Tomó estado parlamentario en el Congreso de la Nación un proyecto de ley destinado a otorgar la calidad de ente jurídico a los Corredores Productivos. Toda una buena nueva para el movimiento cooperativo correntino no sólo porque tiene en marcha un programa que contempla siete de estos espacios, sino porque además este ejemplo fue tomado como modelo para propiciar la iniciativa.

El proyecto pertenece a un legislador chaqueño, el presidente de la Comisión de Cooperativismo de la Cámara de Diputados, Héctor Romero, y tiene como antecedente una jornada realizada en Buenos Aires, donde los representantes provinciales del sector expusieron ampliamente las bondades de un programa respaldado en probados y exitosos ejemplos en otros países. Romero, junto a otros dos presidentes de comisión en la Cámara baja nacional -Jesús Blanco e Hilda “Chiche” de Duhalde- oficia de promotor de una idea que tiene manifestaciones similares en la Patagonia, el Noroeste, Chaco, Misiones y Formosa. El proyecto de ley aparece impulsado por la Federación de Cooperativas local (FEDECOOP), autora del Programa de Corredores Productivos puesto en marcha hace tres años y tomado de referente para la fundamentación legislativa. El programa apuesta a la convergencia del Estado, el sector privado (con las PyMEs) y el denominado Tercer Sector o Sector Social de la Economía. Tiene una fuerte base en las cooperativas pero también en ese nuevo rol de los municipios dentro de las estrategias de desarrollo global. Y, coherente con la línea que el movimiento cooperativo correntino traza hace años, no se olvida de la educación y la capacitación, consideradas clave a la hora de garantizar el bueno resultado de cada emprendimiento. El proyecto legislativo propicia la creación de Corredores Productivos con personería jurídica propia, bajo la forma de entidad autárquica, y regidos por la normativa general y por los principios específicos de la actividad que constituye su objetivo. En manos del Poder Ejecutivo quedará la delimitación de regiones socioeconómicas del país, teniendo en cuenta homogeneidades productivas que conformen cadenas de valor sustentables, previendo mecanismos crediticios de bonificación de tasas de interés y estabilidad fiscal por cinco años. También contempla que el Estado promueva fondos de productos autóctonos, actividad forestal integrada, regionalización de beneficios impositivos y previsionales, fondos de garantía y asistencia técnica, dispuestas por cada una de las áreas específicas del Gobierno nacional, en lo atinente a las MiPyMEs y las cooperativas. Las provincias que adhieran a la ley preverán la formación de consorcios y corredores productivos entre varios municipios o entre una o más municipalidades con la Nación o con otras provincias para la cristalización y/o promoción de emprendimientos de interés común. En ellos podrán participar personas físicas o jurídicas pertenecientes al ámbito territorial del o de los entes estatales que los integren. A su vez, está previsto que provincias y municipios adherentes apliquen un gravamen para el sostenimiento del corredor, sea nuevo o adicional a los ya existentes. Iría a una cuenta especial para hacer la transferencia presupuestaria al ente conformado. Está previsto en la iniciativa que en los Corredores se dicten los estatutos orgánicos y reglamentos, sin perjuicio del poder fiscalizador que corresponda a las autoridades administrativas competentes. Como también la derogación de cualquier norma que se oponga a este proyecto. FUNDAMENTOS El diputado Héctor Romero funda la iniciativa en el artículo 124ª de la Constitución Nacional que establece que “las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines”. Cita el caso Corrientes que no es otra cosa que el Programa de Corredores Productivos de la FEDECOOP. Así consigna en la argumentación del proyecto que hay una experiencia que “puede ser tomada como modelo para impulsar otras similares en otras provincias y regiones, que apunten a una regionalización que va más allá de las delimitaciones político -jurisdiccionales. En Corrientes se tomó en cuenta el potencial asociativo de las cadenas productivas, agroalimentarias y agroindustriales. Allí existen en pleno desarrollo siete corredores productivos que responden a una regionalización productiva, diseñada a partir de cierta homogeneidad y/o complementación de productos y servicios, impulsados por la Federación de Cooperativas”. El plan provincial abarca actividades de fruti horticultura, citrus, forestación y apicultura; reconversión del área tabacalera, arroz, yerba mate, cría de animales silvestres y floricultura, entre otros. “Ya tiene un importante desarrollo de estudios de viabilidad realizados mediante convenios con la Universidad Nacional del Nordeste, el Ministerio de Producción, Trabajo y Turismo, la Dirección de Cooperativas y otros entes vinculados”, señala. Según entiende el legislador, “han dado un salto cualitativo a lo que fueron los Consorcios Productivos Bonaerenses (impulsados entre 1994 y 1999), en la medida que se han construido desde las cooperativas y desde su Federación, no quedando por ello atados a los vaivenes políticos que, muchas veces, interrumpen la continuidad de estas iniciativas”. Entre los objetivos se encuentran el impulso del asociativismo, la coordinación regional de los procesos de articulación con el mercado, la instrumentación de alternativas de valor agregado de manera asociativa, el acceso a los mercados formales nacionales e internacionales, la búsqueda de fuentes de financiamiento y el estímulo a los proyectos emprendedores en beneficio de los pequeños productores y sus familias. En otras palabras, se trata de asociaciones de regionalización productiva con visiones estratégicas participativas de base cooperativa, en las cuales el insumo de la educación, capacitación y asistencia cobra especial relevancia. La idea es, tal lo argumenta Romero, que sean estructuras democráticas de fuerte anclaje territorial, en condiciones de efectuar “padrinazgos” y apoyaturas técnicas y productivas que potencien los proyectos impulsados por microemprendedores familiares para insertarse en el mercado, llevando adelante proyectos viables y sustentables. La descripción corresponde fielmente a los rasgos generales del programa de la federación cooperativa correntina. Pero el chaqueño no se olvida de mencionar otras manifestaciones de idénticas características, como el Plan de Regionalización de su Provincia; el Corredor Productivo de la Papa Andina, con base en Jujuy; y el Corredor Lanar, de la Patagonia, entre otros. Todos ellos aparecen como “reacciones naturales de comunidades productivas de nuestras economías regionales”. Pero, tal como apunta el proyecto de ley, previamente en estos lugares se tuvieron en cuenta las experiencias en países centrales, donde modelos similares aparecieron como respuesta positiva de los sistemas asociativos para enfrentar los embates de la globalización. Los “clusters” de Estados Unidos, “minicluster” de España, distritos industriales de Italia y el cooperativismo de trabajo integrado de Canadá, son “expresiones que hoy pueden mostrar a la comunidad internacionales las bondades del sistema de la Economía Social y los resultados exitosos obtenidos”.