De mi Tierra
Una ciudad con historia
SANTA LUCÍA
Luego del descubrimiento de América, el 12 de octubre de 1492, por el marino genovés Cristóbal Colon, la corona española continúa su labor por medio de los “conquistadores”, quienes al llegar a estas tierras se encuentran con diversas razas de aborígenes, con culturas y costumbres propias.
Uno de los primeros que había avistado las costas correntinas, sobre el Paraná fue Sebastián Caboto, en 1527. Luego Juan de Ayolas y Domingo Martínez de Irala, este ultimado por los indios “Payaguas”. Juan de Zalazar funda el 15 de agosto de 1541 Asunción. Juan Ortiz de Zárate, gobernador y Capitán, por dos vidas, se mantuvo en el poder por un periodo de once meses, cuando falleció. En su testamento delegaba en su hija Juana de Zárate y en quien se casara con ella. Esta contrae matrimonio con Juan Torres de Vera y Aragón, quién luego de organizar su administración, se traslada para fundar la ciudad de Vera o de San Juan de Vera de las Siete Corrientes o simplemente: Corrientes. Entre sus colaboradores estuvo Hernando Arias de Saavedra (más conocido por Hernandarias), quien una vez en el poder, creyó necesario contar con puertos naturales y abrigados, en otros lugares y es entonces que decide fundar, cuarenta leguas al Sur de Corrientes, la reducción de “SANTA LUCIA DE LOS ASTOS” en 1615, en el ángulo derecho de la desembocadura del rió de los Mepeney (agua o río de los Mepenes) en el Paraná. En el lugar denominado “RINCON DE SOTO”. La tarea no fue fácil, ya que los aborígenes apegados a su terruño y rebeldes a la vida organizada, opusieron tenaz resistencia. Vencidas algunas tribus y para continuar en paz, el Gobernador, impuso a los “caciques” la condición de recibir “nuestra Santa Fe Católica y Padres que los enseñen”. El núcleo principal lo constituían los “ASTOS” (de donde se tomo el nombre). Había otras parcialidades “Guaycurúes”. Estos no tenían viviendas estables, vivían en toldos de cueros, obtenidos con seguridad, de los animales que cazaban para su alimentación, ya que eran muy diestros para estas actividades, como para la pesca. Se alimentaban también de frutos silvestres y de miel que obtenían en los montes. Para navegar poseían canoas, hechas con maderas del lugar. En pos de la caza y la pesca recorrían campos, ríos y lagunas de la zona. Andaban desnudos, armados de unos palos largos llamados “macanas” y de arcos y flechas. El estado belicoso en que se mantenían obstaculizó enormemente el avance de la conquista espiritual, encomendada a los Frailes de la Orden Franciscana de Convento de San Francisco, de la ciudad de Corrientes, quienes los atendían muy esporádicamente. Los primeros grupos sometidos fueron encomendados a Juan Francisco Romo, Pedro Valdez y Pedro López de Encisco. La lucha era constante, el diminuto poder español trataba de reducirlos y mantenerlos. En varias oportunidades, la población estuvo al borde de la extinción. En 1622, el Gobernador Diego de Góngora visitó el lugar y realizó un empadronamiento, que reveló una población de 34 indios, 37 indias y 61 muchachos. Como hubo algunos que se marcharon de la reducción, ordenó que un español y el Cacique principal fueran a buscarlos y los hicieran regresar. Este empadronamiento fue muy inferior al efectuado por Fray Tomás de Torres, Obispo de las Provincias del Paraguay cuando confirmó 571 personas. Entre los informes del Gobernador, quedó manifestado que los aborígenes habitaban casa de madera y pajal mal reparadas que carecían de mantenimientos de maíz y de trigo. Había familias que poseían pequeñas chacras y animales domésticos. Contaba con una iglesia mediana, de tapias y de maderas, sin ornamentos ni otra cosa para su servicio, porque estos se traían de la ciudad cada vez que algún franciscano venia “a decir misa”. Cuando la reducción se afianzó, fue posible organizarlo de la siguiente manera: un fraile franciscano, denominado CURA DOCTRINERO, que les enseñaba, además, a leer, escribir, música, canto y algunos trabajos manuales; un acompañante, un administrador español, un corregidor indio y un cabildo; compuesto por indios y españoles. Los ingresos se basaban en los servicios que los aborígenes prestaban a los españoleas, en la reparación de edificios, plazas, calles, en las cosechas o vaquerías, como músicos o cantores en las fiesta religiosas. Pero por la Real Cédula de 1635 se prohibía que se los sacara de la reducción para la realización de estos trabajos. La población sufría constantemente los ataques de parcialidades indígenas de otras regiones, como los “abipones” de la vecina orilla chaqueña. En 1638 fue atacada y destruida por los caracaraes. Para facilitar su defensa se los traslado más al Norte, hasta 1640 en que volvieron a su antiguo asentamiento. En 1642, al ser reconstruida, su población se incremento a 1691, por la conversión de cuatro parcialidades charrúas, que establecieron en ella, tras haber sido convertidas por el Cura Doctrinero Fray Francisco de Sandoval. Vecinos de la ciudad habían formado sus estancias en los alrededores. En su puerto atracaban los barcos que hacían la navegación del Paraguay, cargando cueros y mercaderías que llevaban a Asunción, Santa Fe y Buenos Aires. Fue cuartel general de las tropas que cruzaban el Paraná para combatir a los indígenas del Chaco. En 1652, una peste que asoló el Río de la Plata, lo dejó con muy pocos habitantes. En 1653, sufrió un nuevo ataque de los “abipones” a quienes rechazaron. En 1672, un incendio destruyó la segunda Iglesia y casi todas las casas de la reducción. En 1686, fue atacada por los “charrúas”, a quienes rechazaron mediante la ayuda recibida desde Corrientes. En 1717 se la traslada a su lugar actual, en las colinas ubicadas sobre la margen occidental del río Santa Lucía, por poseer campos aptos para la agricultura, y abundantes sitios para los cazadores y pescadores. En 1735 es reducida nuevamente a ruinas y es repoblada 10 años mas tarde. En 1753 visito el lugar Fray Pedro José de Parras, que manifestó que el pueblo está en muy buen paraje, y todo amurado para defenderse de los infieles. En 1760 el Teniente de Gobernador Bernardo López Luján dice que Santa Lucía está formada por cuadras, tiene una plaza, Casa del Cabildo, cárcel y las del tambo (hospedajes), una iglesia decente, cuyo titular es la gloriosa Virgen y mártir SANTA LUCIA, el convento, donde reside el cura y su compañero, los almacenes y oficinas necesarias. Lo componían 58 familias de indios guaycurúes, dedicados principalmente a trabajos de herrería y carpintería, en total 206 habitantes. Una estancia con 3.400 vacunos, 400 yeguas, 24 burros, 30 caballos y 20 bueyes. En 1770 se hace cargo de la reducción Fray Juan José Pereyra, iniciándose la construcción del Templo, con cal obtenida en la misma zona. Ella y ladrillos formaron el cimiento, del edificio, con estos materiales fueron construidos, además, la sacristía, la torre y la bóveda; las ventanas de hierro; la madera para el techo fue traída del Paraguay. La Iglesia se construyó en propiedades del doctor Juan Torrent y Massuac y doña Javiera Cainio de Rubio y Ruiz (fundadores del pueblo), abuelos del ex gobernador de la provincia Dr. Juan Francisco Torrent. La señora era pariente cercana del Dr. Juan Manuel de Rosas y ascendiente del ex presidente de la república Gral. Agustín P Justo. Los restos de los esposos Torrent están sepultados al pie del Altar Mayor, cubiertos con una lápida de mármol, donde se lee la inscripción recordatoria. En 1774, los indios se levantaron en contra del Cura Doctrinero, encabezado por el corregidor Fulgencio Chacatá y el Sargento Mayor Baltazar Aberá, el motivo fue la prohibición de tomar licores. Fray Pereyra inició ante el Teniente Gobernador el Virrey Vertiz. Los naturales pedían su separación del pueblo, el Provincial de la Orden Seráfica lo defendió y destaco su capacidad y virtudes para el manejo de los asuntos espirituales, como en la administración de la reducción, demostrando que las acusaciones eran falsas. En 1780, el Obispo de Buenos Aires proyectó ampliar el curato de Santa Lucía de los Astos, que hasta entonces era solamente para los naturales, y que también sea para los españoles. El Obispo consideraba que de este modo se fomentaría el progreso del pueblo y que en muy poco tiempo llegaría a ser una hermosa Villa. Con respecto a los primitivos pobladores aseguraba que hacia tiempo habían desaparecido las casas principales del los cacicazgos que fueron Astos, Calastabaylon, Colechas y Casotos, y que entonces componían el pueblo indígena de diferentes naciones, llegados, quizás del Paraguay y Misiones, y otros españoles y mulatos. El Cabildo se opuso a que el Curato sea solo de españoles, ya que aunque no había descendientes de los fundadores, estaban otras que daban la razón para no abolir el pueblo. En 1782, el Virrey Vertiz comunico al Cabildo que la Parroquia de Santa Lucía debía ser mixta, de indígenas en comunidad y de españoles. Fray Pereyra, el 27 de julio de ese año, comunica al Tte. Gobernador de Corrientes, el inventario de la reducción: “Estado de Construcción de la Iglesia, la estancia del pueblo (que el mismo poblará y acrecentará), las restauraciones de la Capilla, habitaciones de los curas y de los indios. Comunicando, además que en su industria obtuvo herramientas de carpintería, carretería, herrería, calera y demás faenas. Adquiriendo dos blandones, la corona de la Santísima Virgen y varios vasos sagrados de plata. En 1784, Félix de Azara, de paso por el lugar, corrobora esta floreciente situación. En 1785, concluye la construcción de la Iglesia, que cuenta con una amplia nave, con artística bóveda, un amplio campanario y sacristía. Sus paredes de un metro de ancho. Es una edificación amplia de 26,20 mts. Comprende además, la casa parroquial, de la misma fecha y arquitectura. La sacristía cuenta con algo inédito de la arquitectura colonial Argentina: la resultante volumétrica le confiere total autonomía expresiva en relación con la Iglesia. Su campanario, con una correcta proporción de los tramos. En 1788, Fray Pereyra solicita su retiro, el Cabildo de indígenas pide que su revelo se prolongue por tres o cuatro años más. En 1789, contrata los servicios del indio “Gaspar Bogarin”, natural de Yagarón (Paraguay), para los trabajos de carpintería y ornamentación. El contrato se firma el 2 de marzo. Los trabajos realizados fueron (de acuerdo a un escrito presentado por su viuda). Una caja grande de dos varas, la barandilla de comulgatorio, una puerta mediana para el coro, una mesa de dos varas para el altar, el Altar Mayor, el púlpito, el entablado del coro, una escalera para el campanario, el entablado y barandilla de dicho campanario, 60 varas de cornisas para Iglesia y la cornisa de la sacristía. En la casa parroquial: las puertas para los cuartos, 3 mesas, un estante de libros, un escritorio, una silla grande con cajón, otra sin cajón, un urdidor, un catre de tientos, una ventana, 4 bancos y 5 piernas de llaves. Efectúo, además corte de maderas para travesaños y hojas de puertas y ventanas, y otras tareas menores para la escuela. Por estos trabajos le pagarían 1.500 pesos corrientes, pero solo recibió 16 yeguas, 4 potros y 36 cueros. Muere en 1793 En 1790, el 18 de julio, falleció el padre Pereyra, con el concluye la obra de la Orden Seráfica en Santa Lucía, por que su ayudante Fray Francisco Rojas estuvo muy poco tiempo, por que el Cabildo de Corrientes por pedido del Virrey, entrego la reducción al Clero Secular, nombrando como cura al Maestro Dr. Bernardo Báez de Alpoín. Por la mala administración de Diego de Pró, la reducción sufrió un empobrecimiento y decadencia. En la puerta principal del Templo José Garibaldi grabo su nombre. En 1795, en el libro de bautismo, figuran que el 12 de agosto se bautiza: Magdalena, hija de Paula López y Ascencio Caravallo; Mathías hijo de Rosa Rodas y Manuel Cuotidiano, por el sacerdote Juan Bautista Solís. En 1801, aparece “ASTOS” como apellido, con el casamiento (que figura en el libro parroquial) de Paula Astos con Gregorio Rodas, el 31 de enero. En 1805 visita la parroquia el obispo Benito Lue y Riega. En ese mismo año el Tte. Gobernador de Corrientes solicita al Virrey que se suprimiera el régimen de “Comunidad”, ante el deplorable estado en que vivían los indígenas, y al elevado número de españoles que adquirían tierras en el pueblo. En 1814, según el censo provincial, Santa Lucía contaba con 41 ranchos y viviendas de empleados naturales. Poseía una chacra, corrales y estancias. Como las de “San Antonio”, “San Fermín”, “San Roque” y del “Cerrito”. Todas poseían ranchos, galpones y corrales. La mas importante de la de San Antonio tenía: 72 caballos, 54 redomones, 813 yeguas, etc En 1827, el 28 de septiembre, la Legislatura correntina suprimió el “Régimen de Comunidad”, se modifico el trazado del pueblo y se fomento la radicación de los blancos. Pasando Santa Lucía a depender de la Comandancia de Bella Vista; su Iglesia quedo como Viceparroquia de la misma. En 1828, Alcides D”Orbigny dice que al parecer la población se ha mezclado mucho y hay pocos indios puros. En 1859, se decide confeccionar un plano de límites y demarcaciones del nuevo pueblo de Santa Lucía, que se erige en “Departamento”, tomando fracciones de los de Goya, San Roque y Bella Vista. Trabajo realizado por el agrimensor José Caballero, y aprobado por el Gobernador Dr. Juan Pujol, el 19 de julio. Al ser presentado al Cuerpo Legislativo no tuvo respuesta favorable. Si sirvió como base a la demarcación que se llevó a cabo en 1864, siendo desde entonces cabecera del departamento. En 1881, el 28 de marzo, es asesinado alevosamente, en su casa habitación, el misionero franciscano Eugenio Luchessi, de 37 años, sepultado en el cementerio de la parroquia. En 1942, el 4 de febrero, por Decreto del Gobierno Nacional Nº 112.775, durante el gobierno correntino del Dr. Juan Francisco Torrent, el Templo fue declarado MONUMENTO HISTORICO NACIONAL. En 1962, el 28 de diciembre, por Decreto Ley Nº 1.240 del Superior Gobierno de la Intervención Federal, fue declarada CIUDAD. En 1967, el 13 de diciembre, el Arzobispo de Corrientes Francisco Vicentin coloca a la Virgen una Aureola de Oro donada por el pueblo. Santa Lucía fue uno de los pueblos, de la provincia, que más ha sufrido las invasiones de los indios del Chaco. Desde los hogares santaluceños salieron hombres que participaron activamente en los distintos acontecimientos de la formación de la patria, como Los Cazadores Correntinos, que lucharon en la invasiones de los ingleses en 1806-1807, al mando de Fernández Blanco que integraron las filas de Los Granaderos a Caballos que participaron en numerosas batallas libradas en los alrededores de la localidad que sufrieron la invasión de las fuerzas paraguayas del Gral. Robles. Fuente: www.infodelosastos.com.ar, E-Mail: infodelosastos@yahoo.com.ar
De mi Tierra
Cocineros del Iberá representan a Corrientes en relevante feria nacional
CONEXIÓN MASTICAR
La feria gastronómica más importante del país, lleva adelante de manera online “Conexión Masticar”, espacio para conectar cocineros, productores y consumidores. La provincia de Corrientes cuenta con tres representantes en la mencionada muestra.
La “Red de Cocineros del Iberá” tiene como principal objetivo visibilizar los productos alimenticios y la cocina conectada con los Esteros. El proyecto ya lleva más de tres años de actividad, constituido por más de 80 cocineros y productores de siete pueblos, y coordinado por profesionales del Ministerio de Turismo y del INTA.
Esta organización fue invitada especialmente a las ediciones de la feria Masticar del 2018 y 2019, y este año la feria gastronómica más importante del país, lanzó “Conexión Masticar” 100 % online, gratuita, y con el mismo espíritu de siempre: conectar cocineros, productores y consumidores.
Allí, quienes representan a la Red correntina son Gisella Medina (Mburucuyá), Eulidia Cardozo (San Miguel) y Valentina Lattor (Caá Catí), quienes presentaron recetas tradicionales de la zona elaborados con productos de la estación.
La ciudad de Corrientes y la feligresía católica han iniciado la novena por los festejos del Santo Patrono, San Juan Bautista.
Juan el Bautista, o simplemente el Bautista o San Juan, fue un predicador judío, considerado como uno de sus profetas por tres religiones: Cristianismo, Islam y la Fe Bahá’í, y considerado mesías por el Mandeísmo.
Hijo del sacerdote Zacarías y de su esposa Isabel, Juan el Bautista es considerado el precursor de Jesucristo y la ciudad capital rinde homenaje mediante la tradicional quema de muñecos y el cruce de las brasas, que en guaraní se denomina “tata yehasa”.
Por este motivo y para honrar su figura, mañana se llevará a cabo una nueva celebración por un nuevo aniversario del nacimiento del Santo.
En ese sentido, en el barrio Aldana de la capital provincial, se viene realizando desde el domingo 15 una novena en honor del apóstol y evangelista. El lema de las celebraciones es “una voz anuncia a las familias la alegría del Evangelio”.
Los actos centrales serán presididos el martes 24 de junio por el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik y pasada la medianoche de hoy lunes, tendrá lugar la habitual quema de muñecos, y a las 23.50 será bendecido el fuego y se hará el cruce de las brasa, culminando el martes por la mañana con una misa para los devotos, promeseros y las instituciones capitalinas.
De esta manera, el Ministerio de Turismo de la Provincia de Corrientes acompaña dichas celebraciones que forman parte del Calendario Turístico – Cultural y Los Caminos de la Fe con sus Santos Patronos, convocando a gran cantidad de fieles, parte integrante del Calendario a partir de las festividades religiosas que se llevaran adelante, apoyando la revalorización de las festividades populares y religiosas, destacando que estas manifestaciones sentaron las bases para el Turismo Religioso en la Provincia.
Hoy a partir de las 9:00 hs comenzó esta celebración donde que se realiza una vez por año y que tiene el objetivo de resaltar la creencia popular denominada Karai Octubre.
Este acontecimiento consta en un concurso de comidas tradicionales a fin de poner en valor esta tradicional celebración vinculada a la comida y su trabajo artesanal, doméstico o comercial, teniendo en cuenta la cultura guaraní, ya que octubre significa mes de las vacas flacas, poca cosecha y escasez. El Karai (señor) Octubre es, según la creencia popular, un duende maléfico al cual atraen la carencia y la pobreza.
Organizado por la Subsecretaría de Trabajo de Corrientes, hubo en el transcurso de la mañana exposiciones de comidas y degustaciones varias. Muchas fueron las instituciones que participaron las cuales cocinaron y expusieron diferentes tipos de platos y alimentos típicos de la región entre los que se destacó el mbaypú, chipá, torta azada y frita, empanadas de pescado, carne, pollo, guisos carreros de mondongo, arroz con pollo, cordero a la parrilla, guiso de riñón, entre otros. Al mismo tiempo hubo artesanías, ventas de plantas, y dulces caseros.
Jurado y concursantes
Varios fueron los stand instalados en el Parque Mitre, donde el jurado hizo la degustación de cada una de las comidas en el stand de la Subsecretaría de Turismo de la Provincia. Participaron de la actividad gastronómica representantes del Centro de Rehabilitación para Disminuidos Visuales “Valentín Haüy”, el sindicato de empleadas domésticas y de amas de casas; Comedor Pueblito Buenos Aires; el Instituto Carmen Molina de Llano, de Caritas Corrientes, de la ONG Haciendo un Mundo Mejor; Fundación Nuestras Raíces etc.
Ganadores
Luego de la degustación y la venta de comida al público en general, tuvo lugar el acto de entrega de premios y certificados a cada uno de los concursantes. Por lo tanto el 1ª premio lo obtuvo el Centro de Rehabilitación para Disminuidos Visuales “Valentín Haüy”, quienes cocinaron cordero a la parrilla. Además del certificado recibieron una olla negra como premio.
Más actividades recreativas
Vale destacar que además de recorrer cada uno de los stands, apreciar las artesanías y degustar los alimentos preparados por los participantes, también los niños presentes pudieron disfrutar de distintas actividades infantiles, como ser juegos interactivos.
Acompañamiento de Turismo Provincial
La Subsecretaría de Turismo de la provincia de Corrientes contó con un stand institucional en el Parque Mitre de nuestra ciudad, brindando todo tipo de información turística a los turistas y visitantes que se aceraron al evento, sobre los diferentes productos que ofrece la Provincia, promocionando al mismo tiempo la puesta en valor del Programa Sabores con Payé.