Opinión
Martín Granovsky lleva un mes dilapidando el capital de la agencia estatal
CONFLICTO EN LA AGENCIA TELAM (*)
La agencia de noticias TELAM está paralizada desde hace 32 días por la obstinación de su presidente, que no dialoga con sus trabajadores y, peor aún, los despide. Granovsky está dilapidando el capital humano y la credibilidad de la empresa fundada en 1946.
TELAM nació en la primera presidencia de Juan Domingo Perón con el ambicioso nombre de Telecomunicaciones Latinoamericanas, Sociedad del Estado. Se dice que quiso llenar el vacío informativo y la oposición que la mayoría de los medios de prensa conservadores hicieron a su gobierno, encabezados por “La Prensa” de los Gainza Paz. De ese nacimiento a hoy han transcurrido sesenta años y aquella intención fundacional no se ha materializado en Argentina. En otras latitudes, como en Caracas, el bolivariano Hugo Chávez alienta proyectos comunicacionales semejantes, como puede ser Telesur. La falta de resultados de una agencia “nacional, popular y federal”, como se propuso en 2003 reorientarla la administración Kirchner, no se debió a fallas de su personal, bien calificado y con número suficiente -alrededor de 500 periodistas y técnicos- para hacer bien la tarea. Ellos siguen afirmando que TELAM es la principal agencia de noticias del país, con presencia efectiva en todo el territorio nacional. ¿Por qué entonces los objetivos periodísticos siguen tan lejanos? En los últimos dos meses se pudo advertir la naturaleza de los obstáculos, que no son puestos por su personal sino por sus máximas autoridades, el presidente del directorio Martín Granovsky y sectores encumbrados del gobierno de Néstor Kirchner a los que aquél se reporta. Hace casi dos meses que la Comisión Interna Gremial encabezada por Alicia Galizzi y Orlando Romero presentó un pliego reivindicativo de doce puntos, donde resaltaba el pedido de aumento salarial del 30 por ciento. Aunque en un plano menos destacado, otro ítem habrá erizado la epidermis del oficialismo: la gente de prensa opinaba a favor de una ley para favorecer la transparencia informativa y financiera de la agencia pública mediante el control parlamentario. Es que hasta ahora TELAM S.E. es resorte exclusivo del Poder Ejecutivo en cuanto a las decisiones más importantes, como la designación y remoción de su Directorio. Este a su vez decide la canalización de los 120 millones de pesos anuales de la pauta oficial hacia los diarios y publicaciones del país, lo que motiva muchas controversias y negocios. DIGA TREINTA Y TRES Evidentemente ni una cosa ni la otra fueron del agrado de Granovsky y sus amigos del poder. Su política salarial sólo admitía retoques de hasta un 19 por ciento. Y del control parlamentario, por ahora mejor ni hablar. Esas discrepancias de fondo explican cómo se incubó la tormenta en el edificio nueve pisos de Bolívar 531, que estalló formalmente cuando, en vez de atender los reclamos del personal, el presidente despidió a Jorge Azar, jefe de contabilidad general, y Hernán Pereyra, redactor. Las explicaciones, que Granovsky reiteró anteayer en el programa de Magdalena Ruiz Guiñazú, fue que Azar cometió “irregularidades”, en elíptica acusación de corrupción, y que Pereyra le habría pegado una trompada en la esquina del lugar de trabajo. El personal está masivamente participando de la huelga, excepto cuatro “carneros” cuyos nombres en fotocopias empapelan el primer piso donde funciona la redacción. Los periodistas replicaron las acusaciones empresarias. Marcelo Cena puntualizó ante LA ARENA: “la empresa no denunció a Azar ante la justicia, queremos que lo reincorporen, luego que abra un sumario administrativo y finalmente que hagan la denuncia ante la justicia, allí se verá que Azar no es ningún corrupto”. En relación a Pereyra, se aclara que no hay ningún testigo de una supuesta pelea y sí pruebas de que al periodista, de treinta años de profesión, se lo quiso “colgar” enviándolo como cronista al Mercado Central. La cerrazón empresaria de no atender los planteos gremiales e incluso envenenar la relación mediante los despidos, se mantuvo en las tres audiencias realizadas a lo largo de este mes en el Ministerio de Trabajo. Como representante de la CGT estuvo allí Omar Viviani, del sindicato de Taxis, pero el rol del consejo directivo comandado por Hugo Moyano no tomó medida alguna de apoyo al conflicto. “Nos tiraron abajo del camión”, nos comentaron varios huelguistas, graficando la falta de solidaridad del jefe de los camioneros que pactó en la Casa Rosada el cepo salarial del 19 por ciento. En cambio en el “Diario del Conflicto”, día 31, que distribuyen electrónicamente los encargados de prensa, se destacó el tercer Abrazo Solidario realizado en la tarde del 11 de mayo en la vereda de Bolívar. Allí se reunieron casi 2.000 personas y sectores tan disímiles como los representados por Elisa Carrió, Néstor Pitrola, Eduardo Macaluse, la Asamblea de San Telmo, Raúl Castells, Carlos Raimundi, Luis Farinello, Nito Artaza, Leonor Manso, dirigentes de FUA, Naranja de Prensa, etc. Así se llegó al día treinta y tres de la pulseada, una de las más prolongadas en los medios en los últimos años. QUE RECAPACITEN LOS PRESIDENTES Los dos presidentes tendrían que reflexionar: el de TELAM y el presidente de la Nación que lo designó con un proyecto de agencia nacional y federal malogrado hasta el momento. Granovsky debería atender a su propia conciencia, ya que no quiere escuchar la voz de los empleados de la empresa. Se trata de un periodista con fama de progresista amasada durante su paso como redactor, vice y director de Página/12, desde donde Néstor Kirchner lo seleccionó para presidir la agencia oficial. El titular de esa empresa está liquidando su remanente de acciones democráticas. Es que no se puede ser directivo de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y poner dos tanquetas de la Policía Federal en la puerta de la agencia para eventualmente reprimir a los afiliados de prensa si es que tomaban el edificio. Haber sido corresponsable de más de setenta despidos en Página/12 y acusado de censurar la nota del periodista Julio Nudler sobre los negociados de Alberto Fernández en la menemista Superintendencia de Seguros, fueron manchas muy difíciles de limpiar en la currícula del director. Si continúa como hoy, rodeándose de “ñoquis” como el menemista Luis Giménez, que ha golpeado a mujeres por participar de las asambleas y paros, contratando pasantes de universidades para que trabajen nueve horas por 400 pesos con tal de romper la huelga, plagiando a otros portales de noticias para alimentar el decaído de la agencia, inventando falsas denuncias contra el personal para tapar las metidas de pata del jefe de Noticias Jorge García, etc, Granovsky pasará a ser un ex periodista si es que no lo es ya. Se parecerá demasiado a los mandamás de la época menemista, salidos de las filas del inefable Gerardo Sofovich. Esta gestión está destruyendo el capital humano de la empresa y la confiabilidad de sus informaciones, como ocurrió con el despacho desde Austria de Silvina Caputo, una de las cuatro periodistas que no participa del reclamo colectivo. Esta envió un cable con supuestas declaraciones de Kirchner referidas a la “racionalidad” de su colega Tabaré Vázquez para dialogar sobre las pasteras, luego desmentidas e imputadas a un presunto sabotaje de los trabajadores. Pero si Granovsky no rectifica, quien sí debería hacerlo es el gobierno, revocándole el mandato. Es que la gestión suya está dando argumentos a “La Nación” y demás medios afiliados a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) para los que todo lo que sea estatal o público es negativo en materia de comunicación. Un directorio acusado de copiar y pegar” noticias de otros portales, un vulgar plagio, es funcional a los intereses privatistas y conservadores contra los que se fundó TELAM seis décadas atrás. (*) Recibido por Corrientes al Día de Emilio Marín, Diario La Arena.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.