Más osada y provocativa que de costumbre, subió por primera vez a un escenario teatral. Con cuadros musicales de corte sadomasoquista y lésbico y una simulación de acoso a un hombre del público, la top ingresó a la revista argentina pisando fuerte.Creció rodeada por el glamour, la fama y la adulación.

Pero también se crió con las responsabilidades laborales y los conflictos familiares retratados en las primeras planas de las revistas de actualidad. A lo largo de 12 años de carrera en los que cosechó amores y odios, siempre tuvo algo en claro: para subsistir en el medio es imprescindible dar cada día un poco más, sin dejar de alimentar el misterio. Sin dudas, ella es una especialista en la materia y, a juzgar por los hechos, no le fue nada mal. Hizo de la provocación su marca registrada y hoy admite abiertamente que nació para seducir. Sabe que cuenta con los atributos naturales necesarios como para hechizar a cualquiera, aunque considera que en el juego de la seducción, todo se trata de una cuestión de actitud. Simpática, educada y sensible. Así se muestra sin flashes de por medio. Arriesgada, desafiante e innovadora. Así aparece ante las cámaras. Con 25 años, casada y alejada de su hermana Geraldine -flamante madre de Helena-, Nicole Neumann asegura que el 2005 fue un año “muy completo” y feliz en su vida y pone todas sus energías en Los locos mandan, la obra de Nito Artaza que se estrenó el 20 de diciembre en el teatro Atlas de Mar del Plata, donde comparte cartel, entre otros, con Moria Casán. -La última tapa de LUZ levantó polvareda por tu frase, “Soy rubia, buena e inteligente”. ¿Te molesta que la gente se burle de las cosas que decís? -No. Siempre dicen algo, digas lo que digas. Ya estoy acostumbrada a esto. Hace muchos años que trabajo y ya pasé por muchas cosas, incluso millones de escándalos, algunos ciertos y otros inventadísimos, pero siempre tengo alguno dando vueltas. Así que estoy súper acostumbrada. Si le tuviera miedo a eso imaginate que tampoco ahora me estaría metiendo en el teatro. -El 20 de diciembre se estrenó Los locos mandan, donde tenés, entre otras cosas, un cuadro musical colgada de un arnés que mezcla sadomasoquismo con juegos lésbicos y otro en el que atás a un hombre del público a un camastro y le bailás y lo tocás. ¿En algún momento sentís pudor? -No, para nada. A mí me encanta jugar a distintos personajes y hacer cosas locas que, por ahí, no hago en la vida real. -Hablando de eso, ¿creés que naciste para provocar? ¿Te gusta hacerlo? -Sí (ríe). Está bueno provocar. Me encanta provocar y me encanta seducir. Por ahí, no lo hago a propósito, pero siempre me pasó que me dijeron: “pero vos seducís las 24 horas” (dice con burla). ¡Bueno, no me doy cuenta! ¿Qué querés que haga? -Además, al ser conocida, la gente deposita la mirada en vos más que en cualquier otra chica. -No, no. Yo creo que la seducción tiene que ver con la actitud. Uno es sexy naturalmente o no. Después, te podés producir, ponerte un escote y pintarte las uñas de rojo, pero hay chicas que se levantan despeinadas y con la camiseta rota y son sexies igual. -¿Y vos te sentís sexy cuando te levantás despeinada y con camiseta rota? -No es que yo me sienta sexy, pero me lo han dicho mucho. Cuando tengo que hacerlo a propósito, está bueno. Me encanta, obvio. Igual, por ejemplo, la campaña de Chile (de la marca de indumentaria Fes, donde se la ve a Nicole en fotos que muestran el maltrato y la violencia en las relaciones de pareja y que provocaron rechazo de varias organizaciones femeninas chilenas) no la hice porque me gusta provocar sino porque me gusta hacer cosas nuevas, diferentes, me encantan los desafíos… -De todos modos, no buscan a cualquiera para este tipo de campañas sino a vos. ¿Qué imagen creés que vendés? -Bueno, evidentemente no es esa imagen fría que algunos dicen que soy, si no, no me buscarían a mí, ¿no? (dice mientras ríe pícaramente). -Volvamos al teatro. ¿Pusiste alguna cláusula especial en tu contrato con Nito? -No, nada porque siempre tuve muy claro que, por un lado, no me puedo interponer ni meter en el campo de Moria porque, es obvio, ella tiene su trayectoria en el teatro, tiene su lugar y es indiscutible. Y también sabía que, por otro lado, ellos vienen atrás mío desde hace tres años, así que me iban a dar el lugar que me merezco. Lo único que me interesó es que me exprimieran y sacaran lo mejor de mí. Que no dijeran: “bueno, hagámosle hacer algo más chiquito por las dudas”. Eso fue lo que siempre hablé, pero ni siquiera está por contrato. -Pese a que había expectativas, en el espectáculo no salís desnuda. ¿Por qué motivo no hacés un desnudo? ¿Tenés algún problema con tu cuerpo? -No, no tengo ningún problema con mi cuerpo. No tendría problemas en desnudarme. De todos modos, nunca me lo pidieron. -Así que, si te lo propusieran ahora… -Tendría que analizarlo, pero seguramente sí. No tengo problema con los desnudos. Soy cero pudorosa. Si no fuera por cuidar a mi marido, mi imagen y porque soy mujer, andaría en bombacha y lolas por todos lados. Sólo tengo un límite. Nunca me sacaría la ropa de abajo. Ahí sí soy pudorosa, pero porque creo que está bueno guardarse algo para mostrárselo a la persona a la que uno quiere. -Termina el 2005 y empieza un nuevo año. ¿Cuál es tu balance y tus objetivos para el 2006? -La verdad es que lo termino feliz, fue un año muy completo. Me casé, así que fue súper importante a nivel personal y seguí creciendo mucho con mi carrera. No podría pedir más. Y en el 2006 el teatro es uno de los planes principales y lo que me va a sacar más tiempo… Además, sigo con todas mis campañas. -¿Seguirás en Buenos Aires con el teatro? -Hay idea de seguir en Buenos Aires con la obra, así que vamos a ver qué pasa con eso. Si no, me coparía hacer algo en tele. No sé cómo van a ser los tiempos, pero está en los planes. -Cada vez hacés más cosas al margen del modelaje. ¿Te estás retirando de la pasarela? -Soy de aburrirme rápido de las cosas. De todos modos, hace 12 años que trabajo de modelo. Un poco lo del teatro tiene que ver con eso, porque me re divierte hacer algo diferente. Dije: “basta de tanto desfile, tanta foto, quiero hacer algo distinto. Me copa bailar, quiero bailar, quiero hacer esto que es totalmente nuevo, un desafío”. Pero soy así en todos los aspectos de mi vida. Me gusta explorar y el día de mañana, cuando tenga hijos, me encantaría tener otro recurso armado como para que, si no quiero tanta exposición, pueda vivir de algo, divertirme y crear. -Hablando de hijos, es inevitable preguntarte… -(interrumpe) No voy a contestar nada. Ahorrate todas las preguntas porque no voy a contestar nada. -Bueno, pero hace poco tu hermana fue mamá. ¿Eso te da más ganas de tener hijos? -No, no. Somos muy distintas en ese aspecto. Vivimos una historia muy difícil, muy rara y muy loca a nivel familiar, maternidad y todo. Prefiero no ahondar más, pero yo siempre tuve muy claro que quiero tener mi nido perfectamente armado, sobre bases totalmente sólidas para el día en que lleguen mis hijos. Y yo me voy armando para eso. Me acabo de casar hace menos de un año… -Geraldine manifestó su intención de que su hija, Helena, las acercara nuevamente. ¿Creés que se puede dar eso? -Mirá, yo no voy a decir nada al respecto y tampoco me guío por lo que dicen las revistas. Me guío por lo que es la realidad. -¿Irías a conocer a Helena? ¿Te intriga? -Con lo que te acabo de decir, dije todo: no me guío por lo que dicen las revistas sino por lo que es la realidad. Listo. No voy a hablar más del tema, porque realmente me parece que la gente ya sabe demasiado de mi vida y más de lo que yo quisiera que se sepa. -Me estás diciendo que no te guiás por lo que dicen las revistas. Justamente, ¿no te molesta que, ante el silencio de ustedes, se especule tanto? -Sí, claro que me molesta, obvio. Y también me molesta no poder decir la verdad por proteger mi privacidad, porque a veces, yo quedo parada de una manera que nada que ver. Nada que ver. -¿Y qué te frena para decir tu verdad? -Me frena que quiero respetar mi privacidad, que no me interesa discutirla con la gente. Es algo que yo hablo con mi terapeuta, con mis amigos, mi marido. Además, así protejo la intimidad de la familia también. Son temas muy delicados. Y sí, me molestan las conjeturas que a veces saca la gente, porque no tienen nada que ver con la realidad, pero lamentablemente es parte del juego y no me queda otra que bancármelo. – Y si fueras anónima por un día, ¿qué harías? -¡¡¡Ufff!!! Eso nunca lo pensé. Estoy contenta con la vida que me tocó. Aparte, yo trato de vivir muy naturalmente. No me creo el personaje las 24 horas. Por suerte, todo lo que quiero hacer, lo hago; siempre encuentro la manera. -¿Cuál va a ser tu deseo cuando hoy levantes la copa a la medianoche? -Yo todos los años pido y brindo por la felicidad porque para mí esa palabra abarca todo: salud, trabajo y amor. -Verónica Salatino