Regatas se adelantó 1 a 0 en la serie de Reclasificación (octavos de final) ante Gimnasia, de Comodoro, al que superó anoche por 75-68. El equipo del parque Mitre, pese a disponer de pasajes netamente favorables, no supo darle la estocada final y el campeón reinante intimidó hasta escasos minutos del cierre. Pero la victoria fue justa. García, el goleador. Mañana volverán a enfrentarse en el Estadio de los Sueños.

(Carlos Zeniquel (h) de la redacción de “época”) Regatas sigue alimentando su moral ganadora. Ese “gigante” dormido que muchos creen es el equipo del parque Mitre va nutriendo de éxitos su figura. Y por momentos hasta amenaza con arrasar a cuanto rival se le ponga en el camino. Gimnasia, de Comodoro, puede dar testimonio de ello, más allá que anoche a Regatas le costó asestar la estocada letal y por eso debió convivir con la incertidumbre hasta los instantes finales. De todas maneras fue justo vencedor (75-68) y el entusiasmo de su público aumenta a medida que avanza la Liga Nacional de basquetbol. Pero en los play offs se rinde examen partido tras partido, por eso mañana habrá que mostrar el mismo protagonismo e idéntica vocación defensiva para tratar de ponerse 2-0 arriba en la serie de Reclasificación (octavos de final) que posteriormente se trasladará al Sur del país. Ante un buen marco en el Estadio de los Sueños (alrededor de 3.300 personas), Regatas tuvo un arranque demoledor. Asegurando primero los rebotes y después jugando con criterio las ofensivas, abasteciendo seguido a los internos (12 entre Román González y López). Así llegó a sacar ventaja de 14-4 promediando el primer cuarto. Pero Gimnasia, que había arrancado 1/6 en triples, ofreció variantes en el poste bajo con el ingreso de Scales y Moldú (diez) tuvo una ráfaga de inspiración para acercar a un punto (19-20) a los patagónicos. Regatas, que en ese momento había elegido rotar las marcas entre los tiradores, entonces no pudo capitalizar la supremacía en el duelo aéreo (14 a 8 en rebotes). Sin embargo, en el segundo período el equipo del parque Mitre hizo gala de su largo plantel y siguió lastimando cerca del aro con Dionisio Gómez (9 en el parcial) y también sumó de afuera a través de Acosta (cinco). La rotación de Santander permitió que Regatas no pierda intensidad en la marca y siga dominando los rebotes (29-14 en el primer tiempo). Fue en ese pasaje cuando la gente recibió con aplausos a Javier Martínez, el paraguayo que debutó anoche ocupando la vacante de Pablo Jaworski. Todo era jolgorio por entonces, dado que Regatas llegó a tomar distancia de quince (38-23) a los 16 minutos. El juego pareció sumergido en un letargo porque Gimnasia, con las reservas físicas justas, no proyectaba una reacción importante, más allá de ciertos arrestos individuales de Moldú y Scales. De todas maneras, la diferencia yendo al descanso largo (40-31 para Regatas) no era concluyente ni mucho menos. Así lo hizo saber Gimnasia, que se mostró pujante en el inicio del tercer segmento. Se abrió el canal con los tiros de 3 puntos para Masieri (3/4 triples) y la visita empezó a incomodar a medida que se arrimaba en el score. Hasta se puso a tiro: 44-41…49-46. Sólo García (11) y en menor medida López (cinco) gravitaban en Regatas, que ya no ofrecía vistosidad en su performance además de bajar sustancialmente su eficacia de cancha. El chico quedó para Gimnasia, por 24-21 y trasladar la incertidumbre al último cuarto (61-55 al frente Regatas). Dionisio Gómez dio la sensación de estar dispuesto a ejecutar al rival con un encandilado arranque (7 tantos), aunque Gimnasia fue paciente y perseverante. No se rindió así nomás y su entrega esperó el guiño cómplice de alguna chance para dar el golpe. Es cierto que mostró demasiada dependencia de los tiros externos (cerró la noche con 9/31 triples; ¡Jones 0/9!), pero así y todo, especialmente por Masieri (dos “bombazos”), se puso 73-68 faltando 2:55 en el reloj y enmudeciendo el estadio. Incluso Jones desperdició enseguida dos tiros libres para quedar a tiro. Regatas, deslucido en ataque, se aferró al éxito con su defensa férrea y lo consiguió, porque clausuró su aro hasta finalizar el trabajoso partido. Eso sí, mañana será otra historia y no hay que subestimar a Gimnasia, por algo es el último campeón.