Marlon Brando jamás tomó en serio la tarea del actor como un Olivier. Eso no quiere decir que fuera un irresponsable. Fue si, muchas veces – más allá de los principios que mantuvo durante toda su vida – un tanto desagradecido con un arte que da la posibilidad de desdoblarse y dar de si más de los que otros pueden dar.

A el le cupo la responsabilidad desde Benedeck (El Salvaje) de romper con un estereotipo de actuación en Hollywood, representado hasta entonces por Stewart, Grant, Fonda y otros grandes: fue también cruel con Strasberg y supo solo agradecer su formación a Stella Adler su refugio con la cual hizo un compinchaje que no se rompió jamás. No hay nada mas allá de BrandoActores mejores digo, pero si los hay de su estatura. Ya Gilgud filmando el “Julio Cesar” de Mankiewicksz le dio unas lecciones que no supo aprovechar del todo. No le fue bien en Londres en Teatro. El solo admiró – toda una rareza, a Paul Muni – un actor al quien hoy no conoce nadie bien. Brando fue y será un personaje que pocas veces fue más allá que de la mano de Kazan como en “Un tranvía llamado deseo”. Mas su enorme capacidad de liderazgo y los manierismos que supo crear lo convirtieron en un icono que los más jóvenes -y ya no tan jóvenes – nunca podrán superar. A pesar de sus caídas ultimas dirigido por el viejo Frankenheimer “La Isla del DrMoreau”, bastaba su presencia de “manatí” sentado frente a De Niro para sacar de la pantalla a cualquiera. A Marlon que vivió tragedia tras tragedia no le importaran tanto las lagrimas reales ni las de la pantalla como no le importo recoger un Oscar, pero a quienes lo vivimos en (“El ultimo tango) en su última escena a la cual Dassin le rindió un homenaje en “Grito de mujer”, su cameo en “Apocalipsis” y su caracterización en “El Padrino”, los clásicos como “Nido de ratas”, su caracterización de “Zapata”, su “Queimada” – alegato antiimperialista que le regaló Pontecorvo si su total consentimiento – todo lo que dio el aura de lo realmente fue – un obseso de la perfección interpretativa y un rebelde a veces sin causa- olvidamos declinaciones como Napoleón en la “Desiré” del mediocre Koster y tantas otras, porque tenemos la seguridad que ya no veremos a otro Marlon Brando. Aquel joven de deslumbrante belleza que muy temprano se negó – por motivos particulares dicen – a trabajar en teatro con la famosa Tallulah Bankead. AQUÍ SU FILMOGRAFÍA The Score (Un golpe maestro) (2001) actor Asalta como puedas (1998) actor Intento de robo (1997) actor The Brave (1997) actor La isla del Doctor Moreau (1996) actor Don Juan de Marco (1995) actor Cristóbal Colón: el descubrimiento (1992) actor El novato (1990) actor Una árida estación blanca (1989) actor La fórmula (1980) actor Apocalypse Now redux (1979) actor Superman (1978) actor Missouri (1976) actor El último tango en París (1973) actor El Padrino (1972) actor Queimada (1969) actor Reflejos en un ojo dorado (1967) actor La condesa de Hong Kong (1966) actor Sierra prohibida (1966) actor La jauría humana (1966) actor Dos seductores (1964) actor Su excelencia, el embajador (1962) actor Rebelión a bordo (1962) actor El rostro impenetrable (1961) actor, Director El baile de los malditos (1958) actor Sayonara (1957) actor La casa de té de la luna de agosto (1956) actor Ellos y ellas (1955) actor Salvaje (1954) actor La ley del silencio (1954) actor Desiree (1954) actor Julio César (1953) actor ¡Viva Zapata! (1952) actor Un tranvía llamado deseo (1951) actor “Hombres” (*) Oscar Portela desde la redacción de Corrientes al Día