Esta vez el “Decano” se adueño del superclásico al derrotar a For Ever. Sarmiento se mostró muy superior y por eso fue un justo ganador. Tras la derrota frente al “aurirrojo” renunció en forma indeclinable, el técnico forevista Daniel Cravero.

El “Decano” logró una importante victoria sobre su tradicional rival, Chaco For Ever por 3 a 1, en el marco de la décima fecha de la zona “F” del Torneo Apertura de la Liga Chaqueña de Fútbol. Los goles fueron convertidos por Ricardo Romero, de tiro penal, Mario López y Gaspar Muñoz para el conjunto sarmientista; en tanto que Martín Gaimaro, desde los doces pasó conquistó el único tanto forevista. Un buen marco de público se dio cita al estadio albinegro, que dejó en boletería una recaudación de $ 19.000. El triunfo de sarmiento no tiene ningún tipo de objeciones, porque a lo largo de los 90’ fue superior a su rival. Desde el comienzo del cotejo, fue el local, Sarmiento quien impuso el ritmo del cotejo, porque salió a presionar sobre los volantes forevista y allí ganó. El equipo de Cravero salió jugar muy desesperado, sin orden y por eso perdía en la zona central. Mientras que el de Casafú, se mostraba más tranquilo y precisó en el traslado del balón, pero sin profundidad. El partido tenía ritmo, pero sin profundidad en las áreas. Aunque el que primero llegó con cierto peligro fue la visita por intermedio de Reyes. Hubo que esperar hasta los 20´ para ver la mejor jugada del partido, Ricardo Romero encaró por derecha, le tiro un “sombrero” a Ariel Silva y cuando esta dentro del área Horacio Correa lo enganchó de atrás y el árbitro Marcelo Pegoraro marcó penal. El propio Romero, con un toque a la izquierda convirtió el primer grito de gol de la tarde. El conjunto albinegro fue en busca del empate, pero sin demasiada claridad, contó con un par de tiro de esquina, pero no inquieto demasiado a Marcelo Carrasco. Sólo un disparo de Martín Giamaro que pegó en horizontal. A la salida de un corner a favor de For Ever nació el segundo gol del Sarmiento. Un rápido contragolpe para el “Indio” López, Cristian Barrios falló en el rechazo del balón y el delantero sarmientista, con un fuerte remate de zura clavó el balón contra el palo derecho de un inmóvil Espinoza. La fiesta desde hacía varios minutos se había instalado en la tribuna del “Decano”. For Ever pudo haber descontado tras un cabezazo de Alfredo Reyes, pero Carrasco envió el balón al corner, tras una espectacular atajada. Volvió aparecer “Muñeca” Romero en el partido y tras una jugada individual, cedió el balón para Daniel Barrios, éste elevó su remate sobre el travesaño. Se volvió a equivocar el fondo de la defensa forevista, esta vez Silva, que quedó corto en el despeje y Gaspar Muñoz de emboquillada concretó el tercer gol “aurirrojo”, para el delirio de sus simpatizantes. Todo era de Sarmiento, el juego, la pelota y el resultado. For Ever había desaparecido de la cancha, no tenía reacción, parecía un equipo perdido. Lo del “Negro” era más empuje, ganas que otra cosa, pero así llegó al descuento, cuando Leopoldo Castillo tocó el balón con las manos en el área y Pegoraro señaló la pena máxima. El ejecutante fue Martín Gaimaro que con tiro arriba marcó el tanto. En complemento estuvo de más, porque Sarmiento se armó bien, puso dos línea de cuatro y le cedió la iniciativa a For Ever. Pero al equipo de Cravero, no se le cayó ni una sola idea para generar peligro, solo fueron tiro libres, mal ejecutados por Héctor Vera y Gaimaro, o centro frontales para el fácil despeje de los central sarmientista. Sarmiento mediante la vía del contragolpe, tuvo para aumentar el marcador, pero tanto Muñoz como el “Indio” López, no supieron resolver las ocasiones que se les presentaron. Ganó Sarmiento, y se sacó la espina que tenía clavada de la primera rueda. Tuvo un buen rendimiento colectivo y en lo individual, como en el caso de Ricardo Romero marcó la diferencia dentro del clásico. For Ever fue equipo muy frío sin respuesta anímica ni futbolística. Ayer se quedó sin su entrenador. El próximo técnico que se haga cargo del plantel forevista tendrá que trabajar mucho en plano anímico primero y después en lo futbolístico, según informaron a Nuestra Agencia de Noticias.