Opinión
Se perfila una polarización en las elecciones de octubre: situaciones en el PJ y en el centro-derecha
JULIO GODIO (*)
En la segunda quincena de abril -a seis meses de las elecciones legislativas nacionales de renovación parcial de representantes nacionales, provinciales y municipales en Argentina- comienzan a esbozarse los rasgos principales de lo que podría ser la polarización principal.
Será una polarización “asimétrica” en tanto el peronismo vencerá por amplia mayoría. Pero, el nuevo tipo de polarización, de producirse, puede prefigurar el componente central de un gran escenario político en los próximos años. Dado que la Argentina es un país todavía fuertemente comprometido. Lo es por el alto endeudamiento, la recuperación económica es importante pero incipiente (con serios problemas coyunturales de insuficiencia energética), la existencia de dificultades del gobierno para establecer un nuevo compromiso con las empresas privatizadas de servicios públicos, la presión “social” de los altos niveles de pobreza y desempleo y, por último, porque subsiste y erosiona la actual estabilidad política la crisis del sistema de representación política (desorden en el sistema de partidos y fuerte descreimiento popular sobre los sistemas de representación política. Subsisten, aunque con menos intensidad, los fenómenos que provocaron la crisis de 2001. Por lo tanto el análisis político del proceso electoral en curso debe ser realizado con cautela. Pueden surgir hechos políticos, económicos (o ambos a la vez) que retrasen la polarización. Por último, debe señalarse, a favor de enfoque de este análisis es que, pese a las dificultades y desafíos señalados, la figura del Presidente Néstor Kirchner mantiene una alta adhesión que excede al peronismo y su personalidad canaliza la fuerte decisión popular de apoyar a su gobierno. De aquí a octubre el país no estará exento de posibles desórdenes políticos por causas internas o externas, que pueden incidir sobre los comportamientos electorales de sectores de la sociedad. Pero ciertos hechos políticos comienzan a perfilarse y podrían desembocar en octubre en una polarización política sumamente original: la polarización entre el Partido Justicialista (PJ), que sería mayoritario en las elecciones, y un frente político hegemonizado por un “núcleo duro” de partidos de centro derecha con incorporación de segmentos sociales con orígenes políticos conservadores, en el centro- liberal, en el peronismo y sectores independientes. Como se analizará en este artículo, el peronismo, condicionado por fuertes contradicciones internas, puede intentar resolver sus conflictos con la solución de avanzar sobre el escenario político combinando la participación del PJ con listas peronistas- kirchneristas y al mismo tiempo con listas propias o afines por fuera del partido oficial. Kirchner aspira a ser “plebiscitado” y colocar a su esposa Cristina en el centro de la vida política ( candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires). Se trata de una operación política de Kirchner y del PJ sumamente complicada en su ejecución, pero que puede resultar exitosa. Acordada esta táctica en algunos de los distritos electorales, el kirchnerismo podría apoyar a sectores de la UCR afines a su gobierno que, con aliados, gobiernan en varias provincias. Incluso el kirchnerismo podría incorporar figuras en listas de la UCR en algunas provincias gobernadas actualmente por el radicalismo(un caso es la provincia de Tierra del Fuego donde el actual gobernador radical Jorge Colazo ha anunciado esa participación, pese a la represalia de expulsión por parte del Comité Nacional de la UCR) En muchos distritos se podría dar el caso de que el peronismo “bicéfalo” ocupe tanto el primero como el segundo lugar en el resultado electoral, lo que de producirse a gran escala podría dar nacimiento a una hegemonía política peronista en casi todo el país. Debe recordarse, como he planteado en otro artículo (1), que el Presidente Kirchner aspira a aumentar sus fuerzas propias en el Congreso Nacional, y que de vencer con varias listas esto significa que todo el peronismo aumentará su participación en las Cámaras de diputados y Senadores. Podría darse el caso de que en varias provincias claves (Buenos Aires, Córdoba, y otras) el peronismo “bicéfalo) logrará apropiarse de los dos senadores electos por la mayoría y el tercero que según el régimen electoral corresponde al partido de oposición que alcance la primer minoría. Así las cosas en el PJ, lo más importante es que un peronismo mayoritario pero internamente desestructurado, con mayor incidencia del kirchnerismo, vencería electoralmente pero enfrentando a una coalición política hegemonizada pro el centro-derecha, hecho inédito en la historia política argentina (que hasta 2001 seguía dentro de la bipolaridad entre peronismo y radicalismo). El eventual triunfo peronista estaría asociado con el fortalecimiento del Presidente, pero al mismo tiempo lo obligaría a éste a acelerar el control y la “autorreforma” del PJ, para contar con una herramienta partidaria funcional a su proyecto democrático neodesarrollista. El fenómeno inédito de un centro-derecha unificado a nivel nacional es uno de resultados del impacto en una parte de la sociedad (un 30% de los votantes) de los políticas gobiernos neo-conservadores del presidente Menem a favor del libre mercado y la constitución de una sociedad de mercado. Existe la posibilidad cierta del nacimiento de una coalición de centro-derecha con posibilidades de instalarse a nivel nacional como el principal espacio opositor, pese a que el propio núcleo duro político eventualmente fundador es ideológicamente heterogéneo. Se suman, por lo menos, una corriente peronista-desarrollista (el Movimiento Popular Neuquino MPN); una corriente político-empresarial al estilo de Berlusconi en Italia (el Compromiso para el Cambio) y una corriente liberal-radical (Recrear). Esas diferencias ideológicas comenzaron a manifestarse en el pasado. Son el resultado de una derecha conservadora argentina que se autoinmoló como fuerza política (entre 1912 y 1930) al perder su voluntad política para crear un partido de masas, y eligió el camino de asociarse con el militarismo y las soluciones golpistas. La derecha argentina, al tiempo que agotó su impulso histórico como fuerza fundadora del liberalismo político, se fraccionó según intereses particulares y capacidades para negociar el poder con el poder militar y sectores ultramontanos de la Iglesia Católica. Por eso, no se pudo construir un partido conservador con base popular. La derecha conservadora fue por eso golpista en 1930, 1955, 1962, 1966 y 1976. Ahora, en 2005, con un sistema político democrático ajustado a la Constitución Nacional establecido en las últimas dos décadas, y luego de las transformaciones menemistas, con las dificultades estructurales del también heterogéneo centro-izquierda para converger y unirse, con la diáspora política peronista, y con la hegemonía neoliberal de la globalización, el centro-derecha puede intentar unificarse políticamente pese a sus profundas y complejas diferencias ideológicas internas. Las tradiciones caudillescas dificultan los acuerdos estables entre Sobisch, Macri y López Murphy (y eventualmente el menemismo y el saadaismo, ubicados en la frontera entre el PJ y el centro-derecha).(2) Pero las condiciones objetivas mencionadas -que estimulan la convergencia del centro-derecha, al existir un potencial electorado del 20-30% del padrón afecto a tal convergencia- son favorables e impulsan la formación de un amplio polo opositor al gobierno. Este polo de centro-derecha será fuerte si demuestra a la parte de la sociedad que es afín, que es serio y por lo tanto políticamente confiable. Sectores del centro liberal (especialmente la UCR y algunos partidos provinciales como el Conservador de Mendoza, el Demócrata Progresista de Santa Fe, y el Liberal de Corrientes), y obviamente de asociaciones empresarias y sociales, podrían sumarse a una convergencia con núcleo en el mencionado centro-derecha, con el objetivo de impedir que el PJ se transforme en una versión del PRI mexicano, colocando como símbolo fundamental la necesidad de destruir el hegemonismo peronista y “garantizar” el pluralismo político y la “transparencia” de las instituciones del Estado. El centro-derecha puede convertirse en fuerza representativa con reglas democráticas de los intereses de amplios sectores del empresariado y economía de” libre mercado”. En este caso, la constitución del centro-derecha debería significar un paso positivo dentro de la democracia argentina. EL PJ: LA COMPLEJA TAREA DE CONVERTIRSE EN HEGEMONÍA El PJ tiene un piso electoral estable de un 40-42% del electorado. Hoy -bajo el impulso kirchnerista- es la única fuerza nacional capaz de convertirse en hegemónica, con 3,2 millones de afiliados. En las elecciones de octubre se renuevan, sobre un total de 257 diputados nacionales, 127 bancas. De éstas, 58 corresponden al PJ (con un total de 128 diputados). El PJ aspira a renovar esas 58 bancas aumentarlas, llegando por lo menos a 70, con lo cual su bloque de diputados nacionales aumentaría a 140. Es decir, lograría una amplia mayoría. Pero en varias provincias (Buenos Aires, Salta, Formosa, Misiones, Formosa, Río Negro, Jujuy, La Pampa, Corrientes y San Juan) es posible que el peronismo presente dos listas, una “oficial” y otra “kirchnerista pura” (esta última bajo la sigla dominante, pero no única, de Frente para la Victoria). Es decir, en algunas provincias se presentaría una sola lista peronista, mientras que en otras el kirchnerismo se presentaría por afuera del PJ. En varias provincias que eligen también senadores (entre ellas, la poderosa provincia de Buenos Aires) se podría dar el caso de que las listas peronistas logren la mayoría y la primera minoría, con lo cual lograrían la totalidad (3) de los nuevos senadores. En estas elecciones se renuevan en total 24 senadores nacionales, y el peronismo podría sumar a 17, con lo cual aumentaría también su poder en el Senado de la Nación. Así las cosas, el peronismo vencería. Pero no se resolvería fácilmente la unificación política de los bloques peronistas en las Cámaras de Diputados y Senadores de la Nación. El PJ controla hoy la presidencia de ambas cámaras, y también sería necesario un trabajoso esfuerzo para lograr la unificación política para consensuar las nuevas autoridades. El kirchnerismo aspira a aumentar su representación en ambas cámaras, en un complejo juego de equilibrios con el duhaldismo y otras corrientes peronistas. Pero, la hegemonía política en el PJ no está resuelta. Las elecciones de candidatos en las internas abiertas y simultáneas de los partidos convocados para el 7 de agosto indicarán cómo se perfilará la relación de fuerzas en el interior del peronismo. Como hemos dicho, el Presidente Kirchner aspira a que las elecciones de octubre sean un plebiscito favorable a su gobierno. El plebiscito exitoso debería permitir la predominancia del kirchnerismo en el interior del PJ. Este objetivo del Presidente Kirchner no está asegurado, porque si bien el peronismo es un movimiento amplio con capacidad de agruparse bajo un nuevo liderazgo -en este caso, el liderazgo presidencial- el estado actual es de diáspora a nivel nacional. Deberíamos agregarse que el ex-presidente Duhalde, n sus negociaciones con Kirchner, podría también incluir como hecho favorable a sus intereses sus excelentes relaciones políticas con Macri. Dado que Duhalde sostiene que al gobierno actual le falta una pata ” hacia” el centro-derecha”, esas relaciones también podrían incidir -indirectamente- en el curso del ” tira y afloje” por la conformación de la lista de candidatos/as del PJ en la Provincia de Buenos Aires. NUEVOS PASOS HACIA LA UNIDAD DEL CENTRO-DERECHA En las últimas dos semanas se han producido hechos en el escenario político del centro-derecha que podrían indicar un acercamiento real entre Recrear, Compromiso para el Cambio y el MPN. El principal dato es que hay conversaciones avanzadas entre Macri y Murphy para establecer las “zonas de influencia”. Así, López Murphy sería primer candidato a senador por la provincia de Buenos Aires, y Macri lo sería por la Capital Federal. Recrear y Compromiso para el Cambio se unificarían bajo una sigla común en las provincias en las que tienen influencia. Una parte de la UCR se sumaría a este acuerdo electoral. Pero donde las estructuras de ambos partidos son más fuertes es en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe (donde sumarían a la Democracia Progresista), Capital Federal, Río Negro y Mendoza. Es decir, que esta coalición todavía necesita instalarse a nivel territorial-nacional. Tampoco será fácil el acuerdo para elegir para 2007 el candidato/a presidencial. Se observan también pasos unitarios de parte del gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch. Este, seguro de vencer nuevamente al PJ en su provincia, prioriza su candidatura presidencial para 2007. En un acto realizado en Buenos Aires el 23 de abril, con 1.000 cuadros políticos, provenientes la mayoría del peronismo e independientes, manifestó que su decisión será apoyar a la oposición de centro-derecha en la provincia de Buenos Aires y en la Capital Federal. (4) Sobisch también ha firmado un “acuerdo estratégico” con Macri. (5) Por cierto la UCR se dividirá en octubre. La confusión política es muy grande en este viejo partido. El sector alfonsinista intentará, donde tiene influencia, una campaña benevolente hacia el PJ, y unirse, donde sea posible, con el socialismo sin afectar sus acuerdos con el kirchnerismo. Y como hemos dicho, un sector(especialmente intendentes que se reeligen) apoyará a la modalidad de coalición de centro-derecha que incluya a Recrear.. Otro sector, liderado por el actual Presidente del partido Angel Rozas, tratara de mantener al partido unido como opositor al peronismo, lo que seguramente solo vale para su provincia del Chaco (6). La UCR, pese a su crisis, es posible que logre ubicarse en segundo lugar en varias provincias, pero muy lejos del PJ. Por último, el ARI de Lilita Carrio solo existe como fuerza política importante en la Capital Federal, donde podría triunfar y el segundo lugar sería disputado entre el macrismo y el peronismo. CONCLUSIONES El futuro escenario electoral comienza a perfilarse. La realización en agosto de elecciones internas abiertas en los partidos será demostrativa en varios aspectos: a) Los niveles de la participación de los/las afilados e independientes servirán de test para mostrar el grado de compromiso de la sociedad con esta elección, al tiempo que las capacidades reales de los partidos para movilizar a sus bases militantes y ganar a los sectores independientes políticamente que le podrán asegurar la victoria. b) Mostrarán dónde el PJ irá unido y dónde competirán formaciones políticas diferentes de raíz peronista o combinaciones ” transversales”. El juego del kirchnerismo será más transparente. La clave del acuerdo Kirchner -Duhalde pasa, ante todo, por la Provincia de Buenos Aires. También puede colocar al menemismo y al saadaismo como potencial aliado con el bloque de centro-derecha. c) Las orientaciones políticas de las campañas de las tres fuerzas de centro-derecha( y sus aliados) mostrarán el grado de unidad alcanzado: Por lo menos las provincias de Buenos Aires, Neuquén, Corrientes, Misiones, Mendoza y en la Capital Federal (donde podrían vencer o constituirse en la principal fuerza de oposición) las tres fuerzas deberían realizar elecciones unificadas y con candidatos comunes. d) En los primeros días de septiembre se oficializarán las listas para las elecciones de octubre; entonces debería quedar definido el esquema de convergencias y de confrontación entre los partidos políticos. El escenario de los partidos es movedizo. Refleja, a su manera, a una sociedad en la que un gran porcentaje todavía no se siente representado por los partidos políticos. Sólo el PJ y sus aliados -una mezcla de kirchneristas, peronistas ortodoxos y transversales- están en condiciones de lograr el primer puesto. El centro-derecha necesita presentarse unido para instalarse en la sociedad y proyectarse hacia el 2007. Pero todo el proceso partidario-electoral no podrá ser separado de un contexto social en el que predomina la esperanza en que a Kirchner le vaya bien, pese a la emergencia de la protesta social. Las secuelas de la crisis de 2001 todavía están presentes en un país fuertemente comprometido por serias limitaciones económico-financieras: como dice el refrán, “la procesión va por dentro”, o como dice el Presidente Kirchner, “todavía estamos en el infierno”. NOTAS [1] Julio Godio, “Primeros movimientos tácticos del kirchnerismo”, 4/04/05. Leer [2] “López Murphy: seria una tontería no acordar por un puestito”, Clarín, 25/04/05. [3] “Los partidos políticos”, La Nación, 24/04/05. [4] “La oposición acusa al PJ de “hacer trampas””, La Nación, 24/04/05. [5] “Esto no es para llorones”, La Nación, 24/04/05. [6] “La UCR se debate con quién aliarse”, Clarín, 25/04/05. (*)Director del Instituto del Mundo del Trabajo. (*) Recibido por Corrientes al Día desde Rebanadas de Realidad. El presente material se publica por gentileza del Estudio Cuartango.
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.