Nacionales
Procesan y embargan a los responsables del crimen de Rodolfo Walsh
ASTIZ A LA CABEZA DE LOS ASESINOS
En los papeles de la Justicia, los asesinos de Rodolfo Walsh empiezan a tener rostro, nombre y un horizonte entre rejas. Alfredo Astiz, Jorge “Tigre” Acosta, Jorge Rádice, encabezan una lista que sigue. El juez federal Sergio Torres procesó con prisión preventiva a diez represores por el crimen del periodista, ocurrido el 25 de marzo de 1977.
También los acusó de haberse apropiado en forma ilegítima de los bienes que había en su casa en San Vicente y de los que llevaba con él en el momento en que fue secuestrado, como algunos cuentos y las primeras copias de la Carta Abierta a la Junta Militar que planeaba repartir ese día. Hubo “un plan delineado previamente mediante el cual se había acordado la captura de Walsh para concretar su traslado a la ESMA con el objetivo de obtener, a través de cualquier medio, la información que pudiera conocer de otros integrantes de “Montoneros”, lugares de reunión, objetivos, armamentos, documentos”, concluye la resolución firmada por Torres. El escritor fue interceptado cerca de las avenidas San Juan y Entre Ríos por un grupo de tareas que estaba compuesto por diferentes fuerzas de seguridad. Como se resistió, se desató un tiroteo en el que fue herido. Entonces fue trasladado a la ESMA, donde “se desconoce a ciencia cierta si Walsh llegó con vida”, señala el documento judicial. “Hasta el día de la fecha se ignora cuál ha sido su destino final”, dice. Los represores a los que Torres responsabiliza son: el ex marino Astiz, los marinos Acosta, Rádice, Pernías, Pablo García Velazco, Juan Carlos Rolón, el prefecto Héctor Antonio Febres, el mayor Julio César Coronel, el ex policía Ernesto Frimon Weber y el ex oficial del Servicio Penitenciario Federal Carlos Orlando Generoso. A los diez, el juez les imputa una lista de delitos a los que les dio rango de crímenes de lesa humanidad, considerados imprescriptibles. Enumera: “Privación ilegítima de la libertad agravada cometida con abuso en sus funciones, más el agravante de haber sido cometida con violencia o amenazas en concurso con robo, cometido en un lugar poblado y en banda”. Además, les trabó un embargo de 1 millón de pesos a cada uno. Por ahora no aplicó la figura de homicidio. Todos ellos ya estaban en prisión, pero ahora tienen la certeza de que seguirán en esa situación mientras dure el proceso hasta el juicio oral por este caso. Integran un conjunto de 16 detenciones que el magistrado ordenó a fines de octubre. Una de ellas, la del ex policía Juan Carlos Fotea, se concretó en España, donde también se lo investiga aunque ahora tiene pedido de extradición para ser juzgado en Argentina. Hay cinco arrestos en suspenso porque los acusados están prófugos. Lilia Ferreyra, compañera de Walsh desde 1968, relató ante el juez que el 25 de marzo de 1977, tomaron juntos al mediodía el tren hacia. Constitución. Allí se despidieron y acordaron verse más tarde en Palermo o al día siguiente en la casa de San Vicente. Contó que Walsh tenía algunas citas pactadas y planeaba poner en circulación su Carta Abierta a la Junta Militar, al cumplirse un año del golpe de Estado. Nunca se encontraron. A la mañana siguiente, al llegar a San Vicente, junto con Patricia, la hija menor del escritor, Ferreyra encontró la tranquera abierta, vio que el FIAT 600 de Walsh –habitualmente cubierto por un plástico por estar fuera de uso– no estaba. En cuanto se acercó a la casa, vio que faltaban las ventanas, estaba todo abierto, y vacío. El juez Torres reconstruyó el asesinato del autor de Operación Masacre en base a los testimonios de sobrevivientes de la ESMA, familiares y allegados a él, cuyo valor –explica– decidió “exaltar”. También sirvieron las declaraciones de algunos represores. Así, por ejemplo, describió que al operativo para secuestrar al periodista “fueron llevadas personas que se encontraban ilegalmente privadas de su libertad en la ESMA, con el objetivo de ubicar a Walsh si no concurría a la cita”. Ricardo Coquet, al dar su testimonio, recordó que cuando estaba detenido en la ESMA el ex oficial Ernesto Weber, un día de guardia, le dijo: “Lo bajamos a Walsh (sic) en una cita en la calle. El hijo de puta se parapetó detrás de un árbol y se defendía con una 22. Lo cagamos a tiros y no se caía el hijo de puta”. Weber era jefe del grupo operativo de la Policía Federal que actuaba en la calle, en el que participaban algunos de los ex policías que están prófugos como Roberto González, Juan Carlos Linares y Pedro Salvia. Lisandro Cubas dijo ante el tribunal que durante su cautiverio escuchó al mayor Juan Carlos Coronel decir: “Qué cagada que Walsh se nos murió. No respetó la voz de alto y le tuvimos que tirar”. También detalló que el subcomisario González se vanaglorió ante él de que “lo habían condecorado por su valentía en combate”, ya que había “sido herido en el secuestro de Walsh”. Martín Tomás Gras Craviotto, otro sobreviviente, declaró que presenció el momento en que el cuerpo del periodista era ingresado a la ESMA. Aunque en ese instante lo obligaron a subir “a capucha” por una escalera estrecha, engrillado y esposado, al chocar con alguien que bajaba pudo ver el cuerpo “con numerosas heridas de bala, recibidas como una ráfaga en el abdomen”. También Marta Remedios Alvarez vio el cuerpo tapado. Según las constancias que hay en la causa, Astiz, Weber, Linares, Coronel, González y el marino Enrique Yon (este último falleció) estuvieron presentes en el operativo de secuestro de Walsh. Pero el juez Torres consideró igualmente responsables a quienes tuvieron otro tipo de intervención –como en la planificación– aunque no estuvieran allí en ese momento. La vivienda del escritor había sido baleada y saqueada el 26 de marzo a la madrugada. No sólo se llevaron objetos y muebles. También los cuentos Juan se iba por el río, El 27, Ñancahuazú, El aviador y la bomba, además de documentación de Montoneros. Varios ex detenidos coincidieron en que vieron en las instalaciones de la ESMA, e incluso pudieron leer, textos y parte de la obra literaria de Walsh que había sido arrebatada. Uno de ellos se topó también con su libreta de enrolamiento, otro halló fotografías familiares. Graciela Daleo contó que pudo leer la carta poética que Walsh le escribió a su hija María Victoria contándole cómo se había enterado de su muerte. Otros se vieron reflejados en la Carta Abierta…, en la que el periodista denunciaba la maquinaria del terrorismo de Estado: “Lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades (…) Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror”. (Pagina /12)
El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.
(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.
De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.
Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.
Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.
En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.
A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.
Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.
La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.
Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.
La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.
Nacionales
Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal
CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON
La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.
(www.perfil.com) Según reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.
La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.
Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.
Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.
Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.
Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.
(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.
También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.
Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.
“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.
“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.
Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre. Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.
“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.
Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.
Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.
Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.
Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.
El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.
Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.