Signos Literarios
Mientras me pongo los zapatos
TASCÓN EN SU PROPIA LISTA (*)
I. La lástima es un sentimiento que duele. De allí que sentir algo parecido por Luis Tascón es concederle espacio al dolor del cual él se burló. El dolor que él mismo provocó cuando elaboró la lista que lleva su nombre. Luis Tascón ocasionó tristezas, desalojos, invasiones, despidos laborales, infartos y enfermedades nerviosas.
Luis Tascón es responsable de la falta de justicia en casos tan terribles como el homicidio contra un joven aragüeño que había firmado y por esa razón sus asesinos aún andan por las calles, becados por el mismo gobierno y bien vistos por esa ordalía que a diario ensucia el espíritu y carcome conciencias. Hoy, el parlamentario tachirense, otrora amado por Chávez y sus ciegos seguidores, es víctima de su propia miseria: Fue expulsado del aún inexistente partido que su jefe ha inventado para desgracia de ellos mismos. Es decir, ha sido expulsado de su propia arrogancia, de su propio basurero ideológico. El Partido Socialista Unido de Venezuela no es tal cosa, es sólo una referencia creada por el gobierno para tratar de organizar a su gente, pero por mucho que intenten, éste, el partido, es una entelequia, un bagazo que se ha quedado en franelas y gorras rojas. En una sigla. Pues bien, de ese vacío ha sido sacado Luis Tascón, quien dice no sentirse extrañado. No sentirse botado por decir que Baduel no es un traidor y sacudirse el fantasma de Arias Cárdenas. II Tascón, el temido Torquemada, el odiado comisario político, el torcido soplón del régimen, acaba de ser objeto de su propia lista. Luis Tascón está ahora en la lista de Tascón. Juego de palabras que debe arder mucho, toda vez que el inefable y burlón diputado hizo fiestas de las acusaciones que le caían encima producto de su canallada. El país que ha sufrido la herida de su salvaje jalabolismo, el país que fue puesto en las brasas de insultos y vejámenes, ve hoy como lo defenestran, como lo bajan de su trono picado de bichos. Este país, que lleva casi una década de difamaciones, ve caer a los que muchas veces se reían en las pantallas de televisión cuando los periodistas sacaban de su pozo oscuro alguna que otra palabra coherente. Tascón nunca dijo que no lo hizo. Intentó explicar cómo se lo ordenaron. Cómo se lo ordenó su jefe, quien meses después lo puso en evidencia al mandar a retirar esa maldición fabricada para mutilar y borrar conciencias: “Entiérrese la lista de Tascón”, dijo quien ordenó su puesta en práctica. Es decir, ya cumplió con su cometido, así que “entiérrese”, cuestión que terminó siendo una gran mentira, porque la lista aún sigue vigente, sólo que habrá de tener otro nombre, porque el de Tascón será borrado de todo acto heroico, como el de Baduel, quien ha pasado a formar parte de una lista que él nunca denunció. Pero, así son las cosas, como dice el amigo Oscar Yánez. III Luis Tascón se creyó el dueño de la tragedia de un país. Mucha gente aceptó borrar su nombre, con la condición de que le dieran un trabajito. Pero, a los tres meses estaba fuera del trabajo. La humillación, ha sucedido en el Ince y en otras instituciones, forma parte del currículo de este parlamentario que hoy es víctima de su propia miseria. Pero más miserables son los que nunca dijeron nada, los que celebraron la gracia de este tipo y hasta levantaron el brazo como Hitler para recibir la orden de aplicar la maldita lista. Hoy, los que se ufanaban de joder a sus propios compatriotas guardan el mismo silencio, porque saben que mañana serán las mismas víctimas, sus propias víctimas. Y así como ha caído Tascón, existe una larga lista que habrá de entrar en la lista. Se habla de los baduelistas, de los que no aceptan el epíteto de traidor contra el general trisoleado. Los que estamos en la lista desde el comienzo, ya hemos superado la arrechera, pero nos queda la memoria. Ningún venezolano humillado por quienes se han creído ungidos por los dioses tendrá paz en su espíritu al haber aceptado con su silencio esta tasconada. (*) Recibido por Corrientes al Día de Alberto Hernández.
En honor a los 120 años del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación firmado entre Argentina y Japón el 3 de Febrero de 1898, se lanzará el jueves próximo desde el Jardín Japonés (Buenos Aires) el primer concurso internacional de Poesía Japonesa “Tierra de Haikus”. La iniciativa es impulsada por la Fundación E Jendú Arte y Cultura, Imagen Diplomática, la Fundación “Andresito de las Misiones” y el Observatorio Social por la Paz y cuenta con el auspicio de la Embajada Japonesa en Argentina.
Las organizaciones que impulsan el certamen desarrollan sus actividades con miras a la reafirmación y expansión en todo el mundo de la Cultura de paz, con especial atención a la filosofía y los objetivos de Naciones Unidas, representados en sus distintos estamentos y agencias, como así también en sus diversos Programas, Fondos y Organismos, que tienen por principal causa el derecho de todos los pueblos del universo a la paz duradera y definitiva.
Este Primer Concurso Internacional tiene como objetivo principal la exaltación de la poesía en general y de la poesía japonesa en particular; al mismo tiempo que busca reafirmar el espíritu de confraternidad y amistad entre el Japón y la Argentina, en Honor y Homenaje a los 120 años del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación firmado entre ambos países el 3 de Febrero de 1898
Vale señalar que el milenario Haiku, es una composición poética japonesa que consta consecutivamente de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas (diecisiete en total).
Signos Literarios
Otra publicación en revista internacional para teórico correntino
FRANCISCO TOMÁS GONZÁLEZ CABAÑAS
La propuesta de reforma democrática, “El voto anticipado” del autor Francisco Tomás González Cabañas fue publicada por la prestigiosa Revista española de la transparencia, ISSN-e 2444-2607, Nº. 6, del año 2018, en las págs. 102-104. Para el creador del índice democrático, herramienta que mide las prácticas democráticas en los distintos poderes de los distritos auditados, se trata de la publicación número quince por parte de revistas internacionales que imponen estándares de exigencia y de calidad para publicar desarrollos teóricos, que como en otras elaboraciones de González Cabañas (voto compensatorio, gabinete ciudadano, cámara de dipunadores) sostienen novedosos criterios o categorías para remozar la democracia como la experiencia que puede, o debe, seguir siendo mejorada para representar, palmariamente, el gobierno del pueblo o de los ciudadanos.
“Al establecer la posibilidad de un voto anticipado, se conseguirían modificaciones sustanciales, giros copernicanos en la política cotidiana, que al constituirse en concomitantes, complementarias o en paralelo, con el voto o sufragio clásico y tradicional, de ningún modo significara una ruptura conflictiva, una instancia revolucionaria traumática, sino simple y llanamente la consolidación de la democracia misma, resignificando, desde lo electoral su definición histórica como etimológica.
El voto anticipado, permitirá que el ciudadano, en los tiempos actuales en donde considera un valor positivo el compartir sus gustos, preferencias y elecciones, ante sus semejantes, por intermedio de plataformas virtuales o de redes, haga lo propio con su preferencia electoral o política. El voto o sufragio clásico, que en varias aldeas occidentales, sigue amparado por ley, para que se lo respete en su condición secreta, fungió con utilidad hace décadas atrás, cuando las realidades sociales y existenciales no habían sido gravitadas por la explosión del mundo digital y de la cada vez más influyente inteligencia artificial. Sería más que una falta de tino el señalar, como se vio modificada la vida diaria del occidental promedio, de dos décadas a esta parte, más bien, es incomprensible como aún no se haya generado, hasta esta oportunidad, la posibilidad para que el ciudadano moderno, pueda hacer visible, pueda exteriorizar sus elecciones políticas, y en el caso de que lo decida que lo comparte y difunda, tal como lo hace con todos los otros (al menos tiene tal posibilidad) aspectos de su vida que no solo son considerados públicos, sino también áreas o zonas privadas”.
Estos párrafos que hacen mención al desarrollo teórico de Francisco Tomás González Cabañas, publicados por la revista internacional de marras, evidencian el grado de audacia teórica, de arriesgada creatividad, sostenidas en giros arguméntales y en razonamientos acendrados en la historia del pensamiento que lo preceden al correntino, construyendo para sus consideraciones y categorías un sendero en donde seguramente tantos más que vengan con él o detrás suyo, erigirán bajo estos pilares una nueva consideración de lo político como de lo democrático.
El texto “Crónicas de Bosque” de Francisco Tomás González Cabañas, fue publicado en la Revista editada en el Perú “Dúnamis”, en su número 8 del año 9, correspondiente a Septiembre del año en curso.
Con la presente el autor suma 8 publicaciones en revistas internacionales (la mayoría de ellas especializadas en filosofía) en menos de un año, como dos libros de filosofía política publicados, uno de ellos (El Voto Compensatorio) editado en Alemania, y la aceptación a más de una veintena de diferentes congresos internacionales de diversas ponencias oportunamente enviadas y aceptadas.
Crónicas de Bosque, es un relato ficcional, que vislumbra una crítica social que encierran al autor en sinuosos laberintos de persecución e indiferencia por parte de quienes pretenden una sociedad sesgada, en donde las decisiones son tomadas por facciones con poder circunstancial y por tanto el ejercicio ciudadano y la vida democrática, pasan también a ser literatura o filosofía ficcional.
CRÓNICAS DE BOSQUE
Se estima que tiempo antes de la existencia de los guaraníes nuestras tierras fueron habitadas por una civilización que ha dejado muy pocos rastros de su existencia. Alcanzando el grado de mito, como la célebre Atlantis, daremos cuenta, de la información que contamos acerca de la cultura que podríamos dar en llamar como de los “Gentereí”.
En un tiempo no precisado de la historia, en lo que actualmente se conoce como el litoral argentino, una cultura de peculiares características, tuvo su apogeo y extinción, bajo sinuosidades sociales y políticas, que en la actualidad nos pueden parecer, casi familiares y cotidianas, por lo que no es demasiado arriesgado suponer, que pese a los siglos transcurridos y por más que las evidencias materiales no sean contundentes, tenemos una carga genética o arrastramos signos de quiénes serían nuestros antepasados directos; los Gentereí.