Víctima de una hemorragia, tenía sólo 54 años. Quería rodar una remake de “La vida de los otros”. Por: Pablo O. Scholz

Muchas películas modernas dejan al público en situación pasiva, como si le estuvieran diciendo ‘vamos a conformarte, vamos a hacer todo por vos’. El paciente inglés fue todo lo contrario”. Un caso tal vez no único, pero sí muy especial en el mundo del cine, el británico Anthony Minghella, quien sorpresivamente falleció ayer, iba muchas veces en contra de los cánones hollywoodenses. El realizador, ganador de un Oscar por El paciente inglés, tenía tan solo 54 años. Minghella sufrió una hemorragia a las 5 de la mañana en el Charing Cross Hospital de Londres, donde una semana atrás le habían efectuado una operación por un tumor en su cuello, dijo un vocero del hospital, según la agencia AFP. Además de guionista y productor, también dirigió óperas. Minghella estuvo recientemente en Botswana filmando una adaptación de la novela de Alexander McCall Smith The No. 1 Ladies’ Detective Agency, en verdad un episodio para la televisión, que estaba previsto emitirse por la TV británica a fines de esta Semana Santa. Nacido el 6 de enero de 1954 en la Isla de Wight, en la costa sur de Inglaterra, de madre escocesa y padre italiano, ellos administraban allí un café. De joven trabajó como docente de literatura en la Universidad de Hull, y fue autor del obras de teatro. Minghella era un director en cuyas producciones había una preponderancia por lo visual. Había comenzado su carrera redactando guiones para radio y televisión, y tuvo un más que promisorio debut en el cine, con La magia del amor (1990), con Alan Rickman, y con la que conquistó en 1991 un premio de la Academia Británica de Cine (BAFTA). El cineasta, que había renunciado hace poco a su puesto de director del Instituto Británico del Cine, dirigió otros grandes éxitos de taquilla, además de El paciente inglés, que obtuvo nueve premios Oscar, como El talentoso señor Ripley, basado en la novela de Patricia Highsmith, con Matt Damon, Gwyneth Paltrow y Jude Law. Por su adaptación, obtuvo una de las cinco candidaturas al Oscar del filme, en 1999. En 2003 dirigió Regreso a Cold Mountain, con Jude Law, Nicole Kidman y Renée Zellweger, quien ganó un Oscar como mejor actriz de reparto. Minghella era un hombre tan especial -y escéptico- que se dice que nunca veía sus películas en la pantalla porque le daba vergüenza. Tenía en producción el coral New York, I Love You, para el que dirigiría un corto. Como director de ópera montó Madame Butterfly, de Puccini, tanto en la English National Opera de Londres como en la Metropolitan Opera de Nueva York. Como actor, tuvo un breve papel en la candidata al Oscar Expiación, deseo y pecado y fue productor de otra nominada este año, Michael Clayton, con George Clooney. En 2005 causó tanta sorpresa como también comentarios negativos con un spot electoral para los laboristas, previo a las elecciones parlamentarias en Gran Bretaña. El ex premier Tony Blair fue su amigo. “Anthony era un hombre maravilloso, creativo y brillante, y sin embargo modesto y reservado”, dijo ayer el político. Minghella tenía entre sus proyectos inmediatos la producción de The Reader, drama romántico que actualmente están filmando Ralph Fiennes y Kate Winslet, y estaba negociando rodar la versión hollywoodense de la película alemana ganadora de un Oscar La vida de los otros.