¡Nueva sinfonía en la F-1! Salen a la pista los motores V8. El 57° Mundial comienza en Bahrein. Cómo serán las carreras con las reglas 2006. Así llega cada uno.

Quienes hayan estado el último 16 de octubre cerca de la recta principal de Shangai podrán jactarse durante un buen tiempo: fueron los últimos que sintieron el afinado bramido de una largada de Fórmula 1 con motores V10. Un privilegio que, bajo la óptica de los fierreros y según pasen los años, podrá aspirar al status de leyenda. Este año, en el 57ø Campeonato Mundial que comenzará este fin de semana en Bahrein (Australia, inicio de temporada desde 1996, tuvo que ceder su privilegio porque Melbourne alberga los 18ø Juegos de la Comunidad Británica), empezará una nueva era: la de los motores V8 de 2.400 cc. La reducción de cilindrada no es la única modificación que tendrá la Fórmula 1, que volverá a permitir el cambio de neumáticos en carrera. Habrá un nuevo equipo, pases entre escuderías, debutantes y un formato de clasificación por eliminación. Todo cambio drástico en las reglas impone interrogantes, tal como ocurrió el año pasado con la disposición de que las gomas debían durar todo el Gran Premio. Los nuevos impulsores V8 tendrán que servir para dos carreras consecutivas, tal como ocurría con sus antecesores V10. La pena por cambiarlo antes de tiempo seguirá siendo castigada con la pérdida de lugares en la grilla. Los V8, pensados para reducir la velocidad de los autos —y así mejorar la seguridad— y los costos de los equipos, provocarán que los au- tos sean de tres a cinco segundos más lentos por vuelta según los circuitos. La mayor pérdida será en la velocidad punta, el tope que se puede alcanzar en las rectas. Como el V8, al tener unos 150 caballos menos, demanda menos de los neumáticos, y ahora está permitido cambiarlos en carrera, sumado a las mejoras aerodinámicas, la diferencia de velocidad en curva con respecto al anterior impulsor se notará menos. En el inicio del año, lo importante será tener suficiente confiabilidad, algo en lo que Renault se mostró más consistente que McLaren, que sufrió con el último diseño de Mercedes-Benz en el arranque de la pretemporada. La clara ventaja que Michelin sacó en 2005, con neumáticos que rindieron mejor que los Bridgestone en el recorrido de un Gran Premio, parece acotada este año. El regreso de los cambios de caucho añaden valor al espectáculo y les agregan tarea a los mecánicos. El reparto de equipos está más compensado: Williams y Toyota pasaron a Bridgestone, que captó al nuevo Super Aguri. La marca japonesa (tenía a Ferrari y Midland) cuenta con cinco escuderías y Michelin, con seis. La casa francesa, enfrentada con la Federación Internacional del Automóvil desde el bochorno en Estados Unidos 05, dejará el Mundial a fin de año. La clasificación a una vuelta lanzada fue reemplazada por un sistema de eliminación que ya repartió favorecedores y detractores en cantidades similares. Las pruebas en la pretemporada, pese al habitual halo de incertidumbre que promueve el secreto en que se mueven las escuderías, dejaron evidencia de que Renault y Fernando Alonso, campeones de marcas y de pilotos respectivamente, continúan en buena forma. Ferrari usó mucho para sus prácticas la F2004 (imbatible ese año) con un motor V10 limitado, a la par de la flamante 248 F1. McLaren jalonó sus problemas de confiabilidad con buenos tiempos en Valencia. Honda, que adquirió la totalidad de BAR, aparece firme como rival del Rombo. El único equipo que no competirá con V8 es Toro Rosso (ex Minardi), que se acogió al beneficio reglamentario para escuadras privadas y usará el Cosworth V10 limitado. Habrá sonidos nuevos. La orquesta toca otra música. Fuente: Martin Urruty murruty@ole.com.ar