Opinión
Terrorismo humanitario
Armando Ribas*
La farándula creada alrededor de un hecho dramático, constituye una vez más un asalto a la moral y los más elementales principios de la justicia, es decir a la civilización. .
Como bien dijera Alberdi: …” no he visto que la civilización signifique otra cosa que la seguridad de la vida, de la persona, del honor y de los bienes..”. Es decir que la civilización es la garantía de los derechos individuales fundamentalmente la vida y la libertad. ¿Que derecho tiene un movimiento subversivo y criminal como la FARC de mantener rehenes, o sea privar de la libertad a innumerables personas, con el solo propósito de violentar un gobierno elegido libremente y que respeta los derechos individuales? Por tanto ¿en que sentido se puede considerar que la propuesta de liberar a personas detenidas ilegalmente pueda considerarse un acto humanitario? Según información creíble las FARC tienen un apoyo político en la República Bolivariana. Es indudable la coincidencia ideológica del presidente de Venezuela, con el movimiento terrorista más antiguo de América Latina. Sábese igualmente que las FARC están asociadas al narcotráfico, O sea que no debiera haber alguna duda de la condición criminal de este movimiento. Por tanto la participación activa de Chávez para la supuesta operación Enmanuel muestra a las claras que más que un intermediario es un representante de dicho movimiento. La diferencia entre Chávez y Marulanda no es otra que mientras el primero detenta el poder en Venezuela, el segundo lo busca a través de la subversión y el terrorismo. Esta colusión de Chávez con un movimiento subversivo que amenaza la legitimidad del proceso político colombiano constituye una injerencia en los asuntos internos de un país soberano del continente. Por tanto es indudable que esa acción constituye una violación del Tratado de Río de Asistencia Recíproca. Como antes dije se ha podido comprobar que la FARC constituyen un instrumento decisivo en el tráfico de drogas. Es decir del negocio más proficuo después de petróleo, gracias a la decisión de Estados Unidos de mantener la ilegalidad de l comercio de este producto; ignorando por una parte su propia experiencia con el alcohol, y en segundo lugar no menos importante, el principio liminar de la filosofía política americana que es el derecho del hombre a la búsqueda de su propia felicidad. Dicho sea de paso Estados Unidos no obstante la DEA constituye el mayor mercado de drogadle mundo. No obstante estas realidades indiscutibles, la mera proposición de la FARC de entregar a los tres rehenes ha logrado ser un hecho notorio, inclusive humanitario que ha competido con la media internacional con el asesinato lamentable de la SRA Bhuto en Pakistán. Se me antoja recordar que no existe un concepto más sublimado y desde mi punto de vista (Hume mediante) más equívoco que el del humanismo. Hasta Descartes reconoció que: “Los frutos del árbol del conocimiento evitarían las consecuencias de la Caída del paraíso terrenal, o más precisamente efectivamente negarían su veracidad”. La ignorancia de esta realidad de la verdadera naturaleza humana (falible como lo reconoce el Evangelio)y sublimada equívocamente, con propósitos políticos, se han sustentado todos los sistemas totalitarios. Así lo expresa claramente Kart Popper en su obra Conjeturas y Refutaciones y dice: “Pero simplemente es ub hecho que los grandes dictadores trataron siempre de convencer a sus pueblos que ellos conocían el camino hacia una moral más elevada…la utopía genera la violencia”. La historia nos muestra que desde el principio el ser humano estuvo muy lejos de representar el bien como consustancial a su naturaleza. No hay que aceptar el principio de Hobbes de que el hombre es lobo para el hombre, para reconocer la naturaleza humana tal como lo es. De haber sido diferente la guerra no hubiera existido, y el mandato de amar al prójimo como a si mismo es otra prueba evangélica de que el hombre se ama primeramente a si mismo. Por ello dice Hume: “La naturaleza humana no cambia, si que remos caqmbiar los comportamientos es necesario cambiar las circunstancias”. Ya Alberdi había tomado conciencia de que la idea de la libertad que había sido alcanzada en su época como el respeto por los derechos individuales era ajena a la historia de la humanidad. Y se refería tanto a Grecia como a Roma. Tal vez había leído a Tucidides. Y ahí tenemos como el mero concepto de virtud desde Grecia en adelante estaba relacionado con el coraje, y la guerra y la pertenencia del individuo al estado, la regla moral que llegara hasta nuestros días a través de Hobbes, Rousseau, Kant Hegel . Marx aprovechó el antagonismo kantiano como la virtud de la naturaleza y la razón en la historia para proponer la sublimación de la lucha de clases. No obstante estas premisas seguidas por la realidad histórica, en este siglo se ha sublimado la naturaleza humana, como un concepto ético universal, a partir del cual todo aquel que hable en nombre de ella (Hebe de Bonafini)aparece como el epítome de la moral universal. Y por supuesto ¿Quién es el enemigo por antonomasia del ser humano? El individuo que pretende la búsqueda de su propia felicidad y el respeto por sus derechos. Es sólo bajo esta visión que Thomas Sowell ha conceptualizado como de los ungidos que se ha podido considerar la oferta fallida de los terroristas de la FARC , como una acción humanista frente al imperialismo y al materialismo de la sociedad liberal. Así en nombre de las desigualdades sociales que se acepta casi universalmente como causada por el mal denominado por Marx capitalismo, se valora un acto que a su vez ignora la permanencia y el maltrato a otros setecientos rehenes. De eso no se habla. Ante esta campaña humanitaria, por supuesto se intenta hacer aparecer al presidente Uribe como el malo de la película, por pretender elimina a los verdaderos causantes del dolor de las familias de los rehenes. El terrorismo aparece justificado por los ungidos en nombre de las desigualdades sociales, ignorando por supuesto que la mayor desigualdad social es la que surge del poder absoluto como el que ostenta Fidel Castro y ahora lo pretende su discípulo el presidente Chávez. *Armando Ribas integra el Consejo Académico de Fundación Atlas 1853 Contacto de prensa: Armando Ribas 154 399 1819
Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.
Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo. Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico. Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!
Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles. Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan. Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.
Pobres Alberdi y Sarmiento. Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria. Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.
Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.
¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar. El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.
Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.
El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias. Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.
Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.
¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país. ¿En serio? ¿Se puede ser tan caradura? Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?
También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio? “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.
Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos? Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.
Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.
Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.
El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.
(*) Rogelio López Guillemain
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.
Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.
Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.
También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.
Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.
Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables y caminos nuevos para salir adelante.
Pienso que un camino de desarrollo es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.
Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo foco en nuestros recursos y liderar.
Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos el compromiso de crear un cambio duradero.
Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner. Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.
El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".
En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.
La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.
Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.
Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.
En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.
La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.
(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.