Nacionales
Tiene campos o se dedica a la agricultura
1 DE CADA 6 LEGISLADORES
La renuncia del kirchnerista Roberto Urquía a la comisión de Presupuesto de la Cámara alta detonó el debate en torno de la colisión de intereses que se puede generar entre los objetivos políticos y los negocios particulares de los parlamentarios. Según un relevamiento de PERFIL, al menos cincuenta diputados y senadores están vinculados con el campo.
(www.diarioperfil.com.ar; por Gabriela Manuli / Mariano Confalonieri) Entre los ocupantes de las bancas del Congreso hay desde hacendados y grandes empresarios agroindustriales, hasta pequeños productores rurales. La mayoría de ellos considera compatibles sus actividades privadas con la crucial votación por las retenciones. RECLAMO El envío del proyecto de retenciones trasladó la discusión al Congreso, en donde muchos comparten intereses con el campo. “Me debo a los intereses de mi provincia, a la posición tomada por el gobernador Juan Schiaretti y a las instrucciones que recibí de la Legislatura.” Con ese argumento, el senador peronista por Córdoba Roberto Urquía abandonó la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda el 25 de junio. Su doble rol de legislador y productor agropecuario –es dueño de Aceitera General Deheza– lo colocó al borde de un conflicto entre sus intereses privados y políticos. Un problema que es más significativo si se tiene en cuenta que, como presidente de la comisión, tenía la responsabilidad de sacar el dictamen a favor de la política oficial de retenciones, cuando era público que estaba en desacuerdo. Pero el caso de Urquía es sólo el más emblemático. Según el relevamiento que realizó PERFIL hay al menos cincuenta diputados y senadores que, además de sus responsabilidades políticas, tienen un vínculo directo con la actividad agrícola o ganadera. Es decir, cerca de uno cada seis legisladores. Entre ellos, hay desde grandes empresarios y hacendados, como el propio Urquía o Carlos Reutemann, hasta pequeños productores que sólo tienen un centenar de hectáreas. Todos ellos, por un lado, podrían verse afectados por las medidas que deben adoptar en las Cámaras pero, al mismo tiempo, de su voto depende el éxito o el fracaso del Gobierno en el conflicto con el campo. Entonces, la polémica es inevitable: ¿pueden estos productores-legisladores levantar la mano pensando en el bien común sin estar condicionados por sus negocios privados? ANTECEDENTES En agosto de 2003, el entonces senador radical Raúl Baglini pidió que lo excusaran de participar en el jury al ex ministro de la Corte Eduardo Moliné O´Connor. Argumentó que, como abogado, tenía causas en trámite en el máximo tribunal. Pero Cristina Fernández, quien presidía la Comisión de Asuntos Constitucionales, no hizo lugar a la explicación de Baglini por considerar que era una manera de eludir su responsabilidad de legislador (el criterio opuesto que utilizó ahora con Urquía). El senador optó por faltar a las sesiones para esquivar la votación que destituyó al magistrado. En circunstancias diferentes, el ex ministro de Salud Ginés González García intentó apartar del debate de la Ley Antitabaco al senador jujeño del kirchnerismo Guillermo Raúl Jenefes. Lo acusaba de hacer lobby a favor de la industria porque, en su actividad privada, declaraba ser socio de una cooperativa tabacalera. Jenefes no se apartó por considerar que él debía defender desde su banca los intereses de un negocio que daba empleo a muchas familias jujeñas. Pero no es una discusión sencilla. “No está mal que los congresistas tengan intereses, lo que está mal es que los oculten”, opinó Laura Alonso, directora ejecutiva de Poder Ciudadano (ver recuadro). ¿Será por ejemplo el caso del ex gobernador pampeano, actual senador, Rubén Marín? El peronista sólo consignó en su declaración jurada la propiedad de dos caballos, pero en la zona le atribuyen la estancia El Potrillo Oscuro, una importante extensión de tierra. Lo mismo ocurre con el presidente provisional José Pampuro. Félix Loñ, abogado constitucionalista, defendió la facultad de los legisladores al considerar que si hubiera conflicto de intereses por ocupar un doble rol, no podrían votar los sindicalistas “a favor de las leyes laborales”. “No hay ningún tipo de impedimento. Si lo que sancionaran resultara desmedido, para juzgar eso está el Poder Judicial”, indicó a PERFIL. Es cierto que nadie puede obligar a un legislador a votar a favor o en contra de una norma. Aunque en un clima político tan enrarecido como el actual, muchos interpretan que tanto desde el Gobierno como desde el campo se intenta inclinar la balanza hacia alguna de las dos posturas. “Hay algunos legisladores que son débiles ante los fuertes”, consideró Néstor Kirchner, titular del PJ, a pocas horas de la votación en Diputados. “Los que voten a favor de las retenciones no van a poder mirar a la cara a sus hijos, porque les va a dar vergüenza”, retrucó el ruralista Alfredo De Angeli. EL CAMPO Y LA BANCA “Las retenciones móviles congelan las ganancias de aquí al futuro”, dijo Reutemann al romper su habitual silencio. Habrá que ver cómo vota cuando el Senado trate el proyecto que se ponga en discusión, porque en su declaración jurada se define como empresario “agropecuario”, propietario de una firma unipersonal que gana al año 1.400.000 pesos y tiene un patrimonio de más de 2 millones de pesos. Algo similar sucede con Felipe Solá, quien sin cuestionar con mucha dureza al oficialismo, puso de relieve críticas a la carencia de una política agropecuaria nacional. El actual diputado contestó al Directorio Legislativo que es “consultor agrícola” y que su familia tiene campos en la zona de 25 de Mayo. También la senadora Delia Pinchetti tiene con su marido, diputado provincial tucumano, unas 195 hectáreas que destina a la caña de azúcar. La diputada Beatriz Rojkes se dedica con su esposo, el gobernador tucumano José Alperovich, a distintos cultivos y a la explotación de la firma Alperovich SA, que entre otras cosas declara como objetivo la venta de maquinaria agropecuaria. ¿Le impide esto votar a favor o en contra? ¿La condiciona? Fabián Ríos, el senador peronista que reemplazó en la Comisión de Presupuesto y Hacienda a Urquía, fue contundente: “La actividad privada de un legislador no condiciona la votación”, sostuvo en diálogo con PERFIL. Añadió que el caso de Urquía es “muy particular, por el volumen de lo que produce”. Todos los legisladores consultados por este diario esgrimieron un argumento similar. Juan Carlos Marino, senador radical de La Pampa, alquila las 1.100 hectáreas que posee con su hermano para la cría de ganado. Pero no se siente presionado. Aunque en algún momento se le cruzó por la mente que podía haber un conflicto de intereses. “Después de lo de Urquía lo consulté con mi bloque, con las autoridades y ninguno creyó que podía haber una incompatibilidad”, le dijo a PERFIL. “Las actividades de los legisladores en algún momento se topan con leyes que regulan la actividad. Es lógico que, por ejemplo, un legislador del sindicalismo va a defender al sindicalismo”, prosiguió. Con Marino coincidió el diputado José Ameghino Arbo, del Partido Liberal de Corrientes. “Soy un micro productor. Tengo 550 hectáreas para la cría de terneros. Me dedico a esto, por mi cuenta, desde hace 30 años. Para mí no representa ningún conflicto” Arbo agregó: “No hay ningún impedimento moral ni jurídico. Además, en este caso lo que se discute son retenciones para el sector agrícola, yo me dedico al ganado. Si fuera que tengo 100 mil hectáreas todavía, pero tengo sólo 550”. OTRO CASO EMBLEMÁTICO El del senador y ex gobernador salteño Juan Carlos Romero, quien tiene una bodega, plantaciones Catamarca SA y la aceitera Romero Di Gangi, entre otros negocios. En la declaración que hizo ante el Directorio Legislativo consignó ser accionista en diversas sociedades familiares. Romero, cuando estalló el conflicto, advirtió en público que era “lamentable” la política oficial de enfrentar al Ejecutivo con el campo. Y ya desde entonces pedía el debate en el Congreso. Un férreo opositor al kirchnerismo, el ex presidente y actual senador Carlos Menem es otro ejemplo de la dualidad de intereses. En 2002 se asoció con Carlos Spadone en el negocio del vino con las bodegas Menem, que luego cambiaron el nombre por San Huberto. Hoy conserva una participación accionaria en la empresa. ¿Qué opinó Menem cuando le preguntaron por las retenciones?: “Son una necesidad de caja. Esta medida perjudica a los hombres que trabajan todos los días para que la Argentina siga creciendo”. Para César Gioja, senador kirchnerista por San Juan, la vinculación con la actividad agrícola no es ningún impedimento. “El caso de Urquía es puntual, porque se trata de un actor privilegiado. De todos modos, incluso con él, lo que ocurrió fue que hubo un conflicto político”, explicó a este diario. Gioja tiene una finca en la que se produce vino. Pero está a favor de las retenciones. “Es bueno que existan”, dijo. Sin embargo, a excepción de algunos casos, lo que une a la mayor parte de los productores-legisladores es que están en contra de la política oficial para el sector agropecuario. El debate está abierto y sólo cuando la iniciativa sea sancionada por el Congreso se sabrá cuánto influyó en la posición de cada representante la actividad privada que cada uno de ellos tiene. UN DEBATE CARGADO DE TENSIONES Hace mucho que no pasaba, pero esta semana el edificio del Congreso se convirtió en epicentro de todos los flashes. Los debates de comisiones de Agricultura y Presupuesto sobre las retenciones móviles fueron seguidos minuto a minuto. La decisión de enviar el proyecto al Congreso –que anunció la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 3 de julio por cadena nacional– marcó un antes y un después en el conflicto con el campo. Puertas adentro del Parlamento, el tema dividió aguas. Y puertas afuera también, con una vigilia montada desde carpas oficialistas y pro campo. Durante la semana, el kirchnerismo centró sus esfuerzos en asegurarse una mayoría para garantizar el número suficiente de votos y así lograr ratificar las retenciones en el recinto. Los debates se prolongaron durante horas en las comisiones y los bloques. Mientras, los ruralistas no perdieron pisada de lo que sucedía en las reuniones y mantuvieron contactos con legisladores opositores. Los cuatro representantes de las entidades rurales llevaron hasta el Congreso más de un millón de firmas reclamando la anulación de la Resolución 125. Otro de los actores que sumó su voz en medio del debate parlamentario fue el ex presidente Néstor Kirchner, quien les pidió a los legisladores que no se olviden “de dónde vienen” y “quiénes los votaron”. También les dijo que no tengan miedo y no se dejen amedrentar. Pero aclaró que sus palabras no eran un “apriete” a los diputados. TRANSPARENTAR LOS INTERESES El control de los conflictos de intereses está regulado por la Ley de Etica en el Ejercicio en la Función Pública (25.188). Sin embargo, el control sobre este punto es bajo o nulo, dependiendo del poder del Estado. En el caso del Congreso, la batalla por el acceso a las declaraciones juradas de los legisladores ha sido larga y todavía hay resistencias a entregar esa información, sobre todo en la Cámara de Diputados. Nadie controla efectivamente el contenido de estas declaraciones en el Congreso. Un interés particular puede condicionar la votación de un legislador y no está mal. Lo que no está bien es no conocer de antemano cuáles son esos intereses: para prevenirlo la herramienta más eficiente es la publicidad de la información. Así, el control de unos legisladores sobre otros, de la prensa sobre los legisladores y finalmente de la sociedad sobre los legisladores debe basarse en información pública provista por los propios sujetos obligados. Los legisladores tienen derecho a votar en todos los casos. Pueden abstenerse si lo desean, pero no se los puede obligar a hacerlo. En todo caso, promover la transparencia en el comportamiento de los diputados y senadores se relaciona con la publicidad de información acerca de sus intereses y potenciales conflictos. En el caso de la 25.188 debe avanzarse hacia su pleno cumplimiento creando la Comisión de Ética Pública, o proponiendo una reforma viable que fortalezca la información pública y el control. Así como es importante saber quiénes financian las campañas electorales de los postulantes políticos, también lo es conocer los potenciales conflictos de intereses que puede enfrentar un candidato al ser electo. La ley debería prever que la oficialización de candidaturas sólo debería aprobarse una vez que los partidos presentan las declaraciones juradas patrimoniales, de intereses y de causas judiciales. Esta es una reforma pendiente. Información suministrada por Laura Alonso, Directora Ejecutiva de la Fundación Poder Ciudadano.

El presidente chino Xi Jinping visitó la Rosada. Se anunció un mecanismo para reforzar las reservas del BCRA. También habrá créditos para represas y el Belgrano Cargas. China quiere ganar peso comercial y financiero en la región. Acuerdos que generan deudas.
(www.clarin.com) Fueron palabras del presidente Xi Jinping: este es el año del Caballo, y la Argentina es conocida -dijo- como el país de los caballos. Por eso, formuló sus deseos de que sea un “caballo galopante” la profundizada relación estratégica con la Argentina.
De estilo muy sobrio, con esta gráfica alusión al calendario chino sorprendió Xi a la hora de los discursos, tras encabezar con Cristina Kirchner el acto de firma de acuerdos bilaterales por más de US$ 7 mil millones, que aportarán los chinos para financiar obras de infraestructura.
Estos aportes eran muy ansiados por el Gobierno, con problemas para financiarse, caída de reservas y el fallo adverso de la Justicia de EE.UU. que obliga a pagarle a los fondos buitre y al menos demoró el plan oficial de “regreso al mundo” para buscar fondos en los mercados internacionales de crédito.
Los acuerdos con China incluyen, tal como se había anticipado, US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (el Estado nacional aportará otros US$ 370 millones); y US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz, obras largamente postergadas y acaso último megaproyecto de la era kirchnerista. El otro acuerdo con números a la vista es el aporte chino para la compra de 11 buques de dragado, por 423 millones de dólares.
En total se suscribieron una veintena de acuerdos, y una declaración conjunta que elevó el vínculo bilateral a “asociación estratégica integral”, un estatus que China sólo tenía en América latina con Brasil, México y Perú, y supone la decisión de profundizar la cooperación mutua.
A estos acuerdos se sumó más temprano –sin presencia de los presidentes– la firma de un segundo swap (el primero fue en 2009), un intercambio de yuanes y pesos por US$ 11 mil millones que podrán usarse para reforzar las reservas del Banco Central. Cristina celebró este punto en un momento de “ataques especulativos” de los fondos buitre.
Xi Jinping llegó a las 17.20 a la Casa Rosada, donde fue recibido con honores militares por los Granaderos. Caminó por la alfombra roja y en el Salón Blanco lo aguardaba Cristina para el saludo, los himnos nacionales y la presentación de delegaciones. Luego pasaron al despacho presidencial, donde estuvieron reunidos a solas y luego sumaron a sus ministros, durante una hora.
La última visita de un presidente chino fue la de Hu Jintao, en 2004. Allí se estableció una asociación estratégica, se firmaron memorándums de entendimiento y el gobierno kirchnerista había generado un singular clima de furor previo al propalar la versión de que llegarían US$ 20 mil millones, que nunca se concretaron.
Ayer, el presidente Xi tuvo su inmersión en el estilo de los actos K: hubo una videoconferencia con El Calafate, por las represas santacruceñas, con el gobernador Daniel Peralta; y otra con Maciel, Santa Fe, donde el secretario de Transporte Alejandro Ramos y Wang Hong, vicepresidenta de la empresa estatal china que canalizará los créditos, hablaron de las obras del Belgrano Cargas.
La jornada terminó con una cena en el Museo del Bicentenario. A la hora de los regalos volvieron los caballos. Cristina mostró las fotos –“No podíamos traerlos acá”, se excusó– de los que regaló. A la primera dama china, un caballo de silla, y a Xi, uno de polo. “Ambos son reproductores, sementales”, enfatizó. “Ahora sí, brindo por el año del Caballo de Madera, a brindar por la Argentina, por la amistad con China”, cerró la Presidenta antes de chocar copas con Xi.
Nacionales
Municipio de la Costa. Otra denuncia contra Boudou de sus días como funcionario municipal
CASAS QUE NUNCA SE REALIZARON
La denuncia tomó nuevo impulso cuando en las últimas semanas la oposición del Concejo Deliberante de la Municipalidad de la Costa impulsó una denuncia contra Amado Boudou (secretario de Hacienda local en 2005), Juan de Jesús (por entonces intendente y actual diputado provincial) y su hijo Juan Pablo (ahora a cargo de la comuna) por presunta “defraudación al Estado nacional”.
(www.perfil.com) Según reseña la publicación La Tecla, en 2005 se firmó un convenio para la construcción de viviendas con Nación, el cual fue firmado por los funcionarios mencionados, entre ellos vicepresidente procesado en la actualidad por la causa Ciccone.
La licitación la ganó la firma Cantera FC y debía terminar la obra en 2006; pero para agosto de 2007 se había abonado más de dos tercios del monto total y más de la mitad de las casas estaba sin terminar, según consigna la revista.
Proveedores de Cantera FC denunciaron haber recibido cheques sin fondos. Tras esto, la empresa entró en convocatoria de acreedores pese a presuntamente haber cobrado hasta ese momento unos 24 millones de pesos.
Cantera cedió los créditos al Banco Hipotecario, y éste emprendió una causa judicial contra el municipio para cobrar la supuesta deuda de 1.930.000 pesos” por las casas que nunca se terminaron”, dicen desde la oposición. Y éste fue el puntapié para su tratamiento y denuncia la cual fue impulsada por Marcos García, concejal del bloque A toda Costa.
Según García, Boudou “fue quien firmó los cheques, que además no estaban a la orden, cuando los cheques en la administración pública deben estar cruzados” y porque “él firmó eso y firmó los cheques por 24 millones de pesos”, sostuvo García. Los denunciantes buscan investigar hasta qué punto llegaba la relación entre Cantera FC y el vice.
Familiares acusaron al canciller por negociar en secreto con Irán y dijeron que “nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Del piquetero K aseguraron que “debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y criticaron que tenga espacios en TV y radio.
(www.clarin.com) El vicepresidente de la AMIA, Thomas Saiegh, exigió hoy al Gobierno nacional “medidas concretas” para conseguir la captura de los iraníes acusados del atentado contra la mutual judía AMIA y que “sean sometidos a juicio en Argentina”.
También reclamó al Congreso de la Nación “la derogación expresa” de la ley que habilitó el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal. Fue el primer orador de un acto que incluyó duras críticas al canciller Héctor Timerman y al piquetero oficialista Luis D’Elía.
Luego de Saiegh habló el periodista Alfredo Leuco, quien comenzó diciendo que “los muertos no tienen ni paz ni justicia”. El conductor de Radio Mitre recordó diferentes historias de víctimas del atentado, como la de Sebastián, un niño de 5 años y repasó la evocación de sus compañeros en el colegio.
“La impunidad no es producto de un fenómeno natural sino producto de la ineficacia de ocho presidentes que pasaron y pasaron”, dijo Leuco. Y acusó al ministro Timerman por el memorándum con Irán.
“Será recordado como el canciller responsable del delito de lesa impunidad. Quedará grabado en la historia por esta traición al pueblo hebreo y argentino”. Y también le apuntó a Luis D’Elía, a quien acusó de antisemita.
Finalmente, habló el familiar Luis Czyzewski, quien perdió a su hija en la masacre. Czyzewski dijo que, “En cada una de nuestras casas hay una silla vacía”. Luego, criticó el acuerdo del Gobierno nacional con Irán y calificó de “mal gusto” al denominar ese arreglo como un memorándum de entendimiento.
“Señor ministro Timerman, si el memorándum fuera tan bueno ¿por qué lo negoció en secreto? Usted parece que no tuvo en cuenta que negociaba con un gobierno repudiado por la comunidad internacional”, fustigó el familiar. “Parece que para usted, señor canciller, esto no era trascendente. El gravísimo error diplomático de acordar con Irán no es gratuito”, indicó.
Czyzewski agregó que, “Nuestros muertos piden justicia, no acuerdos”. Y se preguntó: “¿Por qué nunca se denunció a Irán como un país terrorista?”. También criticó al gobierno menemista y dijo que “´¿Cómo la Justicia no pudo encontrar pruebas contra Corach?”, en referencia al ex ministro del Interior de Carlos Menem, bajo cuyo mandato sucedió el atentado.
Y criticó que Luis D’Elía tenga espacios en radio y televisión para difundir su pensamiento antisemita. “D’Elia debería ocupar un banquillo ante la Justicia”. Y también dijo que en el programa “Fútbol para Todos” no mostró un homenaje hecho por las víctimas de la AMIA y agradeció, por el contrario, a los clubes Boca y Estudiantes.
Además, Czyzewski pidió a Julio Schlosser (presidente de la DAIA) que aclare los contactos que tuvo con Timerman antes de la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Y también añadió que, “Apoyamos la creación de una CONADEP para la causa AMIA”.
Minutos antes de las 11, se emitió un mensaje en video grabado del Papa Francisco.
El año pasado los cuestionamientos pasaron por el memorándum firmado por el Gobierno con Irán, que prometía poder tomarles declaración a los funcionarios iraníes sospechosos de ser autores intelectuales de la masacre pero a cambio de hacer caer las circulares rojas de Interpol. El pacto fue declarado inconstitucional por la Cámara Federal y el Gobierno apeló a la Corte empantanando la polémica idea de Cristina.
Con el sonar de la sirena, comenzó a las 9.53 el acto central para recordar a las víctimas del atentado que en 1994 destruyó la sede de la AMIA, provocando la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
Bajo el lema “Ni un día de olvido”, se recordó a las víctimas del ataque perpetrado hace 20 años en la mutual judía ubicada en Pasteur 633, en pleno barrio de Once. Mario Pergolini fue el maestro de ceremonias.