Opinión
Soy responsable… no culpable
OSIRIS JANTUS (*)
En un primer instante dude en titular este articulo “Reconozco que he fracasado” pero luego de hablar con algunos de mis colaboradores me di cuenta que no fue así, sino que el fracaso es de la Convención Constituyente. Quizás suene duro pero es real.
La raíz de la palabra Convención proviene del latín conventio que se puede traducir por convenir y ella está definida como “Dicho de dos o más voluntades: Coincidir causando obligación.” Es en pocas palabras ponerse de acuerdo desde la pluralidad y el disenso (No ajustarse al sentir o parecer de alguien). Esta claro que la democracia se construye desde la diferencia de opiniones y no desde las hegemonías o pensamientos monolíticos, duros e impenetrables como si esta actitud fuera una noble virtud y no la sencilla tozudez del obstinado, testarudo. Hermosa lección de civismo se ha aplicado por parte de las mayorías, ambas, que monopolizando el numero se impusieron por la mera dictadura de los números, ninguneando el concepto de la democracia que incluye como esencial punto de partida el respeto y el dar lugar a las minorías en un concierto de voces que se complementan mutuamente en la visión de la perspectiva social. Las dos mayorías cada cual a su turno han defraudado no a la Banca del Partido Demócrata Cristiano, sino a quienes creyeron en ellos y en la misión de llevar la voz del pueblo al recinto de la Reforma Constitucional. Hermoso servicio han ofrecido destruyendo la educación pues al no aprobar -por cuestiones vinculadas a la voluntad del nepotismo (Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos) – el pasado 28 de mayo, se derribó la continuidad real del Consejo General de Educación, por parte de un oficialismo mas preocupado en demostrar fidelidad a una ministra-cónyuge que a los correntinos de hoy y del mañana. Tal es el caso que se tiró por la borda una larga y honorable historia que se inicio en 1886 y que incluso en la década de 1960 se revalorizo. Hoy los integrantes del Frente de Todos, que incluyen docentes e incluso sindicalistas de la docencia, además de profesionales que deben su valía y saber a la Educación, dieron la espalda a los correntinos y con la falacia de unificar un bicefalismo, simplemente arrojaron en manos de la política partidaria de un sector muy determinado, la Educación de nuestros hijos y nietos. Por el deseo vehemente e insaciable del poder. La política educativa será manejada no por quienes entienden de ella (docentes y padres), sino por cualquier puntero político de comité en este nuevo Ministerio de Educación y Cultura anodino y entremezclado como un mazacote (masa espesa y pegajosa) indigerible. Al ser un órgano dentro del ministerio este nuevo Consejo de Educación, solo será un apéndice consultivo, como la mancha en la pared que estoy observando en este momento. Algo que esta allí y nada mas. Una sombra una ilusión , una fe. La política educativa que rige los contenidos pedagógicos ahora será material de trabajo de quienes no están capacitados ni organizados para ello, pues esto se hacia en el Consejo hoy abolido. El presupuesto, que radicales de ley como el Doctor Vargas Gómez, propusieron elevar en su momento al 25% en la reforma de 1960 solo para la educación primaria, quedaran en el olvido con estos otros radicales que no alcanzan a tener la talla del insigne, y muy por el contrario devalúan la cuestión unificando todos los niveles de enseñanza y dándoles generosamente un misérrimo 24% es decir menos que lo que se propuso hace 47 años atrás. Bien dice el tango “Eran otros tiempos, eran otros hombres”. Los órganos de la Cultura y la Educación bastardeados, tanto que ya es publico y no merece ser enumerado una vez mas, pero que en síntesis es solo la destrucción en beneficio de la concentración de poder avarienta de quienes se creen perpetuos y no han descubierto que están de prestado -pues el pueblo es el soberano y delega TEMPORALMENTE por cuatro años el mando- No les servirá de nada tantos afanes urdidos. Porque la gente común, esa que vota, esta vez estará enterada y se guardara memoria de quienes han traicionado la voluntad popular, con nombre y apellido. Y no lo digo yo, lo veo en la calle en la cara de frustración y enojo de quienes mañana deberán optar por los mismos de siempre dentro de los grandes partidos políticos. Pero peor aun, lo veo en la cara de las madres, los padres y quienes en breve deberán sufragar y legítimamente y que ahora se sienten estafados. Sin embargo, la puñalada final no provino del oficialismo, sino del mal manejo que tuvimos todos los que coincidíamos en tener una estructura participativa en la Educación, pues en la reunión del lunes 4 de junio cuando se tratarían las cláusulas transitorias, que se proponían enmendar en parte el grave daño causado, un constituyente del Frente Social se levanto y se fue dejando el quórum al limite. Uno de ellos aduciendo “un cumpleaños” abandono el recinto y dejó a la oposición con 19 votos contra 18. Ese voto de diferencia luego se perdería cuando Sonia López, injustamente atacada, se retiro dejando empatadas las fuerzas y en ese marco se perdió LA ÚLTIMA oportunidad que hubo de corregir los desaciertos. Al haber empate no se pudo incluir en las cláusulas transitorias cuatro fundamentales artículos que hubieran dado una cobertura legal a la educación. Específicamente: 1- Crear una ley general de educación que contemple la transición del actual esquema del Consejo autárquico a mero adorno de organigrama burocrático del proyecto oficialista triunfante. Esto es importante pues hace a la operatividad del proceso y resguardaría los derechos de los docentes que estaban incluidos en la ley del Consejo General de Educación. 2- Crear una cobertura legal que ampare a los establecimientos transferidos (Las escuelas de la nación a la provincia) que están en un limbo legal. La idea era incluirlas dentro del régimen general. 3- Resguardar el derecho laboral de los empleados del Consejo General de Educación que son declarados en “ estado de disponibilidad” y en ese estado pueden ser echados, aun después de tantos años de trabajo bajo relación de dependencia,. Simplemente invocando la prescindencia de ellos porque si, o como se dijo “soto vocce” porque son acomodados de los “ gremios “ . Lo cual es inexacto e injusto porque son trabajadores dedicados y con ello bastardean los mas esenciales derechos adquiridos por años de leales servicios solo porque NO SEAN referentes o amanuenses de una ministra-cónyuge o un esposo-gobernador. 4- Tampoco quedó la opción de pasar todo el aporte de docentes, sindicatos, particulares y el material recibido y generado en la Comisión de Educación a las Cámaras de Diputados y Senadores para las posteriores elaboraciones de leyes sobre la materia. Hasta esta simple cuestión fue negada solo PORQUE SI, mejor dicho, por el temor que ello lleve a DICTAR LA LEY que mas arriba mencionamos.- Es el temor a la LEGALIDAD, es el miedo al CONTROL, es el pánico a la PÉRDIDA DE PODER.- Contra lo que pueda creerse esto es parte de un sistemático plan elaborado por alguna mente afiebrada. Hemos dicho que esto, de no disponer normas para la transición, es generar el caos en la educación, y en ese sentido deseo exponer a mis conciudadanos que el Caos es una teoría matemática cuya aplicación política -impensada aun para los mas vastos científicos- establece que “Caos está entendido no como ausencia de orden, sino como cierto tipo de orden de características impredecibles, pero descriptibles en forma concreta y precisa. Es decir: un tipo de orden de movimiento impredecible ”. Esto quiere decir políticamente hablando que quizás no comprendamos “el plan” del gobierno en sus detalles, pero si concluimos en base a sus manifestaciones sus objetivos concretos de la misma manera que un científico puede calcular un sistema caótico de la naturaleza y nosotros simples mortales, vemos sus efectos en la predicción del tiempo o el desarrollo del follaje de un árbol entre otros ejemplos sencillos. El Gobierno SABE a donde quiere llevar a la educación… Ricardo III, cuya derrota en la batalla de Bosworth en 1485, se debió a que su caballo mal herrado perdió un clavo y tropezó, fue inmortalizada por un célebre verso de Shakespeare “¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!”. Aquí en el Taragüí se perdió la última oportunidad de atemperar las nefastas consecuencias del régimen de la educación , porque nos faltó organización y porque en ese momento clamaba la educación” mi reino, todo mi reino por … un constituyente “ . (*) Recibido por Corrientes al Día del Convencional Constituyente del Partido Demócrata Cristiano
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.