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Vassel presentó las denuncias en el Juzgado Federal de Río Grande

EX COMBATIENTES CORRENTINOS

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El miércoles pasado, en el Juzgado Federal de Primaria Instancia de la ciudad de Río Grande, Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, a cargo de la Dra. Lilian Herraez, el Secretario de Derechos Humanos de Corrientes, Pablo Vassel, realizó la presentación que condensa las denuncias de 23 ex soldados conscriptos combatientes en Malvinas de la provincia de Corrientes.


Vassel fue recibido por la Secretaria Penal del citado Juzgado, Cecilia Incardona, quien recibió todo el material fonográfico (soporte magnético de 10 cassettes, documental en formato DVD y más de 200 páginas transcriptas de las denuncias). Vassel al referirse sobre la entrevista con Incardona resaltó que “fue recibido con interés y deferencia” y explicó luego de ratificar el contenido del material presentado la metodología con la que se realizó la investigación previa a la denuncia. Esta fue patrocinada por el Dr. Ramón Leguizamón, prestigioso abogado de los Organismos de Derechos Humanos de Corrientes y docente universitario y el Dr. Conrado Rudy Pérez, Asesor Legal de la Subsecretaría. La denuncia solicita se investigue la supuesta Comisión de Delitos de reducción a servidumbre y tortura, seguido de lesiones graves, gravísimas y homicidio. Según los dispuesto por el Código Penal, la Convención contra la Tortura y otros Tratos Cueles, Inhumanos o Degradantes, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y Lesa Humanidad aprobado por la Asamblea General de la Naciones Unidas el 25 de Noviembre de 1968. Vassel fue acompañado en su oportunidad por el Secretario de Prensa del Centro de ex Combatientes en Malvinas de Corrientes, Orlando Pascua y por un representativo grupo del Centro de ex Combatientes de Río Grande. Con posterioridad se compartió una reunión informativa con los mismos y la presencia de la Subsecretaria de DD.HH. de la provincia, Fabiana Nodar. PRESENTACIÓN SEÑOR JUEZ FEDERAL DENUNCIA SUPUESTOS DELITOS DE REDUCCIÓN A SERVIDUMBRE Y TORTURA, SEGUIDOS DE LESIONES GRAVES Y/O GRAVÍSIMAS Y/O DE MUERTE, ARTS. 140, 144 ter, 90, 91, 92, Y/U HOMICIDIO, ARTS. 79 y concordantes del COD. PENAL- PABLO ANDRES VASSEL, Subsecretario de Derechos Humanos del Gobierno de la Provincia de Corrientes, con el patrocinio letrado del Asesor del área, DR. CONRADO RUDY PEREZ y del DR. RAMON LEGUIZAMON, asesor “Ad Honorem” de la misma Subsecretaria, todos con domicilio legal en el Ministerio de Gobierno y Justicia de la Provincia de Corrientes, sito en calle Salta 511 de la Ciudad de Corrientes, Capital de la Provincia del mismo nombre, a VS, respetuosamente me presento y DIGO: I.- CARÁCTER INVOCADO Invisto la calidad de Subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia de Corrientes, según Decreto de designación Nº 136 de fecha 20 de Diciembre de 2.005, suscripto por el Sr. Gobernador de la Provincia Ing. Arturo Alejandro Colombi, que en copia certificada por la autoridad competente se acompaña en una foja. II.- OBJETO Vengo por este acto, con el objeto de radicar Denuncia Penal, contra los SUPUESTOS AUTORES, CÓMPLICES, INSTIGADORES Y/O PARTÍCIPES, de los hechos ilícitos que se detallan a continuación y que prima facie se subsumen en los Delitos de REDUCCIÓN A SERVIDUMBRE Y TORTURA, SEGUIDOS DE LESIONES GRAVES Y/O GRAVÍSMAS Y/O DE MUERTE, Y/U HOMICIDIO, arts. 140, 144 ter, 79, 90, 91, 92, y concordantes, del Código Penal Argentino-, y/o en los DELITOS CONTRA LA LIBERTAD Y/O CONTRA LA VIDA que en definitiva surjan de las investigaciones; todo ello sobre la base de las consideraciones fácticas y jurídicas que se expresan a continuación, y en los términos de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes, firmado el 4 de Febrero de 1985 por el Gobierno de la República Argentina, Art. 7º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Art. 5º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, todos con jerarquía constitucional, en virtud de lo dispuesto en el Art. 75, inc. 22, de nuestra Ley Fundamental, Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 26 de Noviembre de 1968, aprobada por la República Argentina por Ley Nº 24.584, del 1º de Noviembre de 1995, con jerarquía constitucional establecida por la Ley Nº 25.778, Doctrina y Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación aplicables al caso.- Independientemente de las eventuales responsabilidades, las que en todo caso, deberán ser siempre individuales y establecidas después de un debido proceso por un tribunal preexistente que utilice para la sanción la ley existente al momento de la comisión del delito, “… toda la sociedad tiene el irrenunciable derecho de conocer la verdad de lo ocurrido, así como las razones y circunstancias en las que aberrantes delitos llegaron a cometerse, a fin de evitar que esos hechos vuelvan a ocurrir en el futuro. A la vez, nada puede impedir a los familiares de las victimas conocer lo que aconteció con sus seres mas cercanos (…) Tal acceso a la verdad supone no coartar la libertad de expresión…” (Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del 22 de diciembre de 1.999 in re “Ellacuria S.J.Ignacio”). El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, por su parte, ha establecido en diversas ocasiones y específicamente en relación con el derecho a la vida, que los familiares directos de las victimas tienen derechos a ser compensados, por esas violaciones debido entre otras cosas a que desconocen las circunstancias de la muerte y de los responsables del delito. A ese respecto el Comité ha aclarado e insistido en que el deber de reparar el daño no se satisface solamente por medio del ofrecimiento de una cantidad de dinero a los familiares de las victimas. En primer termino, debe ponerse fin al estado de incertidumbre e ignorancia en que estos se encuentran, es decir, otorgar el conocimiento completo y publico de la verdad. (Informe de la Comisión del 22 de diciembre de 1.999, in re Ellacuria, José Ignacio III.- HECHOS Con motivo de la realización de una filmación histórico cultural vinculada con el 25º Aniversario del 2 de Abril de 1.982, y considerando que los testimonios de soldados ex combatientes de Malvinas, originarios y que viven en la actualidad en la Provincia de Corrientes, tomados durante los meses de Junio de 2006 a Marzo de 2007, refieren una serie de delitos de lesa humanidad, que por su naturaleza son imprescriptibles a la luz de la normativa vigente en nuestro país, respetuosa del derecho público internacional y normas consuetudinarias reconocidos por la comunidad internacional, me veo en la obligación legal y moral de poner en conocimiento de la jurisdicción competente, según lo normado por el art. 180 – Inc. 1 del Código Procesal Penal de la Provincia de Corrientes, por el art. 177 – Inc. 1 del Código Procesal Penal de la Nación, el art. 277 – Inc. 1 – Ap. D del Código Penal, en concurso ideal arts. 54, con el 248 “in fine” del Código Penal. Decimos que los hechos aquí descriptos son delitos de lesa humanidad, y en consecuencia imprescriptibles ya que la implementación de la tortura como método utilizado en las Islas Malvinas por los oficiales y los suboficiales de las Fuerzas Armadas, obedecieron a circunstancias políticas enmarcada en cuestiones ideológicas y montada desde el aparato del Estado, bajo cuyo amparo y garantía de impunidad actuaron llevando a cabo una práctica generalizada que de por si constituyó una grave violación a los derechos humanos, justamente por que fueron implementados y llevado a cabo por sujetos que respondían a ese poder. En ese orden de ideas se considera que corresponde entonces señalar que los hechos que aquí se presentan encuadran entre los que han sido descriptos en el derecho público internacional “como delitos de lesa humanidad” dado que nos encontramos frente a diversos hechos de extrema gravedad: torturas, vejámenes, crímenes, etc., orquestados desde el Estado y por lo tanto delitos que atentan contra los derechos humanos y que resultan imprescriptibles a la luz de las normas legales vigentes. Por todo ello deviene aplicable la “Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de esa humanidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 26 de noviembre de 1968, aprobada por la República Argentina 24.584 del 1 de noviembre de 1995, habiéndose otorgado jerarquía constitucional según ley 25.778. Según surge en forma congruente, de las distintas declaraciones de soldados argentinos que estuvieron en la Guerra de Malvinas, que tuvo lugar en las Islas Malvinas en los meses de Abril y Junio de 1982, cuyos testimonios completos se adjuntan como prueba a esta denuncia, durante el transcurso del conflicto armado, padecieron en forma cotidiana una situación de HAMBRE EXTREMA, directamente relacionada, no a la falta de comida, sino a la INJUSTA Y ARBITRARIA DISTRIBUCIÓN DE LOS ALIMENTOS que llegaba en cantidad y calidad a los cuadros superiores de las Fuerzas Armadas, lo que contrastaba violentamente con la extrema exigüidad e insignificancia de la que llegaba a la boca de los soldados argentinos. Estas dos situaciones, el hambre extrema sumado a la injusta distribución de los alimentos, provocó naturalmente un estado de angustia y violencia en nuestros soldados, es decir provocó un estado de DESESPERACIÓN POR EL HAMBRE que los llevaron a realizar actos prohibidos por los cuadros superiores de las Fuerzas Armadas, como por ejemplo cazar y comer las Ovejas que existían en las Islas. Sistemáticamente cuando los soldados argentinos eran descubiertos por los cuadros superiores de las Fuerzas Armadas, llevando a cabo estos actos famélicos de caza de ovejas, que las injerían casi cruda, eran ESTAQUEADOS. Esta práctica en ocasiones se veía motivada por supuestas cuestiones disciplinarias y en otras por motivaciones desconocidas para nosotros. Tal estaqueo consistía en atarlos con estacas en las manos y los pies, en un lugar a la intemperie con el frío, la nieve, el hambre, etc., durante distintos períodos de tiempo que podían ser horas o días, sin proveerles de ningún tipo de asistencia, incluso en ocasiones en lugares donde podía ser alcanzados fácilmente por artillería enemiga. También sistemáticamente los soldados argentinos atestiguan que cuando ya estaban extenuados por el hambre y la miseria que estaban pasando y cuando ya habían perdido una cantidad de kilos, en promedio perdieron entre veinte y treinta kilos, les hacían hacer largas guardias a la intemperie que desembocaron en muertes por congelamiento y/o mutilaciones y/o principios de congelamiento. De las situaciones de hambre extrema por injusta distribución de los alimentos, de los estaqueamientos que padecieron nuestros soldados, de las extenuantes guardias que les hacían hacer a los soldados argentinos en condiciones de extrema debilidad, se produjeron una cantidad de lesiones y deterioros irreparables en la salud de los mismos, en ocasiones con resultado de muerte. El deterioro a nivel psicológico que provocaron todas estas vivencias inhumanas, explica tristemente la cantidad de suicidios en las filas de nuestros ex combatientes de Malvinas, que a la fecha resulta superior al número de pérdidas en combate en las Islas. III.- 1) HAMBRE EXTREMA POR INJUSTA DISTRIBUCIÓN DE LOS ALIMENTOS: Según surge de los testimonios que se presentan, cuyas partes pertinentes se reproducen en esta denuncia, presentado la totalidad de los mismos como Prueba: TESTIMONIO, AGUILAR AMÉRICO “…Cuando llego a mi posición, al rato vienen y me buscan, y me voy sin ganas, y me pidió la comida y le dije -no le voy a dar-, entonces Ud. va a ser estaqueado-, le digo – por que mi subteniente, yo me fui a buscar comida-. Hacía quince días que estábamos en un pozo sin comer…” “…Samín Dukos, entonces le dije – escaquéeme, haga lo que usted quiera, pero yo la comida no le voy a dar-, entonces me hizo estaquear semidesnudo. “Yo le voy a decir cómo era el tema de la comida. Nosotros estuvimos en un pozo 15 días sin comer un bocado…” “Los oficiales y los suboficiales tenían todos sus alimentos, nosotros no teníamos nada…” “Mientras ustedes estuvieron 15 días sin comer… Ellos comían. Por mas que estuvieran a 10 metros. Comimos así sancochado. Donde que el subteniente sabiendo que un día vino no se que le habrá pasado, viene, estábamos haciendo hervir la olla de carne y a patadas nos volcó todo. Para que no coman? …Para que no comamos. La consigna era comer únicamente lo que te daban los oficiales, los jefes, no podías comer otra cosa que no te den ellos.” TESTIMONIO, BRITEZ MARTÍN ROLANDO “…Si me habré comido cárcel por el tema de comida. Ha afanado para poder subsistir el soldado, fíjese que hemos conseguido, creo que llaman Quaker o algo así al pelecho del trigo, no sé que es eso, tuvo que haber traído, tuvo que hacer kilómetros para ir a traer esa cosa para que puédamos subsistir. El hambre y la miseria que el soldado, discúlpame, por que a veces no puedo contener la emoción, te digo la verdad.” “Si llegamos a comer, pero el suero era lo que llegaba a nosotros a los soldados, por que había como un trapecio, como una escalinata. El soldado se prestaba a que tienen que alimentarse los de cuadro. Después el suero que le llegaba al soldado. En qué consistía el suero, era un líquido de arroz o algo así, que eso le pasaban al soldado. El cuadro se comían todo lo habido y por haber. Cuando decís los cuadros eso incluye a oficiales y suboficiales. A oficiales y suboficiales. O sea Uds. veían que ellos comían bien. Si, perfectamente .Qué comían ellos? Comían las mejores raciones que venían en la lata de comida, se alimentaban bien, tomaban mejor líquido que nosotros, bien en el sentido de la palabra. El tema de agua y todas esas cosas, nosotros no ingeríamos esa agua teníamos que recurrir a las vertientes que había donde corría un agua y eso a veces nosotros teníamos que tomar. El agua ahí en un sector de la población de Malvinas una parte era agua salada,…Nosotros encontrábamos ahí una oveja, un toro que sé yo, teníamos que ir matarlo traer y comer. La condición cómo comíamos no importa, como que lo calentábamos, lo metíamos en el fuego, se ponía tibio y lo comíamos, crudo o como sea.” ¿Cuando ustedes tomaban vacas, ovejas, lo que sea, ustedes, ¿lo hacía con conocimiento de los oficiales y suboficiales? “…estuve preso tres horas en un container, en una chapa hermética, en la que el calor de tu cuerpo hacía que el container ese cerrado, tenga que transpirar y esa misma transpiración tenga que caer por nosotros. Estuve castigado a 500 imaginarias a tercer hora que consistía en 2 a 4 horas. Por ir a afanar, que nos es afanar, yo veía en el campo ovejas y yo tenía que ir a matar para subsistir…” TESTIMONIO, CÁCERES JUAN ANDRÉS “…la semana se había terminado el pan, no había mas migas de pan, no había mas nada. Llegamos a fumar cigarrillos hechos con té, después terminó la zanahoria, terminó todo. Tomábamos sopa de oveja, llegamos a pensar en la imposibilidad de que llegue comida donde estábamos por que no había forma. Llegábamos hasta el último día era una desesperación. A raíz de eso yo digo que este soldado por un acto de supervivencia cometió lo que cometió. Tuvo la mala suerte que le agarraron.” “En el turno, el se mete en una caseta que tenía un metro y medio detrás de la casa, don ellos guardaban carne, víveres, entró a buscar cosas y lo que él me dijo –yo saqué un poco de maíz-.” “Me llama la atención, yo que no estuve en Malvinas, en todos los otros testimonios, las personas que estaban con los soldados eran de baja graduación, subtenientes o sargentos o cabos. Acá era un teniente coronel.” “Lo que pasa es que en Puerto Howard lo que pasa es que era en esa época un caserío de 20 casas. Cuando llegamos nosotros, no se si fue desalojado, las casas vacías fueron tomadas como centro de operaciones para comunicaciones y otra casa fue tomada por los oficiales para que vivan ahí el jefe de regimiento y el segundo jefe del regimiento. Estos soldados estaban con nosotros. Alrededor del caserío se armó todo un sistema de defensa. Estábamos todos ahí, salvo el caso de Martins que a ellos los llevaron aproximadamente a diez Km. de donde estábamos nosotros. A raíz de ello se, por que tomábamos contacto con ellos, que fueron los que mas sufrieron con respecto al hambre, ellos estaban totalmente aislados, no tenían nada, nada, nada. A raíz de eso es que estos oficiales tenían un contacto sumamente directo con los soldados. Si no estaban ellos estaban los suboficiales.” “Si no fuera por las ovejas, a nosotros nos decían, no se si es cierto, estaba firmado un pagaré a los isleños por las ovejas. Era la comida de todos los días por que verdura no había. Después terminó todo, que cada cual se rebusquen entonces algunos actos de pillaje seguramente hubo para pasar los días.” TESTIMONIO, DEBÓRTOLI ISAAC “…A lo sumo a lo que yo saco la cuenta hoy en día creo que no llegábamos ni a 200 calorías por día cosa que no es suficiente ni para un animalito de cinco kilos, me parece a mí. Cuántos días estuviste así con ese plato de arrocín? Yo calculo que estuvimos veinte y pico de días, pero por supuesto que nos la rebuscábamos, con huesos. En su oportunidad encontré tripas que calentábamos un poco de agua y comí, no se si se llegó a cocinar algo. ¿Hueso de qué? De la oveja, por que por que se mantienen intactos por la temperatura fría y masticas, y es bastante, no diría tiernito pero es tolerable, se puede masticar se puede tragar, de eso comimos bastante qué cantidad comimos no se. ¿Cocinabas eso? No, no, así como estaba, así nomás. Crudo. Si, Crudo. Frío como estaba, como lo encontrabas, lo comías. Eso creo que me dio vida, que me ayudó a vivir. ¿Perdiste mucho peso ahí? yo calculo que aproximadamente entre 21 y 22, 23 kilos. ¿Con cuántos kilos te fuiste y con cuántos volviste? Y me fui con 82 u 84 kilos mas o menos, 84 cuando nos pesamos allá en el regimiento, entre el viaje ya supuestamente llegamos con 81 u 82 kilos, volvimos, yo volví con 58 kilos.” TESTIMONIO, GARCÍA MIGUEL “Una vez en Darwin fuimos, fueron a buscar comida a una casa abandonada, era tanta la desesperación que teníamos Y esa noche empezó, a los que agarraron en las casas buscando comida, esa noche empezó el castigo.” “Algo teníamos que hacer para sobrevivir. Desde el 1° de mayo que cenaron con sopa hasta este día no habían comido nada. Si al otro día nos habrán dado un platito de sopa, no se a qué hora pero una vez al día y así sucesivamente y era tal la desesperación que teníamos, que teníamos que sobrevivir”. “Ellos en ese tiempo, el cabo Almaraz y el subteniente Colombo, comían o no comían. No, ellos comían. Ellos comían bien. Si una vuelta abrieron una lata de dulce de batata y nos dieron así de finito parecía un papel, una tirita, ellos se quedaron ahí con el dulce.Comían bien el resto de los días todas sus raciones. Yo entiendo que si, por que ellos comían aparte no comían con nosotros.” “No, la vez que fuimos a San Carlos, por ahí. Pero para comer teníamos que matar una oveja, pero estábamos dos días, no teníamos otra forma de vida, teníamos que matar una oveja, pero en eso estaba de acuerdo el jefe. No pasamos hambre, nos pusieron con una fracción del Regimiento 25, eran distintos, eran subtenientes, pero tenían otra calidad humana aparentemente. Nos permitió matar una oveja para comer, y comimos entre todos los días que estábamos”. TESTIMONIO, DELGADO JORGE ANTONIO “…Yo estuve en esa compañía habíamos pasado hambre, todo el mundo pasaba…. Nosotros si pasamos hambre….. . De todas formas nos amañábamos para conseguir comida. En un principio yo cambiaba cigarrillos por comida, para las personas que fumaban. En ese entonces no fumaba era una cosa humillante ver un cigarrillo. Incluso hasta llegamos a comer carne cruda, cuando buscábamos las medias reces de oveja, había el comentario de que se podía comer la carne mientras no nos viesen los superiores, yo tuve la oportunidad de comer carne cruda llevando a nuestro hombro la media oveja. El hambre que teníamos era una constante, por que estábamos muy mal alimentados, la carne y la verdura se repartía entre los oficiales y suboficiales…… En muchas oportunidades he visto el maltrato a la tropa, por que el hambre nos estaba menguando la calidad de vida, entraban en desesperación mis compañeros…” “¿Era notoria la pérdida de peso? Habremos perdido 30 ó 35 kilos cada uno. Cada uno perdieron 30, 35 kilos.” “Lo que sabíamos era que el teniente primero Lugo era el que tenía las cosas en su casa, sabíamos que él tomaba café y se daba el gusto de tomar whisky por ejemplo y en un ataque, la gente quería ver si habían bombardeado la casa del teniente primero Lugo, para ver si podían comer algo. Por que teníamos seguridad, sabíamos que él guardaba toda la comida en ese lugar.” TESTIMONIO, FERNÁNDEZ ALEJANDRO JOSÉ “…. no tuvo la mejor idea que traerse 6 u 8 quesos, me acuerdo que era barras grandes, me acuerdo que eran unos quesos redondos, y él los guardaba en un auto abandonado que estaba a poquito de donde nosotros dormíamos, pero eso los supe después. Un día nos levantan una mañana a todos los que estábamos descansando de la guardia, se levantan, dormido, el hombre estaba enojadísimo, estábamos tres presentes, nos pegó un sopapo a cada uno y nos dijo quién era el que le robó el queso, nosotros no sabíamos que pasaba, decíamos que no, que no y nos amenazaba, con ejecutarnos mas o menos si no le decíamos quién le robó el queso. Después nos enteramos que el hombre tenía 8 piezas de queso y nos pegó un sopapo a cada uno por que le faltó uno. O sea nosotros podíamos estar muriéndonos de hambre y el señor tenía 8 piezas de queso…. ¿Cómo se llamaba? Creo que el apellido era Ramos”. TESTIMONIO, LÓPEZ JOSÉ LUÍS “Fue ahí que teníamos mucha hambre y nos escapábamos de noche, para ir a buscar, éramos dos en cada carpa. Nos escapábamos a la noche para buscar algo para comer. Uno quedaba de guardia y el otro salía a buscar. Porque los jefes nuestros que teníamos nos daban de comer lo de arriba no más. ¿Lo de arriba de qué? De los cilindros en los que llevaban la comida ellos nos daban la sopa y se quedaban con la carne el arroz y todo eso. ¿Eso era todos los días? Todos los días, si. …..Si un montón de kilos perdí yo, cuando volví de vuelta casi me muero. Casi te morís. Del hambre que sufríamos, del sueño, de la sed. Me contaste que uno de tus camaradas se quedaba haciendo guardia mientras otro iba a buscar comida. ¿Vos hiciste eso? Si, yo hice eso ahí fue que nos caza el subteniente y nos estaquea……Quedaron las casas abiertas y ahí nosotros nos íbamos a rescatar comida. Comimos papa cruda, huevo crudo, carne, lo que encontrábamos del hambre que teníamos. No era suficiente la comida que ellos nos daban.” “O sea que ustedes entraron al combate todos con hambre?. Todos con hambre, si señor todos con hambre. Estuvimos en la misma compañía, pero distinta sección del, que murió de hambre, de frío ¿Te acordás el apellido? Segovia….. Y este cura dijo que había muerto de hambre? Si. TESTIMONIO, MARTINS JUAN DE LA CRUZ ¿Cuando tenía dificultades para comer ya estaban bajo bombardeo inglés? Si ya estábamos. Antes del bombardeo, ¿comían bien? No tan bien por que nosotros cuando llegamos tomamos cocido negro. Nos recibieron con cocido negro que ya hacía dos, tres días que estaba más o menos en el rancho. Cuando bajamos ahí, y encima si pan, sin nada, no tenía azúcar, no tenía nada. … ¿Cuánto pesabas vos? Yo cuando me fui pesaba 62 kilos y vine con 29 kilos. Con 29 kilos. Con 29 kilos. En esos días en Puerto Howard, ¿qué comías? Sopa todos los días, era sopa nomás. No había otra cosa. “¿Qué más te hacía? Por ejemplo, daban galletitas, a todos le daban cinco y a mi uno nomás. Y si los cigarrillos eran 1 paquete para cada uno, me daba un cigarrillo a mí. Eso, había manzanas, a los otros les daban cinco, a mi me daban uno nomás. Yo le dije –porqué me da así, porqué me tenía tanta bronca- y entonces yo le comenté a otro subteniente, que ese no me recuerdo el nombre, lo que me hacía el sargento, entonces me dice –(a ese lo arrestaron 15 días en Malvinas) y entonces le dio la orden para que me de a mi la comida. Entonces ese sargento no cumplía la orden, no me daban la comida, me tenían muy bronca ellos. Después que le estaquearon al cabo Mani, le sacaron las tiras al cabo Mani, le dieron a otro soldado, soldado Martínez, del Chaco. Martínez del Chaco era de tu regimiento. Del mismo regimiento, la misma compañía. Entonces le dieron las tiras.” TESTIMONIO, OJEDA DANIEL DARDO “…Que sufrimos mucho fue el tema alimentario que muy poco se. Nosotros teníamos una lata de comida para un desayuno, un almuerzo, inclusive una cena y teníamos que recurrir a veces matando ovejas de los que vivían ahí para poder sobrevivir al hambre. Porque a veces te alcanzaba la comida, porque a veces la comida no llegaba a destino, para darnos a nosotros, a veces pasábamos dos o tres día sin comer…..Esos días comíamos la latita de comida, que teníamos que tratar de aguantarle para… Por que llegamos con una sola ración de comida que nos dieron ahí……A veces te alcanzaba la comida y a veces no por que, bien que comían eran los oficiales, por que a nosotros si alcanzaba, alcanzaba sino, para ellos. Yo me acuerdo….. Ellos comían aparte, nosotros no veíamos los que comían ellos, comíamos así al lado del rancho o arriba de las piedras nos ponían así un platito de comida, por ejemplo si querían comer una manzana comían al frente tuyo. Nosotros a veces del hambre que teníamos la cáscara que echaban ellos tenían que comer, tanto hambre que te da que a la noche no podes dormir de la desesperación del hambre……Era un hambre de varios días… De muchos días, yo estuve casi mes de un mes ahí en Isla Soledad. ¿Dónde sufriste mucha hambre? Ahí se sufrió mucho.” TESTIMONIO, OJEDA MARCOS OMAR Así que al mes del combate el 90% del regimiento estaba con un alto grado de desnutrición, incluso mi compañía tuvo deceso por desnutrición, un soldado. ¿Cómo comían en Puerto Howard? Mal, pésimamente mal. Entonces me decías que estaban casi todos desnutridos… Si, en una palabra si, fíjese que yo siempre fui una persona de unos 70 kilos y cuando regresamos a Puerto Madryn, que ahí desembarcamos cuando terminó la guerra, pesaba 52 kilos y medio, imagínese. A todos les pasaba el mismo. Más o menos a todos. Yo vine con casi 18 kilos menos…..Estaban desnutridos la mayoría con problemas psicológicos, problemas. Yo por ejemplo fui internado dos meses en campo de Mayo por congelamiento de ambas piernas y brazos total. Estuve dos meses en Campo de Mayo y para rehabilitación total me pasaron a un hospital que está pegado que se llama El Cali. Tres meses en total sería. En una madrugada, esto pasó al mes, mes y quince días de combate, por razones de que no llegaban los víveres, la desesperación de los soldados, que se veía a simple vista. Ya se comía una vez por día, ya era caótico, no se aguantaba más. “Cómo comían los superiores? Ellos comían a cuerpo de rey, hablo de los oficiales. Los suboficiales, un poco más semejante a lo nuestro, pero no tanto. Para la comida yo pienso que todo debe ser más unitario. Para la comida yo pienso que no tiene haber diferencia. Este muchacho pasaba así y sobre que hubo un momento en que se comía una vez por día y que no se comía también, este muchacho ya venía varios días si comer. Cuando notaron los superiores que este soldado estaba muy desnutrido ya era muy tarde, lo llevaron al centro de Puerto Howard, se bajaron la montaña, ahí estaba la cruz roja, el hospital de campaña y le llevaron y ya no pudieron hacer nada por él.” TESTIMONIO, NUÑEZ OSCAR “En circunstancias de que estábamos carneando la oveja, no habíamos llegado ni siquiera a comerla, es que se acercan al lugar el subteniente Malacalza con otros dos suboficiales, donde primero nos agreden verbalmente, físicamente, nos hacen hacer ejercicios vivos, de salto de rana como se dice comúnmente en la jerga militar, y nos trasladan a un lugar próximo a las posiciones donde estábamos nosotros donde deciden estaquearnos, mas precisamente las órdenes del subteniente Gustavo Malacalza, subteniente en ese entonces en el ’82, proceden a estaquearnos a mi y a otros dos que en este momento los nombres no recuerdo, y nos dejan a la buena de Dios. Inclusive en horas más tarde llega el racionamiento para alimentarnos, poco el racionamiento que llegaba y no nos dan de comer y nos dejaron a la buena de Dios ahí. Si no fuera por la intervención que siempre lo resalto del entonces sargento Guillermo Insaurralde, él toma la determinación de desatarnos por que creía que esto era un atropello y tal vez yendo en contra de sus jefes decide desatarnos, de esa forma un poco nos viene a salvar la vida, por que estábamos prácticamente entrando en un estado de congelación que ya si no hubiera agarrado la noche este relato no sería contado en este momento.” “Comíamos cuando llegaba la comida…. era muy difícil que nos llegue la comida, eso nos decían, por eso es que la ración llegaba cada dos o tres días, cuando llegaba era un vasito así, el jarro, la mitad era prácticamente un agua que hacían hervir la carne, el jugo, y tomábamos por ahí una cucharadita de polenta. Muchas veces llegaba el mate cocido, algunos jefes me ha relatado llegaba el mate cocido, tomaban, agregaban un poco de agua y nos repartían a nosotros. Entonces toda esa mala alimentación todo eso fue calando muy hondo en el cuerpo humano, aún con el frío que hacía, uno más necesita alimentación, alimentación caliente fuerte para soportar el frío, todo eso fue en desmedro. Todo esto fue la consecuencia de la enorme cantidad de soldados que hemos estado a punto de desnutrición y la muerte de hombres…..cuando nosotros regresamos a Campo de Mayo en esa oportunidad nos hacen una especie engorde, así como feet lot, te ponen una semana de engorde, eso fue lo que nos hicieron en Campo de Mayo, antes de llevarnos a la vida civil, antes que la gente nos vea para salir medianamente con una cara rellenita.” TESTIMONIO, PONCE DE LÓN RUBÉN ANTONIO “Soy uno de los 5 o seis que tuvimos problemas con el tema de la alimentación, nosotros fuimos retirados de la primera posición, del frente de combate el día 25 de mayo, toman esa decisión de sacarnos a los que estábamos desnutridos, después de producirse la muerte de Secundino Riquelme. También hubo un compañero de la segunda sección, clase ’63 y por ahí viene el tema de por qué tan rápido perdimos peso en Malvinas, nosotros teníamos 45 días de incorporados cuando nos llevaron a Malvinas. Estábamos en plena instrucción, con la instrucción acelerada que eso se da durante un año, nuestra pérdida de peso ya viene de ese cambio en el ser humano de la vida civil a la vida militar. Fue muy brusco el cambio que sufre el organismo y mas en situaciones como la que estábamos, que además de eso pasaron cosas en Malvinas que por ejemplo mi jefe de grupo, el cabo primero Tomás Arrieta nos sacaba la comida….A veces estando apostado hacíamos guardia en la misma posición, donde dormíamos, todo y te encontraba con el borceguí desabrochado o sin el casco o por ahí a otros compañeros le sacaba la comida, por que se dormía estando apostado. ¿Qué hacía? entonces al otro día no desayunaba, allá era una cosa como una sola comida, en Malvinas se daba una sola comida, el desayuno, qué era no se a mi siempre me cuesta el tiempo, saber si era a las diez de la mañana, a las 11 y después a eso de las 4 de la tarde era el almuerzo y cena, que no te den de comer ni desayunar.” “…como consecuencia de la muerte de Riquelme es que los llevan al hospital? Claro, nos fuimos cinco, cinco creo que éramos que fuimos replegados al puesto de sanidad que estaba en Ganso Verde, y ahí nos alojaron en un garaje, lo que hicieron era darnos de comer nomás ahí. Toda la atención médica que les hicieron fue darles de comer? Si, fue darnos de comer…..48 kilos llegué a pesar en el Canberra…Mi peso normal era de setenta, en ese entonces, ahora estoy un poco mas gordo.” TESTIMONIO, ROMERO MARIO BENJAMÍN “No, embarcamos en helicóptero y fuimos a Puerto Howard. Al llegar a Puerto Howard habrá sido a las cuatro de la tarde, era oscuro, ya estaba oscuro. Y nuestro jefe de compañía, yo pertenecía a la compañía “A”, fue relevado del cargo por que cuando recibió la carne, para hacer la comida, que le habían entregado los Kelpers, él en lugar de hacer la comida mandó a hacer un asado para todos los soldados de la compañía. En ese momento fue sorprendido por el General Parada que llegaba en helicóptero, la tropa seguía viniendo, y lo relevaron del cargo en Malvinas…..Era un teniente primero Mejía…..Yo no sé por qué mandó a hacer el asado. Yo pienso, ded

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Canteros entregó distinción a los autores de la Marcha a Belgrano

“HACEDORES DEL BIEN COMÚN”

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El vicegobernador, Gustavo Canteros hizo entrega del reconocimiento “Hacedores del Bien Común” a Thierry Calderón de la Barca y Silvia Beatriz Romero, autores de la marcha al General Manuel Belgrano llamada “Forjado en bronce y macerado en plata”.


“Es loable el trabajo que desempeñaron estos docentes al destacar la figura de uno de nuestros próceres, un hombre inmenso como fue el General Manuel Belgrano, que en 1810 durante la campaña hacia el Paraguay pasó por Corrientes y fundó dos pueblos: Curuzú Cuatiá, Concepción de Yaguareté Corá”, expresó Canteros y destacó “la creatividad y el compromiso de Thierry Calderón de la Barca y Silvia Romero, de crear una marcha para homenajearlo”.

 

Durante el acto de entrega de la distinción los autores intercambiaron sus experiencias y anécdotas del proceso creativo y la repercusión que ha tenido. También se refirieron a las experiencias y desafíos en el ámbito educativo durante este año y las dificultades por las que atravesaron los alumnos y sus familias en momentos de pandemia.

 

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Vale recordar que la marcha “Forjado en bronce y macerado en plata”, que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados, se encuentra en la Cámara de Senadores para su tratamiento. La aprobación permitirá que la misma se incorpore al Himnario Oficial.

 

Thierry Calderón de la Barca es dramaturgo, poeta, narrador y pedagogo de teatro. Es docente de la Escuela Nº 1 "Juana Manso" y en el Colegio Polimodal "Presidente Hipólito Irigoyen". Tiene en su haber premios nacionales e internacionales y diversas publicaciones, siempre referidas a la temática regional y sus personajes. Y fue el autor de la letra de la marcha.

 

Silvia Romero es bachiller con orientación docente, Profesora de Música en Enseñanza Primaria, Profesora Secundaria en especialización de piano y Post-título en Educación Musical, títulos docentes obtenidos dentro y fuera de la provincia. Es la compositora de esta esta canción patria en honor a Manuel Belgrano. Ejerce en las Escuelas Técnicas Nº 1 "Juana Manso" y Nº 2 "Bernardino Rivadavia", como así también en San Luis del Palmar.

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El reconocimiento Hacedores del Bien Común se otorga a los ciudadanos y ciudadanas y ONGs que contribuyen a la sociedad, con actividades solidarias y creativas.

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Sociedad

Valdés firmó un acuerdo con el intendente de Ituzaingó por regalías de Yacyretá

“HACEDORES DEL BIEN COMÚN”

Publicado

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El gobernador Gustavo Valdés firmó un acuerdo con el intendente de Ituzaingó, Eduardo Burna. El mandatario provincial informó que la rúbrica se vincula a "una deuda histórica de la Nación" por las regalías de Yacyretá. De este modo, "finalizamos con 10 años de gestiones para que reconozcan un derecho de Corrientes", sostuvo luego, indicando que también hará lo propio con Isla Apipé y Villa Olivari.


“Es loable el trabajo que desempeñaron estos docentes al destacar la figura de uno de nuestros próceres, un hombre inmenso como fue el General Manuel Belgrano, que en 1810 durante la campaña hacia el Paraguay pasó por Corrientes y fundó dos pueblos: Curuzú Cuatiá, Concepción de Yaguareté Corá”, expresó Canteros y destacó “la creatividad y el compromiso de Thierry Calderón de la Barca y Silvia Romero, de crear una marcha para homenajearlo”.

 

Durante el acto de entrega de la distinción los autores intercambiaron sus experiencias y anécdotas del proceso creativo y la repercusión que ha tenido. También se refirieron a las experiencias y desafíos en el ámbito educativo durante este año y las dificultades por las que atravesaron los alumnos y sus familias en momentos de pandemia.

 

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Thierry Calderón de la Barca es dramaturgo, poeta, narrador y pedagogo de teatro. Es docente de la Escuela Nº 1 "Juana Manso" y en el Colegio Polimodal "Presidente Hipólito Irigoyen". Tiene en su haber premios nacionales e internacionales y diversas publicaciones, siempre referidas a la temática regional y sus personajes. Y fue el autor de la letra de la marcha.

 

Silvia Romero es bachiller con orientación docente, Profesora de Música en Enseñanza Primaria, Profesora Secundaria en especialización de piano y Post-título en Educación Musical, títulos docentes obtenidos dentro y fuera de la provincia. Es la compositora de esta esta canción patria en honor a Manuel Belgrano. Ejerce en las Escuelas Técnicas Nº 1 "Juana Manso" y Nº 2 "Bernardino Rivadavia", como así también en San Luis del Palmar.

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Sociedad

El Consejo Hídrico Federal prorrogó la elección de autoridades

“HACEDORES DEL BIEN COMÚN”

Publicado

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Se realizó de manera virtual, la Asamblea Ordinaria N° 36 del Consejo Hídrico Federal (COHIFE) donde se aprobó la propuesta de prorrogar la elección de autoridades 2020-2021 hasta la próxima Asamblea Ordinaria de mayo de 2021, donde la provincia de Corrientes integra el Comité Ejecutivo.


“Es loable el trabajo que desempeñaron estos docentes al destacar la figura de uno de nuestros próceres, un hombre inmenso como fue el General Manuel Belgrano, que en 1810 durante la campaña hacia el Paraguay pasó por Corrientes y fundó dos pueblos: Curuzú Cuatiá, Concepción de Yaguareté Corá”, expresó Canteros y destacó “la creatividad y el compromiso de Thierry Calderón de la Barca y Silvia Romero, de crear una marcha para homenajearlo”.

 

Durante el acto de entrega de la distinción los autores intercambiaron sus experiencias y anécdotas del proceso creativo y la repercusión que ha tenido. También se refirieron a las experiencias y desafíos en el ámbito educativo durante este año y las dificultades por las que atravesaron los alumnos y sus familias en momentos de pandemia.

 

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Thierry Calderón de la Barca es dramaturgo, poeta, narrador y pedagogo de teatro. Es docente de la Escuela Nº 1 "Juana Manso" y en el Colegio Polimodal "Presidente Hipólito Irigoyen". Tiene en su haber premios nacionales e internacionales y diversas publicaciones, siempre referidas a la temática regional y sus personajes. Y fue el autor de la letra de la marcha.

 

Silvia Romero es bachiller con orientación docente, Profesora de Música en Enseñanza Primaria, Profesora Secundaria en especialización de piano y Post-título en Educación Musical, títulos docentes obtenidos dentro y fuera de la provincia. Es la compositora de esta esta canción patria en honor a Manuel Belgrano. Ejerce en las Escuelas Técnicas Nº 1 "Juana Manso" y Nº 2 "Bernardino Rivadavia", como así también en San Luis del Palmar.

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