Opinión
Preludio de una nueva estafa
CREDITOS HIPOTECARIOS…..O (*)
Que nuestro país se encuentra en una severa emergencia habitacional ya nadie lo pone en duda. Hasta el más inexperto de los expertos en el tema conoce que el déficit de viviendas alcanza en todo el país una cifra cercana a los 2.000.000 de unidades, siendo las clases sociales bajas y medias las que sufren en su totalidad este serio problema.
Si a esto le sumamos el incremento de los alquileres de los últimos tiempos, el cuadro de situación se torna dramático para la población de recursos mas limitados, ya que la crisis económica no superada todavía se ensaña con los desocupados, los precarizados laboralmente, los insertados pero con sueldos deteriorados, etc. Pero esta mera descripción no se agota en si misma, sino que aunque ignorados por los gobernantes de turno, también están los deudores hipotecarios, los provenientes de la preconvertibilidad y los posconvertibilidad, afectados por la crisis económica de fines de la década del 90, que se encuentran esperando una solución de fondo que los salve de la espada de Damocles que pende sobre sus cabezas, “el riesgo del remate”. Absortos, estupefactos, asombrados o con el sinónimo que Ud. quiera ponerle, los deudores hipotecarios nucleados en Adevifa 9 de Julio, estamos asistiendo al lanzamiento de los “Nuevos Créditos Hipotecarios” anunciado con bombos y platillos por el Gobierno Nacional destinados a “Inquilinos” y que en la practica lideran las entidades financieras mas prominentes como los bancos Hipotecario, Nación y Ciudad., sin darle una oportunidad de solución a los créditos hipotecarios de la pre y postconvertivilidad . La economía argentina se caracteriza por sus cíclicas crisis, y a las pruebas nos remitimos. Desde la década del 50 hasta la actualidad en una constante fueron las primeras huelgas al Gral Perón, “Hay que pasar el invierno”, el Rodrigazo, la 1050, “El que apuesta al dólar pierde”, el plan primavera, el plan Bonex y la Convertibilidad, y por último la devaluación y la Pesificación del 2001, como las mas destacados entre otros planes implementados por los gobernantes y dirigentes que supimos conseguir, para responder a esas crisis. Entonces, no es ni apresurado y menos ilógico deducir que en los albores de la próxima década una nueva crisis caerá sobre las espaldas del pueblo argentino, con todo lo que ello presupone. Las entidades financieras (las que apuntalan estos nuevos créditos y las que se sumaran con el correr de los días) lo estudian, lo saben, lo intuyen y se preparan con su numerosos cuerpos jurídicos desarrollando mutuos hipotecarios (o sea cláusulas en las escrituras hipotecarias) para afrontarlas de la mejor manera posible, incurriendo como en el caso de las firmadas por los actuales deudores en figuras penadas por el código civil, tal es el abuso de derecho. También se preparan imponiendo tasas que en épocas de estabilidad o seudo estabilidad son cercanas a la usura y con condiciones de otorgamiento imposibles de cumplir honestamente por el ciudadano medio. Un ejemplo de esto se obtiene visitando en internet la página del Banco Hipotecario y desarrollando un ejercicio de un préstamo. Coincidente con esto esparcen una engañosa publicidad sobre las bondades de los nuevos créditos, y en esto nos referimos tanto al Gobierno Nacional como a los Bancos, ofreciendo tasas nominales anuales “beneficiosas” que con gastos y otros aditamentos imposibles de obviar llegan a un Costo Financiero Total del 15% (ver la página de internet antes mencionada.) Los países que desarrollan políticas habitacionales con seriedad, las tasas de interés nunca superan el 5% anual, ya que se prioriza el derecho fundamental a la vivienda que todo habitante tiene y que nuestro país también consagra en la Constitución Nacional y en la mayoría de las Constituciones Provinciales. En resumen, es nuestra opinión que este plan de nuevos Créditos Hipotecarios solo servirá para conseguir argentinos que engrose la lista de ciudadanos reclamando por sus viviendas, estafados en sus ilusiones, en su confianza, en su esperanza de un techo propio. Si hoy los responsables de las políticas públicas no saben, no quieren o no pueden darle solución después de Cinco años a una situación generada por el mismo Estado, debemos levantar nuestra voz de alerta en defensa de la dignidad de las personas y del derecho a una vivienda digna. Consternados vemos que el Poder Ejecutivo Nacional propicia la condonación de una deuda de varios miles de millones de dólares al Paraguay y, sin embargo, según ha sido manifestados por algunos legisladores del oficialismo a nuestras entidades representativas, no tiene fondos para contribuir a la solución de este grave problema social creado, como dijimos, por el estado mismo. Para ser creíbles, tanto el Gobierno Nacional, en sus tres poderes, como las entidades financieras debieran abocarse en primer lugar a lograr una solución de fondo a los miles y miles de casos de deudores hipotecarios en riesgo de perder su vivienda, con una nueva Ley que reemplace la inconstitucional 25798, renegociando en condiciones accesibles nuevas cuotas, condonando intereses punitorios y compensatorios, cumpliendo con los fallos referentes a los créditos preconvertibilidad, eliminando a los deudores de la centrales de información crediticia, estableciendo nuevos mutuos hipotecarios donde se ponga en un pie de igualdad a acreedores y deudores, es decir mostrando la voluntad y la iniciativa necesaria que permitan inferir un cambio de actitud . Mientras, en estos días senadores del oficialismo han presentado un engendro como proyecto de ley, seguramente producto de vahos etílicos en trasnoches varias, donde no escuchan el clamor de esta grave problemática social e insisten en pretender solucionarla sobre la base del esfuerzo compartido y equidad entre las partes, no siendo este el espíritu que llevaron a los legisladores al dictado del decreto nacional 412/02, en donde se disponía de la creación de un bono a cargo del tesoro nacional para compensar el desequilibrio resultante de la nueva situación económica financiera nacional, entre otras graves falencias del proyecto presentado, todo tendiente a seguir beneficiando a un sistema bancario corrupto que nada aporta a una solución consensuada. Por ello expresamos nuestro repudio a todas estas medidas sacadas de mágicas galeras, que solo lograrán sostener en el tiempo la contradicciones entre los discursos y las realidades, la legislación y las inequidades reales, el poder y los que sufrimos por esta y otras causas. Señor Presidente no olvide sus promesas de campaña. Usted todavía tiene pendiente de solucionar la deuda interna que mantiene con los habitantes del suelo argentino, sobre todo con las cientos de miles de familias que están perdiendo su única vivienda. Solamente unidos, solidarios y organizados los deudores hipotecarios lograremos una solución justa y definitiva a nuestro problema, y así honraremos nuestras deudas 9 de Julio, Agosto 31 de 2006. (*) Por Comisión Directiva Adevifa 9 De Julio
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.