Rural
Los buenos precios del girasol se proyectan a futuro
NORBERTO VERIBONA DOLA (*)
El Incremento universal del consumo de aceites vegetales a nivel general sigue su curva ascendente; la firmeza en los mercados internacionales se manifiesta con valores en alza para la demanda a futuro. La revalorización de estos productos encuentra su mayor explicación en el incremento de su utilización en China e India. En los últimos tres años, los requerimientos mundiales en la materia están creciendo en aproximadamente 6.500.000 TT por año.
(www.pregonagropecuario.com.ar) Después de la campaña agrícola 1998/9 en la que el girasol logró la mayor superficie de siembra en 30 años, ocupando 4.200.000 hectáreas de tierra cultivable argentina, la presencia de ésta oleaginosa cayó drásticamente en la preferencia de los agricultores nacionales; al punto que en el ciclo 2003/4 tocó fondo con 1.800.000 hectáreas. Aún cuando se fueron realizando distintos esfuerzos por recuperar al menos, una parte de aquella presencia, los resultados hasta la fecha han sido parciales; así lo revelan las aproximadamente 2.360.000 hectáreas cultivadas en las dos últimas temporadas. Los guarismos de la campaña 2006/7, indican que la cosecha total osciló en 3.400.000 TT, por lo que el rendimiento nacional promedio no llegó a 1.450 kilos/hect., lo que da una clara pauta de lo perjudicial que se presentó el clima para la especie, puesto que el registro de marras es inferior en un 19% al promedio del último lustro. Cierto es que la magra performance del girasol no obedece a un solo factor, sino que concurren para ello una serie de situaciones, varias de ellas conexas. La menor rentabilidad experimentada en lo que va de la década, fue el elemento primordial para que cediera en gran medida espacios a la soja, recluyéndose a zonas de mayor riesgo y menos aptitud agrícola. Los productores en condiciones de elegir se pasaron masivamente a la soja; paulatinamente los grandes capítulos y atrayentes flores amarillas, dejaron de verse en sus escenarios naturales del centro y oeste de la provincia de Buenos Aires, sur de Córdoba y sur de Santa Fe; en su reemplazo el cultivo se corrió hacia ambientes más inciertos como el centro oeste de La Pampa y sur de San Luis, también experimentó una reducción en las áreas del sudeste o el sudoeste de Buenos Aires. Es evidente que tal desplazamiento conspiró sensiblemente para la obtención de resultados superiores; menor régimen de lluvias (termino medio dividió por dos las precipitaciones recibidas) y, terrenos con marcada inferioridad en cuanto a capacidad de almacenaje y retención hídrica, además de presentar bajos tenores de materia orgánica. Simultáneamente, en los pocos casos que se lo sembró en las zonas típicas girasoleras, se lo relegó a lotes muy distantes de ser los más aptos. Por otra parte, el girasol es de los cultivos importantes, el que menos incorporación de tecnología ha recibido y, en líneas generales a la disponible, es la que los productores menos la adoptaron. La realidad empaña los logros genéticos obtenidos por los programas de investigaciones, que aún cuando los mejoramientos no se compadecen con los alcanzados en soja o maíz, no se han suspendidos. Los espacios asignados son tan poco propicios que híbridos con potencial para conseguir 4.000 kg/hct., muchas veces no llegan a rendir el 50% de esa marca. Ante las circunstancias imperantes; instituciones oficiales, criaderos, laboratorios y la industria del sector, no escatiman dedicación tratando de revertir la situación. En tal sintonía el INTA Anguil, mediante un equipo de investigación conducido por el Ing. Jesús Pérez Fernández, trabaja en pos de resolver los intríngulis que actúan como restrictivos de rendimiento, como así también evalúan técnicas de manejo más aprovechables para una región integrada por zonas posibles de La Pampa, sudoeste de Córdoba y sur de San Luis. La evaluación está orientada a la estipulación niveles críticos de los nutrientes y optimizar la administración del agua, para ello se están considerando distintos antecesores, extensión del barbecho, grados de cobertura etc. Con la perdida de interés registrada, hoy varios de sus antiguos cultores no tienen muy presente cuales son los avances genéticos alcanzados; quienes no han sembrado girasol en los últimos 5 o 6 años, no tuvieron la posibilidad de comprobar que los nuevos materiales prácticamente han neutralizado los efectos del verticilium o el mildew y relativizados los de la sclerotinia. Hoy se advierte un incremento en cuanto al tenor de materia grasa, al mismo tiempo que se produce mucho menos vaneo, ello acontece porque ostentan más aptitud para producir mayor cantidad de aquenios por capitulo y, por las mejorías registradas en cuanto a autocompatibilidad. Además, es notorio lo que se han corregido problemas que quebrado del tallo y proclividad al vuelco. Una gran contribución al aumento de rendimientos corresponde a los híbridos tolerantes a “imidizalinonas”, cuya aparición en el mercado local coincidió con la de los Estados Unidos, con lo que se optimizó notablemente el control de malezas. Esta tecnología denominada Clearfield, favorece considerablemente la adopción masiva de la siembra directa en el cultivo que en menor medida la tiene incorporada, con las ventajas que ello conlleva. También es pertinente destacar que los girasoles de última generación, muestran adelantos significativos en lo concerniente al aumento de densidad de siembra, tal particularidad no es percatada por los productores que lo siembran, lo que queda demostrado con la cantidad mayoritaria de sembrados que cuentan entre 30.000 y 35.000 plantas por hectáreas. Anteriormente, la capacidad compensatoria de la especie, disimulaba bastante los stands inferiores, hoy en día con estas poblaciones se resigna rendimientos. Es muy bajo el porcentaje de hectáreas plantadas con girasol que son fertilizadas, en general se subestima el rol que desempeña el fósforo a favor del sistema radicular y, el mejor aprovechamiento que se hace del nitrógeno y el agua. Otro detalle que habitualmente descuida el agricultor es el de cosechar extremadamente seco, además del riesgo climático que significa demorar el lote en planta, el deterioro físico es importante; cae el contenido de materia grasa, se aumenta la presencia de cuerpos extraños y se pierden kilos por desgrane y quebrado. Como queda dicho al principio del presente, la declinación de la rentabilidad y fundamentalmente la adversidad en comparación con la soja, fueron los factor prácticamente excluyente para la eliminación en algunos casos y, disminución substancial en otros, del girasol en los planes de siembras en las zonas agronómicamente consideradas girasoleras. Pero en el corriente año la situación está variando categóricamente. El 2006 cerró con el precio máximo de los últimos tres años $ 590 la TT, valor Rosario, salvo una pequeña declinación en Enero ($580), de allí en más comenzó su carrera ascendente que lo ubica en este momento en los $ 740 la TT. Sin duda alguna el panorama es muy distinto y ya varios son los que hacen planes de volver a sembrarlo. Posiblemente el interrogante que varios se plantearan, radica en que si los valores atrayentes de hoy tendrán continuidad. Si bien sabemos que los mercados son cambiantes y los precios internacionales están sujetos a distintos ponderables, corresponde expresar que los factores que normalmente inciden en la conformación de los mercados se muestra favorables para que perduren los “buenos vientos” para el girasol, tal como esta sucediendo con el menú de granos en general. El Incremento universal del consumo de aceites vegetales a nivel general sigue su curva ascendente; la firmeza en los mercados internacionales se manifiesta con valores en alza para la demanda a futuro (con indicadores que para encontrarle parangón en necesario remontarse a varios años atrás). La revalorización de estos productos encuentra su mayor explicación en el incremento de su utilización en China e India (que junto a otros países del Asia Pacífico, constituyen el 50% de las necesidades ecuménicas). En los últimos tres años, los requerimientos mundiales en la materia están creciendo en aproximadamente 6.500.000 TT por año. En cualquier análisis al respecto, no puede dejar de considerarse la tendencia hacia el empleo de aceites saludables para la alimentación y, las nuevas normas de etiquetado, por las que debe detallarse la presencia de grasas trans y saturadas, (lo que constituye una nueva oportunidad para aceites de calidad como el alto oleico. Al respecto, cabe indicar que aproximadamente un 6% del girasol argentino ya es de este tipo). Por otra parte el auge del biodiésel juega un papel preponderante, si bien en la Unión Europea, priorizan para ese uso el aceite de colza por su aptitud para el propósito, este es reemplazado en la cocina en gran medida por el derivado del girasol; al mismo tiempo se verifica una tendencia creciente a emplear aceites económicos, como el de palma. Como consecuencia de de estos movimientos y relevos, el aceite de girasol se consolida aún más en la preferencia de los paladares del viejo mundo. Lo concreto es que los especialistas auguran una producción para el venidero año por debajo de la demanda esperada. Tal expectativa se trasluce en un mercado a término que apunta a U$S 230 la TT para febrero/marzo de 2008. En cuanto a las posibilidades de incrementar ostensiblemente la producción girasolera, solo aparecen tres países en condiciones de gravitar; Rusia, Ucrania y Argentina. Como dato complementario es pertinente acotar que a grandes rasgos, la población universal crece a razón del 1,5% anual, en tanto el consumo de aceite progresa por encima del 2% per cápita anual. Los cálculos más optimistas, prevén un aumento de la producción, semejante al crecimiento vegetativo.
Rural
Pobreza intelectual en la sanción de la modificación de la ley de Manejo del Fuego
COMUNICADO DE CARBAP
La reciente sanción en el Senado Nacional de las modificaciones a la Ley de Manejo del Fuego 26.816, las cuales prohíben por el término de treinta (30) años desde la extinción del fuego cualquier actividad agropecuaria que sea distinta al uso y destino que la superficie tuviera previo al momento del incendio, independientemente si el incendio fuera provocado o accidental, claramente atenta contra el productor agropecuario y su seguridad jurídica.
Esta nueva prohibición, además, se aplica a las superficies con bosques implantados o nativos, sumando nuevas restricciones a las ya existentes en la ley de bosques por hasta sesenta (60) años.
Es de destacar que estas restricciones afectan profundamente el derecho de propiedad, además de ser aplicadas incluso a aquellos individuos que no son culpables de estos incendios en el caso de situaciones naturales, provocados por terceros o accidentales, tan comunes en el sur de nuestras provincias de Bs As y La Pampa en campos lindantes a vías del ferrocarril en tiempos de seca. Se trata de una situación insólita e inconstitucional, porque se impide disponer del inmueble alterando el derecho a la propiedad.
Del mismo modo los propietarios deben soportar las consecuencias de la ineficiencia de un Estado que no es capaz ni de prevenir incendios tanto accidentales o como consecuencia de actos de vandalismo como así tampoco de aprehender y someter a la justicia a quienes lo hubieran originado.
Estas modificaciones a la ley, que limitan el uso privado y comercial de tierras incendiadas, plantean una mirada prejuiciosa y muy injusta sobre el productor agropecuario, en quien recae la culpabilidad del hecho aun no siendo responsable, afectando la garantía constitucional de presunción de inocencia, quien además de haber perdido su capital de trabajo o sus inmuebles por estos hechos debe enfrentar una condena por un evento sobre el cual no tiene responsabilidad alguna y restricciones por décadas.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), entendemos que esta nueva ley es el resultado de la incapacidad intelectual de los legisladores en la búsqueda de herramientas lógicas, inteligentes y realistas para atender una problemática seria y compleja, ante la fácil y sencilla receta de aplicar políticas partidarias en temas legislativos nacionales, actitudes revanchistas y castigos en lugar de reales soluciones autosaboteando al país al condenar previamente al productor impulsando normas que promueven incertidumbre sectorial .
Rural
Elaboran mapa de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes
Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.
Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes. Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.
La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.
La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.
En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.
En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.
Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.
"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr. Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).
En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.
Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.
DETALLES DEL ESTUDIO
Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).
Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.
Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.
Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.
Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.
Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.
Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.
Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.
El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.