El huracán Frances seguía hoy miércoles su paso arrollador hacia las Bahamas, con vientos de 225 kilómetros por hora, una amenaza en ciernes que puso a millones de personas en alerta a lo largo de la densamente poblada costa este del estado norteamericano de Florida. El poderoso huracán se acerca a Florida en momentos en que el estado lucha por recuperarse del impacto de Charley, otro huracán que azotó la costa oeste del estado hace menos de tres semanas. El miércoles por la noche las autoridades emitieron un aviso de huracán, lo que significa que la tormenta puede llegar en las próximas 36 horas, para la mayor parte de la costa este de Florida, desde la Ciudad de Florida, al sur de Miami, hasta Flagler Beach. Frances conjuraba recuerdos de Andrew, el fenómeno meteorológico de ese tipo más costoso en la historia de Estados Unidos, que destrozó el área de Miami hace 12 años.

((Reuters) En la escala de intensidad de los huracanes, de cinco niveles, Frances alcanzó la categoría 4 y tenía un diámetro mucho mayor que el de Charley. “Posiblemente tendrá impacto sobre un área mucho, mucho mayor”, dijo Max Mayfield, director del Centro Nacional de Huracanes. “Si sigue siendo un huracán de Categoría 4, sin duda causará un daño extremo”, agregó. El condado floridiano de Palm Beach emitió un aviso para alrededor de 300.000 personas diciendo que deberían estar listas para evacuar casas rodantes, islas y áreas anegadizas. Otros condados se preparaban para realizar evacuaciones, y las escuelas, cortes y oficinas públicas del sureste de Florida tenían previsto cerrar a partir del jueves. Los habitantes tomaron seriamente a la tormenta y en las calles podían verse largas filas en las estaciones de combustible. “Este es el momento para cargar los tanques de combustible de los autos, para comenzar el proceso de proteger sus casas o apartamentos, para comprar provisiones de agua y baterías”, dijo Jeb Bush, gobernador de Florida. El gobernador declaró al estado zona de desastre para acelerar la asistencia después de que llegue la tormenta. Unos 3.000 trabajadores federales de emergencia todavía estaban en Florida limpiando los destrozos producidos por el huracán Charley. Muchos de ellos podrían verse forzados a evacuar. A LA ESPERA Los precios del algodón y el jugo de naranja subieron en Nueva York por temores de un desastre en las áreas de cultivo en Estados Unidos. Los daños ocasionados por Frances golpearían duramente la industria de cítricos, valorada en 9.100 millones de dólares, después que Charley derribó árboles y frutas en todo el estado. Frances estaba azotando el miércoles a Turcos y Caicos, una pequeña colonia británica de 20.000 personas, situada cerca de las Bahamas. De acuerdo con la trayectoria actual, las próximas afectadas serían las Bahamas, una cadena de 700 islas donde viven 300.000 personas. “Estamos asustados. Todos estamos rezando mucho. Confiamos en el Señor”, dijo el reverendo Robert Black, el pastor de 82 años de edad de una pequeña iglesia bautista en Pirates Well, Mayaguana, la primera isla de las Bahamas que sería afectada. Los isleños almacenaban agua, velas, alimentos y otros suministros de emergencia, y protegían casas y negocios. Equipos del gobierno podaban árboles. Los vuelos desde y hacia las Bahamas se suspendieron, los cruceros cambiaron rutas para evitar al huracán y el Hospital Princesa Margarita de Nassau pidió donaciones de sangre. Para Turcos y Caicos y la mayor parte de las Bahamas estaba vigente una advertencia de que habría que prever condiciones de huracán en un período de 24 horas. A las 2300 hora local (0300 GMT del jueves), el centro de Frances estaba a unos 95 kilómetros al este-noreste de las Bahamas y a unos 935 kilómetros al este-sudeste de Palm Beach, en la costa de Florida, a 22,6 grados de latitud norte y 72 grados de longitud oeste, dijo el Centro Nacional de Huracanes. El huracán avanzaba en dirección oeste-noroeste a 22 kilómetros por hora. La proyección de largo alcance del centro del huracán, que tiene un gran margen de error, calculaba que la tormenta estaría en el centro de las Bahamas para las primeras horas del viernes y cerca del centro de la línea costera de Florida para el inicio del sábado. Pero los expertos del pronóstico recordaron a los floridianos del cambio de último minuto que registró el curso de Charley hace tres semanas. Ese huracán llegó a la costa horas antes y más al sur de lo previsto, tomando con la guardia baja a algunas personas en frágiles casas móviles. Charley causó unos 7.400 millones de dólares en pérdidas de bienes asegurados, lo que lo convierte en la tormenta más cara para Estados Unidos después de Andrew, que en 1992 provocó pérdidas por 25.000 millones de dólares. El área de Miami-Fort Lauderdale-West Palm Beach, la región más poblada de Florida, con más de 5 millones de habitantes, era un posible blanco de Frances.