Educación
Sostienen que los textos escolares alentaron la discriminación de los indígenas
INVESTIGADORES
El papel que jugaron los libros de lectura en la historia fue fundamental en el proceso de construcción de la Nación y de creación de la identidad nacional. En este sentido, investigadores latinoamericanos y europeos se unieron en una red para estudiar el rol que tuvieron manuales y textos escolares como factores importantes en estos procesos.
Los estudios mostraron cuán exitosa fue su aplicación al tiempo que dejan entrever cómo instalaron en las comunidades imaginarios pocos acertados con la realidad. Así y con el fin de compartir los resultados de estudios realizados, historiadores de la educación participan en la Facultad de Humanidades de la UNNE de un Seminario de Posgrado sobre el acceso a los saberes letrados en Argentina. Se trata de una actividad del Proyecto RELEE II (Redes de Estudios en Lectura y Escritura), miembro a su vez de una red mayor que incluye a universidades europeas y que tiene como fin la investigación, el relevamiento y catalogación de textos escolares y su puesta a disponibilidad por medio de Bibliotecas Virtuales. En la actualidad puede consultarse la Biblioteca Virtual del Alfa Patre Manes (http://www.uned.es/manesvirtual/bibpatremanes.html) que fue elaborada con financiamiento del Programa Alfa de la Comunidad Europea y que también se puede encontrar en el sitio web de la Facultad de Humanidades de la UNNE, http://hum.unne.edu.ar/investigacion/educa/alfa/index.htm. También se puede visitar la Biblioteca Virtual “Lectura y escritura en los manuales escolares. Textos e imágenes” ( http://hum.unne.edu.ar/investigacion/educa/web_relee/biblio.htm). En estos sitios se podrá acceder al link de Bases de Datos, actividades de la red y otras informaciones. Un propósito que se deriva de estas actividades es el de colaborar en generar cambios respecto de este tipo de discursos escolares que promovieron la invisibilización de las comunidades originarias y la discriminación, así como aportaron a construir una imagen de nación homogénea y descendiente sólo de la inmigración extranjera. Para la primera de las Bibliotecas Virtuales del Alfa Patre Manes (Patrimonio Manuales Escolares) “nos convocó el análisis del papel de los libros escolares en la constitución de las naciones y de las identidades nacionales en el periodo comprendido entre las últimas décadas de 1800 y las tres primeras de 1900”, explicó la Magíster Teresa Artieda, titular de la cátedra Historia de la Educación Argentina de la Facultad de Humanidades de la UNNE y co directora del Proyecto RELEE II, cuyo director es el profesor Héctor Rubén Cucuzza, titular de Historia Social de la Educación de la Universidad Nacional de Luján. En esa etapa intervinieron universidades de América Latina y de Europa, coordinadas por el Centro de Investigación MANES de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, de Madrid, bajo la dirección de la Dra. Gabriela Ossenbach Sauter. La red interuniversitaria de investigación trabaja desde 1996. La mirada, en general, es crítica respecto a los aportes que instalaron en el imaginario colectivo los libros escolares, no sólo en Argentina sino en otros países que integran el grupo. “Un historiador británico acuñó la expresión de ‘invención de la nación’ que sintetiza la idea de una invención modélica a la que se buscó ajustar la idea colectiva de nación que sostuvieran sus habitantes”, expresó la especialista para explicar la línea que sostienen respecto al rol que jugaron los materiales escolares de lectura. Para ser más clara, Teresa Artieda ejemplificó: “En Argentina se instaló el imaginario de que venimos de los barcos cuando eso significó sólo una proporción de la población, si bien indiscutiblemente importante, pero sólo una proporción. Que además, es posterior a la población originaria y la desplaza de su territorio en muchas regiones como por ejemplo el Chaco o La Pampa. Es un imaginario de homogeneidad, que se fue instalando a lo largo de los años y que constituye un proceso político y cultural de invisibilización de la heterogeneidad que nos es constitutiva”. Este proceso de “inventar la nación” como una entidad homogénea, con una única cultura, un único idioma, una historia válida, una serie de próceres, de símbolos y de hechos simbólicos a ser celebrados anualmente, es el que va ir construyendo la tradición “que supuestamente es la única y común”. Esto es lo que significa invención de la nación, algo que no sucedió solo en Argentina sino que es un proceso de los países de América Latina, y Europa en siglos anteriores”. DIVERSIDADES OBVIADAS Explicó Teresa Artieda que los libros escolares instalaron una galería fija de próceres, una bandera, una idea de patria y un idioma, que es el castellano. “Pero si extendemos la mirada, nos damos cuenta que sólo en Chaco, por ejemplo, tenemos además del castellano, los idiomas de los pueblos Wichí, qom, y Moqoit, además con sus variedades dialectales propias, lo que hace una pluralidad lingüística muy valiosa. En Corrientes, sin ir más lejos, tenemos guaraní hablantes y una ley provincial que pone este idioma en valor, como debe ser”. La escuela argentina, sin embargo, fue parte del proyecto político de homogeneización de fines del siglo XIX y principios del XX que obturó esta diversidad y la fue colocando en el lugar de la barbarie”, criticó la docente universitaria e investigadora al reconocer otro ejemplo: “Hay libros de lectura de aquella época que tienen lecturas típicas. Recuerdo ‘Nuestro libro’, para segundo grado, aprobado por el Consejo Nacional de Educación. Una lectura se titula ‘Los habitantes de nuestro país’ donde se menciona a los inmigrantes y de los indígenas no se dice una sola palabra. Y dando vuelta la página, otra titulada ‘Los indios’. Una se pregunta, por ejemplo: ¿Los indios no se encuentran en la categoría ‘habitantes’? Lee el texto y es muy claro: en realidad, no. Si este tipo de enseñanza para niños argentino tiene éxito, hasta podrán negar su condición de humanidad a guaraníes, vilelas, mapuches, en fin. De ahí a anular la diferencia, a rechazarla. Surge en quienes se convencen de ello como una concepción y una conducta natural, casi que de sentido común. Esa es la gravedad de este tipo de contenidos.” “Son matrices de aprendizajes que se fueron repitiendo en los libros de lectura a lo largo de décadas y colaboraron en inventar imágenes de los pueblos indígenas y la historia de relaciones entre ellos y la sociedad nacional dominante. Formaba parte del proceso de invención de la nación. Era funcional porque ubicarlo en el lugar de lo salvaje, o en el mejor de los casos en el de la carencia y la incompletud (no son como nosotros y hay que ayudarlos a que lo sean), ayudaba en las argumentaciones para apropiarse de los territorios que ocupaban, disputa fundamental de parte de la época a la que aludimos”. Pero además, Artieda sostiene que los libros utilizados en la escuela a lo largo de la historia “nunca han sido neutrales, algo que no es privativo de Argentina, por supuesto”. Por eso, una de las cuestiones fundamentales del Seminario que se hace en la Facultad de Humanidades bajo el título “Historia del acceso a los saberes letrados en Argentina c.1880/2000. Perspectivas nacionales y temas regionales”, es poder comprender la ausencia de neutralidad de los textos escolares en tanto participan de las disputas por la fijación de sentidos sobre lo social, y el hecho de que las prácticas de la lectura y escritura expresan prácticas sociales de poder. Nuevas versiones discursivas. Respecto de los pueblos originarios, la investigadora señaló que conforme pasó el tiempo se fueron registrando cambios en los libros de lectura. Luego de la última dictadura cívico-militar y hasta aproximadamente mediados de los 90, identifica tres versiones discursivas. La primera es la que se llama de “las continuidades” donde se mantienen las matrices que alimentan la discriminación. Otra, que reconoce la diversidad pero alude, en igualdad de condiciones y tratamiento, a sujetos especiales, pueblos indígenas, hijos de extranjeros que habitan el mismo suelo, cuando se trata de grupos, realidades e historias bien diferentes. La tercera versión, devela las historias cruentas de despojo, etnocidio y desaparición de pueblos indígenas, los intereses en relación con los territorios en disputa, así como la riqueza, el grado de organización, resistencia y vitalidad que mantienen y que se están haciendo visibles en las décadas recientes. Si bien, no existe algún estudio cuantitativo que permita determinar qué línea discursiva prevalece en el sistema educativo, Artieda considera que “hay un importante avance en los modos de pensar y de mirar a los pueblos indígenas y de interpretar más complejamente nuestra historia. Los cambios están apareciendo, aunque no son suficientes”. También es claro que está avanzando un discurso diferente respecto de la complejidad de la historia toda, de Argentina y de América del Sur, en libros, películas, documentales, conferencias. “Y que son cada vez más los argentinos y las argentinas que leen, asisten a charlas, ven películas, en fin, se informan y se forman de un modo que nos parece esperanzador en vistas de un país que profundice la democracia y la redistribución de los bienes materiales y culturales para todos y todas”. SEMINARIO El Seminario de Posgrado sobre la “Historia del acceso a los saberes letrados en Argentina c.1880/2000. Perspectivas nacionales y temas regionales” se realiza en la Facultad de Humanidades de la UNNE, desde el 5 de julio y finalizará el 7 de agosto. Con acceso gratuito, está destinado a docentes e Investigadores del campo de la educación, las letras, la historia, la bibliotecología y las ciencias sociales. Fue organizado por el Proyecto RELEE II (Redes de Estudios en Lectura y Escritura) del que participan la Universidad Nacional del Nordeste, la Universidad de Luján (UNLu), la Universidad de Comahue (UNCo) y el Instituto de Ciencias de la Educación de la Facultad de Humanidades de la UNNE. La dirección del Proyecto RELEE, en cuyo marco se lleva a cabo el seminario, está a cargo del profesor Héctor Rubén Cucuzza, de la UNLu, con la codirección de la Magister Teresa Laura Artieda, de la UNNE. Es la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación y Cultura de la Nación, la que financia las actividades que se desarrollan en el plan. “La idea del Seminario ha sido la de convocar a especialistas en la temática, de modo de compartir resultados recientes de sus investigaciones, reflexiones y prácticas, y de ponerlos a disposición entre docentes e investigadores de la región”, comentó Teresa Artieda. Ellos son María Cristina Linares y Roberta Paula Spregelburd de la UNLu, Carolina Gandulfo del Instituto San José de Corrientes, Ana María Gorosito Kramer de la UNAM, la citada Teresa Artieda y Francisca Isabel Pereira Maciel, de la Universidad Federal de Minas Gerais. “Esta destacada profesora brasileña, integrante del Proyecto RELEE por su universidad, nos ayudará a pensar procesos como el que ejemplificamos según se desarrolló en su país. Para ello expondrá en este cierre del Seminario, sobre ‘La producción de la identidad nacional brasilera en los libros de lectura de las décadas de 1950 a 1990”.
Cuando el 17 de marzo del 2020 la Universidad Nacional del Nordeste adoptaba una serie de medidas para fortalecer las acciones de prevención ante el avance del COVID-19, la institución ingresaba a un escenario de total incertidumbre en cuanto al cumplimiento de sus funciones académicas, científicas y de extensión.
A nueve meses de esa fecha y en este momento de balance sobre lo realizado, toman valor las acciones y gestiones que de manera creativa, pero con sustento, mantuvieron de pie a la Casa de Altos Estudios más grande del Nordeste en el contexto de una pandemia como nunca vivió en su historia.
Esto mismo lo expresó la Rectora profesora María Delfina Veiravé, cuando en la última reunión del Consejo Superior de este año manifestó su reconocimiento a todos los actores universitarios y dijo sentirse “orgullosa de pertenecer a una universidad que es capaz de tener una respuesta a tanto impacto y que pudo cumplir con el compromiso de las funciones sustantivas que la sociedad le demanda”.
Cuando el 17 de marzo del 2020 la Universidad Nacional del Nordeste adoptaba una serie de medidas para fortalecer las acciones de prevención ante el avance del COVID-19, la institución ingresaba a un escenario de total incertidumbre en cuanto al cumplimiento de sus funciones académicas, científicas y de extensión.
A nueve meses de esa fecha y en este momento de balance sobre lo realizado, toman valor las acciones y gestiones que de manera creativa, pero con sustento, mantuvieron de pie a la Casa de Altos Estudios más grande del Nordeste en el contexto de una pandemia como nunca vivió en su historia.
Esto mismo lo expresó la rectora María Delfina Veiravé, cuando en la última reunión del Consejo Superior de este año manifestó su reconocimiento a todos los actores universitarios y dijo sentirse “orgullosa de pertenecer a una universidad que es capaz de tener una respuesta a tanto impacto y que pudo cumplir con el compromiso de las funciones sustantivas que la sociedad le demanda”.
En la sesión del pasado 30 de septiembre, la Legislatura de la Provincia del Chaco aprobó la Ley Nº 3228, por la cual se autoriza escriturar el inmueble fiscal ubicado en el departamento Almirante Brown a favor de la UNNE. Con ese paso histórico, la institución podrá avanzar con el proyecto que contempla la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo Sustentable del Impenetrable Chaqueño (CIDIC), destinado a docencia, investigación, extensión, desarrollo tecnológico e innovación y desarrollo de proyectos que involucren a las comunidades de la zona, así como espacio de formación para estudiantes; y la generación de una reserva de bosque nativo.
No fue un año más, no fue un año de paso, se enfrentó la emergencia sanitaria con espíritu de construcción y dando continuidad a las políticas institucionales.
Como Balance de Gestión del 2020 se remarcarán algunos de los logros de esas políticas institucionales, para lo cual se los agrupó en tres ejes: Continuidad Pedagógica; Compromiso desde la Investigación y Universidad al Servicio de la Región.
Continúa…
Educación
La UNNE cierra un año de intenso trabajo en materia de cooperación internacional
CON MÁS INTERCAMBIOS
Las restricciones impuestas por el contexto mundial obligaron a suspender movilidades físicas y pusieron en jaque diversos encuentros de nivel internacional. Pese a esto, los equipos técnicos de la Secretaría General de Relaciones Interinstitucionales (SGRI) continuaron trabajando en nuevas líneas que se tradujeron en mayores posibilidades y más apertura para la comunidad universitaria.
La UNNE cierra un año intenso en materia de cooperación internacional con múltiples actividades que mitigaron el impacto de la pandemia sobre el trabajo institucional.
Junto a las redes y consorcios internacionales que integra, la UNNE, a través del Área de Cooperación Internacional, dependiente de la SGRI, impulsó movilidades virtuales que convocaron a cientos de estudiantes a cursar asignaturas en casas de estudios del exterior, oferta que se amplió exponencialmente en comparación a la de los intercambios presenciales.
Dos de los programas tradicionales: ESCALA Estudiantil, de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), y PILA, iniciaron sus caminos hacia la virtualidad, otorgando mayor acceso y oportunidades al ampliarse la oferta.
La reconfiguración de las plazas por estudiante hacia cupos por asignatura hizo que los postulantes aumenten exponencialmente. En el caso de ESCALA son 50 los cupos máximos que cada universidad puede ofrecer, más del doble ofrecido en época de pre-pandemia. Y por el lado de PILA, que otorgaba ocho plazas para México y Colombia, son 24 los puestos que cada institución puede ofertar a sus estudiantes internacionales en modalidad virtual.
En este contexto la UNNE fue además la primera universidad del Cono Sur en integrar el programa Espacio de Movilidad Virtual en la Educación Superior (eMOVIES) de la Organización Universitaria Interamericana (OUI), cuya Presidencia Regional está a cargo de la rectora Delfina Veiravé. Este programa tuvo 10 becarios en el segundo semestre de 2020 y duplicará los cupos en el primero de 2021.
Además de los programas tradicionales, se concretó por primera vez una movilidad exclusiva para estudiantes de pueblos indígenas. En el marco del Programa que los engloba (PPI), un estudiante de la UNNE pudo viajar a México para cursar en la universidad Veracruzana Intercultural y, a su vez, un alumno de la institución mexicana llevó a cabo su intercambio en la Argentina.
Dentro de las acciones fundamentales para garantizar la seguridad sanitaria, se repatriaron 26 estudiantes argentinos y se asistió a 17 extranjeros para regresar a sus respectivos países en coordinación con los consulados y embajadas, poniendo a disposición vehículos oficiales de la UNNE como también apoyo económico para su traslado.
A su vez, la Universidad mantuvo sus compromisos durante todo el período con los estudiantes recibidos, garantizando alojamiento y comedor.
En cuanto a la planificación, se profundizaron acciones del Plan Estratégico de Internacionalización de la Educación Superior en la UNNE, que fuera aprobado por el Consejo Superior, con actividades que involucran a actores de las diferentes redes y programas que la universidad integra a nivel continental.
En este sentido se coordinaron diversos encuentros virtuales de relevancia nacional e internacional en conjunto con la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), la Organización Universitaria Interamericana (OUI) y la UNESCO sobre la internacionalización del Currículum, el Posgrado e interculturalidad.
Se realizaron de manera virtual los encuentros de Becarios Internacionales, en los que estudiantes de la UNNE y el exterior compartieron sus experiencias de movilidad tanto presencial como virtual.
Desatada la pandemia y decretadas las medidas de aislamiento, el escenario requirió una reconfiguración muy diferente. Es por eso que se lograron construir espacios con universidades del continente y el mundo y avanzar en el intercambio de experiencias, opiniones y vivencias.
Educación
La ministra Susana Benítez participó de la 101ª asamblea del Consejo Federal de Educación
VÍA VIDEOCONFERENCIA
La Ministra de Educación, Susana Benítez participó esta mañana por videoconferencia de la 101º Asamblea del Consejo Federal de Educación, junto al ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta y representantes de todas las jurisdicciones provinciales.
El encuentro, tuvo dos ejes temáticos centrales: los acuerdos establecidos con Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) para organizar y articular el tramo egreso-ingreso de las y los estudiantes secundarios que finalicen sus estudios durante los primeros meses del 2021; y las prácticas profesionalizantes de la carrera de enfermería.
De esta manera, los certificados definitivos de estudios secundarios podrán ser presentados hasta noviembre 2021, así lo acordó el Consejo Federal de Educación (CFE) con el CIN y el CRUP. La medida busca que las y los alumnos puedan asistir como estudiantes condicionales hasta que se regularice su situación y arbitrar medios y recursos para fortalecer el inicio de sus trayectorias en el ámbito superior. También se firmó la resolución que da marco a las prácticas profesionalizantes de la carrera de enfermería y se reafirmó el compromiso de que la presencialidad sea el ordenador del ciclo 2021.
Terminada la reunión, la ministra Benítez señaló: "Hemos estado trabajando mancomunadamente durante todo el año, para la construcción de una educación federal y en este caso la reunión y despedida con la aprobación de tres resoluciones".
Sobre el calendario 2021, la titular de la cartera educativa dijo que se contemplará la continuidad pedagógica: "En nuestra provincia como en el resto del país, se ha garantizado el ciclo lectivo 2020 a pesar de la situación de pandemia, hemos priorizado contenido qué tendrá su continuidad en el 2021", dijo en tanto agregó:" Se ha realizado un cambio para el año que viene, habrá dos trimestres en lugar de tres, estas modificaciones están enmarcadas en la continuidad pedagógica. Tuvimos un año muy difícil, los alumnos tienen que dar continuidad a los contenidos, por eso nos pareció extender los periodos de evaluación para que los docentes puedan ir teniendo mayor contacto y continuidad con los alumnos, tanto en la escuela primaria y secundaria permitiría una evaluación cuatrimestral".
Finalizando, la ministra de Educación hizo referencia al comienzo de clases en marzo: " Aún no sabemos la modalidad ya que la pandemia será el factor determinante para esta situación, nuestro deseo tanto del Gobierno de la Provincia como el de la Nación es volver a la presidenciabilidad, de todas maneras el calendario contempla la bimodalidad es decir que los chicos puedan estar también en forma combinada algunos días en la casa y otro en la escuela. Estamos esperanzados y conformes con el trabajo que hemos realizado en este ciclo lectivo 2020, gracias a los directivos, docentes, alumnos, tutores y familias que han construido en cada hogar una escuela y a retomar las fuerzas para que el 2021 podamos estar presentes en las aulas".
Participaron de la reunión el subsecretario de Gestión Educativa, Julio Navias; el subsecretario de Gestión Administrativa, Mauro Rinaldi; la asistente técnica pedagógica, Mónica Alegre; la directora de Educación Superior, Susana Nugara y el director de Sistemas, Carlos Encina.