima el interés institucional, de hecho pude comprobar que en los casos de pacientes que denunciaron delitos, simplemente se les recomendó que pidan el retiro, como forma de aliviar la tensión y mejorar su salud, es gracioso, pero fue así. Después de todo en la Argentina no existe una política de prevención psicológica del personal de las fuerzas de seguridad como en otros países del mundo, donde un psicólogo tiene otro peso en cuanto a su dictamen y pedido de citación del personal, también hay que mencionar que están organizados de una forma más personalizada respecto del personal y más descentralizada que la tradicional forma Argentina de polarizar todo en hospitales militares o policiales. Esto no es nada nuevo ya en 1998, justamente en el mes de enero la Revista Impacto, publicaba estas palabras de Noemí Aumedes, “el problema no es patrimonio de los pobres. Los golpeadores, generalmente, se encuentran entre las fuerzas de seguridad y los profesionales”. La misma profesional a cargo en ese momento de la Dirección de la Mujer de la Ciudad de Buenos Aires, indicaba que en la encuesta figuraban primero los miembros de las fuerzas de seguridad, seguidos por los médicos, los ingenieros, los contadores, chóferes, aclarando que contra todo pronóstico el menos golpeador resultó ser el albañil. Ante este panorama que las autoridades saben muy bien ocurre, desde hace un tiempo, se han comenzado jornadas en nuestras policías para “capacitar” a las fuerzas de seguridad en temas de Violencia Familiar, pero aquí volvemos a ver lo falaz de estas acciones que solo intentan limpiar culpas, a alguien con criterio se le puede ocurrir que en una horas, un solo día, un efectivo pueda cambiar años de mala influencia, concurriendo a una charla que no le despierta interés y que concurre porque así se lo ordenan. En otro análisis abordaremos el tema de los profesionales y veremos como los médicos, muchas veces están en la realidad lejos de lo que el imaginario común cree de esos profesionales que uno idealiza. El efectivo de las fuerzas de seguridad es un ser humano que generalmente desconfía de “todo” y de “todos”, tanta mugre ven y viven a diario que el moverse en un ambiente hostil lo tiene en un estado de constante atención y defensa, que termina jugándole en contra. Quien haya estado alguna vez en contacto con estos en su trabajo, puede notar que para ellos todos son responsables de algo y que si una mujer va a denunciar algún hecho de violencia la mira de arriba abajo buscando algo que justifique la paliza, y siempre los comentarios son en general tiene “pinta” de loca o de “atorranta”, ni mencionar si el denunciado es un miembro de las fuerzas de seguridad, por suerte el ingreso de efectivos con estudios y una mayor presencia femenina ha ido torciendo esta inexplicable forma de trabajo y de pensar, pero no ha sido erradicada, durante el 2005 he tenido que acompañar a más de una mujer a comisarías de la Policía Federal y Provincial para que le reciban la denuncia de amenazas o violencia familiar. Estos hechos que son reacios a recibir en las comisarías, aduciendo que “después se arreglan y escribimos al pedo”, si bien tiene cierta verdad, también es cierto que lo mejor es prevenir. En conclusiones, el efectivo de las fuerzas de seguridad, hombre y mujer convive en un ambiente donde se mezclan a diario los sentimientos, vive alegrías como puede ser un nacimiento y vive muerte, esto junto con la prostitución y todos los demás “males” sociales afectan su apreciación de la realidad al analizar el conjunto, le cuesta diferenciar situaciones, como se puede ver en las jornadas de violencia familiar al preguntar cosas que solos deberían poder discernir. Vale aclarar que me refiero tanto a hombres como a mujeres de las fuerzas de seguridad, la violencia familiar no es algo privativo de los hombres. Es hora de terminar con las hipocresías y saber que los hombres de las fuerzas de seguridad necesitan asistencia seria, por su trabajo, por sus adicciones, algo de lo que no se habla pero que ampliaremos en otro informe, que a veces lleva a muchos hechos trágicos que parecen inexplicables. Son los que nos deben cuidar, contenernos ante el hecho vivido, están armados y deberíamos tener la confianza de que ese hombre o mujer es un profesional en lo que hace. (*) Recibido por Corrientes al Día de Marcelo Ricardo Hawrylciw, FELAP N° 496
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.