Los Spurs vencieron 96-95 a los Pistons en tiempo suplementario, se imponen en la serie de la final de la NBA por 3-2 y hoy martes 21, en el SBC Center, tendrán la chance de adjudicarse el título. Emanuel Ginóbili anotó 15 puntos, dio nueve asistencias y capturó seis rebotes. El protagonista de la noche fue Robert Horry, quien encestó el triple que definió el encuentro.

San Antonio quebró el maleficio en el Palacio de Auburn Hills, se llevó el juego clave y ahora, de local, tiene todos los números para destronar al último campeón. Emanuel Ginóbili estuvo en cancha 44 minutos, marcó 15 puntos (5-12, 0-4, 5-5), metió nueve asistencias, bajó seis rebotes (tres ofensivos y tres defensivos), contabilizó un robo y dos pérdidas, y cometió cuatro faltas. Esta vez San Antonio cambió la actitud: abandonó la pasividad que había exhibido en los dos últimos juegos y salió a disputar el quinto punto como una verdadera final. A pesar de que arrancó en desventaja y en los minutos iniciales dependió demasiado de la producción de Tim Duncan, sobre el final del primer cuarto levantó y se pareció al equipo de los primeros dos partidos de la serie. En la remontada de los Spurs tuvo mucho que ver Emanuel Ginóbili, quien en los último 5’ metió siete puntos y se sumó a la sociedad conformada por Duncan y Tony Parker. Sin embargo, el esfuerzo de Manu y compañía no alcanzó para evitar que los Pistons se llevaran el parcial por un ajustado 23-21. El buen nivel de los visitantes se prolongó en el comienzo del segundo cuarto y rápidamente dieron vuelta el resultado y sacaron nueve puntos de diferencia (37-28). Gregg Popovich apostó por el tridente integrado por Ginóbili, Duncan y Parker y cuando observó que la ventaja en el marcador era importante, decidió darles descanso. Los Spurs empezaron a fallar en tiros de larga distancia y Detroit, empujado por Chauncey Billups y los triples de Ben Wallace, logró cerrar el primer tiempo 42-42. En el tercer período se mantuvo la paridad en el juego y ambos equipos se dedicaron a pasarle el balón a sus jugadores más inspirados: Billups lideró la ofensiva de los locales y Duncan brilló en el lado de los texanos. Ginóbili estuvo ausente en el tablero y Parker perdió pelotas infantiles que provocaron el enojo de Popovich. Entonces aparecieron Bruce Bowen y Robert Horry para bancar el score. Quien lleva la camiseta número cinco clavó un triple sobre la chicharra y San Antonio finalizó arriba por un punto (64-63). Por primera vez en las finales de este año, los dos conjuntos arribaron al último cuarto con la posibilidad cierta de llevarse el partido. Y fueron 12 minutos en los que ninguno regaló nada y en los que se pensó cada tiro. Fue ataque por ataque, punto por punto. Hasta que Duncan falló tres veces desde la línea de libres y le dio la chance de adelantarse a los dirigidos por Larry Brown. Sin embargo, Bowen defendió bien ante el goleador Billups y los Spurs tuvieron la última bola del tiempo reglamentario en las manos de el escolta argentino. Pero Gino no acertó y hubo que ir al suplementario. Cinco minutos a todo o nada. Ambos sabían que el que ganara el quinto partido iba a quedarse con medio anillo en el bolsillo. Cuando todos los ojos apuntaban a Billups (finalizó con 34 tantos) y Duncan (sumó 26), apareció Horry y se transformó en el héroe de la noche. Primero realizó la jugada del encuentro al volcar la pelota con su mano izquierda (la menos hábil) y luego se cargó el equipo al hombro: tomó la última bola de la visita, tras un pase de Ginóbili, y metió el triple que definió todo (en total encestó cinco veces desde larga distancia y ya es el máximo triplero en finales de NBA, superando incluso a Michael Jordan). Ahora la serie de la final de la NBA se muda nuevamente al SBC Center, donde el próximo martes podrá definirse el título de la liga de básquetbol más importante del mundo. El sexto juego arrancará a las 22 de nuestro país. Fuente: TyC Sports