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Una producción de exportación

APICULTURA

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Con un consumo interno ínfimo, la Argentina exporta más del 90 por ciento de su producción. Los productores locales deben hacer frente a los bajos costos internacionales y a las consecuencias de la contaminación con nitrofuranos.


En los últimos años, el sector apícola ha presentado un notable crecimiento como consecuencia del mejoramiento de la productividad y el mayor número de colmenas. La miel argentina es considerada una de las mejores del mundo por su sabor suave y aroma indefinido, obteniéndose en base a la flora distintas variedades, desde las blancas hasta las de color castaño oscuro, predominando las del tipo ámbar claro. En nuestro país, hasta 1958, la producción de miel era de unas 7.000 toneladas anuales, en 1992 ascendió a 61.500 y en los últimos años llegó a las 90.000 toneladas. El valor de la producción puede oscilar de un año a otro con el comportamiento del clima durante la temporada o con la presencia de plagas. En la Argentina, el mercado interno está poco desarrollado; no hay una cultura del consumo de la miel. Las razones fundamentales son la falta de una política que incentive al consumo, la fuerte competencia del azúcar y el desconocimiento de las propiedades, usos y beneficios del producto. De todas maneras, se presenta una oportunidad que no se debe desaprovechar: los cambios de hábito de la población. Hoy la búsqueda de una mejor calidad de vida, el consumo de productos naturales y sanos que posean características que beneficien a la salud muestra un nuevo escenario, con un incremento posible en la demanda local. El consumo nacional es aún muy bajo -180 gr/hab/año-, pese a que en los últimos años se registró una expansión del mercado interno dada la mayor importancia que han cobrado los alimentos naturales. El promedio mundial de consumo es de 220 gr/per capita y presenta una tendencia creciente debido a la mayor demanda de algunos mercados tradicionales como Japón, Estados Unidos y Alemania, y a la incorporación de nuevos nichos como República de El Líbano, Arabia Saudita, Omán y Siria. A la poca tradición de consumo de miel en los argentinos se le suma la carencia de acciones de promoción y difusión de los productos de la colmena, en un momento en que nadie puede dudar de la importancia de la comunicación y publicidad en el siglo XXI. El principal problema que presenta la apicultura es que hasta hace muy poco se trataba de una actividad complementaria y artesanal, y recién en los últimos años se ha transformado en una actividad empresarial. Estos motivos llevaron a que el productor no agregase valor a su producción ni se interesase por diferenciar su producto. Hoy se está tomando conciencia de estas posibilidades y se están comenzando a desarrollar actividades en tal sentido. El sector apícola está integrado por 30 empresas exportadoras de diferente dimensión (grandes, medianas y pequeñas), que compran miel a productores o acopiadores. Se trata de pequeñas empresas de acopiadores zonales y fraccionadores que abastecen directamente a industrias alimenticias y puntos de venta. Los productores comercializan la miel vendiéndola al acopiador, al fraccionador, a la industria o al exportador. Algunos apicultores fraccionan y colocan el producto en comercios minoristas, otros exportan la miel en forma directa. Al ser una producción estacional, la utilización de las instalaciones presenta un pico en los meses de noviembre a junio, por lo que se registra una elevada capacidad ociosa. Los agentes que intervienen en la comercialización son acopiadores y exportadores. Las ventas directas desde el productor al consumidor final están destinadas al 1 por ciento. Un 8 por ciento se vende a acopiadores que fraccionan y venden en el mercado interno y el 92 por ciento es comercializado a través de exportaciones. MIEL FOR EXPORT El 95 por ciento de la miel que se exporta es a granel, como hace cien años y sin ningún grado de diferenciación. La inexistencia de estímulos suficientes para pasar a la producción de miel con mayor valor agregado, que permita obtener valores unitarios más elevados en los mercados, la falta de controles de calidad de los distintos productos de la colmena, que facilita la competencia desleal mediante adulteraciones y la escasa cobertura de los programas sanitarios, constituyen limitaciones significativas. La miel de exportación proviene, principalmente, de la región pampeana. La del norte, más oscura y de sabor más fuerte, se destina en general al mercado interno para el consumo familiar y en pequeña proporción a la industria panificadora y a la elaboración de galletitas. La tecnología disponible en la Argentina para la elaboración de la miel es comparable con la de países como Alemania y Estados Unidos, aunque aún no fue adoptada en forma masiva por los apicultores. El rendimiento promedio nacional es de 30 a 35 kg/col/año. En algunas zonas de producción se registran cosechas de 60-70 kg/col/año, similares a las más altas del mundo. La provincia de Buenos Aires concentra más del 50 por ciento de la producción de miel y registra los mayores rendimientos por colmena. Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa son otras provincias donde se destaca la producción de esta actividad. El 90/95 por ciento de la miel que se produce en la Argentina se exporta; anualmente salen alrededor de 80 mil toneladas para el consumo foráneo. Los importadores de miel son generalmente países de alto poder adquisitivo, exigentes en materia de calidad. La demanda de los mismos no presenta variaciones importantes ante los aumentos de precios del producto. En este marco, la Argentina cuenta con ventajas competitivas debido a que sus niveles de calidad son superiores a las exigencias del mercado internacional. CONTAMINACIÓN DE MIELES En agosto de 2003 se declaró el primer alerta sanitario por residuos en mieles. La contaminación de mieles de abejas con nitrofuranos no sólo perjudicó gravemente las exportaciones de este producto, sino que sumió en el desconcierto a miles de productores de todo el país y, en particular a los bonaerenses, que se encontraron ante la imposibilidad de vender su miel o, en el mejor de los casos, malvenderla a los especuladores, con los costos incrementados significativamente por el pago de los análisis. Este escenario motivó al diputado bonaerense Luis Bruni a presentar un proyecto de ley para declarar la emergencia apícola en la provincia de Buenos Aires. Con la llegada del otoño de 2004, los apicultores se enfrentaron al dilema que significó la urgencia de aplicar tratamientos preventivos o curativos a sus apiarios, sin saber, a ciencia cierta, con qué productos hacerlo, para garantizar la ausencia de nitrofuranos, sus metabolitos, u otros contaminantes como el cloranfenicol, sulfas y todos aquellos que los controles de la Unión Europea habían detectado en mieles argentinas. Pero, pese a los esfuerzos realizados por los productores para ponerse a resguardo de los nocivos efectos de estas contaminaciones, hoy enfrentan las consecuencias de las mismas y sufren las grandes pérdidas económicas. Esta situación no sólo afecta al apicultor sino a toda la cadena de producción: acopiadores, fraccionadores, exportadores, etc. Bruni recordó: “En esos días, la autoridad sanitaria en la materia, el SENASA, no supo o no pudo brindar la información suficiente y esclarecedora que los productores requerían, lo cual trasunta una grave responsabilidad en su misión de prevenir y mantener la sanidad del sector apícola”. El proyecto, que actualmente se encuentra en tratamiento en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara Baja bonaerense, tiene como finalidad declarar la emergencia apícola y que la autoridad de aplicación establezca beneficios de distinta índole para los productores que demuestren haber resultado afectados (gastos extras en análisis y caída de exportaciones), por la contaminación con nitrofuranos, como una respuesta del Estado bonaerense a sus constantes reclamos por la grave crisis en que se ven envueltos. La detección de nitrofuranos es complicada, se necesita una tecnología de avanzada para detectarlo cuando la cantidad es muy pequeña. En un primer momento en el país había un solo laboratorio con la tecnología para hacer estos análisis, que manejaba el costo de los mismos y donde hacían los estudios tanto el SENASA como los particulares, es decir, no había dónde confrontar estos estudios. Hoy, según el Ministerio de Asuntos Agrarios, esto se ha tercerizado y hay más laboratorios que realizan este tipo de estudios. Productores apícolas de Alberti con los que conversó “Tiempo Agropecuario” coincidieron en que hay muy poca investigación de nitrofuranos en el mundo y que no parece ser una sustancia estable; en realidad es un metabolito, es un proceso de una sustancia a degradación de otra. Además los métodos de análisis de nitrofuranos son dudosos porque podrían ser esos mismos métodos los que estarían haciendo medir determinados metabolitos. Actualmente, Europa está exigiéndole a la miel una contaminación 20 veces menor que la que le permite a la papilla para el bebé, una cosa inexplicable para los productores y exportadores locales. La miel contaminada es vendida a 34/35 centavos de dólar, cuando anteriormente se llegó a comercializar a 2 dólares el kilo. El productor de miel argentino se adapta rápidamente a los cambios en la búsqueda de soluciones y esta rapidez lo lleva a veces a cometer errores. El tema de los nitrofuranos no sólo sorprendió a los productores sino también al SENASA, a Nación. Cuando le dicen al productor que tiene que curar, cura porque sino las abejas se le mueren. Entonces cura pero como no sabe con qué curar, lo hace mal por falta de información o información errónea. En un primer momento se pensó que el nitrofurano podía venir de la cera estampada que se pone en las colmenas. El ingeniero agrónomo Horacio Currao, coordinador del Programa Provincial de Apicultura del Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense, manifestó: “El problema de residuos de sustancias prohibidas se solucionó con los controles. En los primeros cinco meses de 2005 la Argentina exportó 40/45 mil toneladas de miel. En el 2003 exportó 80/100 mil toneladas de miel a un precio muy interesante (más de 2.000 dólares la tonelada); hoy el precio es muy inferior”. Currao recordó: “Al alerta sanitario se respondió con un sistema de trazabilidad. En un primer momento complicó la comercialización. La detección de nitrofurano provocó demoras e incrementos en los costos. Se necesitaban análisis objetivos, metodologías internacionales y equipamiento sofisticado. Al principio había sólo un laboratorio que tenía la tecnología para hacer estos análisis. Para comienzos de la próxima temporada ya estará habilitado el Laboratorio de Mieles en Tandil. Esto tendrá como consecuencia que los costos bajarán sustancialmente para el productor porque interviene el Estado”. A pesar de la situación generada por la contaminación con residuos, Argentina nunca dejó de exportar miel y no recibió ninguna sanción como fue el caso de China. La apicultura de nuestro país, fuente de importantes divisas producidas por la exportación de sus productos y con un potencial enorme para su desarrollo, se encuentra inmersa en una profunda crisis que afecta a todos los estamentos de la actividad tras la contaminación con nitrofuranos detectada en un embarque que arribó a Inglaterra, pero conserva esa importantísima potencialidad para su desarrollo, con muy buenas posibilidades de contar, en un futuro, con precios convenientes de acuerdo a sus costos y con mercados compradores en el extranjero, lo que derivaría en mayores divisas para el país. Pero para que esto suceda y no repetir errores se requiere de políticas claras, de información confiable y precisa para que no sea una vez más el productor quien lleve las de perder. La falta de información confiable significó importantes pérdidas económicas: se malvendió la producción, se tiró mercadería, se malgastó para curar. Además de dinero, el productor local pierde confianza en su producción y en las instituciones, algo que no es positivo para un país que quiere crecer. En esta sintonía, técnicos del Ministerio de Asuntos Agrarios están trabajando para dejar atrás el sistema reactivo ante un determinado problema: ante la contaminación se actúa, por un sistema preventivo, monitoreando las distintas etapas del sistema productivo. (CampoNOVA)

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Rural

Pobreza intelectual en la sanción de la modificación de la ley de Manejo del Fuego

COMUNICADO DE CARBAP

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La reciente sanción en el Senado Nacional de las modificaciones a la Ley de Manejo del Fuego 26.816, las cuales prohíben por el término de treinta (30) años desde la extinción del fuego cualquier actividad agropecuaria que sea distinta al uso y destino que la superficie tuviera previo al momento del incendio, independientemente si el incendio fuera provocado o accidental, claramente atenta contra el productor agropecuario y su seguridad jurídica.


Esta nueva prohibición, además, se aplica a las superficies con bosques implantados o nativos, sumando nuevas restricciones a las ya existentes en la ley de bosques por hasta sesenta (60) años.

 

Es de destacar que estas restricciones afectan profundamente el derecho de propiedad, además de ser aplicadas incluso a aquellos individuos que no son culpables de estos incendios en el caso de situaciones naturales, provocados por terceros o accidentales, tan comunes en el sur de nuestras provincias de Bs As y La Pampa en campos lindantes a vías del ferrocarril en tiempos de seca. Se trata de una situación insólita e inconstitucional, porque se impide disponer del inmueble alterando el derecho a la propiedad.

 

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Del mismo modo los propietarios deben soportar las consecuencias de la ineficiencia de un Estado que no es capaz ni de prevenir incendios tanto accidentales o como consecuencia de actos de vandalismo como así tampoco de aprehender y someter a la justicia a quienes lo hubieran originado.

 

Estas modificaciones a la ley, que limitan el uso privado y comercial de tierras incendiadas, plantean una mirada prejuiciosa y muy injusta sobre el productor agropecuario, en quien recae la culpabilidad del hecho aun no siendo responsable, afectando la garantía constitucional de presunción de inocencia, quien además de haber perdido su capital de trabajo o sus inmuebles por estos hechos debe enfrentar una condena por un evento sobre el cual no tiene responsabilidad alguna y restricciones por décadas.

 

Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), entendemos que esta nueva ley es el resultado de la incapacidad intelectual de los legisladores en la búsqueda de herramientas lógicas, inteligentes y realistas para atender una problemática seria y compleja, ante la fácil y sencilla receta de aplicar políticas partidarias en temas legislativos nacionales, actitudes revanchistas y castigos en lugar de reales soluciones autosaboteando al país al condenar previamente al productor impulsando normas que promueven incertidumbre sectorial .

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Rural

Elaboran mapa de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes

Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste

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Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes.  Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.


La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.

 

La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.

 

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En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.

 

En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.

 

Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.

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"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr.  Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).

 

En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.

 

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Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.

 

 DETALLES DEL ESTUDIO

Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).

 

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Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.

 

Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.

 

Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.

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Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.

 

 RELEVANCIA DEL TRABAJO

 

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La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.

 

Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.

 

Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.

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Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.

 

El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.

 

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Elaboran mapa de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes

INVESTIGACIÓN

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Un proyecto conjunto entre investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y de INTA avanza en la elaboración de un mapa de tierras aptas para el cultivo de mandioca en la provincia de Corrientes.  Recientemente se relevó un área de 915 mil hectáreas al norte de la Provincia de Corrientes, y se identificó que bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3 % de esa zona posee tierras muy aptas y el 18 % de aptitud moderada, pero con manejo tecnificado el área de tierras muy aptas podría ampliarse al 13%.


La superficie cultivada con mandioca en Argentina ha decrecido los últimos años. La reducción del área cultivada puede estar ligada al desconocimiento de la distribución de las tierras aptas para su cultivo, base estructural de la productividad de este cultivo.

 

La provincia de Corrientes posee clima subtropical homogéneo pero una gran diversidad de suelos. Si bien Corrientes ha sido tradicionalmente productora de mandioca, sin embargo también el área ha disminuido considerablemente a nivel provincial.

 

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En ese contexto, investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y del "Grupo Recursos Naturales" del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), consideraron pertinente evaluar la aptitud de las tierras para el cultivo de mandioca en la provincia.

 

En una reciente publicación, presentada en el “XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo”, dieron a conocer los resultados de aptitud para el cultivo de mandioca en un área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia de Corrientes.

 

Este relevamiento, se suma uno anterior en el cual los investigadores ya habían identificado las tierras de aptitud para la mandioca en una zona de 913 mil hectáreas en el noroeste de la provincia, desde Bella Vista y San Roque hacia el norte.

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"La información generada representa un aporte disponible para los actores involucrados en el territorio" destacó la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y referente del proyecto en el que además participaron la Ing. Agr. Silvia Perucca (INTA), el Dr. Ricardo Medina (UNNE), el Licenciado Raúl Barrios (INTA) y el Dr.  Ditmar Kurtz (INTA y UNNE).

 

En el caso del relevamiento del área de 914.195 hectáreas ubicadas al norte de la Provincia, de acuerdo a lo observado, bajo el sistema de manejo tradicional solamente el 3% del área posee tierras muy aptas y el 18% de aptitud moderada.

 

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Pero haciendo camellones el área de tierras muy aptas se amplía al 5 % y con manejo tecnificado pasa al 13 %, 120.536,57 hectáreas que podrían ser muy aptas para el cultivo, cuadriplicándose la superficie muy apta al dejar el manejo tradicional.

 

DETALLES DEL ESTUDIO

 

Para la evaluación de aptitud de tierras, los investigadores de la UNNE e INTA utilizaron un modelo que confronta los requerimientos del tipo de uso (demanda) con la información edafo climática (oferta).

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Los resultados se categorizaron en tierras de clase "Muy Apta" (sin limitaciones o leves, que no afectan el uso sostenido, ni los rendimientos; "Moderada" limitaciones moderadas con rendimientos entre el 75-50% por debajo del esperado; "Marginal" con importantes limitaciones con reducción de rendimientos esperados entre 50-25% del potencial; y "No Apta" cuyo uso no es recomendable con la tecnología descripta.

 

Se evaluaron tres Tipos de Utilización de la Tierra: "Manejo Tradicional", "Manejo Tradicional y plantación en lomos" y "Manejo Tecnológico adecuado para la zona, bajo labranza reducida". Los Requisitos de Utilización de la Tierra (RUT) se seleccionaron de bibliografía existente y los datos de suelos a escala 1:50.000 se tomaron de trabajos anteriores.

 

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Para elaborar los árboles de decisión se usaron textura del horizonte superficial, riesgo de exceso hídrico, riesgo de erosión, profundidad efectiva, drenaje, índice de encostramiento, contenido de materia orgánica, fósforo, pH, conductividad eléctrica y sodio intercambiable.

 

Los resultados de la evaluación se volcaron en un Sistema de Información Geográfica.

 

RELEVANCIA DEL TRABAJO

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La Ing. Burgos explicó que las principales limitaciones que se presentan en el área corresponden a riesgos de excesos hídricos por inundaciones, encharcamientos y/o anegamientos.

 

Remarcó que la realización del Mapa de Suelos con aptitud puede transformarse en una herramienta clave para los productores en la selección de los sitios para el cultivo, así como de las estrategias de manejo del cultivo.

 

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Señaló que el modelo desarrollado está disponible para ser utilizado en otras áreas, incluso en provincias vecinas, según destacaron los investigadores de UNNE e INTA.

 

Los resultados del proyecto de aptitud de tierras para el cultivo de mandioca en Corrientes fueron presentados en el marco del XXVII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE en formato virtual del 13 al 16 de octubre.

 

El trabajo de investigación se enmarca dentro del Proyecto de Investigación denominado “Sistemas de Producción y Agregación de Valor en Cultivos Industriales Regionales” incentivado por la Secretaría General de Ciencia Técnica de la UNNE (PI 18A/001) que se lleva adelante bajo la dirección de la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Ma. Burgos.

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