Nacionales
Seminario Internacional de Gobierno Electrónico
COMFER
Los días 10 y 11 de octubre, tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires el “Seminario Internacional de Gobierno Electrónico” organizado por la Subsecretaría de la Gestión Pública de la Nación, que forma parte del proyecto de Cooperación entre el Gobierno Nacional y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En el panel sobre “Políticas en el Estado Nacional para la Sociedad de la Información y el Conocimiento”, participó Gonzalo Carbajal. Algunos de los temas de los que habló fueron: las consecuencias de la concentración mediática y las oportunidades que presentan las nuevas tecnologías para la democratización; las políticas implementadas en la gestión y los desafíos que se deben enfrentar en materia de comunicación. EXPOSICIÓN COMPLETA Supongo que a medida que avanzaba esta jornada se han ido mencionando distintas definiciones de lo que es o lo que significa la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Sin ánimo de ser redundante, pero si con la idea de puntualizar algunos aspectos relevantes, quisiera destacar algunos de los que creemos centrales acerca de este tema: Por un lado el fenómeno de que la información y la comunicación y su flujo, se han transformado en los elementos de acumulación más importantes de ésta época. Decimos acumulación en todos los sentidos: acumulación económica, acumulación social, en definitiva, acumulación de poder. Y dentro de este fenómeno observamos que el vertiginoso y continuo desarrollo de nuevas tecnologías de la información y la comunicación son impulsadas fundamentalmente por dos ámbitos: el sector privado y el sector académico. La Sociedad Civil y los Estados suelen ocupar espacios marginales y generalmente van detrás de los avances, en su apropiación y uso y en su legislación y regulación, respectivamente. Digo que son marginales porque precisamente no están ubicados en la vanguardia de la cuestión. Este es uno de los puntos que a nosotros nos parecen centrales. El segundo tiene que ver con la importancia creciente que está teniendo la comunicación en nuestras sociedades. Para no abundar en datos sólo menciono que en la última encuesta que realizó el Ministerio de Educación de la Nación -que se presentó hace dos semanas- uno de los datos mas significativos es que los chicos de entre 11 y 17 años pasan alrededor de 6 hs. diarias expuestos a los medios. Aclaro que digo expuestos porque hay usos diferentes de la tecnología a los usos tradicionales, como por ejemplo la simultaneidad entre dos o más medios. Y la encuesta fue realizada en sectores urbanos y rurales de nuestro país. La radio y la televisión están presentes en el 95% de los hogares de la muestra, y 6 de cada 10 tienen 2 o más aparatos. Creo que son datos más que significativos para observar la importancia que tienen los medios de comunicación en este tiempo en el que vivimos, aun cuando se trate de lugares geográficamente alejados de grandes centros poblacionales. El tercer aspecto que me parece importante resaltar es el de la propiedad de las redes y su consecuencia: el control de la información por parte de quienes detentan esa propiedad. En tanto las redes sean de propiedad privada y los estados no incorporen regulaciones, el mercado seguirá imponiendo sus propias leyes de autorregulación. Hasta acá la descripción sobre el desarrollo tecnológico parece un tanto apocalíptica, lo cierto es que presenta algunos riesgos, pero por añadidura también nos ofrece algunas oportunidades. El primer riesgo es el de la concentración que recién mencionaba. Muy pocas manos controlan las redes, las usinas informativas y los medios de comunicación; muy pocas son las agencias de noticias que producen la enorme mayoría de las informaciones que circulan en el mundo. En nuestro país, en lo que respecta a la radio y la televisión, se ha venido dando -especialmente desde los 90- un proceso de enorme concentración en la propiedad de los medios y las licencias, complementado por una serie de ayudas económicas practicadas desde el Estado. La Ley de Radiodifusión que aun tenemos es de 1980 y está firmada por Videla y Martínez de Hoz. En democracia fue modificada, por ejemplo, para permitir que los propietarios de medios de comunicación gráfica -diarios- pudieran ser propietarios de medios de comunicación electrónicos -radio y televisión-, una cosa que hasta ese momento estaba vedada. Un caso notorio es el del Grupo Clarín que pudo adquirir el control de Radio Mitre y de Canal 13. Además tenemos las grandes fusiones. Asistimos hace pocos días a una operación de gran escala, en la que, en síntesis, se han fusionado las dos redes de televisión por cable más grandes de la Argentina. La televisión por cable tiene una penetración en los hogares de entre el 60 y el 70%, es decir que casi 7 de cada 10 hogares reciben las señales de TV por un cable. Y en las grandes ciudades, como Buenos Aires, 8 de cada 10 hogares tiene TV por suscripción. Esto significa que ya casi no se usa la antena para recibir por aire, sino que se recibe toda esa información por un “caño”. Ese “caño” tiene, merced a los avances tecnológicos, la posibilidad de acercar en simultáneo Internet y telefonía. Vemos cómo toda la información empieza a fluir por los mismos lugares y pasa a ser una mercancía que se cobra de alguna manera, y, como vimos es controlada por muy pocas manos. Quien es dueño del “caño”, tiene la potestad de abrirlo y cerrarlo en su beneficio y esto nos acerca al segundo de los riesgos que queremos señalar: la censura. La censura viene de la mano de la concentración porque tiene que ver con la imposibilidad que tienen muchos actores sociales de aparecer en las noticias, de ser vistos, de ser escuchados, de ser protagonistas. Aunque muchas veces sucede otro tipo de censura, cuando la única situación en la que son protagonistas tiene que ver con algún estereotipo impuesto. Pensemos cómo los jóvenes aparecen expuestos en actitudes que tienen que ver con la violencia, y así se construye un imaginario social del joven que no está pensando en prepararse para el futuro. O cómo las informaciones sobre las organizaciones sociales fueron estigmatizadas como “piqueteras” por sólo una de sus prácticas, el corte de una vía de transporte para lograr visibilidad. Pero en ningún caso se las mostraba en la actividad social que desarrollan en los mismos barrios en donde viven sus integrantes. Cuando hablamos de censura hablamos de los temas que no se tratan, que no aparecen en el espacio de debate. Cuando, por contraste, otros temas sí aparecen y son mostrados con pretensión de verdad, aun cuando no tienen real importancia para nuestra vida cotidiana. Y todo está relacionado con que las fuentes de generación son prácticamente las mismas, las redes por donde circula la información son las mismas, y como consecuencia la diversidad de la información es muy limitada. El otro riesgo que señalamos es el aumento de la brecha digital y la exclusión. En la medida en que en el debate no aparezcan ideas que nos muestren otros caminos para cambiar las cosas que necesitamos cambiar, las ideas que aparecen son siempre las mismas. La gente que aparece en los programas y en los paneles, es siempre la misma. Es siempre el mismo juego. Cuántas veces vemos que se dispara una noticia a través de un medio gráfico de aquí, se reproduce en la radio, y mediante Internet empieza a aparecer y a distribuirse por todos lados. Y por añadidura, fuera de Buenos Aires se repite lo que sucede como si fuera relevante para todo el país. En cualquier lugar del país nos enteramos de lo que pasa en acá. Quienes tengan la oportunidad de viajar por el interior fíjense que fácilmente podemos saber qué temperatura hay en Buenos Aires. Y como en los medios el espacio para la información es limitado, lo que deja de aparecer es lo que sucede localmente. Esta enumeración no quiere dar la idea de que sea imposible romper con esto. Por eso hablamos de las oportunidades. La concentración se rompe promoviendo más democratización. Cuando hablamos de democratización en términos de tecnologías y medios de comunicación, hablamos de la posibilidad de que nuevos actores sociales puedan acceder a las frecuencias del espectro radioeléctrico. De que diversas voces puedan circular por esas redes. De que más grupos sociales sean visibles y tengan la posibilidad de participar, no sólo como sujetos de la noticia, sino como sujetos de la edición de la información. Esto tiene mucho que ver con la libertad de expresión. La libertad de expresión como opuesto a la censura. Y entendido en la doble vía que la Convención Interamericana de Derechos Humanos interpreta para este derecho, que no sólo es el poder expresar lo que quiero, en el momento en que quiero hacerlo, sino también a escuchar todas las voces. Entonces el sujeto a quién se debe garantizar la libertad de expresión no sólo es el comunicador, el periodista, sino que también es el ciudadano. Que tiene derecho a escuchar todas las partes de un conflicto, a todos los que tengan algo para decir sobre un tema. La otra oportunidad que aparece, y que tiene que ver con la brecha digital y con todas las brechas que nos separan, es la de poner la tecnología y su desarrollo al servicio de la lucha contra la pobreza. Una de las formas en que podemos hacerlo es trabajar para que los sectores excluidos del desarrollo social y de la economía, no lo sean también de las noticias. Que aparezcan y cuenten y digan, sus razones y sus prioridades. Hace pocas semanas en Mendoza, en un panel sobre inclusión, pudimos ver cómo una radio comunitaria funcionaba además como telecentro comunitario y como productora de noticias para una red nacional y latinoamericana. Y una de las cosas que más nos llamó la atención, es que la inclusión la “hacían” los mismos excluidos, mediante el uso de las nuevas tecnologías. Vimos en un vídeo a chicos en una radio produciendo sus propios programas y en el telecentro utilizando la tecnología para poder construir su mensaje. Esto no es frecuente porque en estos ámbitos solemos circular los que hablamos sobre estas cosas, y damos lugar a que se vea la experiencia. El último de los aspectos tiene que ver con la inclusión de los lugares y los grupos sociales excluidos. Uno de los Objetivos del Milenio a los que la Argentina ha adherido, tambié presente en los documentos de la Cumbre Mundial para la Sociedad de la Información, habla de la inclusión de los colectivos excluidos. En nuestro país, debido a la gran extensión, tenemos lugares que territorialmente están aislados ya sea porque los medios de transporte son malos o inexistentes, o porque el clima es riguroso en buena parte del año. En esos lugares, frecuentemente existe un doble aislamiento ya que desde el punto de vista de la comunicación también se encuentran aislados. Vemos esta doble exclusión: vías de transporte y de comunicación. Para atacar esto, un buen uso de las nuevas tecnologías nos presenta una oportunidad. Pasemos al punto siguiente que se refiere a lo que hicimos en esta etapa desde el gobierno, y en particular desde el COMFER, con el apoyo de algunos organismos con los que trabajamos en conjunto: Pongo en primer lugar la modificación del artículo 45 de la Ley de Radiodifusión porque es simbólico. Hace un momento decía que la ley que rige nada menos que la televisión y la radio en la argentina es de 1980, y está firmada por Videla, Martínez de Hoz, Harguindeguy y sus cómplices. Es una ley que no ha sido reemplazada en democracia, pero si modificada. En general, para permitir mayor concentración y mayor transnacionalización de los medios. Y la primera modificación que reivindicamos como una mejora de la ley, ha sido la que se promulgó el año pasado al artículo que determinaba quiénes podían ser titulares de una licencia de radio y televisión. Como el espectro radioelectrico es un patrimonio común de la humanidad administrado por los Estados, y es finito, las licencias no se otorgan a perpetuidad sino que se adjudican por un tiempo a determinadas personas. Este artículo excluía de la posibilidad de ser titulares a todas las personas jurídicas sin fines de lucro. Entonces, si nosotros nos organizábamos, pero no teníamos como intención ganar dinero, no podíamos tener una radio; si queríamos ganar plata sí, estaba permitido. Lograr esta modificación llevó 22 años, la pelea por modificar este artículo viene desde el año 83 y fue llevada adelante por sindicatos, organizaciones sociales, trabajadores de la cultura, de la comunicación, universitarios y muchos más. Es importante porque nos permitió impulsar algunas políticas. No hemos podido llevar adelante un proceso de normalización del espectro, no podemos normalizar con la ley de la dictadura. Pero pudimos reconocer a las radios comunitarias (esas radios de organizaciones sin fines de lucro a las que no se les podía adjudicar una licencia porque estaban proscriptas) que estuvieran funcionando (amparadas en un derecho de rango constitucional). Rápidamente, ni bien tuvimos la posibilidad, hicimos un censo de las radios que funcionaban en esas condiciones y las reconocimos, desde el Estado les permitimos seguir funcionando hasta tanto el mismo Estado organice un procedimiento para adjudicarles una licencia. En otro orden, trabajamos con tres grupos en lo que llamamos los Programas Especiales del COMFER. Uno de ellos es el de la instalación de radios en Escuelas Rurales y de Frontera. Un programa que viene desde el año 2000 y nosotros hemos continuado. Justamente es llevar las tecnologías de la comunicación a aquellos lugares donde no existen otros modos de comunicación y donde necesitamos fomentar nuestros elementos identitarios. Allí, la radio es una nueva tecnología, y hasta puede funcionar como última milla de Internet en el caso de que podamos llegar hasta ella con un servicio de banda ancha. La instalación de radios en estas escuelas trabaja con la idea de radio educativa y radio comunitaria. La radio ayuda a poner a la escuela en el centro de una comunidad, que generalmente tiene su población diseminada en varios km. y no esta concentrada alrededor de la escuela. Lo que hace la radio es empoderar a la comunidad para promover su crecimiento, es acercarles una herramienta para organizarse. Otro programa que tenemos, trata de la promoción de radios en comunidades indígenas. Como la propiedad comunitaria estaba prohibida por la ley 22.285 -y esto lo iniciamos antes de la modificación del art. 45- lo que hicimos fue un convenio con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), para generar las condiciones para que estas comunidades fueran autorizadas a tener una radio en forma legal. En este caso la comunidad toda es la que es titular de la licencia, para funcionar en su propia lengua y defender su identidad. Paso el aviso, el 6 de noviembre próximo comienza a funcionar la primera radio de amplitud modulada autorizada a pueblos originarios, se trata de un grupo de comunidades mapuches de San Martín de los Andes. Es muy interesante el proyecto porque no sólo intervienen las comunidades, que son 16, sino que interviene la Administración de Parques Nacionales, ya que la radio está en tierras del Parque Nacional Lanín y organizaciones sociales de la ciudad. El proyecto subsidiado por el BIRF y estamos esperanzados de que podamos ir replicándolo. El año pasado se inauguró una FM en un paraje de Neuquén llamado Aucapán, de la comunidad Linares, y en distintos estados de avance tenemos proyectos en comunidades tobas, wichi, mbya guaraní, entre otras. El tercer programa es un proyecto en el que trabajamos con la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia de la Nación. Trata de la instalación de radios en establecimientos penales. En primer lugar proyectamos regularizar algunas radios que están funcionando en establecimientos penales, como la cárcel de Coronda en Santa Fé y la de Villa de las Rosas en la ciudad de Salta. En estos dos casos funcionan radios manejadas por los internos, que no son radios cerradas del tipo de circuito cerrado, sino que salen al exterior. Esto es relevante ya que al pasar las fronteras del penal se genera un acercamiento entre el adentro y afuera. Por otra parte, las radios por circuito cerrado o a través de los parlantes, lo que le quitan al interno es la posibilidad de apagarlo, de no escucharla, porque el parlante está ahí, a varios metros de altura y la escucha no es voluntaria, a diferencia de la radio a la que hay que sintonizar. El origen de estos emprendimientos es poner a disposición del interno una herramienta para que recupere algunas de las capacidades que se pierden al permanecer privado de la libertad. La más importante que pierde es la palabra, el conjunto de vocablos que un interno maneja después de algunos años de encierro se reduce significativamente. Hay trabajos realizados sobre esto. Con ese vocabulario reducido, la persona cuando sale, no puede comunicarse. No puede hacerse entender cuando vuelve a su casa, o con su mujer o con su hijo, porque perdió el lenguaje común, quizá no puede pedir el pan en la mesa. Entonces, la posibilidad de la radio es la puerta a la comunicación, para trabajar sobre la palabra y recuperar lo que perdió al entrar. El último aspecto se relaciona con esto que decía de que no normalizamos el espectro radioeléctrico, porque estamos con una norma de la dictadura. Pero sí intentamos regularizar lo que está funcionando. Hemos abierto hace muy poquito tiempo, un procedimiento para que las radios existentes se pongan al día con su documentación y el COMFER les pueda otorgar una licencia. Y con esta, certeza. Saben que tienen 15 años de licencia con derecho a 10 años más. Como hecho adicional está la posibilidad de que el Estado promueva el trabajo decente. A partir de que una radio entra dentro del circuito legal, el Estado la puede reconocer como un empleador y puede inspeccionarla, la radio pagará un gravamen por el uso del espectro en el caso de que corresponda. Estamos recuperando la cultura de que al utilizar algo que es patrimonio de todos como el espectro radioeléctrico, algo que se le debe a la sociedad. Para ir acercándonos al cierre, voy a plantear dos desafíos que creo que tenemos como Estado, en la materia. A la Ley de Radiodifusión la mencioné hace un rato. Una nueva ley de radiodifusión que llegue luego de un debate amplio y plural de la sociedad en todos los lugares donde tiene que darse, va a ser la mejor Ley que podamos tener. Tenerla nos va a permitir avanzar en la normalización de todos los servicios de radio y televisión. El otro gran desafío es la definición de la norma para la televisión digital, quizás hayan leído algunas cosas en los medios acerca de esto. Los medios son parte involucrada y promueven este debate porque intentan traccionar hacia sus intereses la decisión del Estado. El desafío es elegir un estándar que contemple las mejores posibilidades que imaginamos para nuestro pueblo. Que permita optimizar el uso del espectro para dar lugar a más voces, a más actores sociales. Que permita mejorar la llegada de los medios públicos a todo el territorio nacional. Que nos permita ampliar la oferta de canales en el interior del país, en lugares donde sólo uno o ningún canal llega, tengamos presente que sólo 9 ciudades tienen más de un canal de televisión. En suma, que esté en línea con los objetivos que necesitamos para desarrollarnos como sociedad. Es importante para todos saber hacia dónde estamos yendo. También lo es para el sector privado, tener una licencia en un marco normativo actualizado y defendido por todos. También importa orientar la inversión privada, para que los recursos no sólo estén disponibles y se potencien donde hay más población y más capacidad de pago, es decir donde el mercado manda, sino en aquellos lugares en que la sociedad los necesita. En último término, debemos posicionar al Estado por delante de los desarrollos tecnológicos, para promover sus avances, regular sus alcances y orientar sus aplicaciones a todos los sectores, en especial a los más desprotegidos. Lo único que lleva certeza a una sociedad es una Política de Estado y en esta materia, una Ley de Radiodifusión plural y democrática que reemplace a la actual es imprescindible. El espacio más importante de debate de las ideas hoy se da en los medios de comunicación. Por eso le damos tanta importancia a los medios y decimos que es imprescindible pensar una política de medios sabiendo que desde ahí podemos empezar a generar las políticas que nos permitan resolver los problemas de exclusión, de pobreza, de marginalidad, de salud y educación de todos los argentinos”.

El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.
(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.
De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.
Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.
Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.
En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.
A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.
Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.
La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.
Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.
La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.
Nacionales
Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal
CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON
La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.
(www.perfil.com) Según reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.
La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.
Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.
Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.
Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.
Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.
(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.
También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.
Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.
“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.
“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.
Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre. Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.
“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.
Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.
Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.
Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.
Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.
El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.
Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.